Entró a su habitación y dejó el ramo sobre la pequeña mesa que había en medio de la habitación, tomo asiento sobre la cama y suspiro.

Algo realmente no entendía y ni siquiera quería entenderlo para no llegar a resultados nada alentadoras.

¿Porque siquiera le regalo aquel ramo de rosas? Y para terminar de dar en el punto, estaban pintadas, ni siquiera eran rosas rojas naturales.

Volteo hacia las rosas y prefirió ponerlas sobre un jarrón qué estaba en la habitación, fue al baño para llenarla con agua y las deposito, suspiro y prefirió darse un baño para poder bajar a la cena o el rey vendría por su cabeza.

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Jungkook tomo asiento en su lugar mientras Yoongi mantenía la cabeza baja, la bandeja con comida fue depositada en la mesa y comenzó a ser servida.

- ¿Piensas hacer algo el día de mañana Yoongi?

El rubio negó, aunque sinceramente no quería siquiera salir del castillo.

-Perfecto, iras conmigo mañana al campo de golf.

Yoongi asistió y comenzó a comer, en silencio observaba al rey y sus actitudes, noto una cicatriz en su pómulo derecho y en lo que mostraba de su cuello, un lunar de corazón.

Noto las espesas pestañas de sus ojos y los rizos de su pelo, le calculaba aproximadamente veinticinco años encima y seguramente comenzó a gobernar a sus dieciocho.

El anillo de matrimonio aun estaba en su dedo anular, tan brillante y dorado, demostrando con orgullo que su matrimonio estaba aún sólido.

Aunque no veía a nadie más que él.

-Alteza, ¿Su esposo no bajara a comer?

Jungkook alzó la mirada y negó.

-Él está muerto.

Yoongi trago saliva, había metido la pata.

-Lo lamento mucho.

-No lo lamentes.- y limpio las comisuras de sus labios con la servilleta. -No importa, solo para mi y todo el Reino, él esta muerto.

Yoongi asintió confundido y tomo el cubierto para comenzar a comer tranquilamente.

-Dime Yoongi-Mencionó el rey mientras tomaba la copa de oro. -¿Como fue que llegaste aquí a Humaland?

El rubio suspiro y dejo los cubiertos para poder explicar su llegada al Reino de las Maravillas.

-Vera Alteza, realmente ninguna razón por la cual estoy aquí, solo estaba de viaje... curioso por la vida en estos rumbos.

Jungkook trago el vino que tenia en la boca y sonrió.

-Ya veo... entonces no llegaste por la madriguera.

Yoongi se sorprendió por como sabiala manera en la que había llegado, trago el trozo de carne qué había en su boca y negó.

-No señor, no llegue por la madriguera.

Jungkook tomo sus cubiertos y corto un trozo de carne y la llevo a su boca con el tenedor, dejo los cubiertos y miro al chico frente a él que estaba tratando de mantener su calma.

-Verás Yoongi, te pregunto esto porque fácil, serás parte de mi corte, mi caballero de compañía. Esto es por eso por la cual te secuestre.

Yoongi alzó la cabeza rápidamente y suspiro.

- ¿No me lo pudo pedir así sin más?

-Sabia que te negarías, pero realmente me ahorre la situación y por eso estas aquí, las cosas más fáciles.

Yoongi suspiro y se levantó, dejando la servilleta sobre la mesa y suspirando.

-No, yo no quiero ser su caballero de compañía ni nada, yo no pedí estar aquí.

Jungkook se levantó de golpe y sonrió.

-Yo siempre tengo lo que quiero y esta no será la excepción, sino quieres que mueran el Sombrerero y la costurera qué son como tus hermanos ahora, más te vale que cooperes.

Yoongi simplemente salió del comedor y Jungkook sonrió, sentándose de nuevo sobre su asiento y tomando vino.

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Hoseok entro al castillo del Marmóreo cuidando de no pisar la cauda del traje del Rey Blanco.

La manera de caminar del rey era tan parecida a flotar, caminaba con cierta gracia y elegancia, sus manos se movían con timidez y sus ojos marrones resaltaba entre tanto blanco y gris qué había de color.

En la entrada del castillo, las pequeñas flores rosa pastel daban la bienvenida además de la nieve de la temporada.

Era invierno en Marmóreo, así que era entendible.

-Bienvenidos muchachos, en cuanto los gemelos Tweedledum y Tweedledee me dijeron que tenían algo urgente que decirme... vine a recibirlos.

El Sombrerero se quito el sombrero y se inclinaron para mostrar respeto ante él rey blanco, sonrieron y Hoseok suspiro.

-Rey Blanco, venimos ante usted para pedirle ayuda de su parte.

-Ustedes dirán, pero pasen al jardín para tomar el té.

Todos corrieron hacia la mesa, dejando atrás a Gahyeon, Hoseok y Jimin, tomaron asiento y los sirvientes comenzaron a servir el té y las galletas.

La señora ratona daba ordenes para que la Liebre y los gemelos guardarán calma, ya que estaban frente a la realeza.

Hoseok recuerda con nostalgia haber creado la corona que ahora Jimin tenía sobre su cabeza, diamantes y plata, con materiales nacidos en el Marmóreo.

Recuerda perfectamente a la Reina del Marmóreo, era parecido a Jimin.

Tal lindo y perfecto.

-Díganme señores ¿Que era eso tan importante que querían decirme?

La señora ratona dejo su taza sobre el plato de porcelana y miro al rey.

-Señor, estamos aquí ante usted para pedirle su apoyo para salvar a...

Hoseok metió una dona glaseada a la boca de la señora ratona, se acomodo mejor en su asiento y suspiro.

-Vera señor soberano, estamos aquí para... pedirle su ayuda.

Jimin noto la desesperación en los ojos de Hoseok, y allí supo que la situación era más seria de lo que imaginaba, miró hacia la puerta a Taehyung y venir hacia ellos.

Los invitados se sorprendieron al ver al esposo del Rey Jungkook con su hermano, ¿Que estaba haciendo allí? Y justamente ahora comprendía el porque Jungkook había tomado su corona y había ordenado olvídar al Rey Taehyung.

Ahora todo tenia más sentido.

Pero ahora no debían de protestar o siquiera dejar en evidencia al rey, debían de salvar a su amigo.

Y si el mismo rey pedía la cabeza del plebeyo como ahora lo nombraba Jungkook, debían de hacerlo.

-Señores, bienvenidos al reino del Marmóreo.

Todos asistieron y miraron al rey blanco.

-Pero hablen señores ¿Para que querían mi ayuda?

Hoseok suspiro y miro a Jimin.

-Mi amigo, el pianista que había escuchado en aquella ocasión... fue secuestrado por su hermano, el Rey de Corazones.

Taehyung le había tomado por sorpresa ¿Que había dicho el Sombrerero? ¿Jungkook había llevado a alguien más? Pero momento, solo habían dicho que estaba secuestrado, ¿Que debía de hacer? No, debía de quedarse en silencio y escuchar lo que iban a planear.

-Que terrible noticia ¿Pero como fue?

-Hoseok y yo fuimos como siempre a Locoland para nuestras ventas, pero él junto a Yoongi iban hacia el submundo, el ejército de cartas del Rey de Corazones nos atacó, junto a la bestia y el Jabberwocky, no supe en que momento, nos atacaron y bueno... ahora no se donde pueda estar.

Jimin negó realmente preocupado por la situación, y ahora que sabia que su hermano tenia al pianista en sus manos, no tenía ideado un plan fijo.

Taehyung noto que aquella noticia le había afectado a Jimin, apreto el puño y miro a los invitados.

-Una disculpa señores, pero el Rey Blanco no creo que ayude.

-Cállate Taehyung. -Ordenó Jimin, miró a sus invitado y suspiro. -Los ayudare, pero denme un poco de tiempo para idear un plan mejor, pueden quedarse en el castillo para protegerse, no se preocupen.

Hoseok sonrió feliz y tomo la mano de Jimin para darle un beso en los nudillos.

-Muchas gracias mi señor.

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-¿No crees que te vas a tomar muchas libertades con esos plebeyos Jimin?

Jimin suspiro ya cansado por los reclamos de Taehyung, ahora no sabia siquiera si debía de seguir los planes de matrimonio que se habían propuesto desde un principio.

Rodeo los ojos y miro a Taehyung.

- ¿Y tú quien eres para venir y ordenar a tu gusto? Que no se te olvide que tú estas desterrado del Reino de las Maravillas.

-No lo creo, por eso estoy aquí ¿No?

Jimin apretó el puente de su nariz y suspiro.

-Y te estoy escondiendo, si viene Jungkook aquí y te descubre, vendrá independientemente a cortarte la cabeza.

Taehyung solto una carcajada y limpio la lagrima imaginaria qué rodaba en sus ojos.

-Mi amor, aquí nosotros tenemos autoridad ¿De verdad crees que vendrá aquí con nosotros y me llevará? Yo se que me defenderías.

El rey blanco de nuevo solto un suspiro dramático y negó inmediatamente.

-Mira Taehyung, más te vale que se te valla borrando esa idea de tu cabecita, porque si te casas conmigo no ejerceras aquí ningún poder, seguirás siendo un plebeyo más que tuvo la suerte de ser esposo de un rey.

Aquello a Taehyung no le parecía correcto ¿Como es que podía ser eso? Él no podía seguir siendo un plebeyo y claro que no.

Taehyung intento acercarse a Jimin pero sus guardias qué lo custodiadan se pusieron delante de Jimin.

Taehyung apretó la mandíbula y Jimin sonrió.

-Si tu crees que vas a venir a mi reino y hacer lo mismo que le hiciste a mi hermano, estas equivocado- y se acercó lentamente hasta él, abazo su cuello y sonrió -Nadie va a venir a usurpar mi trono y mi corona que se me fue negado en mi familia adoptiva, así que te ajustas a tu lugar y te callas, que calladito te vez más bonito.

Y dejando un beso sobre la mejilla del plebeyo se alejo, sonrió al ver la marca de su beso en el color de su labial en rosa pastel, dejo una pequeña bofetada en su mejilla izquierda y comenzó a caminar, siendo seguido por sus guardias.

-Por cierto.- y se detuvo un momento en la salida del salón con rumbo a su pequeña biblioteca. -Más te vale que tires esas rosas rojas de tu habitación, aquí no quiero nada que me recuerde a Jeon Jungkook, Park Taehyung.

Y alzando su cauda, entro a la biblioteca, suspiro ya cansado y tomo asiento frente al escritorio con el jefe de guardias y los cinco mejores caballeros.

Los miro fijamente, sabiendo que rescatar a Yoongi era un riesgo, no sabia que podía pasar y tener unos infiltrados podría causar una guerra.

Y justamente apenas había tomado la corona del Marmóreo.

-Ideemos un plan para rescatar a Min Yoongi.

-Majestad- hablo esta vez el jefe. -Podríamos infiltrar a nuestros hombres, pero corremos riesgo de que el sota de corazones nos atrape.

- ¿Quien es el sota de corazones?

Todos se miraron fijamente y suspirando.

-El sota de corazones, es el criminal Kim Namjoon.

Jimin se quedo pasmado ante la noticia, recuerda perfectamente quien es Kim Namjoon, sabia lo que había dicho y provocado en el Marmóreo hace años, y él fue la causa de la cual, por eso creció en medio de la Familia Jeon.

Suspiro y tomo asiento de golpe, acaricio su brazo derecho y miro a sus hombres.

-Armen el mejor plan, y si es necesario, secuestren a Cheshire.

-¿El... gato del Rey de Corazones?

-Créanme, que Cheshire es lo que más adora aparte de Jabberwocky, así si es necesario hacerlo háganlo, quiero al pianista aquí.

El jefe asintió.

-Pero señor... ¿Que pasará si Taehyung...

-Ese idiota me tiene sin cuidado, si Jungkook me lo pide para negociar la libertad del pianista lo haré, ahora mismo no importa, háganlo de una vez y por favor... regresen con bien.

Sus guardias asistieron y haciendo la despedida, salieron del salón.

Jimin se recargo en su asiento y tomo el lápiz qué descansaba sobre su cuaderno y la llevo a sus labios, imaginando qué aquel rubio estaba frente a él, admirandolo con patrimonia y total admiración.

Fascinado por sus bellos ojos azules y su cabello rubio y delicado.

Él era perfecto, ideal para que fuera su rey y no aquel idiota que había sido salvado por su corona.

-Maldito idiota, debo deshacerme de ti plebeyo.

Y levantándose de golpe, salió de la biblioteca para fingir la demencia qué no tenía ante el plebeyo.

Hola a todos, aquí el siguiente capitulo.

Como ven, ya estamos tomando forma a la situación, cabe recalcar que posiblemente no tendrá muchos capítulos esto porque sinceramente no soy buena redactando millones de capítulos y tampoco quiero que sea largo.

Le di una leída a la obra original de Alicia en el País de las Maravillas, y sencillamente no hay mucho de que agarrar. Aparte que es mi versión pero necesitaba ponerle un poco de la esencia de la obra.

Igual esta aquí.

Espero que les guste y nos vemos en la próxima actualización.