♥︎○°「 Capitulo 24 」°○♥︎
[Blue's POV]
Después de lo que paso, Green y yo intercambiamos una mirada, y aunque todavía me sentía avergonzado, no pude evitar soltar una risa nerviosa. Él me siguió, riendo suavemente mientras se dejaba caer a mi lado.
—Bueno, eso fue... un poco humillante —admitió, frotándose la cara con ambas manos.
—Un poco —respondí, aún riendo. Luego lo miré, y nuestras risas comenzaron a disminuir hasta que un silencio más cálido, más cómodo, volvió a llenar el espacio.
Green me observó durante un momento antes de inclinarse hacia mí, su expresión suavizándose.
—Pero, si te soy sincero... valió la pena —dijo con una sonrisa torcida, y pude sentir el calor volver a mi rostro.
—Eres imposible, Green —murmuré, aunque no pude evitar sonreír.
Y así, el momento se desvaneció en algo más ligero, más fácil. Pero mientras seguíamos juntos, algo en mí sabía que lo que había comenzado aquí no se quedaría en este cuarto. Había algo creciendo entre nosotros, algo que ninguno de los dos podía ignorar, aunque el mundo alrededor se encargara de intentar interrumpirlo.
Las horas pasaron mientras Green y yo hablábamos de cosas triviales, dejando que el ambiente se relajara por completo. En algún momento, el sol comenzó a esconderse, y los colores cálidos del atardecer se colaron por la ventana, iluminando su rostro de una manera que me dejó sin palabras.
Él notó mi silencio y levantó una ceja.
—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —preguntó, su tono ligero, pero había un destello de curiosidad en sus ojos.
Negué con la cabeza y desvié la mirada, intentando no sonar tan obvio.
—Nada... Es solo que... el atardecer te queda bien.
Green parpadeó, sorprendido, y luego dejó escapar una risa baja, casi nerviosa.
—¿Desde cuándo eres tan cursi? —bromeó, aunque podía ver el leve rubor en sus mejillas.
Green desvió la mirada hacia la ventana, su sonrisa perdiéndose un poco mientras observaba el cielo teñido de naranjas y rosas. Por un momento, pensé que había dicho algo mal, pero entonces habló, con una voz más suave de lo habitual.
—El atardecer siempre ha sido mi momento favorito del día. Es como... —hizo una pausa, buscando las palabras—, como si todo se detuviera un segundo. El mundo se calma, y por un instante, todo parece estar bien.
Me quedé en silencio, observándolo mientras hablaba. Había algo en su tono, en la forma en que sus ojos reflejaban la luz del sol, que me hizo sentir más cerca de él de lo que nunca había estado.
—Nunca lo había pensado así —admití.
Green giró la cabeza hacia mí, sus ojos verdes brillando con la luz que aún entraba por la ventana.
—¿Y tú? ¿Tienes algo que te haga sentir así?
Su pregunta me tomó por sorpresa. Bajé la mirada, sintiéndome un poco vulnerable al pensar en una respuesta.
—No estoy seguro... —dije finalmente—. Supongo que nunca me he detenido a buscar algo así.
Green me estudió por un momento, como si estuviera intentando descifrar algo en mi respuesta. Luego, su sonrisa volvió, esta vez más tranquila, más íntima.
—Quizás deberías hacerlo. A veces, encontrar esos pequeños momentos hace que todo lo demás tenga sentido.
El peso de sus palabras se quedó conmigo, pero antes de que pudiera responder, él se inclinó hacia atrás, apoyándose en la almohada con las manos.
—Aunque claro, para algunos, esos momentos son cursis —añadió con una sonrisa traviesa, rompiendo la tensión.
Rodé los ojos, riendo suavemente.
—Eres imposible.
—Y tú muy fácil de leer, Blue —replicó, mirándome de reojo.
El ambiente volvió a llenarse de esa ligereza que solo Green parecía ser capaz de crear, pero algo en mi pecho seguía sintiéndose diferente, más pesado y a la vez más cálido.
Lo miré de nuevo, intentando guardar en mi memoria ese momento: su sonrisa despreocupada, el atardecer pintando su cabello de tonos dorados, la forma en que parecía tan en paz.
No sabía si él sentía lo mismo que yo, pero en ese instante, decidí que no importaba. Por ahora, estar ahí con él era suficiente.
---
La luz del atardecer finalmente se desvaneció, dando paso a la oscuridad de la noche. Green y yo seguimos hablando por un rato más, pero nuestras voces comenzaron a bajar de tono, arrastradas por el cansancio. Cuando nos dimos cuenta, ya era tarde, y el silencio del cuarto se hizo más evidente.
—Creo que deberíamos dormir ya —dijo Green, estirándose como si fuera un gato. Su camiseta se alzó un poco con el movimiento, revelando un destello de piel que rápidamente me obligué a ignorar.
—Sí... tienes razón —respondí, girándome para mirar el techo, intentando no pensar demasiado en el hecho de que íbamos a compartir la misma cama.
Green rodó hacia su lado y me miró, su rostro parcialmente iluminado por la tenue luz que se colaba desde la ventana.
—¿Te molesta que esté aquí? —preguntó de repente, su tono más serio de lo habitual.
Lo miré, confundido por la pregunta.
—¿Por qué lo dices?
—No lo sé... —Se encogió de hombros, pero había algo en su expresión que no era del todo casual—. No suelo compartir cama con nadie, y menos contigo...
Sentí mi rostro calentarse un poco, pero intenté mantener la calma.
—No me molesta. Es solo... nuevo, supongo.
Green dejó escapar una risa suave y rodó sobre su espalda.
—Bueno, supongo que también es nuevo para mí. Pero no te preocupes, no muerdo.
Su broma rompió un poco la tensión, y no pude evitar reírme mientras le daba un suave golpe en el brazo.
—Más te vale.
El silencio volvió a instalarnos entre nosotros, pero esta vez era cómodo. Ambos nos acomodamos, con nuestras espaldas apenas tocándose. El calor de su cuerpo a mi lado era algo que no podía ignorar, y aunque intenté no pensar demasiado en ello, cada pequeño movimiento suyo hacía que mi mente divagara.
—Blue —susurró de repente, su voz apenas audible en la quietud de la habitación.
—¿Qué?
—Gracias por hoy. Por escucharme... y por hacerme reír.
Sus palabras, aunque simples, dejaron un impacto en mí. Giré la cabeza hacia él, aunque sabía que no podía verlo bien en la oscuridad.
—Siempre.
Un suave murmullo de asentimiento fue su única respuesta antes de que el sonido de su respiración comenzara a volverse más rítmico y profundo.
Yo, en cambio, me quedé despierto por un rato más, observando cómo la luna iluminaba la habitación y sintiendo su presencia tan cercana. Había algo reconfortante en estar ahí, con él, en ese momento tranquilo. Y mientras cerraba los ojos, me di cuenta de que, por primera vez en mucho tiempo, no me sentía solo.
---
A la mañana siguiente, desperté con un extraño calor contra mi brazo. Parpadeé un par de veces antes de darme cuenta de que Green se había movido durante la noche, y ahora su cabeza descansaba ligeramente sobre mi hombro.
Mi primer instinto fue apartarme, pero algo me detuvo. Había una paz en su expresión que rara vez veía en él, como si el peso que siempre parecía cargar hubiera desaparecido por unas horas. Su cabello estaba revuelto, y su respiración era tan tranquila que me hizo sonreír sin darme cuenta.
—Green, despierta —murmuré suavemente, intentando no sobresaltarlo.
Él gruñó en respuesta, girándose un poco más hacia mí, como si buscara algo de calor. El contacto hizo que mi corazón se acelerara, y de repente no estaba tan seguro de querer despertarlo. Pero sabía que si alguien nos encontraba así, no me dejaría en paz en semanas.
—Green —dije de nuevo, esta vez más firme, dándole un pequeño empujón en el hombro.
Finalmente, sus ojos comenzaron a abrirse lentamente, y una sonrisa somnolienta apareció en su rostro cuando me vio.
—Buenos días, almohada humana —dijo con voz ronca, todavía medio dormido.
Rodé los ojos, aunque no pude evitar reír.
—No soy tu almohada. ¿Qué estabas soñando para terminar pegado a mí?
Se estiró, bostezando exageradamente antes de responder.
—No lo sé... algo sobre una almohada que habla, supongo. —Sonrió de lado, claramente disfrutando mi incomodidad.
Me levanté rápidamente, tratando de ignorar el calor que sentía en las mejillas.
—Deberíamos bajar antes de que los demás empiecen a preguntar dónde estamos.
Green asintió, todavía con esa sonrisa traviesa que tanto me frustraba y, al mismo tiempo, me hacía sentir algo que no quería analizar demasiado.
Mientras ambos nos preparábamos para enfrentarnos al día, no podía evitar notar cómo algo había cambiado. Era sutil, como una corriente bajo la superficie, pero estaba ahí. La forma en que él me miraba, cómo yo reaccionaba a cada cosa que decía... Era como si ambos estuviéramos avanzando hacia un punto sin retorno.
Y aunque la idea me aterraba, una parte de mí no podía evitar querer saber qué pasaría si simplemente me dejaba llevar.
---
Bajamos juntos, Green y yo, todavía con el aire relajado que habíamos compartido en la habitación. Pero mi tranquilidad se desmoronó en el momento en que los vi: Red y Yellow estaban sentados en el sofá, sus manos entrelazadas, mientras Second y Purple discutían algo en voz baja a un lado.
El peso en mi pecho volvió con fuerza. Intenté ignorarlo, pero mis ojos se desviaron, casi involuntariamente, hacia Yellow. Él estaba riendo suavemente por algo que Red había dicho, y aunque su expresión era despreocupada, había un destello de nerviosismo en su mirada cuando se percató de mi presencia.
Mis pasos se volvieron más lentos, y Green, que caminaba a mi lado, lo notó de inmediato.
—¿Estás bien? —susurró, inclinándose hacia mí.
Asentí rápidamente, obligándome a caminar con confianza, aunque mi mirada permaneció fija en cualquier cosa que no fueran ellos.
—¡Ah, ahí están! —exclamó Second al vernos. Su sonrisa era tan grande como siempre, pero había algo en su tono que me hizo pensar que también notaba la incomodidad en el aire.
—Tardaron bastante —añadió Purple, cruzando los brazos con una ligera sonrisa burlona.
—Green es un flojo —respondí, intentando sonar casual mientras tomaba asiento en la esquina más alejada del grupo.
—Oye, eso no es justo —protestó Green, sentándose a mi lado con una mirada ofendida que rápidamente se transformó en una sonrisa burlona.
Todos rieron suavemente, y por un momento pensé que la tensión se disiparía. Pero entonces sentí la mirada de Yellow sobre mí, insistente, casi como si quisiera decirme algo.
—Blue, ¿podemos hablar un momento? —preguntó de repente, rompiendo el ambiente.
El silencio que siguió fue palpable. Los demás intercambiaron miradas rápidas, y pude sentir cómo Green se tensaba a mi lado, su postura relajada transformándose en algo más rígido.
—¿Ahora? —pregunté, tratando de mantener mi voz neutral, aunque mi garganta se sentía seca.
Yellow asintió, su expresión seria pero tranquila.
—Sí. Si no te molesta.
Me debatí por un momento, pero al final asentí lentamente.
—Está bien.
Me levanté, sintiendo el peso de los ojos de todos sobre nosotros. Antes de que pudiera dar un paso, Green se puso de pie también.
—¿Por qué no lo hablamos aquí? No veo por qué necesitan privacidad —dijo, su tono más frío de lo habitual.
Yellow lo miró con calma, aunque había un destello de incomodidad en su rostro.
—Es algo entre Blue y yo. No te preocupes, no tomará mucho tiempo.
Green frunció el ceño, pero no dijo nada más. Me miró como si esperara que dijera algo, pero solo pude darle una sonrisa nerviosa antes de seguir a Yellow hacia el pasillo.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos de los demás, me detuve, cruzándome de brazos mientras lo miraba.
—¿Qué quieres? —pregunté, mi tono más cortante de lo que había planeado.
Yellow suspiró, pasando una mano por su cabello.
—Sé que esto es incómodo para ti... para ambos, en realidad. Pero no quiero que sigamos así, Blue. No quiero que te sientas mal cada vez que estamos en la misma habitación.
—No es tan fácil como suena —respondí, evitando su mirada.
—Lo sé. Pero de verdad lo siento, Blue. Nunca quise lastimarte.
Su sinceridad me tomó por sorpresa, y por un momento, no supe qué decir. Había pasado tanto tiempo sintiéndome incómodo a su alrededor que había olvidado que él también podría sentirse culpable.
—No es tu culpa... no del todo —murmuré finalmente—. Yo fui el que se declaró sabiendo cómo te sentías por Red.
Yellow negó con la cabeza, dando un paso hacia mí.
—No fue solo eso. Fui egoísta al no hablar contigo después. Dejé que esto se pudriera entre nosotros, y eso no estuvo bien.
Su honestidad me desarmó. Lo miré por un momento, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que podía respirar un poco más fácil.
—Está bien, Yellow. Supongo que... ambos tenemos cosas que arreglar.
Él sonrió, aliviado, y justo cuando iba a responder, una voz interrumpió el momento.
—¿Todo bien aquí?
Me giré para ver a Green apoyado en el marco de la puerta, sus brazos cruzados y una mirada que parecía analizar cada detalle de la escena.
—Sí, solo estábamos terminando —respondió Yellow con calma, aunque pude notar un destello de molestia en su mirada.
Green no se movió, y su presencia era tan dominante que Yellow finalmente suspiró.
—Bueno, espero que podamos dejar esto atrás. Gracias por hablar conmigo, Blue.
Asentí mientras él regresaba al salón, dejándome a solas con Green.
—¿Qué estás haciendo? —le pregunté en voz baja, cruzándome de brazos.
—Asegurándome de que estés bien —respondió él sin dudar.
—No necesito que me cuides todo el tiempo, Green.
—Tal vez no, pero eso no significa que no quiera hacerlo.
Su respuesta me dejó sin palabras, y aunque quería protestar, no pude evitar sentir un calor extraño en el pecho. Green sonrió suavemente antes de añadir:
—Vamos, los demás probablemente están esperando para hablar sobre la boda.
—¿Ya esta listo? —pregunté, confundido.
—Sí, al parecer Dark y Chosen ya lo tienen todo planeado. Ahora solo falta que todos actuemos emocionados mientras ellos hablan de flores y centros de mesa.
Solté una risa suave, y él me dio un pequeño empujón en el brazo.
—Sabes que te ves mejor cuando sonríes, ¿verdad?
—Eres imposible.
—Y tú, demasiado fácil de molestar.
Volvimos con los demás, y aunque todavía sentía un ligero peso en el pecho, algo en mí estaba cambiando. Tal vez no sería hoy ni mañana, pero estaba empezando a sentir que, después de todo, podía seguir adelante.
---
[Continuará...♡]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro