Lee Min Ji

𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 ℝ𝕖𝕘𝕝𝕒 𝕕𝕖 𝔼𝕤𝕘𝕣𝕚𝕞𝕒
𝙻𝚘𝚜 𝚐𝚘𝚕𝚙𝚎𝚜 𝚎𝚡𝚒𝚝𝚘𝚜𝚘𝚜 𝚊𝚌𝚝𝚒𝚟𝚊𝚗 𝚞𝚗 𝚝𝚘𝚗𝚘 𝚊𝚞𝚍𝚒𝚋𝚕𝚎 𝚢 𝚞𝚗𝚊 𝚕𝚞𝚣 𝚕𝚞𝚖𝚒𝚗𝚘𝚜𝚊.

Mi ojos no podían creer que Jin estuviera frente a mí en la larga mesa de la familia Kim, no sé de dónde me salió tal valentía para hablarle, se veía tan guapo como siempre ahora tenía un toque más maduro que antes, el pelo castaño le quedaba de maravilla, no podía seguir viéndolo o sino lo asustaría y ya no le hablaría nunca más.

Irme a vivir a una isla se estaba volviendo una muy tentadora opción.

Fijo mi vista en mi plato para distraerme, como si fuera lo más interesante del mundo, mis nervios estaban a flor de piel, no sabía qué pensar, pero él tampoco me ha quitado la vista desde que nos saludamos, vamos Min Ji no eres una tonta, sé cómo terminó todo la última vez que hablé con él, tomó una respiración profunda para darme valentía, tenía que demostrarle que había pasado de página y ya no era aquella tonta ilusa que rogaba por su amor, ya no más. Levantó la cabeza y decido hablar con Ye Rim que estaba sentada a la par mía, lo mejor de haber vuelto fue reencontrarme con ella, desde la infancia habíamos sido inseparables, ambas sabíamos secretos de la otra y ella era la única que sabía que estaba enamorada de su según ella tonto hermano, me consolaba cuando veía a Jin con otra chica.

Justo cuando me iba a ir a Francia ella me incitó a confesarle mis sentimientos.

«—oppa podemos hablar — con los nervios carcomiéndome me atreví y le hice caso a Ye Rim y le iba confesar lo que sentía por él, al final si me rechazaba no lo volvería a ver por un largo tiempo y si era correspondida esperaba que fuera paciente para cuando volviera.

—mmmh, al ass eo Min Min, qué es lo que quieres decir —oppa siempre me sonreía, había visto cómo se comportaba con otras chicas y era un complemento imbécil con ellas, pero con Ye Rim y conmigo era todo lo contrario, nos defendía a toda costa, a veces odiaba que me viera como una hermana. — eehh yo que-quería... —me puse tan nerviosa que no podía empezar como habíamos ensayado con Ye Rim.

Jin se ríe de mi tartamudeo, casi siempre era sin vergüenza cuando hablaba con él o con los chicos, pero cuando se trata de alguien más me volvía tímida, obligó a mi cerebro a expulsar de una vez las palabras y terminar con esto.

Cuento hasta tres en mi mente y digo todo atropelladamente lo ensayado — ¡yo quería decirte que me gustas oppa! —sin darme cuenta no solo lo dije lo más rápido, sino que también se lo grite. Jin al procesar lo que le dije borra la sonrisa que había mantenido desde que me acerqué.

— eehh yo... Min no sé qué decir —se queda callado hasta que por fin encuentra las palabras correctas para no lastimarla —no puedo corresponder a tus sentimientos, yo estoy saliendo con Ha Na y quiero estar con ella... — antes de que agregue algo más para terminar de lastimarme hablo yo — gwaenchanha oppa no tienes que decir nada, solo quería por fin expresar lo que sentía —me doy la vuelta y empiezo a correr hacia la habitación de Ye Rim para que me pueda consolar, no me detengo antes los gritos de Seok Jin diciendo mi nombre para que regrese.»

Me aliento y decido seguir poniéndome al día con mi amiga de toda la vida, ella me cuenta que está en su antepenúltimo año de la carrera de leyes y que a partir del siguiente mes tenía que empezar a buscar una pasantía y estaba nerviosa por eso, como sé que ella está al tanto de las miradas que me da Seok Jin, decide molestarlo hablando de su novio, según lo que recuerdo que me dijo cuando estábamos en su habitación se llamaba Sun Woo, ellos llevaban un año y medio saliendo y ella se sentía muy cómoda a su lado. Me habló que pronto sería el festival que la universidad de Seúl realizaba cada año y quería que fuera con ellos.

Escucho bufar a Jin y volteo a verlo, al parecer si tuvo efecto y se ha molestado, justo cuando va a soltar un comentario de lo que estamos hablando, el señor Kim se le adelanta y empieza a preguntarles a él y Hobi oppa cómo van las cosas en la empresa. Luego de eso el almuerzo transcurre sin algún problema, todos aportan algo para mantener el ambiente, cuando los señores Kim intentan preguntarme algo sobre mi estado de salud, Ye Rim me ayuda y cambia de tema para que no me sienta abrumada, ella y mi familia son los únicos que saben toda la historia detrás de lo que me paso en el torneo, y se lo agradezco con una mirada de cachorro.

Cuando nos vamos a escusar con la peligra, para dirigirnos al jardín y tomar aire fresco, Jin le dice a mi hermano y primo que nos acompañarán al jardín.

Los mayores no tuvieron algún inconveniente en que no estuviéramos presentes, para ellos era mejor así, cuando llegamos al jardín me asombre de lo grande que era y de todas las flores que supongo la señora Kim ha sembrado, a dos metros de la puerta corrediza se encontraba la piscina, la cual en nuestra adolescencia presenciaba cómo nos divertíamos todos, incluyendo a Seok Jin y sus amigos.

Mi hermano toma asiento en una de las butacas cerca de ambos hombres, mi primo Ho Seok es el mejor amigo de Jin, han sido inseparables hasta trabajan juntos, por lo que logré entender en el almuerzo, ellos se quedan cerca de la piscina, mientras que nosotras nos dirijamos hacia el sillón que se encuentra en la pérgola, esta era una mis áreas favoritas de la casa de los Kim.

Ye Rim empieza un tema de conversación y yo la escucho atentamente, es muy agradable pasar el tiempo junto a ella, estaba tan ensimismada que no me había percatado de la mirada de Seok Jin en nosotras, más en específico en mí, hasta que volteo hacia ellos, me paralizó ante tan intensa mirada, veo que él le dice algo a Hobi y se acercan a nosotras.

Mis nervios se duplican cuando llegan hacia donde nos encontramos, Hobi oppa empieza a entablar una conversación a la cual trato de seguir, luego de unos minutos mi primo se aleja escusándose de que es una llamada de su novia, nos quedamos los tres, no sé si Ye Rim no se da cuenta de la tensión que existe o solo se hace la de vista gorda para no tener que decir algún comentario.

Cuando le conté que su hermano me había rechazado hace siete años, se enojó tanto que le reprochó y no le hablo por todo un mes, me sentí mal de arruinar la relación de hermanos que tenía que le pedí que dejara de lado lo que había pasado y volvieron a la normalidad o eso aparentaban. A los segundos una de las sirvientas llega y le dice a la pelinegra que el pedido de Amazon ya había llegado, se levanta de un solo sorprendiéndome en el acto y se va sin dar previo aviso.

Entró en pánico al ver que me ha dejado sola con la persona que menos quería, sin saber que hacer, empiezo a jugar con mis manos, tenía la mente en blanco nada no se me ocurría algo para decir, en eso siento vibrar mi móvil y lo saco de mi blazer, para ver la notificación, veo el nombre de la persona que me ha escrito.

Yeon Jun

¿Cómo has estado Min?
3:25 pm

Ayer me encontré con Ye Rim y me contó que habías vuelto de Francia.
3:26 pm

Quería saber, si querías salir un día de estos conmigo
3:27 pm

Sin saber que contestar vuelvo a apagar mi teléfono, no espera que él me escribiera a mi llegada. Cuando despegó la vista de mi teléfono, veo como Jin sigue viéndome de esa forma intensa, mi garganta se siente seca y me cuesta tragar, creo que él se da cuenta y habla de primero. — así que... qué cuentas ¿cómo has estado Min? — lo veo sonreír, dándome más seguridad para hablar, de alguna forma él sabía cómo controlar mi ansiedad y se lo agradezco.

—Pues no me quejo, hace mucho que no tenía un descanso. Es raro no tener que levantarme desde muy temprano para entrenar — él me ve entretenido como si lo que yo le dije fuera lo más interesante del mundo, él asiente ante lo que le digo, si en algún momento de mi vida me he quedado callada sin saber que decir, creo que este le gana a todos, siento la incomodidad formar parte de nosotros, pero solo es de mí parte, porque él se ve tan tranquilo, levanta una de sus cejas esperando a que le cuente más sobre mí.

Me remuevo en mi lugar, hasta no sé a dónde ver, porque su rostro no es una opción si quiero mantener mi dignidad, me aclaro la garganta y busco fuerza interna para hacer de esto algo normal, cuando voy a decir algo él se adelanta —sé que esto es incómodo para ti por lo que paso, pero en verdad te extrañe y quiero que nos podamos llevar bien ahora que has vuel.. — no lo dejo terminar porque escucharlo solo me hace sentir enojada por haber sido tan estúpida y haberle dicho lo que sentía, así que el enojo que crece dentro de mi habla antes de que piense algo coherente.

—Yo también cambié oppa, no soy esa chica de 16 años que conociste, durante este tiempo pensé mejor las cosas y no quiero que nada cambie entre nosotros, así que mejor olvídalo, ahora tengo otros intereses y metas y lo último que quiero pensar es en las estupideces que cometí — no quería ser tan dura con él, pero necesitaba aclarar las cosas y era mejor ahora que podía, tenía muchas cosas en mente como para traerlo a colación.

Veo la cara de asombro que pone ante mis palabras, rápido cambia su expresión y vuelve a sonreír — si es lo que quieres está bien por mí, no sabes lo feliz que me hace saber que tú y Rim han vuelto a ser esas amigas — me extiende su mano para que la agarre, dudo al principio en si es lo correcto, pero al final la acepto y le devuelvo la sonrisa más sincera que puedo.

Odiaba la facilidad con la que los hombres podían seguir como si nada hubiera pasado.

Jin estaba dispuesto a hablar conmigo y yo solo quiero terminar esta tortura, sé que le dije que no me importaba lo que pasó, pero necesitaba tiempo para hacer que mi cerebro lo entendiera, cuando pensé que no tendría escapatoria veo regresar a Ye Rim y a Ho Seok. Siento el alivio recorrer todo mi cuerpo.

Nos quedamos hablando lo que resta de la tarde, hasta que mis padres deciden que es hora de irnos, me despido de todos y quedo con Ye Rim de que estaremos en contacto a partir de ahora.

°°°°°°°°°

Esos dos dicen que todo esta bien entre ellos cuando no pueden tener una conversación normal jejeje

¿Qué harían ustedes si les pasa algo parecido?

Yo como buena persona que sufre de ansiedad hubiera huido de Jin

*Inserten sticker corriendo*

L@s leo ;)

—Ale Madness