El rey se encontraba en su pequeño despachó, admirando a través de su ventana el paisaje lleno de colores por las infinidades variedades de hongos y vegetación qué había en el reino.

No por nada el submundo junto con Loquilandia era conocido como el Reino de las Maravillas.

En el submundo abundaba la rareza y la magia, en aquel lugar todo lo que pudieras imaginar existía, como moras mágicas y plantas que creían metros y metros.

Allí habitaba las flores parlanchinas y una oruga qué siempre la veía fumar.

Escucho la puerta abrirse y emergio la tierna imagen de su pequeño no tan pequeño hijo.

-Hijo mio ¿Que te trae por aquí?

Jungkook llego a escasos un metro de su padre y rindió reverencia, aunque su padre cumplía con todo lo que él quisiera, le rendía respetó y admiración q su gran padre.

Cuando el suba al trono, quería gobernar como el, con amor y respeto a su pueblo, al Reino de las Maravillas.

-Papá, tengo algo que contarte.

Al Rey de Corazones Jeon le sorprendió, comúnmente su pequeño hijo venía a pedirle algún capricho pero ahora eso no venía al caso.

Le invito tomar asiento y con unas pequeñas palmadas, entro una de las ranas sirvientas con la bandeja de oro y un juego de té.

-Dime hijo mio ¿Que es lo que tienes que decirme?

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Jungkook solamente picaba la comida haciendo chocar el tenedor con la porcelana del plato, Jimin solamente comía en silencio en medio de la mesa y Taehyung miraba fijamente a Jungkook.

Realmente el silencio lo tenia con los nervios de punta y que Jungkook ahora no protestara por nada lo hacía sentir extraño.

-Jungkook - Hablo Taehyung, Jungkook alzó la mirada - ¿Que te pasa?

-Nada- contesto en un hilo de voz. -No tengo nada.

Jimin ya incómodo por la situación decidió levantarse de aquella mesa, pero Jungkook lo impidió regresandolo.

-Hermano, debes de comer muy bien si es que quieres salir ¿No?

Jimin lo miro desconcertado y tomando de la taza de porcelana. - ¿Que es lo que quieres hacer?

Jungkool suspiro y miro a Taehyung.

-Déjame salir con mi hermano del castillo.

-No.

-Pero Tae...

- ¡No! Y entiende de una buena vez Jeon Jungkook - y se levantó de la mesa señalandolo. -De mi castillo, tu no saldras ni hoy, ni mañana... ni nunca.

Y agitando su capa salió del comedor. Jimin miro apenado a su hermano y trato de acercarse, pero Jungkook se alejo inmediatamente.

-Hermanito.

-Eres asquerosamente insoportable Jimin.- y se limpio una lagrima qué salia rebelde de sus ojos. -Realmente no sabes como te detesto.

-Jungkook.

-Jungkook nada, es mejor que me valla, no quiero que la sarna se me pegue.

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-A como van las cosas, tendré que irme del castillo Taehyung.

Jimin caminaba por el jardín donde las rosas blancas florecía con gracia y belleza. Por órdenes de Taehyung y al igual para complacer a Jimin, había ordenado plantarlos.

- ¿Que dices Jimin? Pero si este es tu hogar, tu casa y tu reino, ni siquiera se porque Jungkook es el rey, es menor que tú.

-Y como sabes, mis padres se encargaron de desaparecerme de la familia y del reino, para ellos el primogénito murió y Jungkook es el único hijo.- Solto un suspiro -Para el castillo existo, para el Reino de las Maravillas no.

Taehyung tomo la mano de Jimin y la acercó a su corazón, sonrió y la mano desocupada acaricio la mejilla del más bajo.

-Y para el rey consorte existes.

Jimin sonrió tímido y se alejo un poco, haciendo que Taehyung lo soltara.

-Independientemente de lo que suceda, supongo que me tendré que ir del castillo.

Taehyung asintió y suspiro.

- ¿Y a donde te iras?

-Supongo que al Marmóreo, es mejor que valla antes de que Jungkook quiera hacer algo con esas tierras.

Y llegaron al lago donde recuerda perfectamente como su padre jugaba con un bebé Jungkook y un pequeño Jimin de tres años.

Recuerda con nostalgia esos juegos donde ellos solían ser felices, antes de que existiera la rivalidad que ahora lo separaba de su hermano, de su pequeño hermano.

Jungkook era un niño caprichoso y vanidoso, sus padres cumplían con todo lo que él quisiera. Y refiriéndose a todo era todo.

Hasta sus padres cumplieron con conseguirle el amor de quien el quería.

Jimin miro el reflejo del agua y sonrió al ver a Taehyung detrás de él sosteniendo una rosa blanca, se reincorporo y la tomó entre sus manos.

-Es muy linda.

-No puedo ver su belleza y tu la sostienes.

El príncipe sonrió tímido y caminaron de regreso al castillo.

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Si la soledad era catalogado como el pasatiempo más aburrido y terrible, Jungkook le diría que es ridículo.

En ocasiones no podía confirmar aquellas palabras que Jimin decía sin haberlo experimentado, él amaba su soledad, descubrio que su gárgola escupía fuego morado y le obedecía perfectamente, por lo cual decidió llamado Jabberwocky.

También que amaba jugar Poker y las cartas sabía manejarías perfectamente, el mago del castillo le enseño algunos trucos y logró entregar la magia que vivía en él. Ahora sabía darles vida a las cartas rojas.

Poco a poco descubría muchas cosas de él mismo, y una de ellas era su dependencia a Taehyung. Recuerda la primera vez que lo vio desfilar con el uniforme rojo de soldado en el día cero.

Se miraba tan impotente y serio, cuando se presentó frente a él sintio aquello que llamaban electricidad, fue amor a primera vista, cuando se casaron era el más dichoso, hasta aquel día que sus padres murieron. Entonces todo comenzaba a cambiar.

El día de la coronación habían asistido todas las criaturas del Reino de las Maravillas a excepción de Jimin qué tenía prohibido bajar de la gran torre.

No sabía porque Taehyung alzaba su puño contra él, porque a veces lo hacía hasta hacerlo sangrar, porque lo castigaba sin comer cuando reía o platicaba con algún soldado pidiendo informes. No sabía porque de la nada comenzaba a encerrarlo en el gran castillo y porque prefería conversar con Jimin.

Pero no hacia nada, porque tenía miedo a su soledad.

Vistió su mejor ropa, aplico el más exquisito perfume y porto su mejor corona e inmediatamente bajo las escaleras, entusiasmado por tomar la mano de su esposo.

Pero valla decepción, Jimin iba con las manos entrelazadas a su esposo y en la otra una rosa blanca recién cortada, se notaba por el rocío que aun estaba en sus petalos.

Y entonces sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y decidió camino hacia ellos.

- ¡Que esta pasando aquí!

Jimin inmediatamente se soltó de Taehyung y escondió la rosa detrás de él.

- No alces la voz Jungkook. -Amenazó Taehyung.

Jungkook comenzaba a subirle lo colores al rostro y mechones de su cabello comenzaba a tornarse de carmín.

- ¿Que hacías con mi esposo Jimin?

-Nada, de verdad.

- ¡¿ENTONCES PORQUE SOSTENIAS SU MANO?! ¡¿PORQUE TIENES ESA ROSA BLANCA?! ¡¿PORQUE TU...

Y la mano de Taehyung azotó contra la mejilla de Jungkook y Jimin inmediatamente aparto a Taehyung de Jungkook antes de que hiciera algo peor.

Jungkook se había quedado en shock, hasta ahora era el golpe más fuerte que había recibido desde que por primera vez se había atrevido a golpearlo. Alzó la mirada hacia un furioso Taehyung, limpio la sangre de su labio partido y sonrió.

-Te juro, que es la última vez que te atreves a ponerme una mano encima.

Y dándose la vuelta camino escaleras arriba, con la furia al límite pero con el corazón roto.

Jimin solto a Taehyung pero lo detuvo antes de que pudiera correr detrás de sí hermano.

-Déjame Jimin, debo de darle un escarmiento.

-Taehyung no, es mejor que yo me valla.

El rey volteo hacia su amado y tomo sus mejillas, aun con lágrimas en los ojos se atrevió a besar al príncipe frente a toda la servidumbre del castillo logrando alborotar a todos.

-Vamonos al Marmóreo, haya seremos felices.

Jimin asintió y juntos subieron hacía sus habitaciones.

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Cuando el amanecer cayó, Jimin subió al caballo llevando su pequeña maleta, Taehyung simplemente tomo de la rienda al caballo y comenzaron su viaje sin notar de Jungkook los miraba irse desde el balcón.

Jungkook sonrió, pues sabían hacia donde se dirigían ambos.

Tomo su juego de cartas y apartado las cartas rojas de las negras, las lanzó al techo, logrando así a sus soldados rojos.

Los miro fijamente y sonrió al verlos inclinarse hacia él, reconociendolo como su rey.

-Quiero que sigan al rey y al príncipe, armen una emboscada y tráiganme al rey, lo quiero vivo aquí, no importa lo que tarden pero tráigalo vivo.

Las cartas acataron la orden y rápidamente emprendieron camino.

Jungkook solamente miro su reflejo y suspiro.

-Fuiste patetico el dejar que él te gobernara Jungkook, tú, siendo el Rey dejaste que un simple plebeyo qué tuvo la suerte de convertirse en rey te gobernó.- y se acercó un poco al espejo, noto la hematoma comenzaba a tornarse morado y suspiro. -Ya no más Jungkook, le cortaras la cabeza a Taehyung.

Después de haberse vestido acorde para la ocasion, bajo imponente hacia el salón principal. Había ordenado que todo el personal se reuniera en el lugar y al entrar, todos se encontraban esparcidos.

- ¡Guarden silencio! - Y todo el mundo lo hizo.

Camino con la frente en alto y llego al trono qué le corresponde desde el nacimiento, tomo asiento y sonrió satisfecho. Miro a todos los presente y aclaro su garganta, listo para empezar a sentenciar.

-Antes que nada mis estimados lacayos y servidumbre, a partir de ahora yo soy el único rey en este castillo, el único rey de corazones soy yo.

-Alteza- Hablo el conejo blanco mientras alzaba la mano para hablar. - ¿Que pasará con el rey Taehyung?

-El ya no vive aquí, decidió largarse con mi hermano pero no se preocupen, los invito a su ejecución el día que se digne en aparecer aquí.

Silencio, todos en el castillo no podían comprender la situación, pero Jungkook alzó la mano y sonrió.

-Como mi primera orden, quiero que en todo el castillo quiten todo adorno y cambienlo a rojo, y los rosales blancos qué el rey sembró, sáquenlos de raíz y remplazcanlo a rosales rojas, totalmente rojas.

Y se levantó del trono.

-Manden a los mensajeros a que vallan al pueblo y les digan los nuevos reglamentos, aqui en Locolandia y en ningún lado del reino, el amor no existe.

Todos se miraron entre todos ¿Que era lo que estaba diciendo el rey?

-Y quien se atreva a desobedecer mis reglas... - y sonrió - ¡Pierde la cabeza!

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Miraba todo a su alrededor curioso, ¿Que era este lugar tan... extraño?

Las plantas hablaban entre ellas y aquella oruga que fumaba y hablaba con vocales eran las cosas más extrañas que había visto en su vida y comenzaba a creer que había muerto y ahorita estaba en un mundo extraño.

Y justamente a su lado iba un tipo vestido extrañamente y con un sombrero extraño.

- ¿Y como dices que te llamas y de donde vienes?

El rubio soltó un suspiro cansado y miro al tipo.

-Me llamo Yoongi y vendo del reino humaland ¿Que es este lugar tan raro?

El tipo con sombrero río.

-Estas en el submundo, terreno del Reino de las Maravillas... ya sabes, donde gobiernan los reyes de corazones Taehyung y Jungkook.

Yoongi tomo asiento en un hongo qñgp grande y cruzando sus piernas mirando al tipo extraño. - ¿Y tú como te llamas?

El del sombrero loco tomo asiento en un roca de cristal y sonrió.

-Hoseok, pero me dicen el Sombrerero loco, ya sabes, mi forma de ser y esas cosas.

Yoongi asintió y miró a las pequeñas hadas que parecían luciérnagas como las de su mundo.

-Pero dime Yoongi ¿Que haces aquí en el submundo? No me digas... vienes a buscar al Oruga Azul para consultar el oráculo, lo sabía, muchos humanos vienen a eso al submundo. Es a eso o por alguna fruta para curar sus males, déjame decirte que tengas cuidado con la bestía.

Yoongi negó de inmediato y sonrió.

- ¿Como que han venido humanos aquí?

-Pensé que lo sabias, Humaland es extraño. A veces Cheshire nos muestra Humaland a través del reflejo del Lago de los reflejos.

Escucharon algunos pasos y después vieron como un caballo blanco con dos personas pasaban a todo galope, ambos eran seguidos por... ¿Cartas de corazones y diamantes?

- ¿Que es eso?

Hoseok alzó los hombros, a lo lejos pudieron ver como el castillo que era gris, comenzaba a tornarse rojo.

-Por todos los cielos ¿Que esta pasando? -Exclamo Hoseok.

- ¡Hoseok! - la voz de un hombre se escucho, cuando Yoongi bajo la mirada del paisaje, vio a dos hombrecillos llegaban corriendo.

- ¿Que esta pasando Tweedledum y Tweedledee?

-El Rey de Corazones Jungkook... tomo el reinado de Reino de las Maravillas.

Yoongi no entendía ¿No era el rey acaso?

- ¿Y eso tiene algo de malo?

Hoseok suspiro y miro al chico rubio.

-Se dice que el Rey de Corazones Jungkook era reprimido por el Rey Taehyung que es su esposo.

Yoongi seguía sin comprender.

-Eso no es todo Hoseok- Hablo Tweedledum. -Están buscando al rey Taehyung para ejecutarlo por deslealtad y usurpar la corona.

Hoseok de nuevo se sentó sobre la roca y suspiro.

-Creo que ahora se cumplirá el Oráculo de la oruga azul, se vienen tiempos rojizos.

Hola a todos, aquí un nuevo capítulo.

Espero que esto comience a gustarles.

♣️🃏♥️