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²⁶. ❝𝐃𝐨 𝐚𝐧𝐲𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞.❞

𝕴𝖓𝖛𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝟚𝟘𝟙𝟡. 

𝕸𝖊𝖉𝖎𝖆𝖉𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊.

Tomó una profunda respiración antes de levantarse de su asiento en su estudio de trabajo y cruzó el umbral de la capa acristalada, en los primeros segundos quiso retroceder al sentir que estaba desobedeciendo a YoonGi y entonces sintió una vez más el llamado hacia esa habitación aislada, pudo ver la espalda de WonHo recargada contra la piedra temblando de dolor.

El omega acarició el velo que los separaba por completo y entró a la habitación. Caminó en silencio luchando contra el fuerte aroma de su compañero, hasta tocar su hombro con delicadeza y llevar su mano hasta la base del cuello en símbolo de consuelo.

― ¿HyungWon? ¿qué haces aquí? ―inquirió sacándose la mordaza de la boca, soltó una maldición por el dolor, alejándose lo más posible de su novio―. YoonGi dijo...

―YoonGi no estuvo exento del cambio, sabe lo que cuesta pasar por ello ―regañó el botánico y se sentó en el borde de la tina, cerca del heredero―. Es duro verte y aún peor sentirte así, tenía que hacer algo.

―Prefiero que estés a salvo de mí ―murmuró cerrando los ojos tratando de no sucumbir a los deseos más primitivos de su bestia recién despertada―. Si te lastimara por no poder controlarlo... Jamás me lo perdonaría.

HyungWon lo odiaba, verlo sufrir a causa de un cambio como ese en alguien que hasta hace unas semanas no tenía magia, era sin dudas de las cosas más terribles que estaban afrontando como pareja. Sabía cómo hacer que su dolor no le afectara, así mismo estaba consciente del riesgo del posible rechazo de la bestia más joven de manera agresiva. Su impulso omega fue el ganador sobre la precaución, al estar más que decidido a hacer que su dolor sea más ameno. Cerró los ojos y dejó que sus feromonas se combinaran con las de su alfa, quien de inmediato comenzó a prestarle atención.

― ¿Qué está pasando? ―preguntó con la voz entrecortada, el olor exquisito de su omega era más que el cielo en la Tierra, nada podría igualar la esencia fresca de mandarinas de HyungWon para distraerlo de cualquier cosa.

―Si estimulo tu apetito sexual, el cambio es más llevadero ―dijo el botánico, su ritmo cardiaco aumentaba al igual que su temperatura corporal, su piel se erizó en cuanto tomó la mano de WonHo y la llevó hasta sus labios―. Nunca antes lo había hecho, pero en clanes donde los alfas tienen cambios difíciles, sus omegas usan sus feromonas para calmarlos.

―No quiero ni lastimarte, muchos menos obligarte a hacer algo que no quieras.

―Entonces habla conmigo si no quieres tocarme, concéntrate en mi voz.

―Hay demasiado de qué hablar, pero todas mis ideas me llevan a... ―soltó un siseo animal de dolor cuando una nueva oleada lo azotó.

―No funciona ―murmuró el botánico, entonces se giró sobre el borde de la tina y comenzó a deslizar sus pies en el agua, donde sus feromonas viajaban más rápido y el olor a mandarina se abrió paso poco a poco con el del océano.

Sintió que la bestia interior de WonHo comenzó a relajarse e incluso pudo escuchar en su lazo telepático los ronroneos del leviatán más joven, dejando que el dolor pasara a segundo plano, sabiendo que estaba comenzando a familiarizarse con su entorno y a estar consciente de quién estaba a su lado. Notó que las luces en WonHo comenzaron a desvanecerse lentamente.

― ¿Qué... pasa?

―Sabía que funcionaría ―dijo el omega dándole un leve apretón a la mano que lo sostenía, entonces el cambio en las feromonas de WonHo se tornaron un poco más, calientes.

― ¿En serio? ―inquirió el cansado alfa mirando a su omega a los ojos.

―En realidad no ―admitió con una sonrisa perezosa―. Pero no sabía qué más hacer, WonHo, eres el primer humano que conocemos con magia, así que tus cambios son diferentes a los de nosotros y por lo tanto, más peligrosos.

―Me alegra no estar solo.

HyungWon le sonrió dulcemente, el aroma recién descubierto se tornó de amargo a uno relajante. Con sus niveles de dolor bajando al igual que sus luminiscencias y la respiración agitada del que ahora es parcialmente rubio, WonHo ya no era la presa del olor; estuvo muy consciente de la parte baja de su cuerpo estaba fuera de lo normal. Bajó por unos segundos la mirada y se encendió en un terrible rubor al darse cuenta de que esa parte de él estaba MUY despierta. HyungWon notó el cambio en su novio al igual que el inconveniente entre sus piernas.

― ¿Habías dicho algo sobre el apetito sexual?

―Ay por amor al Creador, eres tan adorable cuando te avergüenzas ―rio el omega por la timidez de WonHo―. Tranquilo, los supresores bajarán el problema.

WonHo no le dirigió la palabra de la vergüenza que sentía y el mayor de los leviatanes se acercó para besar la nariz de su novio. El gesto le erizó por completo la piel, sintió ese infernal deseo de besarlo y sin querer, sus feromonas se lo hicieron saber a HyungWon; actuando como el magneto perfecto para la bestia interior del botánico. El omega se quedó a centímetros de su cara, evaluando a su novio y entonces se perdió en los ojos heterocrómáticos, podía sentir ese profundo deseo como si pudiera palparlo con sus manos si agudizaba su don. Tragó en seco cuando los labios de WonHo acariciaron los suyos, temeroso de ser rechazado.

Bajo la influencia de las feromonas y la mezcla perfecta de sus aromas en el aire y agua, HyungWon besó despacio los labios de su novio. Era delicado, porque no quería terminar por caer ante la codicia de seguir más adelante. WonHo estaba en la misma situación, sólo que el lado negativo de tener una segunda opinión con la capacidad de tomar control de su cuerpo comenzaba a superarlo.

El deseo los llevó a otro beso, cada vez más profundo, en el que los suspiros y jadeos aumentaban con el paso del tiempo, con sus labios deslizándose entre los contrarios, descubriendo nuevas texturas con cada intercambio de deseo y las temperaturas de sus cuerpos se elevaban a medida que prolongaban ese contacto. WonHo guio la mano que tenía unida a la de HyungWon hasta su hombro y el omega se soltó con tanta facilidad de la orilla rocosa para ser ligeramente levantado y colocar sus piernas al lado de los muslos contrarios, abrazándose al cuello de WonHo. Al dejarse caer sobre el regazo, podía sentir la peligrosa erección de WonHo estimulando la suya. Entre esos deslices de lucidez y deseo desenfrenado, notó que las luces de WonHo estaban casi a nada de desaparecer.

―WonHo, cachorro ―soltó un suspiro cuando los labios calientes de WonHo se desviaron hasta las luces del cuello más pálido, llevó su mano hasta el pecho del heredero del Lago Ness y obligarse a tomar distancia―. Deberíamos detener... ¡ah⁓!

El ligero empujón de las caderas debajo de él, le arrebataron un gemido. Se alejó ligeramente de su cachorro para sentir la penetrante mirada. WonHo notó la pequeña herida en el dedo pulgar de su omega y cómo ésta comenzaba a sanarse. No le gustó para nada que su adorado HyungWon estuviera herido y besó con ternura la parte afectada, derritiendo el corazón de su novio; en menos de unos segundos, ese beso que inició siendo inocente y cálido, cambió con la mirada cargada de ese fuego que sentían los alfas estando casi en celo. Tragó en seco y soltó unjadeo de placer cuando su lengua delineó su pulgar, sabiendo que hasta laúltima de sus terminaciones nerviosas provocaron en su miembro y deseo el despertarpor completo.

Lo que lo hizo olvidar las razones para detenerse y volver a unir sus labios, fue que en medio de esa cortina había un poco de ternura del príncipe del lago Ness al que tanto adoraba, ambas almas estaban pidiendo permiso para seguir tocándolo. Los colmillos del rubio pellizcaban de vez en cuando la carne en sus abultados labios y lo dejó seguir profundizando sus caricias, porque los amaba.

Al necesitar un poco de oxígeno, el heredero atacó el cuello del omega, donde las exquisitas feromonas lo golpeaban e inducían a tomarlo lo antes posible. HyungWon suspiraba de placer y al igual que su novio, llevó sus colmillos hasta la piel pulcra de WonHo, mordiéndola lo más gentil que podía, turnándose entre esa parte del cuello y cerca de su oreja. Las mitades inferiores de su cuerpo no se podía decir que eran tan gentiles la una con la otra.

Con el vaivén de las caderas más poderosas, ocasionaban la fricción de ambas erecciones. Las manos de WonHo se concentraron en la cintura de su omega, para levantar la tela y poder encajar sus dedos en la piel de HyungWon, subiendo por su espalda y la otra tentando el dobladillo del pantalón, sin atreverse a explorar debajo y alcanzar una parte que moría por tocar. HyungWon deseaba liberarse de toda la tela sobre ellos, necesitaba tanto tenerlo dentro de él. Al parecer WonHo pensó lo mismo cuando por fin dejó ir el cuello de HyungWon y comenzó a deshacer los nudos en la parte de enfrente de la camisa. HyungWon llevó sus manos hasta el final de la camisa contraria, listo para observar de nuevo esos pectorales sin pudor de por medio. Pasó sus dedos encima de la tela, estando húmeda ésta se adhirió casi todo el torso, dejando a la vista los pezones de WonHo bien marcados y erectos. HyungWon los delineó de manera delicada con cada uno de sus dedos, las palpitaciones en todo su cuerpo y en su entrepierna lo estaban volviendo loco, así que tomó el borde de la camisa y se deshizo de ella.

El omega tranquilo y sutil al que estaba acostumbrado parecía que lo encerraron en la habitación de al lado y en su lugar, sentado sobre él con una mirada incandescente, estaba ese omega seductordel que no sabía si podría manejarlo sin tener un orgasmo por sólo un par desegundos siendo presa de sus iris rosados. Lo que hizo a continuación, cortó la respiración de WonHo.

En lugar de desechar la camisa, tomó una gran parte de la tela entre sus dedos y la acercó hasta su nariz y boca, donde sus sentidos captaron mucha de la esencia dejada de WonHo sobre la tela, con el olor del océano embriagando al omega; en su interior mandado ondas de calor y magia desde su alma hasta llegar a su entrepierna, sólo lo hizo sentirse más caliente. La mano libre la usó como soporte en el muslo de WonHo y se dejó caer por completo unos segundos antes de comenzar a moverse con más fuerza contra su novio. La respiración de HyungWon se tornó más errática y los gorgoteos profundos junto a jadeos bastante sensuales dejaban su boca, todo mientras miraba fijamente al heredero.

Con eso último las pupilas de ambos se dilataron por el deleite de pronto recorrerse hasta el último milímetro de piel. WonHo deshizo los últimos nudos de la camisa contraria y por fin, pudo abrirla. Revelando el pulcro y bien proporcionado torso de su pareja. Si bien, HyungWon era alto y parecía carecer de musculatura, se sorprendió de ver un cuerpo bastante tonificado, ya antes lo había visto desnudo, pero la manera en la que se miraban era completamente diferente ahora, incluso su forma de admirarlo. Bajo las sombras de los cristales, formaban una imagen sensual de HyungWon y sólo lo hizo más deseable verlo sonrojado, jadeante por su toque. Sus manos recorrieron con delicadeza la piel de su pareja, parecía sensibilizarse con el paso de los segundos al igual que la intensidad en sus luces desprendían vapor frío. La bestia de su interior se removió un poco decepcionada por la falta de atención adecuada, dejó la camisa flotando en el agua para dejar todo en claro. El pulgar e índice de HyungWon elevaron la barbilla de WonHo hacia arriba, donde sus miradas chocaron.

Sus ojos en mí, Su Alteza ―murmuró.

Si ya antes su miembro estaba despierto, eso último estuvo a punto de producirle un orgasmo. El aroma de HyungWon y el suyo se combinaron por completo, bajando la tela carmesí del deseo sobre sus cuerpos. WonHo llevó sus manos hasta las mejillas del botánico, para atraerlo en un beso hambriento, fuerte. Una vez que tuvo suficientede los labios se aseguró de sacar la camisa lejos del omega, deleitándose decómo es que sus sentidos captaban la piel erizada a la par que la suya hacía lomismo al roce de su botánico favorito juntando sus pechos.

Sin pensarlo demasiado, fue recorriendo la amplia espalda del leviatán mayor hasta llegar al dobladillo de sus pantalones. Con dulces besos de pormedio, WonHo tomó el cordel que mantenía la prenda en su lugar, deshacer elnudo y liberar la pesada erección de su pareja. HyungWon también hizo lo mismocon los pantalones de WonHo, con sus ojos llenándose de más deseo cuandodescubrió el firme miembro de su novio. El omega cerró sus ojoscuando estaba sintiendo espasmos en su vientre, estaba listo.

―Alfa, por favor, quiero más ― imploró cuando sentía que el deseo lo sobrepasaría y sólo rozándose descaradamente y embriagándose con el aroma de su pareja―. Te necesito dentro de mí.

―No necesitas pedírmelo dos veces, mi precioso omega.

¿Cómo sería al fin ser anudado por WonHo? No lo sabía, pero estaba a casi nada de comprobarlo. Y entonces, un crujido de una vasija detrás de ellos reventó su burbuja. HyungWon abrió los ojos al reconocer el aroma del intruso y WonHo entró en pánico al no conocerlo.

―Un... humano... ―la voz de JiHoon se oyó entre cortada.

Diablos.

Su sangre quedó helada en el cuerpo cuando JiHoon escapó de su casa. HoSeok llegó casi corriendo y trató de evitar que el portador del donde la Memoria Banca los descubriera, fue en vano. Estaba junto a él cuando JiHoon losdescubrió, así que fue el encargado de traerlo de vuelta muy a su pesar, laúnica manera en que no rodaron cabezas fue usando un poco su voz de mando. A la incursión de unió Sana, se encontraba paseando por el lugar de casualidad cerca de la morada de su hermano menor cuando vio a sus mejores amigos forcejear y lanzarse maldiciones.

― ¡Suéltenme, hay un humano en la manada! ―chilló mientras se revolvía entre los brazos fuertes de su mejor amiga mientras subía la escalera de la casa de su mellizo―. Tenemos que advertirles a todos, quizás HyungWon ya lo capturó.

― ¿Capturar? ―la voz de su hermano mayor al final de la escalera, lo sorprendió―. ¿JiHoon?

―YoonGi, deprisa, un humano bajó a las cavernas y HyungWon puede estar en peligro ―Sana lo dejó en el piso del comedor y quedó doblemente aturdido al ver a uno de sus mejores amigos escudando al humano―. ¿Qué diablos está pasando?

Miró primero a HoSeok, después a Sana y los dos centraron su atención al piso sin explicarle lo que pasaba. Su hermano mayor se veía serio e imperturbable que lo hizo ponerse aún más nervioso. Por último, se dirigió a HyungWon. Todavía estaba húmedo por todas partes y su aroma era levemente más fuerte que el de todos los presentes, sus ojos brillantes mostraban una firme determinación por proteger a su pareja, que estaba ligeramente escondido detrás de HyungWon.

Nadie habló a excepción del omega botánico para contarle todo lo que ha pasado, esperando que al saber los verdaderos motivos de la presencia de WonHo en el Clan del Agua, calmarían al estresado omega y comprender la situación. En cierto punto, JiHoon dejó de luchar y escuchó en completo silencio a su amigo, pero en sus ojos se veía un gran sentimiento asesino hacia WonHo y uno tremendamente enfadado con el portador del don del corazón. Para cuando acabó con su historia, él no dijo nada, se notaba que desconfiaba del mitad leviatán y humano.

―Lo que dices es una herejía ―dijo, miró al humano y no sintió más que enfado por verlo profanando su hogar―. Los humanos no tienen magia, sólo muerte en su sangre.

― ¡¿Crees que bromearía con esto?! ―exclamó HyungWon, sus ojos brillaron como brazas ardientes que hizo flaquear un poco a su amigo―. Estoy diciendo la verdad, WonHo está por convertirse en un leviatán. Lo puede demostrar, pero necesito que no lo ataques.

JiHoon tuvo que aceptar a regañadientes, prometiendo no alzar un arma en contra del heredero. De todas formas, Sana y HoSeok fueron los centinelas del príncipe del lago, cuidando de que el rencor de JiHoon contra la raza de WonHo no lo dominara y atacara al Nexum de HyungWon. WonHo dejó de esconderse tras su pareja y permitió a su bestia abrir las puertas dentro de él y mostrar su forma cambiante.

El pequeño fulgor dorado comenzó a pintar los antebrazos y piernas, mientras que un azul eléctrico se asomó de manera tímida por la humedad en la camisa blanca, dibujando patrones en su estómago. Sus ojos avellanados se iluminaron como los de cualquier leviatán, incluso las hebras parcialmente rubias adquirieron más vida al igual que las partes azuladas, reflejando chispazos de la luz contra su cabello. El aroma del océano llegó hasta las fosas nasales de JiHoon, confirmado que ese insignificante humano, era como ellos.

―Por el amor del Creador ―se tapó la boca, sin dar crédito a lo que veía―. Eso, es anti natural... ¿Cómo es que sigue vivo?

―Aún desconocemos las respuesta ―YoonGi por fin tomó la palabra―. Su cuerpo debió haber muerto apenas se presentó, pero es más fuerte de lo que aparenta. Sigo impresionado por la resiliencia de este humano.

― ¿En serio estás de acuerdo con todo esto? ―increpó.

―Como sanador no puedo negarle mi ayuda a cualquier elemental cambiaformas ―se pellizcó el puente de la nariz, seguía sin creer que su hermanito menor también se vería involucrado en esto―. Queramos o no, hay magia dentro del chico y aceptamos ayudarlo.

― ¿Cómo fue que los convenciste de hacer esta locura? ―se dirigió ahora a HyungWon―. El costo que tienes que pagar por la traición al entablar una relación con él es alto, podemos morir simplemente hablando con el chico. Tú serás condenado al ex...

― ¡JiHoon! ―le regañó HyungWon mostrándole los colmillos, todos se sorprendieron por el arrebato el omega, pero WonHo se alarmó por esa oración.

―Esperen ―WonHo por primera vez se atrevió a hablar―. ¿De verdad está muy penado hablar con la humanidad?

Todos los leviatanes se quedaron atónitos y mirando a HyungWon. El botánico tragó saliva.

―No le has dicho ¿verdad? ―inquirió YoonGi, cansado y no esperó a que le contestara―. Después de la Gran Guerra y en los inicios del Ocultamiento, todos los clanes elementales acordaron tener el menor contacto posible con los humanos. Algunos clanes se lo tomaron con menos importancia llegando a tener pocos lazos con tu raza, pero nosotros declaramos traidor a cualquiera que se relacionara con uno de ustedes.

«―Sufrimos la caza más cruel que cualquiera delos otros cambiaformas, no éramos guerreros sanguinarios como los dragones olos grifos a excepción de las Familias Reales. Éramos pequeños pueblos deviajeros, maestres o sanadores. No conocíamos de la guerra y nos mantuvimos almargen cuando pasó. Ese fue nuestro error.

«―El primer clan marino que sucumbió fueron las tierras oceánicas con la caída de la ciudadela de Atlantis y la muerte de los primeros leviatanes. Nuestro Alfa Líder escapó y pudo llevar noticia de las fechorías de la humanidad a los demás clanes. Yo también sufrí la caza cuando era una cría junto a mi madre. Cuando encontramos refugio en este clan, se tomó la firme decisión de alejarnos lo más posible de los humanos. En aquellos días, todavía las costas eran nuestro territorio. Establecimos fronteras, tuvimos a nuestros guardias y por unas semanas tuvimos paz.

«―Casi al término de la guerra, uno de los leviatanes de esta manada conspiró en contra de su propia raza a cambio de protección a la humanidad y entregó a todo nuestro clan para que nos masacraran. De no ser por varios de nuestro clan que les dimos pelea, hubiera sido el fin de los leviatanes. Así surgió una ley y dice así: a cualquiera de nosotros que se alíe con humanos, será condenado por traición a vagar en tierra firme sin oportunidad de pedir asilo a los demás clanes y sabes, que no podemos vivir lejos del agua, así que eventualmente el leviatán exiliado moriría por deshidratación o a manos de los humanos.

― ¿Qué pasa con el humano que sepa de su existencia? ―la pregunta salió entrecortada, no quería saber la respuesta y aun así la necesitaba.

―Eso depende de la cantidad o quién lo sabía ―respondió Sana―. Se puede borrar la memoria en casos de que no sepa muy bien sobre nuestro mundo, otras veces no es necesario ya que nadie le creería... Pero si alguien como tú nos conoce, aprende sobre la magia y entabla una relación con un leviatán, sería asesinado.

―Es mucho riesgo, pero HyungWon está dispuesto a arriesgar eso por el bien de su Nexum ―terció HoSeok, quería verle el lado positivo y que los demás compitieran ese panorama, no en todos funcionó.

―Demasiado por el amor a un simple humano ―aseveró JiHoon.

El joven maestro de artes se quitó el cabello de la frente y respiró con dificultad. WonHo por fin entendía la renuencia de la familia de HyungWon y de él por negarse a dejarlo conocer su mundo. Era un castigo demasiado cruel y el omega quería quitarle un poco de esa preocupación. HyungWon no estaba dispuesto a proclamar una derrota si no había intentado de todo.

―Todavía tengo una carta más para jugar ―sus palabras eran fuertes, todos se miraron tratando de descifrar sus planes―. SeungCheol debe saber algo, en su clan hay demasiados conocimientos que se preservaron cuando ambas razas vivieron en paz, tal vez haya algo sobre lo que le pasa a WonHo. Si él tiene más respuestas que nosotros todo será mejor, mientras seguiremos investigando si la magia que hay dentro de él no es mía sino de él, saber de dónde vino es nuestra prioridad.

«― La magia elemental no se puede dar de la nada, tiene que haber una razón por la que WonHo es como nosotros. Sólo tengo que pensar la manera de burlar la seguridad del clan si pretendo enviar algo a SeungCheol sin que sospechen.

Desde que sucedió el incidente con los trolls de agua, la seguridad del clan aumentó para preservar la tranquilidad de su pueblo, así que los puestos de control se instauraron para la revisión de todo lo que entraba y salía de la manada fue minuciosamente revisado por guardianes de confianza, incluso la familia real aportaba sus ojos para la tarea. Revisando desde correspondencia que parecía ser sospechosa hasta por debajo de cada túnica, enagua o pliegues de los fardos. Una carta con runas cifradas o fuera de tono serían un blanco fácil. El siguiente cargo de correspondencia saldría en unas dos lunas llenas, es mucho tiempo considerando el acelerado proceso evolutivo en su mitad bestial.

―Si el problema es el correo, puedo ayudar ―todos los leviatanes pusieron su atención al humano, al mirarlo, sus ojos eran fríos para HyungWon, él estaba molesto―. Iré a buscar ropa seca.

HyungWon no dijo nada, bajó la vista sabiendo que había cometido un error muy grande. Respiró y miró a su familia; todos entendían su pena, sin embargo, le concedían la razón al humano.

―Debiste decirle esto desde el principio ―Sana fue la primera en tomar la palabra después de los incómodos minutos en silencio―. Entiendo que pretendías protegerlo, pero no de esta manera.

―Lo sé ―HyungWon fatigado se dejó caer sobre la silla mientras los presentes se reunían a su alrededor, Sana se acercó hasta su hermano menor y poner su mano sobre el hombro del omega, quien aferró su mano a la de su melliza―. Sólo no quería que supiera mucho, así evitaría que saliera herido y nunca tuve en cuenta que él se convertiría en uno de nosotros.

―Eso no servirá de mucho ―JiHoon ahora se veía calmado y sus ojos eran calculadores―. Por mucho que tenga magia o sean Nexum Animarum del otro, habrá consecuencias muy graves por este acto HyungWon.

―Cuando llegue la hora, enfrentaré al Consejo del Agua, pero lo haré solo...

Los demás negaron, sabía que buscarían la manera de compartir la culpa dado a sus lazos como familia. HyungWon nunca permitirá que ellos tomen responsabilidad por algo que él hizo, así que sacó del cinto de YoonGi un cuchillo ceremonial que solían cargar y se trazó unas runas en la palma derecha, invocando una promesa. La sangre que salió de su palma comenzó a flotar en pequeñas burbujas que se trasformaron en un líquido brillante y blanco, de las cuales salieron hilos que tocaron el pecho de cada uno con ayuda de su don, facilitando el ritual.

―Por el poder del Creador de Siete, reclamo un Juramento del Reino Final1 y todos ustedes lo cumplirán ante la atenta mirada de nuestro dios.

―Estás demente ―YoonGi resopló, frustrado―. Sabías que no podíamos negarnos a esto, eres un bastardo listo ―se acercó hasta el omega y extendió su propia palma hacia arriba―. Dicta tus condiciones.

Los demás lo miraron atónitos, sin embargo, uno a uno, comenzaron a imitar la acción del mayor de los leviatanes. De los lazos visibles de sus pecho se formó un punto de luz del color del alma de cada uno de ellos, sería tenue hasta que la promesa se sellara.

―Bajo los ojos de nuestros partes bestiales y la magia más pura de los Tres Reinos les pido con humildad: Tiempo, el necesario hasta averiguar lo que pasa con WonHo y cuando la espera llegue a su fin, ustedes no podrán decir nada de su ayuda, por más que hayamos compartido la carga. Enfrentaré el castigo solo.

―En nombre del creador y de mi bestia, juro a los Tres Reinos mi lealtad ―recitó YoonGi, en su mano se talló un runa con su dedo, ésta obtuvo el color de su alma y que luego se desvaneció, pero el fulgor frente a él se volvió más fuerte.

La siguiente en ofrecer su lealtad absoluta fue Sana acompañando al azul celeste con el naranja brillante, HoSeok fue el siguiente con el color durazno difuminándose entre el rosado y el azul celeste. JiHoon era el restante, se veía aún dudoso de hacer la promesa.

―Arriesgar tu vida por un humano ―soltó un resoplido―. A esto te referías la vez que me preguntaste sobre el deber y el corazón, debí sospecharlo ―dio un último vistazo a su familia―. Confiaré en ti... En nombre del creador y de mi bestia, juro a los Tres Reinos mi lealtad, portador del don del corazón, cuida de esta promesa hoy, mañana y más allá de nuestro desvanecimiento, hasta que encontremos la paz en el último reino.

La promesa fue sellada y en cuanto la luz se extinguió, sintieron un peso sobre sus pechos.

―Iré a hablar con WonHo, vayan a descansar ―miró la jarra con vino especiado y le puso un poco de miel antes de tomar una gran cantidad, le darían un poco de valor.

―Ten ―YoonGi le extendió un rasco de barro con un ungüento azul oscuro con un olor muy parecido al suyo―. Para que controle un calor si no es su celo, según mis cálculos, pronto presentará el primero en unas dos semanas.

―Encontré una cueva perfecta para que pase su celo ahí.

―No retrases lo inevitable.

―Lo sé.

Tomó el frasco de las manos del leviatán mayor y se dirigió hacia su habitación, no pensó mucho, sólo abrió la puerta. WonHo se encontraba sentado en su cama, con la mirada perdida hasta que lo escuchó entrar fue que alzó la mirada y toparse con decepción en los ojos heterocromáticos.

―Lo lamento ―dijo HyungWon, colocó el frasco en el mueble frente a su nido, donde estaba una superficie de cristal que funcionaba como su espejo y su calendario de cambiaformas.

―Lo lamentas ―una pequeña risa desganada salió de sus labios, bufó se levantó de la cama―. ¿Cuándo planeabas decírmelo? ¿Cuándo estuvieras a kilómetros de mí?

―Te estaba protegiendo ―contestó un poco molesto y enfrentando al heredero por el reflejo del espejo―. Escuchaste lo que dijo YoonGi, este camino sólo podía llevar a la muerte si no te hubieras presentado.

―El hecho de que tenga magia no es excusa para ocultar esto ―de repente alzó su tono de voz, era la primera vez que le hablaba de esa forma―. ¿Qué demonios tengo que hacer para que confíes en mí?

―No es eso.

― ¿Ah no? ¿Entonces cómo le llamarías a la acción de ocultar coas importantes pensando que un humano no podría comprender las consecuencias de lo que ustedes consideran traición?

―WonHo, basta, no lo entiendes...

― ¡Deja de decir eso! ―el humano llegó hasta él y lo tomó de loshombros, obligándolo a encararlo―. Sí lo comprendo, eres un leviatán, yo un humano, guerra y miedo, naciste con ellos. No confías en nadie que no sea tu propia familia y menos a una criatura que podría apuñalarte con un arpón al menor descuido, te arrancará las escamas de una por una, te abrirán en canal para ver si hay algo más detrás de ese rostro fino y místico.

―Por favor para, me estás asustando ―murmuró, intentando bajar la mirada, pero el fuego en WonHo no lo dejó hacerlo.

―Si no me hubiera convertido en leviatán ¿me hubieras dicho esto?

―No ―una lágrima se deslizó por el rostro del heredero―. Los humanos han conquistado este planeta, crearon su propia seguridad que ya realmente no tienen miedo a muchas cosas. Tienes razón, yo nací en el lado contrario, donde un error puede costarles la vida a miles de nosotros.

«―Ahora que estamos juntos, eso también va a para ti, nosotros no recurrimos tanto a la diplomacia. La sangre tiene que pagarse de alguna forma y mi pueblo, reclamaría la tuya a su tiempo. No quería que te involucraras más de lo debido... Hasta que te presentaste y ahora recorremos un camino que no tiene respuesta sencilla o clara.

«―De verdad lamento no decírtelo, pero jamás te pondría en riesgo de muerte. No es porque no confíe en ti, eso no es cierto y lo sabes ―WonHo no parecía del todo convencido, tomó una de su mano y la llevó hasta su pecho, podía sentir a la segunda alma, tocando la suya―. Confié mi vida a la tuya desde que forjamos el lazo, no... mucho antes, en esa noche de invierno en la que un niño estúpido gritó para salvar a un leviatán de morir ¿ahora me crees?

WonHo asintió, una tras otra, lágrimas bajaron por sus mejillas. HyungWon un poco temeroso, acortó la distancia entre los dos para darle un beso en la frente y WonHo dejó que lo envolviera en sus brazos, disfrutando del calor del omega. Una parte de él se sentía traicionada por la acción de HyungWon, quería recriminarle que nunca debería tomar decisiones como esas por su cuenta. Y luego, entraba una parte en la que analizaba toda la situación y comprendía a su novio.

Nadie, nunca te prepara para estas cosas y se sentía impotente y asustado por el curso que tomaban, aun así, no podía dar marcha atrás. Él ya ha avanzado mucho para eso y aunque pudiera, HyungWon junto a su manada necesitaba tanta ayuda como él siendo ahora un leviatán.

WonHo se sentía abrumado por todo y deseaba poder ir a un mundo en el que la guerra acabara... eso era pedir demasiado para el dios en el que creía y mucho más para el dios que ahora le dio magia.

El agua se deslizaba con gran rapidez entre sus escamas, se sentía más ligero con el pasar de los segundos dentro del agua, incluso se sintió un poco más osado de intentar girar sobre sí mismo y salir del propio torbellino hecho por sus movimientos en el agua. Justo a tiempo para intentar evitar que una hoja afilada de Diacaurzus cruzara su camino y la hoja logró abrir una herida en el hombro derecho, distrayéndolo por el dolor y la mitad de un báculo le golpeó la espalda.

WonHo salió eyectado contra la pared de piedra, agrietándola cuando impactó contra ella. Quedó desorientado por unos segundos, sintió una corriente de agua a pocos centímetros de él y usó los guanteletes de metal para desviar la hoja del hacha y redirigirla hacia la roca. Sorprendió a sus contrincantes y escapó hacia el fondo donde ya lo esperaba Sana con lanza en mano. Ella salió despedida hacia WonHo, volvió a usar los guanteletes con un pequeño escudo, para que la cuchilla no le alcanzara; se movió a la derecha por debajo del brazo de Sana y tomó la daga del cinto en su rival, logrando girarla y hacerle una herida en el muslo.

El leviatán hembra soltó un gruñido, con la lanza en una mano y su báculo en la otra, dirigió golpes y estocadas hacia el heredero del lago Ness. WonHo se defendió bien por unos segundos, hasta que HoSeok se acercó por detrás de manera rápida y casi sin hacer ruido, cortó los ligamentos traseros de las rodillas sin tocar el hueso. El leviatán más joven se retorció de dolor y su cuerpo dejó de ser rápido y comenzó a hundirse hasta el fondo, para rematar Sana le dio una fuerte patada por la espalda. Usó sus manos para no impactar con mucha rudeza sobre el lecho de roca, sin embargo, los huesos de sus antebrazos se trituraron por el brutal impacto. Soltó un gemido agudo de dolor y al levantar la cara, una espada de diacuarzus ya estaba en su cuello, lista para rebanarle el cuello.

Bajaste la guardia, Thorburnrecalcó YoonGi, que veía todo desde al punto más alejado del campo de batalla―. Ya te dije que no uses toda tu velocidad en distracciones, por amor al Creador, hasta una cría sabría moderar su energía.

Lo sientoWonHo miró sus heridas y su magia comenzó a sanarlas con gran rapidez, Sana le tendió la mano y pudo jurar que vio una ligera sonrisa.

Has mejoradodijo Sana por el lazo telepático―. Ya no eres tan patético como el primer día.

Gracias, eso creo.

Tu centro siempre lo diriges a la izquierda en tus ataques contra SanaHoSeok llegó hasta ellos―. Trata de canalizar mejor tu fuerza bruta como en el primer ataque, varía a dónde van tus golpes, te hace menos predecible.

Tu giro en la espiral de agua hizo que tu defensa se derrumbaraSana se miró la herida y también su magia cerró tejido y piel en cuestión de segundos.

¡¿Qué crees que haces holgazaneando?! regañó YoonGi, HoSeok y Sana se encogieron en sus lugares, de verdad el sanador daba miedo enfadado―. Pon tu esquelético trasero a trabajar, otra vez y ustedes dos, par de arenques, denle una paliza para que aprenda a defenderse mejor que una cría de cinco años.

¡Sí señor! gritaron los leviatanes más jóvenes y Sana le entregó una espada para iniciar de nuevo.

Los entrenamientos con la familia de su pareja no eran para nada lo que le prometieron. La velocidad, fiereza y nivel de organización eran demenciales. Están muy conectados entre ellos, leyéndose en cuestión de un par de segundos para hacer defensa y ataque en pares con una coordinación realmente perfecta. Tampoco se esperó que alguien como un sanador fuera tan buen combatiente, analizar sus movimientos y corregirlo, a gritos, pero lo hacía.

Desde el día en que supo el significado de la traición en el pueblo de HyungWon, WonHo comenzó a entrenar con los leviatanes día y noche, estando oculto en el laberinto de piedra. Sus padres creen que se fue a una especie de viaje con HyungWon, prometió regresar a tiempo para las fiestas... Si sólo lo vieran siendo casi abatido hasta que no pueda levantarse por seres que pueden transformarse en seres místicos, ChangKyun moriría de un infarto al ver el nivel de violencia de los leviatanes.

Por lo que parecieron horas eternas, WonHo por fin pudo salir a la superficie y descansar. Incluso aprendió a vivir en esos lugares en la cueva con la que soñó hace tan sólo unas pocas noches atrás y terminó por encontrarla mientras discutían de un lugar donde pudiera desarrollar lo último de su transformación en paz y sin tener que volver a la manada. Llegó hasta el nido improvisado con pieles que le trajeron los cambiaformas, podía distinguir un poco de la esencia de café, la de lluvia y la tierra húmeda, pero la que más resaltaba era de mandarinas de su pareja.

Lo extrañaba mucho.

―Por amor del Hacedor, no uses tu fuerza bruta tan a la ligera ―HoSeok se quejó al ver todas melladuras en la hoja de la espada de entrenamiento―. Esta noche te haré sacarles filo a las otras diez que inutilizaste en la cueva.

―Perdón, en serio lo siento ―WonHo comenzó a disculparse como un niño pequeño al ser atrapado en una travesura.

―Tranquilo niño, HoSeok no es tan cruel ―Sana se rio del humano―. Es tan blando como un pollito bebé.

―Sana ―chilló el alfa herrero.

―Terminará sacándoles el filo él mismo, no te preocupes.

―No arruines mi faceta intimidatoria, ya casi se la creía.

WonHo pudo reír un poco, viendo los lazos tan estrechos entre ellos, estando en esas cuevas se sentía muy a menudo solo, a pesar de que se turnaban para cuidarlo y contar con sus propias distracciones al dibujar en libretas que trajo consigo o pergaminos que le traían los leviatanes, con excepción de YoonGi quien permanecía menos tiempo por su trabajo como sanador de otros miembros de la manada. La compañía del sanador no era del todo placentera, pues siempre era tan reservado como podía y sólo hablaba lo necesario, JiHoon ni le hablaba.

Con HoSeok no era tanto problema, siempre se mostraba receptivo y curioso sobre su mundo, además de que su risa era simplemente contagiosa. Sana tampoco era tan mala a pesar de haber tenido un primer encuentro bastante malo, ella era casi parecida a HyungWon, sólo que su risa no lo deslumbraba, pero era tranquila y bastante lista. Cuando estaban dos leviatanes a su lado, las conversaciones y risas fluían de manera natural, y eso lo envidiaba; extrañaba a sus padres, a Blue y Emerald, a BaekHyun y a HyungWon.

Hace unos días, pasaron unas cuantas horas de día en las sintió un malestar ajeno, su promesa de no ir al pueblo de leviatanes le carcomía en el alma al no saber qué le pasaba a HyungWon hasta el amanecer y Sana se presentó en la entrada al laberinto de tierra, quien le dijo sobre su época de celo. Le aseguraron que no era algo de lo que preocuparse, que ellos estarían bien. No le permitirían acercarse a HyungWon hasta que su bestia estuviera en total equilibrio con su parte mortal y el celo de su pareja podría afectarle de manera catastrófica.

Soltó un suspiro y estaba a punto de unirse a la cena junto a los demás leviatanes cuando un pinchazo en su vientre lo hizo detenerse.

― ¿WonHo? ―HoSeok notó que él se quedó en blanco y estático de la nada, cualquier sonido a su alrededor desaparecieron, sólo quedaba esa sensación de ajenidad a su propio cuerpo.

A sus oídos llegó un gemido, era lastimero y lo llamaban. En su lazo compartido con HyungWon se sentía un poco tenso, como si las garras de un animal se clavaran en sus brazos con una desesperación demasiado fuerte. En ese momento en que sus oídos recuperaron su funcionalidad, YoonGi, HoSeok y Sana lo miraban en búsqueda de su respuesta.

―Es HyungWon, me están pidiendo que vaya ―fue lo único que logró articular, todavía sentía el tirón a sus espaldas y de repente se detuvo, miró a YoonGi―. ¿Estás seguro que los omegas no sufren en su celo?

El mayor de los leviatanes entendió la preocupación del humano. No todos los celos son iguales, tanto la casta, como su edad y complexión hacen que los mismos sean más llevaderos o complicados. Tenía una ligera sospecha que HyungWon estaría demasiado agotado por el dolor al acontecer el despertar de WonHo, pues ahora que sus bestias encontraron a su parte destinada, sus celos sólo pueden ser aliviados por ellos. Ahora estas temporadas de calor no serían como las que tuvo en su pubertad o primeras etapas de su adultez, serían mucho más fuertes y no estaba seguro de dejarlo bajar por una razón: la bestia interior de WonHo no estaba en completo control, mucho menos madura.

Por otra parte, comprendía la preocupación de WonHo a la perfección, sabía lo complicado que eran esas etapas; al ser un sanador experimentado, ha visto muchos ciclos de celos complicados y él también los experimentó junto a su pareja. Respiró hondo y se quitó la capa de sus hombros, la puso en los hombros de WonHo.

―Es su último día, así que no veo por qué me negaría a dejarte ir ―se sentía como un padre al atarle la capa por los cintillos, hizo esto por los cuatro pequeños leviatanes a los que recibió en los lechos de sus padres, y descubrió que los ojitos brillantes y tiernos de WonHo le picaban esa venita paternal que esconde a simple vista―. Sólo que quiero que tu bestia no salga cuando lleguemos.

―Él lo entiende ―asintió, sus luces volvieron a ser nulas, dejando sólo a la parte mortal en la luz―. Los humanos... ¿de verdad no nos afectan las feromonas?

―No de una manera intensa, aunque sospecho que en tu caso, puede que un poco, pero sobrevivirás, ahora vamos.

Los cuatro leviatanes salieron de la cueva y la sellaron cuando YoonGi pasó un cuchillo ceremonial con el que activo las runas de protección.

WonHo se quedó al final de la formación, justo por detrás de Sana y YoonGi, sólo que compartía una conversación bastante animada con HoSeok, le gustaba escúchalo hablar porque parecía el mismo sol encarnado vino para saludarlo personalmente, era divertido y se sentía como en familia cuando tenía a BaekHyun cerca. HoSeok le confesó recientemente que lo sentía como un hermano menor.

De vez en cuando, le hermana melliza de su pareja lo miraba con menos desconfianza. Ella no era fría, sino que alguien muy callada. De vez en cuando podía ver un poco de su omega en Sana cuando reía y por esos segundos, notaba el enorme parentesco.

No tardaron mucho en llegar a la entrada secreta hacia la manada, HoSeok y Sana se aseguraron de que nadie los vería, aunque por esas horas y con los cristales con el color del cielo nocturno inundado las paredes de piedra, sería muy poco común que la comunidad de leviatanes estuviera activa. A Sana y HoSeok se les ordenó irse a dormir, pues el entrenamiento de WonHo requería que ambos estuvieran sanos, quedando al cuidado de YoonGi. Ambos caminaron sumidos en un silencio cómodo y al llegar a unos cuantos metros de la casa, el alfa mayor notó el aroma a fresas y menta.

―Escóndete ―dijo en voz baja al conocer de quién era esa fragancia, WonHo asintió y saltó hacia los alfeizares de la casa y quedó oculto en el techo, evitando a toda costa las ventanas. KiHyun no tardó en reunirse junto a él al final de las escaleras―. Creí que estarías cogiendo con HyunWoo.

―Muy gracioso ―KiHyun frunció el ceño por el poco pudor de YoonGi―. HyungWon tuvo una fiebre muy alta en estas últimas dos horas.

― ¿Alguna otra cosa? ―ambos tomaron camino hacia el segundo piso, notó que su aroma a mandarinas era más dulce, algo que nunca recordó que HyungWon tuviera.

―Estuvo muy débil por dos noches, creí que entraría en un sueño de dolor, pero nunca dudé que mi hijo fuera fuerte, después de todo ―KiHyun abrió la puerta, revelando a HyungWon derrumbado en su nido, con sus ojitos apenas abiertos y sonriendo a los dos leviatanes―. Es hijo de su padre y mío.

―Ve a descansar, yo me encargo del pequeño demonio ―YoonGi tomó a su mejor amigo de hombro, notando que unas horribles ojeras en sus ojos―. Tienes que cuidarte un poco ahora que vuelves a tener a un cachorro en tu vientre.

KiHyun sonrió tocándose la zona baja de su estómago, pudiendo sentir a su nuevo cachorro apenas creciendo. Asintió y se acercó hasta el nido del menor de sus mellizos, se inclinó hasta besarle con mucho amor la frente y rezarle una plegaria en nombre el Leviatán Blanco, deseándole salud.

―Descansa, mi pequeño leviatán ―quitó un par de mechones de cabello húmedos por el sudor y despejó su frente, HyungWon ronroneó por las caricias de su progenitor―. Cuando te sientas mejor, ven a la casa y le diremos a tu padre de su nuevo hijo, o hija.

―Está bien ―la mano de su padre se alejó al mismo tiempo que se dejaba caer entre sus pieles.

YoonGi fue hacia el omega, le tomó la mano sintiendo el pulso del omega era débil. El sanador puso su palma en la frente y activó su propia magia, comenzando a devolverle un poco de la energía que perdió en su celo, esperó hasta que ya no pudo escuchar a KiHyun para decirle las noticias a su sobrino.

―Tu novio ha progresado ―Sacó de su bolso un odre y le dio un poco de tónico energético combinado con agua, el joven botánico bebió con ganas hasta que ya no pudo más.

―Desearía haberlo visto ―la puerta de madera se abrió y WonHo apareció por el umbral―. ¿WonHo? ¿Qué haces aquí? ―increpó un poco alarmado, miró a su mayor y él lo tranquilizó.

―Mientras su bestia esté en control, él puede estar contigo ―usó un poco de esa agua con magia pura para bajar su temperatura, el heredero se acercó con cuidado hasta quedar detrás de YoonGi―. Los dejaré solos, espero que regreses a la cueva por tu cuenta cuando los cristales marquen después de lamedia noche.

―Estaré bien.

El sanador asintió y dejó por fin a la feliz pareja en su burbuja. WonHo soltó un suspiro cansado y se giró para ver a HyungWon: Estaba completamente noqueado, como humano, sólo sentía ligeramente más fuerte el olor natural del omega y aun así se sentía mareado. Se sentó a la orilla de la cama, primero acarició su mano con delicadeza, HyungWon se negó a soltar un gemido y sólo se dedicó a mirar las acciones del más joven. El heredero, se inclinó un poco temeroso hasta que sus labios rozaron la frente de su novio, pudo respirar en paz. Se quedó unos segundos muy largos en esa posición hasta tomar un poco de valor y besarle los labios.

― ¿Qué tienes, WonHo? ―preguntó después de separarse y notarlo tan afligido.

―Apenas puedo sentir tu corazón ―murmuró, su mano ya estaba posada en su pecho, nunca lo notó subir.

Para calmarlo, HyungWon le sonrió y rodeo su mano con sus brazos, como si fuera un pequeño animalito en búsqueda de amor, entre pequeños brinquitos se pegó hasta le muslo de WonHo.

―No es para tanto, nada no me podrá llevar a la siguiente vida si no es contigo caminando juntos por el gran sendero del último Reino ―estrechó sus dedos aún más con los del artista―. Ya estoy mejor, ahora que estás aquí.

Sus palabras perecen haber levantado el ánimo del rubio y su sonrisa logró hacer que los latidos en el botánico volvieran fuertes, su piel cenicienta y cubierta de sudor, poco a poco, recuperaba su color. Sus luces eran más intensas y su olor a mandarinas era realmente fuerte. Podía escuchar a su bestia interior rasgar las paredes de su mente y alma, pidiendo salir para reclamar a HyungWon; se negó rotundamente a dejarlo salir viendo que su novio no estaba muy lúcido o fuerte para recibir al inquieto leviatán.

― ¿Cómo te trata mi familia en batalla? ―HyungWon notó que su pareja estaba pensando de más y mejor lo distrajo con esa pregunta.

El heredero del Lago Ness tomó uno de los cuencos a lado de la cama y remojó un paño en el agua, limpió con parsimonia la cara, el cuello y la parte del pecho visible por el escote de su camisa de dormir. Se dio cuenta que el agua contenía un poco de su propia esencia a mar. Recordó las pocas veces en las que le explicaron que la esencia de su pareja relajaba en muchas formas a las bestias, confirmaba esto cuando cambiaba de humano a leviatán y el único consuelo para no perder ante un instinto animal, era la esencia de HyungWon impregnado el aire cercano a él.

―Son buenos conmigo ―se encogió de hombros―. De no ser por la magia, hubiera muerto desangrado ―su mirada se desvió a una merca en suantebrazo, Sana le cortó el día anterior con una cuchilla casi hasta llegar cortarpor completo el hueso―. De verdad no pensé que los entrenamientos serían casi a muerte.

―Supongo que nunca pensé que fueran tan suaves, crecer esperando la muerte desde la cuna... ―su respiración se volvió más lenta y le costaba mantenerse despierto―. No están acostumbrados a entrenar de una manera amable.

―Deberías dormir.

―Como deseo que te quedes conmigo ―su vista se perdió en algún punto lejano de sus pensamientos―. Pero conozco a mi padre, vendrá a primera hora de la mañana para ver si estoy bien.

―No lo culpo ―llevó sus manos estrechadas hasta sus labios y las besó con amor―. Haría exactamente lo mismo si te viera en ese estado ―ya no se le hizo extraño llevarse la mano de HyungWon hasta su rostro para poder reconfortarse con su tacto y soltar un pequeño ronroneo, ahora se sentía más natural―. ¿Vendrás al festival de invierno?

―Como si necesitaras preguntar ―sonrió, sus mejillas por fin adquirían color y WonHo sonrió aliviado de verlo volver a la normalidad―. Es en dos días ¿verdad?

―Sí ―deshizo el agarre de sus manos por unos segundos para penar el cabello de HyungWon―. Pero si te sientes mal...

―Absolutamente no ―le interrumpió―. De verdad quiero ir, me prometiste ver nieve.

WonHo sonrió, estando a pocos días de terminar el año, en el Lago Ness ya había capas delgadas de escarcha por doquier, cuando comenzó su entrenamiento y los leviatanes lo mantenían bajo tierra gran parte de la tarde y noche, en las pocas ocasiones en las que pedía permiso para subir a la superficie y respirar el aire del lago, el campo blanco siempre le daba la bienvenida y no podía evitar desear que el tiempo avanzara más rápido para verlo caminar por las tierras heladas de Escocia a su lado. 






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1. Juramento del Reino Final: Esta clase de promesas son muy poderosas ypocas veces empeladas. Creadas desde el inicio de la era mágica en el mundo quehan sido empeladas por portadores de dones muy poderosos, raros y conectadoscon el alma, el don del corazón es uno de los poco que puede hacer estaspromesas, las únicas excepciones son los dones elementales que son la magia máspoderosa después de la propia del cambiaformas concedida por el Creador deSiete. Estas promesas siguen un ritual corto, como el que hace HyungWon. Otracaracterística es su nula oportunidad de negarse a ésta, ya que una vez que sepronuncia el primer verso del juramento, las bestias ya han reaccionado yligado a un nuevo hilo de destino que los obliga a cumplir.

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Okay, fueron el total 25290 palabras para esta actu según Word, porque Wattpad no me las cuenta XD y el final del gran maratón, espero que hayan estado al pendiente y hayan leído todo lo que actualicé de Not a DUFF, la guía omegaverse, y recomendaciones donde están las 60 cosas sobre mí y si no han ido al chismecito de las 60 cosas, vayan que sabrán cosas raras de una de sus autoras favs, denle amor, no me ignoren o lloro.

Pero bueno, como los extrañaba muuuucho y después de un tremendo mental breakdown, un bloqueo fuerte de escritor y uno de lector, finalmente reviví y mucha gracias a las personitas que mandaron comentarios en otros caps y en mi tablero de Wattpad, me dio mucho ánimo saber que sigo teniendo a mis fieles Eileanmaiden. Realmente trabajé duro para esta, mucho más que en otras veces que escribo para BM (que estoy pensando en cambiarle nombre porque no suena muy elemental de mi parte y suena más como una novela erótica pero de las tóxicas al estilo de 365 días o 50 sombras de Gray, todavía trato de pensar en algo que suene imponente como un leviatán) porque ya estamos empezando la parte buena... antes de la caída a la desgracia.

Bueno, antes de que me linchen... o ¿no debería decirles si habrá final feliz o triste?

Me lo pensaré BUAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!

Para seguir el mega maratón y porque ya estaba muriendo por mostrar...

¡ESTAMOS DE ESTRENO!

No planeo contar mucho pero vayan a mi perfil a buscar el nuevo miembro de la familia: This is the Hunt, sigan las palyists que las hice con amor.


Y creo que esto ya es todo, espero seguir viendo sus preciosos comentarios, estrellitas y lecturas fantasmas para los que les gusta estar entre la sombras. 


Los amo mucho:

―𝕬𝖗𝖎

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