Hoy era un día especial para todo el Reino de las Maravillas, hoy era el día que sabrían todos quien seria el futuro rey del Reino.

Todo el mundo sabía que los reyes tenían dos hijos, Jimin y Jungkook quien es el menor, sabían que por ley la corona le correspondía al mayor y este era Jimin, Jimin sería el futuro rey de las Maravillas.

La nobleza entraba a la capilla donde sería coronado el futuro heredero, los reyes lucían tan imponentes en sus tronos y los príncipes en cada lado de sus padres de pie, vestidos con su traje correspondiente y acorde a la situación.

La orquesta comenzaba a sonar y las flores parlanchinas del submundo comenzaron a entonar su más bella canción para este día tan especial, no siempre se nombraba un heredero y se hacía una gran fiesta.

El Rey de Picos se levantó de su trono y carraspeando un poco miro a toda la audiencia, Jungkook quiso abrazarse a su madre pero la Reina inmediatamente lo alejo, y con una mirada amenazante logro aplacar al pequeño niño.

Jimin tenía la mirada en alto, mostrando supeoridad y con la sonrisa más triunfante que podía tener, sabia que la corona era para él, el iba a ser el futuro rey.

—Amada nobleza y habitantes de Infratierra, amado Reino de las Maravillas... —y el Rey sonrió. —Estamos reunidos aquí para dar a conocer al heredero del Reino de las Maravillas. 

La gente comenzó a aplaudir, el Rey acomodo su saco y sonrió.

—Hoy, es un día especial para todos, pero queda más que claro que a mi muerte, este heredero tomara mi corona y gobernara como hasta ahorita a sido, con amor y bondad.

El Rey tomo la corona de plata con rubies y regreso la mirada, a los lejos pudo ver a quien resguardaba el trono del Marmóreo, pero recordó lo que su Reina había ordenado. 

Trago saliva y suspiro. 

—Pueblo de las Maravillas, tengo el honor de presentarles a su futuro rey, Jeon Jungkook, futuro rey de las Maravillas.

La reina sonrió satisfecha, Jimin se levantó de golpe y un pequeño Jungkook caminaba temeroso hacia el trono qué había frente a su padre.

Jungkook tomo asiento en ese lugar y sintió como el metal de la corona era colocada sobre su cabeza.

Jimin solamente trago saliva y el guardián del Marmóreo solamente salio del lugar.

La reina de diamantes sonrió satisfecha, su hijo único sería el rey y miro de reojo al ilegitimo.

Jimin, nunca tendría oportunidad de ser rey ni aquí, ni en el Marmóreo. 

Y de eso se iba a encargar.

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Jimin caminaba con su corte hacia el jardín para tomar el té, pero para su sorpresa Taehyung entraba al castillo a todo galope.

El rey se detuvo y observo como Taehyung bajaba de su caballo y pedían qué lo llevarán al establo, se acercó a Jimin y sonrió.

—Hola querido. 

Jimin observo detenidamente a Taehyung y suspiro. —Fuiste a verlo.

—No, Jimin...

Jimin resto importancia y suspiró. 

—Haces lo que quieres, no se siquiera porque me preocupa. Ya has lo que quieras, yo me voy.

Taehyung tomo su mano delicadamente y saco del bolsillo de su pantalón un collar de rosa, sonrio y se lo extendió.

—En realidad, yo fui a conseguirte esto, es para ti, se que tienes muchas joyas bajo tu poder, pero toma esto como un regalo de gratitud... y considera que a tu lado esta tu fiel sirviente.

Jimin sonrió al ver el bello collar, suspiro y lo guardo en el bolsillo de su camisa.

—Gracias Tae.

Taehyung se acercó más a él y beso su frente.

—Ya me divorcie de Jungkook.

Aquello lo tomo desprevenido, no creía realmente que él lo hubiera hecho de la noche a la mañana, pero no podía negar que aquello le había movido el corazón, sonrió y lo abrazo eufórico.

— ¿De verdad Tae? ¿No me mientes?

Taehyung solto risitas tiernas y alejo un poco a Jimin, beso tiernamente sus labios y asintió.

—Si mi amor, ahora soy todo tuyo.

—Entonces casémonos mañana.

Taehyung asintió y de nuevo lo abrazo.

—Como debió haber sido antes.

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Yoongi comenzaba a sentirse intimidado e inclusive incomodo con la mirada profunda que el Rey tenia sobre él, era como si quisiera saber algo de él profundamente.

El rey aparto la vista del rubio y siguió comiendo con suma tranquilidad.

— Y dime Yoongi ¿Que haces aquí en el Reino de las Maravillas?

Joder, que buena pregunta era esa.

—Bueno... yo estaba por aquí de paso, pero el Sombrerero me hizo distraerme de mi paseo y bueno, forme amistad con él y su hermana y aquí estamos.

Jungkook dejo los cubiertos y cruzo las manos sobre la mesa, sonrió levemente y suspiro.

—No te creo.

Yoongi se tenso.

—Una, porque yo te vi salir por la madriguera, dos, porque yo conocí a alguien como tú y tres, eres demasiado lindo como para existir aquí.

Realmente aquello le sorprendía demasiado, no sabia ni como tomarse aquella noticia que el rey de la nada arrojaba, ¿Como que lo había visto salir de la madriguera? ¿Y como que conocía a alguien como el?

Eran muchas cosas que no entendía realmente, inconscientemente apretó las heridas de su muñeca izquierda y suspiro.

—Majestad, una disculpa por lo que diré, pero usted está loco.

—Posiblemente — y tomo la copa para tomar un poco del vino de moras. —Pero realmente conoci a alguien como tú pero en su versión joven, la causa por la cual, estoy en el trono.

Yoongi alzo una ceja. — ¿De verdad?

— ¿Parece mentira verdad? Ya me lo han dicho, pero es algo que realmente la familia real debe ocultar, yo lo descubrí al cumplir la mayoría y pedí que me trajeran a Taehyung para casarme con él, no es novedad.

Yoongi trago saliva y Jungkook acercó la copa a su boca, sonrió al ver a Yoongi un poco perdido,

— ¿No te gusta la comida? ¿O prefieres que le cortemos la cabeza a uno de mis sirvientas para que comas pescado?

Yoongi negó rápidamente y sonrió temeroso.

—No majestad no se preocupe, solamente que no tengo hambre. 

Jungkook arqueo una ceja incrédulo, ¿Como podía decir que no tenía siquiera un poco de hambre? Tenía exactamente tres días encerrado según el calendario lunar.

—Muy bien, entonces muérete de hambre.

Jungkook se levantó de la mesa y tiro a la mesa la servilleta de tela, miró a las mucamas y simplemente salió del comedor.

Yoongi miro la comida que había en su plato y suspiro, no iba a comer lo que había allí sin vomitarse, se levantó y camino hacia una de las mucamas. 

— ¿Hay opción de que pueda cocinar?

—El Rey no nos ha dado instrucciones sobre usted así que supongo que si, la cocina esta por aquí.

El rubio siguió a la mucama y entró a la cocina, la cocinera era un humano como él pero... tenía la piel azul. La señora se movía con gracia por la cocina preparando y cocinando, se notaba el talento innato que poseía.

— ¡Señora Blue! El joven quiere cocinar algo.

La cocinera se detuvo abruptamente y volteo con velocidad qué pareciera que en cualquier momento su cabeza saldría volando.

Yoongi noto que al sonreír, mostraba unos colmillos largos y un poco puntiagudas, las orejas terminaban en punta y la iris era de un reptil, ¿Acaso en este castillo no hubiera algo normal?

—Eres el novio del rey Jungkook...

—No señora Blue, es su prisionero.

La señora río y se acercó poco a poco, tomo la mano de Yoongi y con su lengua de serpiente, lacio el dorso, Yoongi ya incómodo aparto su mano y limpio la saliva en su pantalón. 

—Quería preguntar... si puedo cocinar algo.

—Claro que si, dime ¿Que quieres preparar? Mi cocina es tuya.

Yoongi sonrió y simplemente se acercó para comenzar a moverse.

》♥️《

Jungkook reía feliz mientras jugaba con una pelota roja en el patio de su casa, a lo lejos podía ver a sus padres felices mientras tomaban vino.

Pero al momento de acercarse, pudo ver a su madre llorando mientras que el rey abrazaba a su hermano mayor.

Pero al momento de mirar mejor, la cabeza de Jimin estaba sobre la mesa en un plato de oro, su padre lo veía con desprecio y su madre no lloraba, sino reía.

—Te odio Jungkook...

—No, papá...

— ¡Mira lo que le hiciste a tu hermano!

—Papá...

— ¡Te odio!

—Papá...

El rey despertó de golpe y miro alrededor de su habitación, las rosas ya estaban marchitandose y comprendió el porque de su sueño, se bajo de su cama y tomo las tijeras qué estaban sobre su buró.

También tomo su canasta y bajo para poder ir y cortar algunas para sus jarrones. 

Las rosas siempre desprendian ese aroma tan delicioso como hipnotizante, a Jungkook le ayudaba a conciliar el sueño y por eso siempre procuraba tener algunas en su habitación.

Pero algo no estaba bien, las rosas parecían estar pintadas y el aroma no estaba.

— ¿Que? Pero...

Rápidamente soltó las cosas y corrió a ver su jardín. Algunas rosas estaba pintadas de rojo y unas parecían qué apenas se habían barnizado.

—Pero que... ¡GUARDIAS!

Rápidamente las cartas se formaron y cuando Jungkook volteo, notaron los ojos rojos.

Los guardias temblaron en su lugar, sabían que si el rey tenía los ojos rojos era señal de que algo lo había hecho enojar y su vida corria peligro.

— ¿Quien planto rosas blancas?

Los guardias guardaron silencio, Jungkook miraba a cada uno pero ninguno respondió, tomo aire y miro a todos.

—De nuevo voy a preguntar, quien, ¡¿Planto las rosas blancas?!

Un guardia alzó la mano, Jungkook sonrió y llevo las manos a su cintura.

—Muy bien, eso demuestra que eres honesto, muy bien ¡Que le corten la cabeza!

Los guardias tomaron a su compañero bajo el brazo y lo llevaron a rastras al calabozo.

Yoongi salia con su plato de galletas al jardín, pero escucho los lloriqueos del guardia e inmediatamente corrió a ver que pasaba. Para su sorpresa, un guardia era llevado sentenciado, a lo lejos el rey estaba cortando algunas rosas, su expresión parecía de enojado y entonces supo que no eran buenas noticias.

Dejo el plato sobre la mesa y bajo corriendo las escaleras para poder hablar con Jungkook y siquiera poder ayudar al guardia.

Cuando llego a él, Jungkook le lanzó sobre su pecho un ramo de rosas pintados de rojo, busco la mirada del rey pero no encontró nada...

¿Que estaba pasando?

— ¿Y esto?

Jungkook alzó los hombros en señal de no saber, tomo su canasta del suelo y sonrió.

—Majestad ¿No cree que esta siendo cruel con el guardia?

Jungkook alzó una ceja incrédulo y negó.

—Solo tenían una orden, y era plantar rosas rojas, totalmente rojas, no azul, ni gris, sino rojo carmín ¿Y que pasa? ¡Encuentro blancas pintados de rojo!

Y comenzó a acercarse peligrosamente a Yoongi, el rubio comenzaba caminas hacia atrás hasta chocar con el arbusto en forma de corazón, miró hacia enfrente y tembló al ver los ojos rojos de  Jungkook. 

El rey ya estaba a escasos centímetros del rostro del rubio y sonrió.

— ¿Y sabes como se le considera eso? Traición, así que deben de pagar por su crimen.

Y dejandole un pequeño beso sobre la mejilla del rubio, se alejo, levantó las tijeras y sonrió.

—Vete a tu habitación, debes de descansar para la cena esta noche, y ponte algo acorde a la ocasion plebeyo, no quiero avergonzarme.

Yoongi limpio su mejilla y noto la mancha roja de un labial, bajo la mirada hacia las rosas y suspiro.

¿Acaso era un reto o algo? ¿O porque le regalo rosas pintadas de rojo? ¿Había alguna señal detrás de él?

Mejor trato de no pensar en aquello y prefirió regresar al interior de castillo, tomo sus galletas y subió corriendo a su habitación. 

Esta ocasión no saldría para nada, aunque viniera el mismísimo rey no saldría, ahora tenia por su vida, y claramente por su cabeza también.