Lee Min Ji

ℙ𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣 𝕣𝕖𝕘𝕝𝕒 𝕕𝕖 𝕖𝕤𝕘𝕣𝕚𝕞𝕒
𝙰𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚎𝚖𝚙𝚎𝚣𝚊𝚛 𝚞𝚗𝚊 𝚛𝚘𝚗𝚍𝚊 𝚍𝚎𝚋𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚜𝚊𝚕𝚞𝚍𝚊𝚛 𝚊 𝚝𝚞 𝚘𝚙𝚘𝚗𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚊𝚕 𝚒𝚐𝚞𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚕 𝚊𝚛𝚋𝚒𝚝𝚛𝚘 𝚘 𝚜𝚒 𝚗𝚘 𝚜𝚎𝚛𝚊 𝚝𝚘𝚖𝚊𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚏𝚊𝚕𝚝𝚊.

El avión estaba con las luces tenues para no despertar a los pasajeros, la mayoría iba ensimismado en asuntos de trabajo o viendo alguna película en la TV personal que incluía el asiento, en mi caso no podía consiliar el sueño, me sentía agotada por toda esta situación de la mudanza.

El cielo estaba tan oscuro, eso solo me indicaba que era de madrugada, solté un suspiro de resignación a vencerme, sabía que no podría dormir, había sido mala idea tomarme el medicamento a la hora que no me tocaba, por mi torpeza había confundido dos de mis medicamentos y me tomé el que era de día, me remuevo en mi asiento en busca de mis audífonos y de mi móvil, ya que no podía dormir mejor escucharía música para pasar tiempo.

Entro a spotify y busco música para relajarme, la pongo en aleatorio y comienza a sonar pancakes de LANY , uno de mis artistas favoritos, me acomodo de forma para quedar viendo la pequeña ventana de mi asiento, me quedo viendo la hermosa vista que me brinda viajar desde el área VIP.

Habían pasado ya tres meses desde lo sucedido en el torneo de esgrima, de solo pensarlo me consumía la vergüenza, no podía creer que me desmaye en plena celebración con mis compañeras o mejor dicho excompañeras.

Cuando desperté estaba en una habitación del hospital, en ella estaba la entrenadora Moreau hablando con una enfermera.

«Me sentía desconcertada, no sabía que hacía en un hospital, qué había pasado, justo cuando iba a decir algo la enfermera y la entrenadora se giran hacia mí, al ver que he despertado, corre para llegar justo a mi lado, agarra mi cara y observa cada parte de mi rostro que puede.

—Por el amor a Dios Min, me has dado un susto de muerte — es lo primero que suelta cuando ve que mi estado es bueno. Al ver la duda en mi expresión, decide contarme que fue lo que paso.

Justo cuando suelta toda la información de un solo, me quedo pasmada, no podía creer que en cuando terminó el enfrentamiento me hubiera desmayado. Cuando mi estado de shock disminuyó entra por la puerta el doctor encargado de mi caso.

Fue claro cuando me dijo que no podía participar por un tiempo en algún torneo de esgrima ya que mi pie sufrió una fractura en el tobillo, a parte que había sufrido una contusión en la parte temporal de mi cabeza. Tenía que estar en rehabilitación por un tiempo si quería volver a caminar o a jugar esgrima, la noticia me había caído como balde de agua fría. Lo que más amaba en esta vida me estaba siendo arrebatado, por un descuido mío y no ponerle atención a los síntomas que estuve presentando.

Según lo que me había dicho el doctor es que me habian diagnosticado con miastenia grave, esto había causado que mis músculos se debilitaran y debido a la presión por el torneo fue un factor que había agravado.»

Luego de ese día estuve toda una semana en el hospital para recuperarme y volver a Francia, cuando estuve en mi lugar de residencia, tuve que dar un comunicado a la prensa y a las televisoras que pasaban las noticias sobre deportes, tenia que escuzar lo sucedido, les agradecí por la medalla de oro que había ganado.

Fue difícil el primer mes, tener que estar con un yeso, cuando me lo quitaron fue más fácil, solo tenia que cargar un inmovilizador para cooperar en mi recuperación. Cuando se enteró mi familia fue un escándalo, mis padres estaban preocupados por la noticia, la más afectada fue eomma, quería tomar un avión y venir a cuidarme, pero se lo impedí no viniera.

Fue una larga discusión hasta que llegamos a un acuerdo, y por eso era que me encontraba en un vuelo de 10 horas hacia Corea del Sur. Habíamos quedado en que volvería a casa y terminaría lo que quedaba de mi carrera universitaria en Corea y seguiría mi recuperación de mi lesión y de mi enfermedad, tenía que controlarla, si quería en algún momento volver a practicar esgrima. No era algo que estuviera en mis planes por el momento, solo quería concentrarme en mi recuperación.

Las horas había pasado y la música estaba teniendo efecto y mis párpados se estaban poniendo pesados, vi mi smartwatch y en él se mostraba que eran las 3:25 am, quería dormir por lo menos un poco antes de que llegara a mi destino, según la aerolínea el avión estaría llegando a las 7 am según el horario del país. Dejó que los brazos de morfeo me envuelvan sumiendo en un agradable sueño y recuperar algo de energía.

°°°

«Pasajeros con destino a Incheon, Corea del Sur, en 10 minutos estaremos aterrizando en el aeropuerto internacional de Incheon, por favor asegurarse de haber abrochado sus cinturones»

Despierto al escuchar la voz de una de las azafatas, me acomodo mejor en el asiento y sigo las instrucciones que han dado.

Guardo mis cosas en el bolso, para estar lista y salir por fin de una salir, ya mis piernas se sentía entumecidas por permanecer bastante tiempo sentada. Pasan los 10 minutos y todos los pasajeros, incluyéndome salimos del avión.

Me dirijo a recoger mis maletas y luego al área de espera, a comodo mis pertenecías para avanzar y poder esperar a mi primo. Él se había ofrecido a irme a recoger, Jung Ho Seok era mi primo de parte de papá, le tenía mucho aprecio y por eso estaba ansiosa de verlo.

A los 16 años me gane una beca para estudiar esgrima en una de las mejores academias en Francia, mis padres me apoyaron y tomé la decisión de irme siendo joven a seguir mis sueños, desde ese vez no había vuelto al país, era al revés, mi familia era quien aprovechaba para ir a visitarme.

Ansiosa por salir de este lugar, muevo mi pie impaciente por que oppa venga a recogerme. Pasan los minutos y escucho a alguien decir mi nombre en voz alta, volteo a ver quién era la persona. En eso veo la figura imponente de Hobi oppa saludarme con efusividad, me acerco a él dejo a un lado mis maletas y abro mis brazos para recibirlo. Él hace lo mismo y me envuelve en sus cálidos brazos.

—Daebak, Min Ji-yah estas sorprendente, es bueno tenerte de vuelta — me aprieta más hacia su anatomía. — de oppa, ya era tiempo de volver a casa, me habías extrañado — le pregunto con un tono de burla en mis palabras, era algo que teníamos él y yo, siempre le dábamos un toque de diversión a nuestra conversación.

Luego de esa calidad bienvenida, nos dirigimos al estacionamiento para aguardar mis maletas en el carro e ir a casa. Él camino es entretenido y cuando llegamos a casa las cosas son más sentimentales a la hora de darme la bienvenida, eomma lloró y no me quiso soltar, solo lo hizo porque appa y mi hermano menor querían saludarme, él tiempo se pasa tan rápido que no me había dado cuenta cuando vi la hora en mi móvil, ya era tarde. Me escuso diciendo que quiero ir a descansar y recuperarme del jetlag.

De alguna forma me sentía bien, si no hubiera venido, no entendería cuánto los había extrañado durante estos 7 años lejos de ellos. Sin necesidad de tomar algún calmante me sumo en un agradable sueño.