
⁹. ❝𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐮𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐋𝐚𝐤𝐞.❞
𝕴𝖓𝖛𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝟚𝟘𝟙𝟡.
𝕻𝖗𝖎𝖓𝖈𝖎𝖕𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖓𝖔𝖛𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊.
La mañana invernal era más soleada a pesar de la neblina cubriendo el lago antes del amanecer. WonHo se quitó la máscara de buceo después de salir del agua.
― ¿Cuánto? ―preguntó casi sin aliento a su tío, quien paró el cronómetro en su computadora.
― Diez minutos con dos milisegundos ―anotó en la tableta sobre su regazo―. Bajó a dos segundos quince de tu última marca hace un año, acorde a tus registros.
―Diablos, creí que pasé más tiempo.
WonHo nadó hasta la orilla de la piscina de entrenamiento en la mansión y le entregó a su tío la máscara y miró de nuevo hacia la pista de obstáculos bajo el agua que diseñó; resultó ser más pesada de lo que recordaba.
La razón por la que se encerró en cuatro paredes y no en su adorado lago fue una llamada de su entrenador de natación en la universidad la noche anterior, pidiéndole entrenar, debido a que por mitades de febrero se organizaría la competencia regional de natación entre universidades; su último récord registrado en la competencia estatal logró su calificación automática.
En cuanto le llegó la llamada a primera hora ese día, WonHo le pidió ayuda su tío para los primeros ejercicios en la mansión y repasar su resistencia y fuerza en el agua. Comúnmente alistaban una pista bajo el agua para probar dichas fortalezas, que han estado dormidas por un poco más de un año.
―Voy otra vez ―dijo con determinación y poniéndose la máscara en su rostro al instante en el que ChangKyun apareció en la estancia.
Miró cómo su hijo nadaba con tanto empeño, recordándole a JooHeon cuando era más joven.
― ¿Desde cuándo está despierto? ―indago junto a su cuñado, observaba su desempeño con las cámaras que instalaron bajo el agua, anotando lo que su sobrino corregiría.
―Poco antes de las seis ―explicó el pelinegro―. Al parecer nuestro conejito está bien dotado de talentos.
―Cuida que no se agote―dijo ChangKyun.
―Descuida ―hizo un gesto despreocupado con la mano―. Con este nuevo régimen sólo quedará lo necesariamente agotado.
ChangKyun no parecía muy convencido. En todo el rato que se quedó mirando el entrenamiento de su hijo, se dio cuenta que WonHo seguía siendo una persona determinada en superarse, ya que en menos de dos horas logró volver a empatar su marca e incluso la superó por dos milisegundos.
―Deberías descansar ―argumentó ChangKyun al reunirse con su hijo en la orilla de la piscina, el joven heredero le sonrió a su padre.
―No te preocupes, por hoy terminé aquí, iré con BaekHyun al Pez Negro, vamos a terminar el programa de Navidad ―explicó WonHo al salir de la piscina, dejando que su padre le secara el cabello como en su infancia―. Después iré a completar un entrenamiento en el lago, planeo recorrer todo.
―Son cerca de 37 kilómetros, terminarás muerto antes de pisar la alberca olímpica ―replicó divertido, sacudiendo ligeramente la cabeza de su hijo―. Mi niño no debe morir en el agua.
El tono apagado extrañó a WonHo, se giró y descubrió una mirada tan triste que le rompió el corazón.
― ¿Pasa algo? ―ChangKyun sacudió su cabeza y le sonrió apenas con ganas al joven artista.
―Nada, son cosas del trabajo ―dijo para después entregarle la muda de ropa limpia antes de pararse e irse.
WonHo ha notado que recientemente su padre estaba triste, siempre quiso preguntarle la razón y la respuesta seguía siendo la misma: trabajo. Había algo que ocultaba, como hijo no quería preocupar a sus padres y mucho menos, presionarlos; pero su tristeza cada vez es más grande y notoria en la casa.
Terminaron de desayunar en el pequeño comedor que compartían con los profesores en la escuela. El Pez Negro estaba cerrado cuando ambos amigos llegaron a la hora que solían abrir; el dueño puso un aviso que el local no estaría disponible debido a asuntos familiares.
Lástima que su incógnita fue destapada en cuestión de horas. Al ser un pueblo bastante chico los rumores corrían como agua en un río, tema que ambos maestros discutían en el desayuno. El abuelo del dueño actual de la cafetería murió en un accidente de bote en la desembocadura del lago con el mar, ese anciano era un amigo de la familia, fue realmente amable con el matrimonio del lago Ness, su tío y WonHo en los primeros meses al llegar del extranjero.
―Es una lástima ―se lamentó BaekHyun lavando los platos en el fregadero de la cocina―. El señor Brown era muy alegre, extrañaré mucho sus historias.
―También yo ―contestó WonHo―. El funeral es el fin de semana, iremos como familia.
―Todavía tenemos tiempo ―anunció el pelirrojo después de echarle un vistazo al reloj de pared en el comedor―. ¿Vamos por una vuelta?
WonHo asintió.
Dejaron todo arreglado para poder regresar y abrir la escuela. No viajaron mucho tiempo en carretera hasta llegar a la continuación del día anterior en la rutina diaria del rubio; como siempre WonHo se preparó haciendo calentamientos en tierra y una nueva serie de ejercicios con pesas.
Pasaron rápidamente a la carrera de cincuenta metros en el lago, WonHo nadó dos vueltas antes de descansar en la tercera en medio del agua. Casi sin aliento se quedó quieto en la superficie de agua dulce escuchando la melodía que provocaban las olas chocando contra su cuerpo, el olor peculiar del agua y humedad relajaron al heredero del cansancio provocado por las vueltas; por un momento cerró sus ojos cuando algo duro golpeó su pantorrilla derecha.
WonHo soltó un grito de pánico, atrayendo la atención de BaekHyun.
― ¿Qué pasa? ―gritó hacia su mejor amigo.
―Algo me golpeó ―contestó de igual forma, pero el fotógrafo apenas pudo escucharlo.
― ¡¿Qué?!
―Dije: algo me...
No pudo terminar la oración, un fuerte tirón en su pierna lo arrastró bajo el agua. WonHo muerto del miedo apenas y podía distinguir lo que lo atacaba; el movimiento errático y fortísimo lo zarandeaba de un lado para otro, dejándolo sin posibilidad de escapar o apenas ver lo que le hacía daño. Lo que le sujetaba las piernas claramente tenían unas pequeñas sierras incrustándose en su piel. Fue arrastrado con más fuerza y se aferraba a las primeras formaciones rocosas en el agua, pero solamente se lastimó las palmas cortándose la piel; otro golpe por parte de algo desconocido le abrió otra herida grave en el costado, tiñendo el agua de color rojo. WonHo se retorció con fuerza tratando de liberarse, pero la criatura le respondió lanzándolo contra otra formación rocosa y golpearlo en la cabeza, una herida se instaló arriba de su frente acompañada de un pitido que lo dejó desorientado la mayor parte del trayecto. Apenas y podía respirar cuando medianamente vio a su atacante; si se le podía llamar de esa forma.
Era una criatura retorcida del color gris, con bultos y deformaciones en su cabeza, el torso brazos y sus ocho aletas tenían enganchadas ambas piernas. Sus ojos fueron lo más horrorosa que haya visto en su vida: Estaban hundidos en las cuencas donde se arrugaba su piel de piedra con pozos negros y un punto dorado brillante que lo dejó helado.
Su cerebro apenas podía procesar lo que le estaba quitando la vida cuando una segunda sacudida fuerte lo liberó del agarre mortal y con ello, lo último de aire que le quedaba; WonHo perdió por completo sus fuerzas, hundiéndose lentamente en el lago todo se tornó borroso con sus recuerdos felices pasando frente a sus ojos. Comenzó a rezar en su mente agradeciendo la vida que tuvo hasta ahora y de repente, notó entre la penumbra y confusión dos sombras: una demasiado pequeña a la que se estaba a metros de él. Parecían librar una batalla en donde una combinación de rosa y gris con dorado tomaba lugar mientras se ahogaba.
Antes de perder la conciencia, lo único que quedó grabado en su mente fue el color rosado brillante a su lado.
― ¡Cachorro!
Despertó apenas una descarga eléctrica fue aplicada en la zona de su pecho, levantando al heredero de la camilla en el interior de la ambulancia. Los ruidos comenzaron a clarificarse y escuchar la voz grave de su padre chillando su nombre y abrazándolo; el rubio apenas reconocía dónde estaba hasta pasados unos segundos y el pueblo más cercano al meridional del lago estaba en su campo de visión.
Pasó cerca de unas dos horas hasta que el joven respondió a la perfección las preguntas de los paramédicos y policía, otorgando el siguiente testimonio:
―Estaba nadando tranquilo cuando una red de pesca abandonada me arrastró al fondo del lago, me liberé, pero una corriente me arrastró y me golpeé la cabeza contra una roca. Es todo lo que recuerdo oficial ―explicó el heredero siendo reconfortado por ChangKyun a su lado.
―De acuerdo, hablaré con el departamento y veremos qué hacer con esas antiguas redes en el lago ―le comunicó al teniente que acompañó al oficial y encargado de entrevistar al joven―. Tuvo mucha suerte de sobrevivir; señor ―se dirigió a su padre―. Necesito hablar con usted un minuto, ya que su esposo no está disponible.
El pelinegro asintió, besó la frente de su hijo para levantarse e irse junto al oficial. WonHo entonces notó a su amigo a sólo unos metros, mirándolo seriamente; el artista conocía esa mirada: no creía para nada en su historia. Cuando el médico terminó de examinarlo lo dejó a solas, momento en el que BaekHyun aprovechó para intentar sacarle la verdad.
― ¿Qué pasó? ―preguntó, el rubio desvió la mirada y el fotógrafo tomó lugar junto a él―. Viste algo allá abajo y no fue una red la que te arrastró casi diez kilómetros debajo del agua. Pudiste morir, pero aquí estas y casi sin un rasguño.
Y estaba en lo cierto. Sus recuerdos claramente le remarcaban heridas muy graves en su cuerpo a comparación de las actuales: En sus piernas quedaron simplemente rasguños superficiales sobre la piel morada, fácilmente podrían hacerse pasar por cortaduras con arrecifes; reconocía la forma de las aletas con sierras en ellas que le desagarraron la piel sin piedad y le causaba terror recordar qué tan abrasivas habían sido; la herida en el costado resultó ser tres rasguños superficiales, en su cabeza apenas tenía abierto de la rajada que recordaba haber sentido debajo del agua. Tenía moretones en los lugares donde fue brutalmente golpeado por las rocas y el monstruo, sin embargo, conforme más fuerte se sentía, mejor recordaba lo último que pasó.
―No es buen momento, ven a casa y lo hablaremos después ―murmuró a su amigo cuando su padre llegó junto a ellos―. Hoy quedas a cargo de la escuela, me siento fatal como para hacer algo.
― ¿Tenías planeado ir? ¡JA! Sobre mi cadáver ―rechistó ChangKyun―. Te quedas en casa por toda una semana en cama o hasta nuevo aviso.
―Papá, estoy bien.
― ¡No! ―dictamino severo, WonHo se quedó helado por ver a su padre de esa forma, ChangKyun frunció el ceño y respiró profundo antes de ponerse a la altura de su hijo―. Sufriste contusiones que parecen ser graves, apenas y tenías pulso, ni mencionar que estabas completamente pálido... ya llamé al médico familiar, nos está esperando en la casa y tu padre viene en camino.
No discutió mucho con el adulto, así que se subió a la camioneta en la cabina de pasajeros junto a su mejor amigo; en el camino WonHo no dejaba de mirar hacia el lago completamente aterrorizado e intrigado. Debajo de toda esa gran masa de agua hay algo que quería matarlo, pero también estaba ese extraño color rosado que lo salvó.
Pensó de inmediato en todos los niños que solían nadar por esas aguas en época de verano, pequeños de no más de cuatro años podrían sufrir peores heridas. Debía descubrir qué es lo que estaba habitando el lago antes de que alguien más resultara herido.
WonHo estaba en el escritorio de la biblioteca, leyendo en la computadora de su padre algunos casos de ataques por animales en los últimos diez años, únicamente en el lago Ness. Vana fue su búsqueda de casi tres horas leyendo los archivos de su padre, hasta que soltó un gruñido frustrado y apagó todo. Antes de salir, su vista fue hasta un volumen a la derecha, en el librero más grande con libros muchos calificados como reliquias familiares, uno que relataba viejos cuentos; dichos relatos que el artista le leía su familia cada noche al ser un niño curioso por la fantasía. Se acercó hasta el viejo libro y lo sacó, en él estaba un separador de metal, por curiosidad y una terrible casualidad, apuntaban al cuento de la princesa que se enamoró de la magia en forma de dragón marino.
De pequeño odiaba esas cursilerías, pero de adolescente le pareció una preciosa historia de amor. La princesa vikinga de esa época zarpó en una noche de tormenta hacia el océano, dando caza a los asesinos de su padre y reclamar sus cabezas como trofeo; antes de ocupar el trono. En medio de la travesía un tifón arrasó con su barco; hubiera muerto esa noche de no ser por noble dragón de mar que la salvó de ahogarse y la llevó a su isla secreta, donde la cuidó, alimentó y sanó. Incluso ambos se pudieron enamorar, pero como era imposible unir sus corazones; el dragón rogó por siete lunas llenas por una respuesta y en la octava pudo convertirse en una criatura de tierra, para pasar el resto de su vida con la humana renunciando a sus aletas. Con el paso de los años, engrandaron tantos descendientes que se convirtieron en humanos capaces de vivir un tiempo en el océano. Con el paso de las centurias, nuevos humanos llegaron y mezclaron sus razas.
Y así fue cómo se fundó el pueblo escocés Thorburn. WonHo amaba la historia, no importaba que tanto se la llegaran a repetir, siempre le fascinaría cómo el amor es capaz de transformar al alma y el cuerpo.
En medio de sus pensamientos, una idea loca cruzó su mente. Cerró el libro de cuentos y volvió al ordenador y encendió de nueva cuenta; buscó entre los registros de su padre por flora y fauna del lago, tratando de encontrar algo que se acercara a lo que vio esa mañana. Entre todos hubo uno que otro avistamiento de algún animal del tamaño de un tiburón y un par de delfines que llegaron al lago y murieron atrapados en redes de pesca de los lugareños; intentó buscar alguna especie de tiburones o criaturas sin registrar, sin ningún resultado. De nuevo al callejón sin salida, WonHo terminó por abandonar la biblioteca descubriendo que los pasillos estaban oscuros, supo que eran las dos de la mañana confirmándolo en su reloj de muñeca.
Subió las escaleras hasta su cuarto y vio a su mejor amigo derrumbado a todo lo ancho de la gran cama, junto él una pila de libros con recortes de fotografías con varias temáticas. En cuanto lo miró quitó todo de la cama tirándolos al suelo.
―Me debes una explicación.
―Baek, hay algo en el lago ―comenzó caminando a lo largo del cuarto, con los nervios martillándole la cabeza―. Hay algo monstruoso que me arrastró ―Así le relató toda su traumática experiencia, pero cuando llegó a los últimos momentos, se detuvo―. Pero hubo una segunda criatura que me salvó.
― ¿La viste?
―Creo que sí, todo se tornó confuso incluso cuando desperté, pero mi mente puede recordar pequeños fragmentos antes y después de desmayarme.
― ¿Te refieres a antes de que te encontráramos?
―Alguien y algo me sacaron del agua.
Con su mente más clarificaba con el pasar de las horas, sus recuerdos se volvieron más nítidos. Estando bajo el agua, notó que una sombra más grande y con un fulgor rosado brillante apenas visible mostró a una enorme criatura que alejó a lo que sea que lo atacó, parpadeó ligeramente y la sombra se hizo cada vez más pequeña pero la luz de sol sobre el agua lo segó por un momento, sin embargo, notó una mata de algo rosa que fue enmarcada por luces del mismo color. Al siguiente parpadeo sintió que un peso se quitaba de su boca, entonces vio la figura de lo que parecía ser una persona.
La imagen fue borrosa por la gran pérdida de sangre, tenía mucho frío y apenas respiraba. Entre su aturdimiento logró grabar un tono de voz bajo, casi fuera de ese mundo; nunca había escuchado una voz tan hermosa. Con su golpe en la cabeza apenas entendía las palabras. Una sensación cálida comenzó a calentar su cuerpo; sobre todo en su mejillas y pecho. Antes de desvanecerse nuevamente logró vislumbrar un par de orbes rosas brillantes transmitiéndole paz.
―Parece que me estás contando la película de la Sirenita ―dijo después de escuchar a su mejor amigo―. Así que una mística sirena junto a su reluciente caballo marino te salvó el pellejo de un grindylow(1) deformado.
―Sabía que no me ibas a creer ―hizo un puchero, se dejó caer rendido en la cama; BaekHyun tomó una de las esponjosas almohadas y la puso sobre el duro estómago de su mejor amigo y descansó su cabeza en ella―. No estoy loco Baek, sé lo que vi o creo haber visto, pero alguien me salvó y está en este lago.
Después de un rato en silencio su amigo se apoyó en sus codos y miró a los ojos cansados de WonHo.
―Nos levantaremos antes del amanecer ―anunció BaekHyun―. Tengo un equipo de videocámaras a prueba de agua, podemos intentar regresar y ver si esa cosa aparece y a tu extraña Ariel, o ¿será hombre?
Una risa burlona alivió al consternado rubio, quien también rio con su amigo, tardaron un poco en caer rendidos a los brazos de Morfeo incluso después de arreglar el cuarto del heredero; WonHo durmió realmente muy poco cuando su mejor amigo lo sacudió de su hombro para irse. Con mucha pereza apenas pudo levantarse sin tropezarse, la sutileza les ayudó a pasar los fríos pasillos de la mansión hasta la cochera e irse en la camioneta de WonHo sin la menor interrupción en el camino, incluso casi tenían un doble infarto cuando Blue apareció de la nada y tiró una escalera de metal. Su mayordomo bajó, pero sólo alcanzó a ver a BaekHyun, quien explicó su salida para ir a buscar unas cosas en su casa y regresar al desayuno junto a los señores de la casa.
Pasaron a la escuela en busca de las famosas cámaras que mencionó su mejor amigo la noche anterior y las empacaron en el porta-equipajes. Les tomó cerca de diez minutos hasta el punto exacto donde su hundió, encontraron la cinta amarilla y un par de cercos con las palabras: "Peligro, zona peligrosa"; con una simbología de una persona ahogándose. El panorama tampoco era muy bueno ni el clima, la luz estuvo oculta detrás de grandes cúmulos de nubes grises así mismo, la niebla cubría al lago que se acumulaba conforme la vista se dirigía al centro. WonHo sintió de nuevo una sensación de terror por tocar el agua que casi llora.
BaekHyun calibraba sus cámaras especiales con su computador portátil mientras WonHo se resguardaba del frío en la camioneta, se despojó de sus prendas tan pronto llegaron al lago y se cambió a un traje de torso e inferior, uno que usaba en sus idas a playas más cálidas y practicaba surf. Cuando su mejor amigo terminó, llegó hasta él para colocarle una cámara en la frente sujetada con una banda especial, otra más en el brazo derecho y una más en la pantorrilla izquierda.
―Muy bien ―anunció al ver que foquito de rojo en cada una de las cámaras estuvieron prendidos―. Tenemos tres horas antes de que tus padres se den cuenta, a trabajar.
―Comienzo a creer que es una estúpida idea ―chilló cuando sus pies tocaron la fría agua del lago.
―Si tú no bajas iré yo ―le amenazó apuntando hacia el agua cubierta por la espesa niebla―. Yo de niño siempre quise saber si había un maldito dragón en este lago y sabes que me encantan la fantasía, si hay una posibilidad de ser cierto, lo quiero saber con o sin tu ayuda.
―Aún me da un poco de miedo ir solo con esa cosa asechando en el lago ―musitó con desgano, BaekHyun tomó sus manos y le entregó un cuchillo de cazador con las iniciales del pelirrojo y un rubí al final de la empuñadura.
―Si vuelve, le lanzas un golpe con esto ―le dijo―. Si algo te pasa, iré enseguida o llamaré a la policía.
Asintió, WonHo hizo un puchero de fastidio antes de pararse e ir hacia el agua. El frío claramente le hizo saltar sobre sus puntas, tomando varios minutos antes de poder reunir la fuerza suficiente para meterse al lago nadando hasta el punto donde fue atacado, el agua estaba extrañamente fría y WonHo apenas intentó calentar su cuerpo; se estaba congelando los primeros diez minutos flotando sobre el agua. Se sumergió e intentó ver debajo sin conseguir más que una vista sombría de un vacío negro. Maldijo al clima por bloquearle la vista y regresó a la superficie.
― ¿Aún nada? ―escuchó el grito de BaekHyun.
― ¡No! ―gritó con la misma fuerza―. Me estoy congelando aquí.
―Cambiemos lugar por un rato ―sugirió, el rubio negó con la cabeza
―No vienes...
BaekHyun hizo oídos sordos a las advertencias de WonHo al quitarse la camiseta, revelando un traje parecido al de WonHo, se adentró al lago una vez que terminó de cambiarse y llegar a lado de su amigo. Tomó su brazo y desabrochó la correa de la primera cámara.
―Baek, vete, no estás acostumbrado a este clima ―dijo WonHo con sus dientes castañeando.
―Primero, no me golpees ―señaló una vez que se puso la cámara en el brazo correspondiente―. Segundo, tenemos el tiempo medido.
― ¿De qué hablas? ―preguntó consternado―. Yo ni te toqué.
Esas simples palabras pusieron la carne de gallina a ambos con la sangre evaporándose de sus rostros. WonHo se sumergió primero seguido de Baek: En el fondo, algo se movía vertiginosamente por la oscuridad, la luz gris comenzaba a aclarar el lago, facilitando la tarea de rastrear visualmente a la primera criatura con la que se topó WonHo. Rondaba ceca de ellos con un nado sin sentido, entonces observó que su ojo le colgaba de la cuenca y ni siquiera estaba en buen estado, uno de sus brazos atrofiados se curvó en un ángulo mucho más extraño y no tenía dos aletas, BaekHyun no pudo aguantar más tiempo la respiración y regresó a la superficie soltando grandes arcadas al tragar agua antes de emerger; WonHo vio que la criatura volteó hacia la dirección del movimiento brusco y nadó con una vertiginosa rapidez hacia su mejor amigo. En un intento desesperado, el rubio empujó a BaekHyun con sus pies a segundos de ser atacado, la criatura saltó por encima del agua y usó su único ojo sano localizando a su víctima para tomar el brazo de WonHo y volver a llevarlo consigo al fondo.
― ¡WONHO! ―gritó BaekHyun, giró varias veces llamando a su amigo con lágrimas corriéndole por las mejillas.
La niebla lo cubrió por completo y las corrientes lo conducían por otro lado, alejándolo de su amigo, quien estaba bajo grave peligro en el agua.
El heredero del lago Ness luchó esta vez contra esa terrorífica criatura, incrustó sus uñas en la piel dura del monstruo para avanzar hacia él y clavarle el cuchillo en el ojo salido. La bestia profirió un chillido que heló la sangre de WonHo, pero fue lo suficientemente listo para patalear enseguida hacia la superficie. Su huida fue rápidamente frustrada por la encolerizada bestia que nadó en línea recta pasándolo en un segundo y volviendo a hundirse, colisionando su dura cabeza contra el estómago del humano. WonHo rápidamente perdió el aliento y sus pulmones clamaban por oxígeno, no pudo hacer algo cuando tenía a la criatura lo nadando a su alrededor como un tiburón cazando a su presa. WonHo encontró las fuerzas para empuñar el cuchillo mirando hacia la criatura, al mismo tiempo que el poco aire dentro de su cuerpo se retuvo en sus débiles pulmones para dar una última pelea. La encaró cuando éste viró sobre su cuerpo listo para matarlo, entonces un brillo rosado emergió de la oscuridad y se reflejó en la hoja del cuchillo.
WonHo se giró, pero la gran mancha llegó tan rápido que lo hizo a un lado con una fuerza exorbitante, girando de manera incontrolable, el muchacho observó un cruento enfrentamiento entre algo mucho más grande rugiendo hacia la criatura maltrecha. WonHo ya lo no pudo soportar y salió a la superficie. Su mejor amigo apareció detrás de un banco de niebla, sin embargo, tanto BaekHyun al llamarlo después que WonHo volviera al agua, evitaron que se reencontraran.
El rubio nadó de nuevo hacia el fulgor rosado en el fondo. Era como si una mancha de luz sin forma luchara contra una bruma negra, hasta que se dio cuenta que la bruma era sangre, un poco del líquido viscoso nubló la vista de WonHo; el tiempo suficiente para que el borrón rosado se fuera tan rápido que sintió la fuerza del agua llevándolo a la superficie.
Respiró aliviado en cuanto el oxígeno llenó de nuevo sus pulmones, el jadeo atrajo a BaekHyun quien le deba la espalda.
― ¡LEE WONHO! ¡TE CREÍ MUERTO! ―chilló el más bajito nadó hasta él y lo abrazó, se separó y golpeó―. No quiero volver a bajar.
―Tranquilo, tenemos las pruebas ―dijo con una sonrisa, pero en su amigo no había felicidad alguna, estaba muy asustado y llorando a mares; WonHo lo acercó para darle un abrazo y calmar los temblores de BaekHyun.
Terminó por conectar los cables de las cámaras a su computadora de escritorio en la oficina de la escuela. Un ligero toque en la puerta entre abierta lo hizo levantar la mirada a una chica de su misma edad, ojos verdosos claros y cabellera recién teñida de rubio cenizo.
―Me retiro WonHo ―dijo con suavidad, ya que BaekHyun estaba en el sillón durmiendo, en todo el día no dijo ni una palabra sobre lo que pasó en el lago ni en sus momentos a solas―. Mañana llegaré temprano para una clase particular con Lois Harper.
―Vete con cuidado Lucy ―murmuró junto a una amable sonrisa―. Nos vemos mañana.
―Hasta mañana.
―Descansa Lucy.
―Igual.
Cuando la muchacha cerró la puerta, un sonido alertando que la descarga de video a su computadora se había completado con éxito apresuró al artista a estar frente a la pantalla, en la carpeta encontró los dos videos de aproximadamente media hora de duración cada uno. El primero es de la que estuvo en el brazo de BaekHyun mientras que el otro fue obtenido a través del dispositivo en su cabeza.
Oprimió una tecla que reprodujo el video, WonHo se colocó sus auriculares y adelantó las partes en las que sólo flotaba en el lago, para comenzar a reproducir en cámara lenta cuando se sumergió por primera vez, analizando de una posible pista de dónde pudo haber venido. Sin ningún resultado dejó que avanzara hasta congelarlo en la imagen súbitamente; cuando habló con BaekHyun estando juntos en el agua, su brazo estaba en ella y captó el momento en el que una sombra gris nadaba hacia ellos. De ahí estuvo cuidando meticulosamente cada momento de la criatura tanto en ese video como en el siguiente y lo mismo con las cámaras restantes, revelando imágenes que no podía creer ser capaz de contemplar.
Al final de la noche, WonHo sacó al menos una docena de capturas del monstruo como de la misteriosa criatura que lo defendió. No necesitaba recordar lo que lo atacó, necesitaba ver a quien le debe su vida: una imagen de un cuello largo borroso contra la luz rosada, otra era una extraña aleta parecida a la de una tortuga pintada de negro; burbujas rodeando a la mancha rosada, la sangre negra cubrió lo que parece ser una membrana u otra aleta. WonHo estaba frustrado de no poder darle forma hasta un segundo después de que se quitara los audífonos: un claro cuerpo se distinguía ahí. Dada la distancia, se veía pequeño, pero las luces rosas enmarcaban a nada más ni nada menos la figura de una antigua raza de criaturas que se creían mitos.
WonHo sonrió como tonto mientras comenzaba a visualizarlo, fue entonces cuando su mente tomó pedazos de sus recuerdos mucho más nítidos. El momento en que se hundía la misteriosa criatura desapareció y en su lugar, estaba una figura mucho más pequeña, un muchacho.
¿Ese es el secreto bajo el Lago Ness?
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1. Grindylow: Los Grindylows, también denominados demonios del agua. Pertenecientes a la afamada saga Harry Potter. Aparecen en 1995, durante una de las pruebas del Torneo de los Tres Magos. Durante la prueba, atacaban a los participantes, y un grindylow atacó a Fleur Delacour y ésta no pudo terminar la prueba, también Harry Potter vio a un grindylow atado a una estaca en una de las casas de la gente del agua a modo de mascota.
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