Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01

─¡El vuelo a Gyeongsang ha llegado!

Giró su rostro hacia el lugar donde provenía la voz y sonrió ampliamente sin poder contener más la emoción. Varias personas a su alrededor empezaron a moverse rápidamente hacia las puertas grandes que encaminaban al avión. Con agilidad recogió sus maletas, arregló su pelo y planchó su ropa. Una vez había acabado, suspiró suave, el momento había llegado y su vida iba a cambiar luego de poner un pie en ese avión.

Para bien o para mal, no le importaba, porque lo único que deseaba en ese momento, era poder subirse y comenzar su nueva vida.

Cambridge siempre fue de aquellas universidades públicas y a la vez privada, donde nadie conocía lo que se hacía ahí, pero se sentían orgullosos de estar dentro únicamente porque era Cambridge. Precisamente así se sentía Han Jisung.

Se esforzó mucho para poder conseguir la becca en aquel campus. Hubo meses en los que incluso perdió sus amistades por no tener tiempo de salir cuando prefería quedarse estudiando en casa.

Sí, probablemente sufrió mucho en aquellos años, cuando lo llamaban el cerebrito del salón o nadie se sentaba a conversar con él porque siempre estaba realizando tareas, pero todo aquello justifica muy bien ser ahora un estudiante de intercambio con todo pagado y asistiendo a uno de los mejores institutos mundiales.

Cada gota de sus lágrimas en la secundaria valía toda la maldita pena cuando ahora viviría en un estado diferente, conociendo más personas y viviendo la vida que varios anhelaban.

─Buenos días, soy Han Jisung ─se presentó ─¿Podría usted darme las llaves de mi habitación?

Después de cruzar por todo el campus, llegó hacia el edificio general donde estaban los salones de estudio y el de los profesores. Fue hacia el vestíbulo y la rubia frente a ella le sonrió de igual forma ─ Claro, tu casa es foxy ─anunció señalando a lo lejos un gran edificio color rojo ─ Es esa de ahí, la mascota de tu casa es un zorrito ─sonrió de nuevo y le entregó las llaves que tenían un pequeño llavero de color rojo y en forma de la cabeza de un zorro.

─Gracias ─tomando sus cosas, se marchó hacia su casa.

Cambridge, como muchos otros institutos, tenían aquella modalidad de poner a los jóvenes en casas al estilo Hogwarts. Los extranjeros o residentes de otros Estados de Corea (hombres y mujeres) eran ubicados en la casa roja llamada foxy, los profesores y Coreanos que tenían un linaje de tres generaciones asistiendo al campus eran ubicados en el edificio azul, no tenían un nombre, pero se hacían llamar los premiums, y por último, el de algunos residentes de Gyeongsang (también hombres y mujeres) nuevos, su casa era lions y su edificio era amarillo.

Haberse aprendido eso fue un dolor total de cabeza para él, pero sabía que valdría la pena, de alguna u otra forma.

Los estudiantes que pasaban a su lado lo saludaban, a veces con una sonrisa o alzando la mano y moviendola. Todos parecían amigables, el ambiente era de pura emoción y él solo podía morirse de alegría.

En su camino a su edificio se topó con los que serían, sus compañeros de casa. Personas altas, bajitas, blancas, morenas, de ojos claros, de ojos oscuros, con pelo largo, corto y su favorito, rizado. Sentía sus ojos brillar, sería el mejor año de su vida.

─¡Hey! ¿You speak English? ─preguntó un bonito chico de pelo rojizo y sonrisa brillante.

─Yes ─respondió.

El joven frente él suspiró de alegría ─ ¡Oh Dios! jamás pensé que se me haría tan difícil conseguir alguien que hable inglés.

Jisung sonrió también ─No te preocupes, si te das cuenta, llegamos temprano, aún faltan muchos más estudiantes ─calmó ─¿Cómo te llamas?

─Soy Hwang Hyunjin ─presentó ─ Coreano y tengo 20 años. Mi mamá es coreana y mi papá australiano. Viví con él desde los ocho, así que por eso hablo bien el idioma.

─¡Woah! ─dijo ─Yo soy Han Jisung, coreano y tengo 19 años.

Hyunjin le sonrió ─¿Qué habitación te toca?

El castaño miró su llave, un número de tres dígitos asomándose en un papel blanco ─Voy en la 328... aunque este edificio no parece tener 328 habitaciones ─habló confundido.

El pelirojo soltó una carcajada ─No, Sung ─apodó ─El 3, es porque tu piso es el tercero; el 2 porque tendrás que compartir tu habitación con una persona más, y el 8, ese lo tenemos todos ─sacó una llave de su bolsillo y mostró su número ─Mira, yo soy del 238, el 8 significa la hora de salida y entrada al edificio.

─¿Solo podemos salir a las ocho, y tenemos plazo hasta esa hora para entrar? ─preguntó. Hyunjin asintió ─ Increíble.

─Lo es ─afirmó ─Déjame ayudarte con tu maleta, aquí no tenemos ascensores, podrías lastimarte.

─Muchas gracias.

Y así con la ayuda de su nuevo amigo, Jisung pudo llegar a su piso de casa con su maleta completa y un Hyunjin un tanto sudado. Iban a proseguir por los pasillos cuando una voz en los parlantes los hizo detenerse.

─Estudiantes de Foxy, estamos agradecidos de tenerlos aquí. La casa organizó una reunión de convivencia en el primer piso ─dijo una voz femenina ─Porfavor, alumnos del segundo y primer piso, ayuden con la decoración, dejemos que los del tercero se instalen ¡Feliz inicio de año! ─y luego solo llegó el silencio.

─Bueno, lamento dejarte aquí ─se disculpó el mayor.

─No hay problema, gracias por tu ayuda, Hyun ─apodó también.

Se sonrieron, tiempo después el pelirojo se fue hacia el primer piso.

Jisung sonrió, había conseguido su primer amigo y compañero de casa. Había sido un gran progreso y tan solo era el primer día de presentación. De repente los nervios lo azotaron. Buscando en su bolso, se desesperó más al no encontrar su libreta de mano.

─No, no, no ─se dijo ─Yo la puse aquí, joder.

─¿Buscas esto? ─preguntó un rubio parado en la escalera mientras en su mano sostenía una libreta café ─La encontré en el segundo piso. Pregunté de quién era, pero nadie respondió, así que supuse...

─¡Gracias! ─gritó el castaño corriendo hacia él y abrazandolo de repente ─En serio, gracias, muchas gracias.

El rubio sonrió por la ternura del contrario, haciendose hacia atrás le entregó la libreta, y sin decir más se volteó para bajar ─ Cierto, soy Yang Jeongin, del 238 ─con su mano derecha, se depidió.

─¡Soy Jisung! ─pero el rubio ya estaba demasiado lejos para escucharlo.

Sosteniendo firme su libreta, se sentó en el último escalón de la escalera y sacando su boli empezó a anotar su famosa lista de problemas. Ahora que había llegado a la universidad, hacer su lista diaria no tenía nada malo.

Lista de mis problemas

1. Tengo amigos.

¿Por qué eso era un problema? Porque si bien los amigos podrían ayudarlo y ser su apoyo durante el año, también podrían distraerlo de sus estudios, además, a la larga, posiblemente ellos se alejarían de él por ser un "come libros" y lo dejarían con un vacío profundo porque ya les había tomado cariño.

Carita triste.

2. Mi casa es roja.

Hacer de eso un problema también era una ridiculez, pero el rojo le afectaba mucho. Por varias razones y miles recuerdos, pero si se concentraba, podría lograrlo. Además, el rojo es un color pasional, un color intenso, y en una casa donde hombres y mujeres están mezclados solo por ser extranjeros, el rojo no era una ayuda.

3. Hyunjin se me hace bonito.

Si lo veía desde otro ángulo, eso no era un problema. Sin embargo, a Jisung le gustaba fijarse en todos los factores posibles. Hyunjin se le hacía bonito, no, bonito es poco. Hyunjin se le hacía jodidamente atractivo, no solo por su físico, sino por su carisma y su bonita sonrisa. ¿Cuándo eso se convertiría en un problema? Cuando en lo único que pueda pensar, fuese en el pelirrojo.

4... no había más problemas, eso era un beneficio.

Cerró la libreta, satisfecho por no tener más obstáculos con los que lidiar. Tomando su maleta, avanzó por el pasillo, su habitación era la penúltima, lo cuál solo era una desventaja total. Revisó el número frente a la puerta, y confirmó que era la de él, la 328.

Colocó su mano en el perillo, una tela roja con amarillo impidiéndole girarla del todo.

Sin darle muchas vueltas al asunto, entró a su habitación preguntando inocentemente - ¿Por qué hay una corbata en la puerta?

Y él de verdad deseaba hecharse cloro en sus virginales ojos.

Porque justo frente a él, había un chico azabache, alto y con músculos definidos que tenía a una bonita morena gimiendo desesperada su nombre. Ambos jóvenes corrieron a tapar sus cuerpos con alguna sábana o ropa que encontraban, él pudo aprovechar ese momento para cerrar la puerta. Pero no lo hizo.

No podía hacerlo, cuando al encontrarse con los ojos grises de aquel azabache, aquellos sentimientos que había ocultado tanto tiempo, volvieron a salir a flote de un solo golpe. Se quedó ahí, congelado, sus manos sudando a más no poder y las lágrimas asomándose por sus ojos.

Eso debía ser una jodida broma.

-¿Hannie? -preguntó él, su voz sonando áspera, incluso con un toque de sorpresa. El apodo revolviendo su interior provocandole ganas de vomitar y llorar hasta más no poder.

4. su compañero de cuarto era Lee Minho, su ex novio.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro