Rose estaba atrapada en medio del caos. El fuego crepitaba a su alrededor, envolviendo la habitación en una danza mortal de llamas. El humo llenaba el aire, haciéndola toser y dificultando su respiración. Sus ojos escudriñaban el entorno, tratando de encontrar una salida, pero cada intento era frustrado por la pesada viga que se había derrumbado sobre su pierna.

El calor se intensificaba, y Rose sentía cómo el pánico se apoderaba de ella. ¿Cómo había llegado a esta situación desesperada? Los recuerdos de los eventos recientes se agolpaban en su mente, formando un torbellino de confusión y miedo.

De repente, entre el crepitar de las llamas, escuchó un grito que la hizo estremecerse. Reconoció la voz de Damon, aunque sonaba débil y angustiada. Con un esfuerzo desesperado, se giró hacia el sonido, esperando encontrar algún tipo de salvación en medio de la tragedia.

Stefan entró buscando a su hermano y, al encontrarlo, trató de sacarlo, pero las palabras de Damon lo dejaron helado. ━━Rose está aquí, Stefan.

Y entonces lo vio: a través del humo y el fuego, la figura de Damon se abría paso hacia ella. Sus ojos azules brillaban con determinación mientras se acercaba, ignorando los peligros que lo rodeaban. Rose sintió un destello de esperanza al verlo, sabiendo que no estaba sola en su lucha por sobrevivir.

Mientras tanto, Stefan buscaba desesperadamente a su hermano en medio del caos. El calor abrasador le quemaba la piel y el humo le hacía lagrimear los ojos, pero no se detuvo en su búsqueda. Finalmente, localizó a Damon junto a Rose, sosteniéndola en brazos mientras la sacaba del infernal torbellino de fuego.

La escena era caótica y frenética, pero en medio de la oscuridad y el peligro, Damon se aferraba a Rose con determinación. Sabía que no podía perderla, que haría cualquier cosa para mantenerla a salvo. Y mientras escapaban de las llamas, un sentimiento de alivio se apoderó de él al darse cuenta de que, contra todo pronóstico, ambos habían sobrevivido a la noche más oscura de sus vidas.

━━¿Por qué diablos Rose estaba allí adentro?━━ preguntó una alarmada Bonnie Bennett.

━━Parece que el invento Gilbert no solo afectaba a los vampiros, sino también a las criaturas sobrenaturales.

Rose despertó en la habitación del hospital con una inhalación profunda y se encontró sola, rodeada por las tenues luces y el aroma a desinfectante. Un instante de confusión la invadió antes de que recordara dónde estaba.

━━Voy a matar a Damon Salvatore━━, murmuró entre dientes, su voz resonando en la tranquilidad de la habitación.

Los sonidos de pasos en el pasillo la sacaron de sus pensamientos, y Rose retiró con cuidado las agujas que estaban conectadas a su brazo, sintiendo una mezcla de alivio y disgusto al liberarse de ellas. Se puso de pie con cautela y se asomó fuera de la habitación, buscando identificar la fuente del ruido. La habitación contigua estaba ocupada, como indicaba el nombre Caroline en la placa de la puerta.

Mientras observaba hacia afuera, ajena a la mirada que la observaba, una figura se materializó detrás de ella. Se giró bruscamente, encontrándose con Elena parada en la puerta.

━━Elena, ¿qué diablos haces aquí?━━ inquirió Rose, su tono reflejando su sorpresa y desconfianza.

Katherine, disfrazada como Elena, respondió con una sonrisa insolente: ━━Vine a ver a Caroline, pero ya me iba.

Rose la escudriñó con cautela, notando los pequeños detalles que delataban su verdadera identidad. Cuando finalmente hizo la conexión, sus labios se estrecharon en una línea tensa.

━━Katherine━━, dijo con firmeza, más una afirmación que una pregunta.

Katherine se acercó a Rose con una mezcla de desdén y curiosidad. ━━Debería matarte━━, murmuró, su voz fría y peligrosa.

Rose no mostró ningún signo de temor, manteniendo su mirada firme y desafiante. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Katherine la tomó por el cuello con una rapidez asombrosa.

A pesar de la presión en su garganta, Rose mantuvo su expresión imperturbable, enfrentando a Katherine con valentía.

━━¿Por qué estás aquí?━━ demandó, sus palabras apenas un susurro entre los dedos de la vampira.

Katherine la observó con una mezcla de admiración y curiosidad. ━━Tienes fuego en tus ojos, puedo verlo━━, comentó con una sonrisa siniestra. ━━Me agradas. Ahora, antes de irme, dile a los Salvatore que el juego acaba de comenzar.

Con esas palabras, Katherine se apartó de Rose, dejándola sola en la habitación del hospital, con su corazón latiendo rápido y su mente llena de preguntas sin respuesta.

Ahora si se viene lo bueno.

Pronto llegarán mis preciosos originales y se descubrirán algunas cosas sobre la verdadera familia de Rose.

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