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7. A Brand New Omega

 Verano y mediados de Otoño, 2019.

La cámara de Poseidónestaba resguardada en lo más bajo del recinto; para llegar a ella, se debíarecorrer una larga escalera de caracol con cristales alumbrando su camino.SeokJin los lideraba a lo largo de ese inexplorado lugar para los jóvenes. Llegaronal umbral de una cortina blanca con grabados en dorado con las mismas runas quenadie ha podido leer, pero debían pintarlas una y otra vez para clamar laprotección a una de las caras de su dios: El Leviatán Blanco.

―Este pequeño viaje deben hacerlo solos ―anunció la voz amable del omega mayor―. NamJoon y yo no tenemos permitido pasar debido a que ya hemos atravesado esas puertas, tienen que ver al Creador cara a cara y esperar que él esté complacido con lo que han hecho en su vida e iluminarlos en su camino.

― ¿Alguien ha muerto en este proceso? ―HyungWon se atrevió a preguntar.

―No hasta donde sabemos ―repuso NamJoon.

―Eso no ayuda en nada ―terció HoSeok con la voz aguda.

―Tranquilos, ya han pasado lo más difícil, esto es sólo como una confirmación. Si algo llegara a pasar, estaremos aquí, a unos metros de ustedes.

Con esas últimas palabras los esposos se apartaron del camino, ambos amigos caminaron a la par y entraron.

HyungWon sintió una corriente fría subiendo desde los dedos de los pies hasta la base de su nuca, un tirón de energía le hizo caer al entrar en la cámara. El olor al océano llegó hasta sus fosas nasales, se le hizo raro no haber escuchado al quejoso de su mejor amigo.

― ¿HoSeok? ―preguntó a la nada, su voz asustada tronando a lo largo de la enorme estancia y al voltear se dio cuenta que estaba solo.

Se sentía húmeda por el pesado ambiente dentro, pero a oscuras; un omega no tiene buena visión y sus luces apenas emitían su fulgor normal. Miró hacia atrás esperando encontrar la puerta de entrada, pero sólo se topó con más piedra dura. Conforme ascendía nuevas runas le fueron reveladas, todas eran arcaicas, del tiempo de los grandes leviatanes oceánicos. Una lengua que para su pueblo está muerta, al pasar sus dedos por ellas salió una bruma azul celestre brillante que reemplazó las runas por su propia lengua.

Con la precaria luz rosada, HyungWon leía lo que estaba escrito, hasta darse cuenta que narraba un estilo de vida en las aguas más frías y oscuras en lo profundo del océano; donde su especie reinaba todo cuando abarcara el líquido de la vida. Alcanzado la última runa, ésta se iluminó con demasiada intensidad que el omega tuvo que desviar la vista a otro punto donde no pudiera correr el riesgo de quedar ciego.

La cámara se iluminó por completo dejando a HyungWon sin aliento.

Tenía del tamaño de la Sala de la Luna, pero el grado de majestuosidad era incomparable. La única tierra en el lugar, a parte de la pequeña ínsula en la que estaba parado, eran otras seis piedras distribuidas exactamente sobre una circunferencia invisible; el centro se encontraba más elevado y rodeado por una delgada capa de piedra volcánica, dentro contenía agua azul muy brillante para ser natural. En lo más alto de la instancia se localizaba lo que conocían como los cristales salvajes: cuerpos cristalinos de picos sinuosos y realmente mortíferos; de ellos una gran cantidad de agua cristalina y brillante se precipitaba hacia una fuente de agua que rebasó su límite, comenzaba a desbordarse a través de pequeños canales en dirección a las piedras con los símbolos de cada clan en ellas. En cuanto el agua tocaba la superficie rocosa, gotas de agua se cristalizaban y flotaban hacia el ambiente; pronto HyungWon se vio rodeado de las esferas.

El omega no tenía idea de qué hacer, hasta que se acercó a la orilla de la pequeña isla. Bajó un pie primero y la superficie líquida se cristalizó enseguida; soltó una risita de alivio. Al dejar la tierra y sus pies delimitaron un círculo a su alrededor, su cuerpo se suspendió como si el aire fuera el agua; dejando a HyungWon maravillado con la magia del lugar. Al ver hacia la fuente, sintió un extraño llamado que le imploraba acercarse, así lo hizo y notó que del agua en el centro de la sala, las sombras de leviatanes de diferentes tamaños y formas galopaban a lo largo del circulo volcánico. Pronto comprendió la magnitud del círculo. Tomó una honda respiración antes de sumergirse.

A comparación del lugar anterior, el frío y la textura del agua abrazó su piel una vez que estuvo completamente dentro. Frente a él se encontraba a quien menos esperaba ver: su leviatán con sus luces casi extintas.

No habían vuelto a hablar desde que HyungWon había sido reclamado por otro alfa en el clan de la Tierra; seguía obedeciendo al cambio de piel, pero la bestia realmente se distanció de HyungWon. Ahora que se encontraban frente a frente, parecía ser más salvaje que cuando lo conoció al presentarse a los diez años.

"― ¿Todavía me reconoces? ―" preguntó temeroso, extendió la mano para tocar el morro.

Éste le gruñó en respuesta, aun así, HyungWon no se rindió. Nadó para estar frente a frente, entonces notó que color en los iris del leviatán estaban apagados; el omega puso sus manos con las palmas extendidas hacia arriba confiando que no le haría daño. La bestia comenzó a mover la cabeza en dirección al desconocido frente a él, gruñendo en advertencia. Sorprendido por su extraña quietud comenzó a olfatearlo; reconoció el perfume a mandarina que relajó por completo al leviatán.

"Por fin llegas, la oscuridad me atrapó y tenía mucho miedo" la voz mental de su otra parte estaba muy débil y buscó el consuelo entre los brazos de su parte mortal.

HyungWon tomó la cabeza con mucho cariño, restregando su mejilla contra las escamas; ambos soltaron ronroneos de cariño hasta que el fulgor en sus venas volvió a ascender hacia la superficie de su dura piel y su vista regresó. Entonces dejó a su mortal y nadó mostrando su lomo.

"Sube" ordenó en voz amable y HyungWon obedeció.

Nadó hasta encontrar dos huesos saliendo a cada costado al inicio de la gran cresta multicolor, ambos recubiertos con piel tan dura como el acero más fuerte en la Tierra; sus manos se sujetaron a los cuernos y se colocó bien sobre el extenso lomo del leviatán. Cuando estuvo realmente seguro de no soltarlo, partieron a través del gran océano.

HyungWon pudo darse cuenta que estaban metros arriba de un suelo marino que jamás había visto en toda su vida, todo parecía más salvaje e incluso los peces que nadaban cerca de ellos parecían ser el doble de grandes; miró a su alrededor tratando de reconocer el océano, pero no lo recordaba en ninguno de sus viajes y al bajar la vista al lecho marino notó que se formaba un camino construido por rocas ascendentes en tamaño conforme avanzaba la travesía.

Al desviar la vista hacia el frente notó en la penumbra algo que lo dejó sin habla. Ante ellos, se cernía un derruido castillo de piedra blanca con manchas negras devorando gran parte de él. Sin embargo, su tamaño colosal lograba mantener la sensación de impresión. La entrada principal con dos columnas caídas y estatuas de ballenas partidas en pedazos descansaban en la arena vigilaban el exterior. Con la proximidad del par, la oscuridad disminuía y por detrás del castillo, un nuevo amanecer saludaba al omega viajando a lomos del leviatán; con ellos unas sombras se posaron sobre ellos. HyungWon levantó la mirada y vio a otros leviatanes nadando cerca de ellos. Aparecieron por todas partes y pudo notar que su carne era transparente, varios bancos de peces los atravesaban como si... no existieran.

"― ¿Qué son ellos? ―" inquirió el omega a su leviatán "―. ¿Ellos son reales?"

"Tan reales como nuestra historia, omega" respondió el leviatán elevándose del camino hacia la torre más alta en pie. "Ellos son nuestros antepasados quienes nos cuidan aún después de la muerte; se encargan de guiar a los nuevos adultos en la Tierra de Nadie(1) hacia el Leviatán Blanco."

HyungWon sintió una gran emoción y mientras era llevado por otros tres leviatanes frente a ellos. Buscó entre los presentes, pero jamás pudo dar con los espíritus que deseaba ver en ese momento.

"No están aquí HyungWon" respondió el leviatán ante la aflicción del muchacho "Ellas ya pasaron a la vida que el Creador les reclamó."

"―Valía la pena intentarlo." repuso haciendo un puchero con sus labios.

Los leviatanes descendieron hacia un patio con un árbol repleto de brumas de colores por hojas, todas flotando hacia arriba y desvaneciéndose con rapidez. En las raíces se podía ver a un leviatán, posiblemente el más grande en toda la historia de su pueblo, de quien HyungWon llegó a contar veinticinco huesos en la cresta blanca con vetas doradas al término de la misma y una cola tricéfala con extensas membranas doradas.

El leviatán rosado descansó en la arena del patio, a una distancia considerada. Sus compañeros de viaje rápidamente se colocaron entre cada espacio del arco rodeando el patio; todos atentos a lo que pasara. HyungWon sintió la penetrante y afable mirada del leviatán más grande y descendió del lomo, llevándose una sorpresa de ver cómo su parte bestial se encogía y comenzaba a tomar la forma mortal que HyungWon tenía al estar en tierra. El muchacho frente a él era igual al omega, claro que su cabello se tornó morado brillante al igual que sus luces, sólo que los orbes conservaron el color rosado. HyungWon seguía con su apariencia normal y sus ojos, de la misma manera que en sus sueños, los tenía claramente dominados por el color morado. El leviatán extendió la mano hacia HyungWon, quien aceptó ser conducido hacia el gran animal descansando sobre las raíces de aquel místico árbol.

Al sentir su proximidad, el primer leviatán despertó de su letargo. Extendió su largo cuello mostrando su poder ante los recién llegados y al tenerlos en frente inclinó la cabeza para respirar ambas esencias de ambos, las cuales pudieron verse en forma de hilos blancos en dirección al morro blanco. HyungWon quedó sin habla al ver que los ojos sin pupila del leviatán eran como un lago de oro, pero con el poder suficiente emanando de ellos para hacerlo saber que estaba observándolo.

"―Son HyungWon, hijo de Son HyunWoo y Yoo KiHyun ―" declaró la voz con un efecto de eco en ella, era cálida como la seda al acariciar la piel "―. Omega, con mi bendición del Corazón y el vocero de la tierra en el agua. Excepcional, pero al mismo tiempo incompleto".

HyungWon quedó desconcertado por las palabras de su Creador; el mundo a su alrededor comenzó a desvanecerse, volteó hacia su derecha y su mitad bestia también desapareció; asustado miró hacia el leviatán frente a él. Se sorprendió de su proximidad casi inexistente, con una vista perfecta hacia las lagunas de oro en sus enormes cuencas, mostrándole al pequeño cachorro humano.

"―Quitaste algo que no te pertenecía, regresa y ve a través de otros ojos el crimen que has cometido."

Fuero las últimas palabras antes de que se desperezara de su lugar y atravesara el cuerpo de HyungWon con su energía y lo devolviera a su mundo.

La noche del banquete siempre quedará en la memoria de HyungWon, pues después de despertar de la reunión con el Leviatán Blanco. HoSeok estaba a su lado en una cueva sin nada especial más que un círculo con runas que ninguno entendía. Ambos salieron para darse cuenta que era la misma cámara en la que entraron. En cuanto regresaron a la entrada ya era por completo entrada la media noche y el pueblo los esperaba en el patio principal atrás de la Casa de los Líderes, más tarde les fue entregadas sus armas. HyungWon se sintió de nuevo feliz por tener los guanteletes entre sus manos.

En el trascurso del banquete corrió vino dulce, grandes cantidades de alimento, cerveza especiada y muchos espectáculos organizados por miembros del clan e incluso los extranjeros ayudaron en la preparación de bailes tradicionales o ambientar el lugar con música; durante esa fiesta HyungWon se volvió a topar con el alfa que derrotó de cachorro. Fue bastante cómica la situación, pues el alfa al ver el gran cambio y belleza de HyungWon intentó cortejarlo sin éxito, suceso que manchó aún más su reputación como alfa, pero el mayor se lo tomó con gracia y le prometió valorar más a un omega viendo que no era tarea fácil conquistar uno. Después de dos tarros de cerveza con especias del clan de la Oscuridad, ofrecido por dos demonios alfas muy bien parecidos; y un par de danzas junto a su melliza y mejores amigos, HyungWon que se retiró del lugar a caminar y hablar con NamJoon sobre su futuro en la manada.

En el trayecto, el omega respondía a las preguntas de su mayor y viceversa, incluso desviaban la conversación hacia lo que ha pasado en la manada o cómo HyungWon pasaba sus días libres en otros clanes.

―Sobre tu elección de casa ―dijo NamJoon, luego de escuchar todos los planes de HyungWon para cambiar los campos de cultivo y atmósferas―. ¿Ya has elegido dónde vivir?

Casualmente el omega llegó a la zona que buscaba, en los más alto de la colina se cernía una cabaña descuidada y que nadie en la manada ha tocado desde que era un cachorro. HyungWon llegó hasta la pequeña muralla sin terminar de construir hecha de piedras que cercaba un jardín infestado con hierba alta, el caminillo de piedra hacia la morada también desaparecía entre tanto verde.

―Creo que esta cabaña es perfecta, colinda con aquella pequeña cascada y puede que haga algo con ella... además, tiene una vista perfecta hacia el clan. Podré vigilar los cultivos desde una segunda planta y el espacio sobre la colina me permitirá expandir la casa para mis proyectos caseros ―describió HyungWon recargado los codos sobre la cerca de piedras que le llegaba hasta la cintura.

―Creí que era casualidad, pero al parecer la sangre te llamó ―expresó NamJoon al tocar el marco de la puerta―. Amber solía vivir aquí hasta que se casó con Krystal y tomaron la casa en la que ahora viven tus padres.

El comentario dejó al omega sorprendido, se dio cuenta que los ojos de NamJoon reflejaban una nostalgia tan grande que le deban ganas de llorar por su difunta familia. HyungWon se sentía culpable de no revelar la verdadera razón de la elección: La casa estaba muy cerca del túnel que encontró hace años para salir a la superficie y lo llevó hasta WonHo, deseaba saber si nadie más lo había descubierto y ocultarlo para que nadie lo volviera a encontrar. Firmemente se propuso darle un estricto uso para casos de extrema emergencia, nunca imaginó que su abuela habitara ese lugar. Una razón adicional para sentir más cariño al lugar.

―La casa es tuya.

Por las siguientes semanas, el omega estuvo despierto desde el amanecer hasta ya muy entrada la noche arreglando su hogar, siempre contando con la ayuda de su familia. Tener un poco más que un par de alfas ayudando en las labores pesadas de vez en cuando, facilitaron la mudanza de HyungWon a la cabaña.

Una acogedora casa de dos pisos fue puesta en funcionamiento demasiado rápido.

HyungWon estaba realmente feliz de ya poder usarla; hubo un par de inconvenientes con un hongo provocado por el exceso de humedad que retrasó el proceso unas dos semanas, al reemplazar toda la madera dentro de la construcción; el hongo infestó gran parte de los tablones en toda la casa, recurso que el omega no desaprovechó en conseguirlo como muestra. Los terranos le enseñaron que cualquier cosa producida de la tierra puede darle un fin diferente al que se podía ver a simple vista.

El patio delantero lo arregló y crio su propio jardín repleto de flores rosas y moradas, para seguir recordado a la familia que habitó ese lugar y perdió, en la puerta grabó con runas la palabra "Botánico"; levantó de nuevo la cerca de piedras y se deshizo de la puertecilla para nunca negar la entrada a su morada. La primera planta era su área de trabajo casero, dividiéndola en tres partes.

La entrada y primera recámara era como cualquier estancia sencilla en una casa, una cuenca de roca fue cubierta por cojines suaves si llegaba a tener visitas que no fueran familiares o amigos y debían esperar. HyungWon dejó su bolso confiable en las salientes rocosas a un lado de la puerta y se dirigió a la habitación contigua para supervisar su trabajo.

A la derecha se abrieron dos partes de la casa y tuvo que ampliar su casa para colocar sus prototipos de atmósferas con las cuales ha practicado en los cinco clanes; todas controladas por un hechizo que logró dominar gracias a sus mentores a lo largo de sus estudios. La estancia no parecía estar ahí, puesto que la entrada era una pared de cristal muy duro y opaco; una que ningún intruso jamás podría evadir, la presencia de HyungWon hizo que las runas en el suelo abrieran la dura superficie con el sonido del mineral resquebrajándose y mostrando una puerta al botánico junto a su interior.

Dentro habitaban seis ecosistemas conviviendo el uno con el otro en total harmonía. En aquellos espacios plantó muchas especies de flores y árboles enanos típicos de esas regiones para saber si sus hechizos habían funcionado; se alegraba de saber que iba por buen camino, algunos no sobrevivieron, hecho que no pudo doblegar la voluntad del omega por seguir sus experimentos y diversificar las especies vegetales y de árboles en su clan, darles por fin más que sólo bayas de agua o frutos que debían consumir una vez cada cierta estación o pedirlas a otros clanes; cuando en el ecosistema adecuado podrían gozarlo dos o tres veces a la semana.

Una vez revisadas sus plantas y anotado sus observaciones en los pergaminos apostados en la meda del centro, salió de la habitación. Ya era un poco tarde y la luz se extinguía casi por completo; fue a buscar unas especias para un baño con aromas que lo relajaran y disfrutaría de su primer fin de semana en su casa en el cuarto frente a su Edén.

Un marco semicircular de roca indicaba la entrada a una habitación única, HyungWon la destinó para ser su almacén, albergando muchos compuestos, esencias, tónicos, especias y muestras especiales con las cuales ha experimentado a lo largo de los años para crear desde nuevas especias aromáticas o comestibles hasta mejorar los supresores que se usaban en su clan. Llenó las paredes de estantes con estantes y frascos, pero lo más lindo era un cráter en el centro, con el tamaño adecuado para albergar a dos osos adultos. Dentro de ella creció una población muy favorable de minerales que relajan el cuerpo; la ha estado reservando para los celos más fuertes que llegasen a presentarse en alguno de los leviatanes o cualquier cambiaformas presente en la manada, puesto que así podría usar los nuevos supresores(2) o para usarlo en su celo.

Desde los trece años, sus días de calor le han causado mucho dolor que pocos supresores han logrado aliviar el incómodo momento. Afortunadamente pudo diseñar junto a sus maestros su dosis para sobrellevar esos bochornosos días solo. 

HyungWon tomó el frasco conhilos diminutos color lila y subió a la planta donde residía. Pasó por lapequeña sala y cocina; dejando atrás la habitación que designó por si recibíavisitas hasta la suya. El ventanal cubierto en la parte superior por unafrondosa enredadera servía de cortina y darle privacidad al omega, el sillónrocoso cubierto igualmente con cojines muy esponjosos se encontraba una montañade todos los historiales y diarios de campo desperdigados a lo largo de éste;toda esa semana no ha parado de perfeccionar su trabajo y realmente dormíaapenas lo suficiente, es por eso que iba a darse la ducha con la especia ydormir por un periodo de tiempo decente. Fue al cofre enfrente de su nido ybuscó su ropa de cambio una vez que saliera del baño. Al sacar sus prendas unacadenilla de oro resbaló hasta sus pies.

Al verla, sus promesas cayeron como un raudal de agua brava, despedazándolo.

Te amo HyungWon.

Cásate conmigo.

Quiero ser el alfa que mereces.

Nuestra vida juntos me importa más que mi propia manada, ni loco voy a dejarte ir al Clan del Agua solo.

―Mentiroso ―farfulló mirando con furia la cadena, la tomó furioso y la ocultó en lo profundo del cofre, prometiéndose deshacerse de ella más adelante.

Cerró la tapa con brusquedad y se encaminó a una puerta dentro de su recámara, caminó por el puente de madera hacia la cueva donde nacía un afluente de agua termal a un costado de la entrada a la cueva. El espacio se encontraba bien abastecido con cristales de luz, sus cosas de aseo y aromatizantes en polvo, todos acomodados en una mesita de madera con un mortero de madera de nogal oscura y un pistilo de piedra pulida.

HyungWon tomó una cuerda a unos metros de la gran tina natural de piedra negra, dio un fuerte jalón y una red oculta de tubería comenzó a tomar el agua termal y depositándola en el interior del cráter. El omega sacó tres varillas del tamaño de un pulgar y molió las laminillas hasta dejarlas polvo, depositándolas en el agua humeante. Se quedó un buen rato en la tina hasta que los cristales de luz cambiaron sus colores cálidos a unos muy fríos y el agua hizo lo mismo.

Aunque sus especias cumplieron muy bien sus papeles de relajar su cuerpo, no consiguieron que conciliara el sueño en lo más mínimo. HyungWon rodaba entre las pieles y sábanas tersas de su nido, siempre cambiando de una posición a otra, harto de no poder dormir decidió ir por una caminata nocturna. Se arropó con una piel gruesa ante el cambio de temperatura que sintió al abandonar su nido, por si acaso llevó sus guanteletes.

Si estaba en lo cierto el túnel debería seguir sin ser descubierto, grata fue su sorpresa al ver que la madreselva había crecido y casi vuelto imposible la visibilidad del túnel incluso para HyungWon. Se sintió de nuevo como el niño travieso que fue hace dieciocho años humanos al toparse con ese pasaje secreto hacia la superficie. Con mucha calma recorrió aquel pasillo de piedra y tierra húmeda acariciando las paredes de tierra, incluso disfrutó entrando al agua de la cueva y chapotear en ella antes de recorrer el laberinto de pasajes submarinos que recordaba con claridad, hasta llegar a la superficie del Lago Ness, donde la luna creciente acariciaba la piel del leviatán.

Gracias a su arduo entrenamiento cambiando de piel, ha sido capaz de mantener tanto sus luces bajas como una forma humanoide con las habilidades de leviatán; reduciendo sus preocupaciones por ser avistado en la tierra del enemigo. La soledad de esa parte permitió a HyungWon regocijarse nadando entre las frías aguas del lago; adentrándose en lo más bajo del lecho viendo que varios peces se acercaban con curiosidad ante el nuevo invitado, unos jugaban con él rozando su piel e incitándolo a seguirlos. HyungWon los perseguía por un rato y luego los dejaba irse, hasta que su curiosidad pudo con él y nadó por debajo del agua hasta el lugar que no planeaba ir en un principio.

Salió a respirar y divisó la gran roca donde solía reunirse con WonHo a poca distancia de la morada humana más grande que había visto de cachorro; la distancia desde al agua con la superficie era un poco grande, así que se sumergió para tomar el impulso en el agua y saltar hacia la roca aterrizando de manera elegante sobre sus metatarsos. Sintió un poco de frío al ser besado por el aire y rio al ser un poco olvidadizo dejando todo en la cueva, aumentó su cambio y recubrió su cuerpo con escamas para conservar el calor en su cuerpo.

Estar en la cima de la roca despertaban en él la nostalgia sobre en sus hombros, rememorando al cachorro humano que amó de un niño. Sí, HyungWon se enamoró siendo una cría y no el adulto que se creyó al terminar de raíz todos sus problemas de esa forma tan horrible; hasta la actualidad seguía lamentando su decisión; sin embargo, no desistiría de lo que hizo. Se acercó a los matorrales que evitaban la vista hacia el hogar del cachorro, que ahora ya debería ser todo un adulto, intentó bajar un poco la rama adyacente a sus ojos, justo en ese segundo se detuvo. No debía, WonHo era su pasado y así lo mantendría.

Entonces se dio cuenta que había sido llevado a ese lugar gracias a su leviatán interior, no buscaba pelear con él y mucho menos hacerlo enojar después de haber hablado con él en mucho tiempo; así que se sentó en la piedra para sentir un poco sus recuerdos junto a WonHo en ese lugar. Se quedó sin hacer nada más que relajarse con el sonido de las olas chocando contra la orilla hasta que meditó las palabras del Leviatán Blanco.

Quitaste algo que no te pertenecía, regresa y ve a través de otros ojos el crimen que has cometido.

Palabras que no entendía del todo, pero una parte de lo creía estar seguro: Él arrebató memorias a base de engaños. Lo que no comprendía era ¿por qué se molestaba? Si desde el comienzo del mundo después de la Gran Guerra han declarado que los humanos y cambiaformas son completamente diferentes entre sí, tanto por su magia como por sus capacidades y habilidades; tras la Gran Guerra se convirtieron en sus acérrimos enemigos y borrar toda pista mágica del mundo humano era lo correcto en su clan... En realidad, para TODOS lo clanes, ¿por qué el Leviatán Blanco lo veía con malos ojos? ¿Qué intentaba comunicarle?

Así se quedó un rato hasta que realmente tuvo que irse para intentar dormir y esperar el día siguiente.

HyungWonse levantó muy temprano para prepararse en la Sala del Consejo en la Casa delos Líderes, donde presentó su proyecto más ambicioso y que comenzó a trabajaren cuanto pisó tierra extranjera: Ecosistemas independientes en terrazas circularesy colgantes; servirían para plantar nuevos capullos de flores ricas en oxígenoque soportarían los climas extremos subterráneos, dichas terrazas albergaríanincluso hasta árboles si lograban hacer que pedazos con la cantidad suficiente detierra y fueran escritas runas. Quizá podrían contar con la bendición de unterrano elemental(3), si la Alfa Líder accediera a venir por supuesto traerían consigo una nueva era de fertilidad como nunca antes vista desde la época Antigua. Diversificarían los cultivos comestibles que HyungWon ya ha provado en su propia casa haciéndolos florecer, incluso traía múltiples perlas del recuerdo entre sus registros y pergaminos repletos de anotaciones con sus éxitos y sus fracasos.

Todos sin excepción alguna, desde le más severo de los ancianos, pasando por el ceño relajado de las sacerdotisas, las miradas de orgullo de YoonGi como jefe sanador y su tío Mark quien vigilaba las cosechas y a los agricultores, hasta NamJoon; quedaron realmente impresionados por el avanzado y bien pulido desempeño como botánico en unomega tan joven.

El omega no sólo se convirtió en un buen practicante de su profesión, sino que fue más allá de lo que se pedía: estudió a fondo los ambientes de otros clanes, pasó noches en vela aprendiendo hechicería y runas para poder crear barreras los suficientemente fuertes que soportaran climas reales y extremos; a partir de otra magia se adiestró para generar esas condiciones donde igualmente tuvo mucha ayuda para dominar; también estaba el hecho de que ahora exponía sus especias en los mercados para poder darles una mejor vida a su pueblo y el uso indiscutible de su don demostraba a toda la manada que había aprendido mucho en tan poco tiempo.

HyungWon compartía los pensamientos de todos: era ridículamente rápido aprendiendo, pero estudiar se convirtió en una forma para disuadir el dolor ante la pérdida de WonHo por mucho tiempo; que se olvidó por completo que mientras más conocimiento adquiría y mejor desarrollaba su magia, su edad avanzaba sin tropezones. Para cuando se dio cuenta del camino ya recorrido, fue demasiado tarde. Haciendo sus cuentas WonHo solamente tendría veinteseis años y él veintidos; pasaron diecocho años humanos, nunca esperó que el dolor hiciera de él todo ese avance, incluso llegó a preguntarse si lo que había hecho con su cachorro fue lo correcto.










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1. La Tierra de Nadie: plano entre lo vivo y lo muerto; cambiaformas de muchos clanes viajan a ese mundo en busca de un consejo a sus dioses.

2. Supresores: Todos conocen su finalidad, ayudan a calamar los síntomas en la época de celo de un cambia formas; el punto que realmente se resalta es que por cada clan se aplican de manera diferente. Los leviatanes al ser seres de agua, se deben aplicar en la inmersión del cuerpo del ser con una mezcla de agua y un supresor; el frío y las especias que llenarían el agua calmarían el dolor que se sufre en el celo.

3. Terrano elemental: Aquel cambiaformas el Clan de la Tierra con el don elemental de la Tierra.

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Una notita:


Hola a todos, sí, ya sé mucho tiempo sin aparecerme por Wattpad. La contingencia se puso en nuestro favor, a pesar de que tengo demasiados deberes en la universidad, escuela y familia, he podido tener tiempo de dedicarles al menos tres capítulos para que se distraigan en esta cuarentena. 

Protéjanse, no salgan, no saluden de beso ni nada de eso, hay que cuidarnos a nuestras poblaciones más vulnerables.

Espero y que no se les haga tan larga para llevar muy poco, se los prometo, vale la pena ya que es mi mundo lo que les traigo y con ello, se viene muy pronta la reunión del 2won dentro de unos capítulos más, no me pierdan fe, que yo hago esto con mucho cariño. Si notan que no dejo notas en cada capítulo, es porque soy de las autoras que ODIA ponerlas, salvo en ocasiones especiales; en realidad soy muy abierta a las conversaciones, o pregúntenle a mi esposa de ello. Si lo desean y quieren preguntarme cualquier cosa referente a la saga, pueden encontrarme en mi cuenta de Twitter:

Sin más que agregar...

Paz y bye.

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