
♥︎○°「 Capitulo 25 」°○♥︎
[Narrador/a POV]
El día amaneció con un cielo despejado, el sol bañando el bosque con una luz cálida y dorada. Las risas y conversaciones llenaban el aire mientras todos se reunían en el claro, decorado con guirnaldas de flores, luces colgantes y una delicada alfombra blanca que llevaba hacia el altar.
Dark y Chosen estaban de pie frente a todos, ambos vestidos con trajes elegantes que, aunque contrastaban en estilo, parecían hechos para ellos. Dark lucía un traje negro con detalles plateados, mientras que Chosen llevaba un conjunto blanco con acentos dorados que realzaban su energía vibrante. Los dos intercambiaban miradas llenas de amor, dejando claro que este momento significaba el mundo para ellos.
La ceremonia fue sencilla pero hermosa. Las palabras intercambiadas entre Dark y Chosen resonaron en el corazón de todos, un recordatorio de la fuerza del amor incluso en las circunstancias más complicadas. Cuando finalmente se dijeron "sí", el claro estalló en aplausos y vítores.
—¡Nunca pensé que viviría para ver a Dark casarse! —exclamó Orange con una risa, golpeando a Victim suavemente en el brazo. Victim, más tranquilo pero igual de feliz, simplemente sonrió mientras observaba la escena con calidez.
Los amigos estaban reunidos en un semicírculo cerca del altar: Green, Blue, Red, Yellow, Purple y, por supuesto, Orange y Victim, quienes habían llegado para la ocasión especial. Incluso ellos, con su historia complicada, no pudieron evitar dejar de lado cualquier diferencia para celebrar a la pareja del momento.
Blue miró a Green y le sonrió. Durante todo el evento, habían permanecido juntos, apoyándose y compartiendo miradas cómplices que hablaban más de lo que cualquiera podría imaginar.
Cuando la ceremonia terminó, el claro se transformó en un lugar de celebración. Una larga mesa de madera adornada con flores y velas fue el centro de la fiesta. Todos se sentaron, compartieron historias y bromas mientras la comida y la música llenaban el ambiente.
—¿Y qué sigue ahora? —preguntó Red, levantando una copa—. ¿Una luna de miel secreta? ¿O se van a quedar aquí para ser el centro de atención un poco más?
Dark soltó una risa baja mientras Chosen lo miraba con una expresión juguetona.
—¿Qué crees? —respondió Chosen, guiñando un ojo antes de tomar la mano de Dark.
Mientras tanto, Purple y Yellow observaban desde un lado, sonriendo ante la escena. Purple no pudo evitar mirar a Second, quien también parecía perdido en sus pensamientos al ver a la pareja.
—Es un buen día, ¿no crees? —preguntó Purple en voz baja, rompiendo el silencio entre ellos.
Second asintió, sin apartar la vista de Chosen y Dark.
—Lo es. Uno de los mejores.
Mientras las palabras de Second aún flotaban en el aire, Chosen y Dark se levantaron de sus asientos y se unieron al centro del claro, la música cambiando a un ritmo lento y romántico. Ambos se tomaron de las manos, mirándose como si fueran los únicos allí. Los movimientos eran suaves y sincronizados, cada paso mostrando la conexión profunda que compartían.
La música parecía guiar sus emociones, y aunque no decían nada, sus miradas lo expresaban todo. Era un amor que había superado retos y sombras, y ahora brillaba más que nunca. Los demás observaban en silencio, con sonrisas cómplices y ojos llenos de admiración.
Red fue el primero en romper el momento contemplativo. Tomó la mano de Yellow con una sonrisa traviesa.
—¿Qué dices, cariño? ¿Nos robamos un poco de protagonismo? —preguntó, guiñándole un ojo.
Yellow se ruborizó, pero no pudo evitar sonreír ante la energía de su pareja.
—Supongo que no me dejarás decir que no —respondió, levantándose.
Ambos se unieron a Dark y Chosen en la pista, sus movimientos algo torpes al principio, pero llenos de risas y cariño. Se notaba que estaban disfrutando el momento, y aunque no lo decían en voz alta, algo en sus miradas sugería que tal vez ellos también se veían caminando hacia el altar algún día.
Green, por su parte, observaba la escena con una sonrisa nostálgica. Su mirada se desvió hacia Blue, quien estaba sentado a su lado, jugueteando con los bordes de su camisa, como si no quisiera llamar la atención. Green se perdió por un momento en sus pensamientos, recordando otra boda, mucho tiempo atrás, donde ambos habían terminado juntos en un hotel, compartiendo una noche que aún permanecía viva en su memoria.
Sin decir nada, Green se inclinó hacia Blue y le susurró al oído:
—¿Te gustaría salir de aquí un rato? Esta vez no tienes que preocuparte por las miradas.
Blue levantó la vista, sorprendido y notablemente tímido, pero una pequeña sonrisa comenzó a formarse en sus labios.
—¿De verdad? —preguntó, su voz apenas un murmullo.
Green asintió, tomando suavemente su mano.
—De verdad.
Blue, aún nervioso pero con un brillo en los ojos, aceptó la invitación, y ambos se levantaron discretamente, alejándose del grupo mientras las risas y la música continuaban llenando el claro.
Mientras tanto, Victim y Orange ya habían perdido cualquier rastro de sobriedad. Sentados cerca de la mesa, ambos reían a carcajadas por chistes que probablemente no tenían sentido alguno.
—¡Te digo que yo podría ser mejor bailarín que Dark! —exclamó Orange, tambaleándose mientras intentaba levantarse y casi caía de nuevo en su silla.
Victim, con una copa en la mano y los ojos entrecerrados, le dio unas palmadas en la espalda.
—Claro que sí, amigo, pero primero... ¿por qué no encontramos más pastel? —dijo, mirando alrededor como si estuviera en una misión importante.
Sus tonterías provocaron más risas de los que estaban cerca, y aunque ambos parecían fuera de lugar, nadie podía negar que estaban disfrutando a su manera.
En contraste con la alegría general, Purple permanecía sentado en una silla al borde del claro, observando cómo todos bailaban y se divertían. Aunque intentaba sonreír, había una melancolía en sus ojos. La sensación de soledad lo envolvía, y aunque estaba rodeado de amigos, no podía evitar sentirse distante.
Second notó su expresión desde lejos y, después de un momento de vacilación, se acercó con pasos tímidos.
—¿Te gustaría bailar? —preguntó, su voz suave pero esperanzada.
Purple levantó la mirada, sorprendido. Sus ojos se encontraron, y por un momento, no supo qué decir. Pero finalmente, asintió con timidez, dejando que Second lo ayudara a levantarse.
Ambos caminaron hacia la pista, donde la música seguía siendo suave y envolvente. Los pasos eran torpes al principio, pero pronto se dejaron llevar por el ritmo. Purple no podía evitar sentirse un poco menos solo mientras Second le sonreía con calidez, su presencia calmando las inseguridades que lo habían estado atormentando.
Mientras giraban lentamente, Purple desvió la mirada y notó a alguien en la multitud. Una figura desconocida pero con una sonrisa amable que le llamó la atención. Sus ojos se encontraron brevemente, y algo en su interior pareció encenderse. Tal vez, pensó para sí mismo, este era solo el comienzo de algo nuevo.
La noche continuó con risas, amor y nuevas conexiones. La boda de Dark y Chosen no solo celebraba su unión, sino que parecía ser un punto de partida para muchos otros, un recordatorio de que incluso en los momentos más inesperados, siempre hay espacio para la esperanza y el amor.
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Green y Blue caminaban por un sendero iluminado tenuemente por la luna, dejando atrás las risas y la música de la boda. El aire era fresco, y el silencio del bosque alrededor estaba lleno de una tranquilidad casi mágica. Green llevaba las manos en los bolsillos, una sonrisa juguetona curvando sus labios, mientras Blue, un poco más reservado, seguía a su lado con la mirada fija en el suelo.
—No pensé que aceptarías tan fácilmente —comentó Green, rompiendo el silencio.
Blue lo miró de reojo, con un rubor leve en las mejillas.
—No quise quedarme ahí... Además —hizo una pausa, jugando nerviosamente con las mangas de su camisa—, contigo todo siempre parece más fácil.
Green alzó una ceja, fingiendo estar ofendido.
—¿Eso fue un cumplido o una excusa? Porque no estoy seguro.
Blue lo miró y, antes de responder, le dio un empujón suave en el brazo, intentando ocultar una sonrisa.
—¡Tómalo como quieras!
Green soltó una risa divertida y, sin pensarlo, devolvió el empujón con un poco más de fuerza, haciéndolo tambalearse hacia un lado.
—¡Oye! —protestó Blue, riendo ahora con más libertad mientras recuperaba el equilibrio.
—¿Qué pasa? ¿No puedes con esto? —dijo Green, adoptando una pose exageradamente confiada.
Blue frunció el ceño, aunque la sonrisa en su rostro lo traicionaba. Sin previo aviso, se lanzó hacia Green, dándole un empujón mucho más fuerte. Green tropezó hacia atrás, soltando un "¡woah!", pero antes de caer, se agarró del brazo de Blue, tirándolo con él.
Ambos cayeron al suelo, rodando sobre el césped húmedo mientras las risas llenaban el aire. Finalmente, Green quedó sobre Blue, sujetando sus muñecas con suavidad pero con suficiente firmeza como para mantenerlo inmovilizado.
—Admite que perdiste —dijo Green, con una sonrisa triunfante.
Blue lo miró, respirando rápidamente por las risas, su rostro todavía enrojecido. La cercanía entre ellos hizo que el ambiente cambiara; las risas se desvanecieron lentamente, dejando solo el sonido de sus respiraciones.
—No voy a admitir nada —murmuró Blue, aunque su voz sonaba más suave ahora.
Green lo observó por un momento, sus ojos recorriendo el rostro de Blue, la forma en que sus labios temblaban ligeramente, como si estuviera buscando qué decir.
—Eres imposible, ¿lo sabías? —susurró Green, inclinándose un poco más cerca.
Blue tragó saliva, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Su mirada bajó involuntariamente a los labios de Green, y cuando levantó la vista, se encontró con que Green estaba haciendo lo mismo.
—Tal vez... pero tú tampoco eres fácil —respondió Blue en un susurro apenas audible.
La distancia entre ambos desapareció en un instante. Green bajó la cabeza, y sus labios se encontraron en un beso suave, lento, pero lleno de una emoción contenida que ninguno de los dos había sido capaz de expresar antes. Blue cerró los ojos, dejando que el momento lo envolviera, mientras sus manos, que Green aún sostenía, se relajaban en su agarre.
El beso duró unos segundos que se sintieron como una eternidad, hasta que Green se apartó apenas unos centímetros, sus ojos brillando con una mezcla de diversión y ternura.
—Si esto es perder, tal vez no sea tan malo después de todo —bromeó, con su sonrisa característica.
Blue dejó escapar una risa nerviosa, su rostro completamente rojo.
—Eres un idiota... pero no está tan mal.
Green se rió suavemente, soltándole las muñecas y ayudándolo a sentarse.
—Vamos. Todavía hay un hotel esperándonos, y esta vez, prometo no tirarte de la cama.
Blue bufó, aunque no pudo evitar sonreír mientras se levantaba y lo seguía por el sendero. La noche aún era joven, y el futuro entre ellos parecía mucho más brillante de lo que cualquiera de los dos había imaginado.
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Mientras seguían caminando, Blue, con las manos en los bolsillos y la cabeza baja, empezó a sentirse inquieto. Las palabras de Green sobre el hotel resonaban en su mente, y aunque no había nada necesariamente malo en la idea, no podía evitar recordar la última vez.
Esa noche en el hotel... Fue demasiado rápido, demasiado intenso. Aunque Green había sido amable y considerado, Blue sabía que no estaba preparado para revivir algo tan íntimo. No todavía.
—Oye, Green... —dijo de repente, deteniéndose en medio del sendero.
Green se giró para mirarlo, su expresión relajada pero con un destello de curiosidad al ver la seriedad en el rostro de Blue.
—¿Qué pasa?
Blue tomó una respiración profunda, intentando ordenar sus pensamientos.
—Sobre lo del hotel... Creo que prefiero no ir esta vez.
Green ladeó la cabeza, sorprendido, pero no molesto.
—¿No te sientes cómodo?
Blue negó con la cabeza, evitando su mirada.
—No es eso... Bueno, sí, un poco. Es que... la última vez fue mucho para mí, y... no estoy seguro de querer repetirlo ahora mismo.
Green permaneció en silencio por un momento, pero luego dio un paso hacia él, colocando una mano suave sobre su hombro.
—Blue, no tienes que explicarme nada. Si no quieres, no pasa nada. Podemos quedarnos aquí o volver con los demás.
Blue levantó la vista, encontrando los ojos sinceros de Green.
—¿De verdad no te molesta?
Green soltó una risa suave.
—Claro que no. Estoy contigo porque me importas, no porque espere algo.
Blue sintió que una gran parte de su nerviosismo se desvanecía con esas palabras.
—Gracias... en serio.
Green sonrió y volvió a caminar a su lado, ahora más cerca que antes.
—Entonces, ¿qué quieres hacer?
Blue se encogió de hombros, una sonrisa tímida formándose en sus labios.
—Podemos quedarnos aquí y mirar las estrellas... Siempre me ha gustado eso.
Green lo miró con ternura, asintiendo.
—Eso suena perfecto.
Y así, en lugar de dirigirse a un hotel, ambos se sentaron en un pequeño claro cerca del sendero. El cielo nocturno se extendía sobre ellos, lleno de estrellas brillantes que parecían casi tan infinitas como el tiempo que tenían juntos para descubrirse mutuamente.
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Mientras se sentaban bajo el cielo estrellado, un silencio cómodo se formó entre ellos. Green se recostó sobre el césped, apoyándose en sus codos mientras miraba hacia arriba.
—¿Sabías que, en realidad, las estrellas que vemos ya están muertas? —preguntó, su tono juguetón pero con un toque de curiosidad.
Blue lo miró, ladeando la cabeza.
—¿Siempre tienes que ser tan filosófico?
Green soltó una risa suave, girándose hacia él.
—Lo siento, es un hábito. Pero tiene algo romántico, ¿no? Mirar algo tan bonito que dejó su huella mucho después de desaparecer.
Blue dejó escapar una pequeña risa y se tumbó a su lado, cruzando los brazos detrás de su cabeza.
—Supongo que sí. Pero no tienes que usar estrellas muertas para ser romántico, ¿sabes?
Green lo miró con una ceja arqueada, una sonrisa traviesa en sus labios.
—¿Ah, sí? ¿Y qué debería hacer para ser romántico contigo, señor experto?
Blue se sonrojó al darse cuenta de lo que había dicho, pero decidió no retroceder.
—No sé... Algo más directo, supongo.
—¿Más directo? —Green se inclinó un poco hacia él, sus ojos brillando con picardía.
Blue giró la cabeza hacia él, sus rostros ahora mucho más cerca.
—Sí, algo como...
Pero antes de que pudiera terminar la frase, Green cerró la distancia entre ellos, dejando un beso suave y breve en sus labios. Fue inesperado, pero no desagradable. Al contrario, el calor que se extendió por Blue fue tan repentino como reconfortante.
Cuando Green se apartó, lo hizo con una sonrisa, aunque sus propias mejillas también tenían un leve tono rosado.
—¿Así de directo? —preguntó en un susurro.
Blue lo miró, su corazón latiendo con fuerza, pero una sonrisa pequeña se dibujó en sus labios.
—Sí... algo como eso.
Green dejó escapar una risa nerviosa, pero no se apartó mucho. Esta vez, fue Blue quien se inclinó, devolviéndole el beso, más lento, más profundo. La conexión entre ellos era natural, como si el momento estuviera destinado a suceder bajo ese cielo lleno de estrellas.
Cuando se separaron, ambos respiraban un poco más rápido, pero las sonrisas en sus rostros hablaban por sí solas.
—Definitivamente no necesito un hotel para esto —murmuró Blue, riendo suavemente.
Green se unió a su risa, pasando un brazo por los hombros de Blue mientras volvía a mirar las estrellas.
—No, no lo necesitas.
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[Continuará...♡]
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