Capitulo 6
Jisung estaba sentado en la vereda, jugando con los pequeños pastos de lograban salir de las grutas del cemento.
De pronto sintió la presencia de alguien más y asustado levantó la visa pero vió a Minho y se calmó.
—¿Qué haces aquí?—preguntó Jisung con una sonrisa al ver a Minho.
—Vine a verte-dijo tímido_Pero yo debería preguntarte ¿Qué haces en la calle aquí solito?
—Estoy cerca de mí casa, además es un barrio seguro, nada ocurre aquí, además por ahí hay una guardaespaldas que contrataron para cuidarme.
Jisung de vez en cuando salía de su casa para estar un rato en la calle para poder tomar aire. Estar siempre encerrado en su casa le aburría pero siempre con alguien que lo pudiera vigilar.
—Y...¿Cómo estás?—preguntó Jisung sin saber qué decir.
—Bien, de hecho...no lo sé, ni si quiera sé porqué vine, simplemente quería verte porque me pareces muy lindo—habló muy rápido por los nervios pero el pequeño pudo entenderlo.
Jisung se sonrojó por el comentario, no podía creer que le pareciera lindo a alguien, él no era un niño delgado, estaba un poco rellenito pero eso no evitaba que se viera adorable. Lastimosamente sus compañeros de su escuela no pensaban lo mismo.
—Gracias—dijo con simpleza.
—Si esto fuera una historia de amor tú dirías que también te parezco lindo y así nos hacemos novios y vivimos felices para siempre—a veces Minho podía a llegar a ser bastante directo con las cosas.
—Es raro que quieras que seamos novios, a nuestra edad no creo que se pueda.
—¿De qué hablas? Yo tuve millones de novios-soltó con fluidez.
—¿En serio—con la mirada algo molesta.
—Sí, son de mi vecindario y...—paró porque se dió cuenta de que el menor estaba algo molesto—Escucha no quise decir...—
—Está bien no importa—interrumpió-Me tengo que ir a mi casa—Jisung quiso irse pero Minho lo tomó del brazo sin hacerle daño.
—Hey—lo detuvo—¿Mañana te gustaría salir?, Cerca de mi orfanato hay un bosque y si quieres podemos ir—Jisung se iba a negar pero nuevamente el mayor lo interrumpió—Sería como un agradecimiento por dejarme ir a tu casa.
—¿Irán los demás niños?—curioso.
El de tes blanca tenía planeado ir solamente con el pequeño Jisung, pero seguramente era demasiado pronto así que invitaría a sus amigos para que el menor no se sienta incómodo.
—Sí, claro y si deseas también puede ir ese amigo tuyo...¿Cómo se llamaba?
—Felix—dijo sonriente.
—Bien, entonces....¿Vendrás?—le preguntó algo tímido.
—Sí, le diré a Lixie que venga con nosotros.
—Bien-trató de sonreír—Nos vemos mañana entonces
—Sip, nos vemos.
—Okey, te vendré a buscar-acarició tiernamente los cabellos del menor.
Jisung ahora sí se iba a ir, pero antes decidió darle un pequeño regalo a Minho.
Se acercó al rostro del mayor y tomó de una de sus delgadas mejillas para plantearle un tierno beso en el cachete derecho del mayor, haciendo que sus mejillas se volvieran de un color rojizo.
—Hasta mañana Minho, duerme bien
Después de ese tierno beso Minho no le pudo responder al contrario por estar embobado con la hermosa carita del menor mientras le sonreía.
Jisung se fue, pero Minho quedó mirándolo desde lejos para que llegara sano y salvo a su casa.
—¿Entonces vendrás al bosque con nosotros?—le preguntó Hyunjin mientras caminaba junto a Seungmin con una bolsa de dulces en sus manos, que habían comprado con un dinero que tenían guardado.
—Sip, no tengo nada que hacer así que...
—Bien, el pequeño Jisung también irá.
—¿Creés que a Minho le guste?-preguntó entrecerrado los ojos.
—Sip, además no para de hablar de él y tú y yo sabemos perfectamente que Minho Hyung no es alguien muy sociable y...—fue interrumpido por el brazo del contrario para pararlo—¿Qué...?—se calló al escuchar que los autos pasaban muy violentamente.
—El semáforo está en verde Hyunjin, debes prestar más atención si no quieres terminar interfecto.
—Ya te dije que dejes de usar esas palabras raras porque nos las entiendo.
—Pero sueno muy intelectual además lo hace más divertido porque no sabés lo que significa—formando una sonrisa.
—Ahora sé que interfecto es cuando te atropellan—volteó los ojos.
—En realidad hace referencia a una persona que murió de forma violenta.
—¿¡Y eso que tiene que ver con qué me atropellen!?—dijo fastidiado.
—¿Lo ves? Es divertido—rió—Además por como la gente maneja en este país diría que te quieren asesinar.
—Ya, como sea ¿Podemos cruzar? porque ya se puso en rojo—apuntando al semáforo.
Ambos cruzaron la calle y siguieron su camino para llegar al orfanato. Iban de lo más bien hasta que pasaron por una juguetería y Seungmin vió un peluche de osito que le gustó.
—¡Hyunjin mira ese peluche!—apuntando al juguete de felpa detrás de la vitrina—¿Nos quedó dinero?
—Sí pero no creo que alcance-sacando algo de dinero de su bolsillo junto a unas monedas.
Seungmin rápidamente le quitó el dinero a Hyunjin y se adentró a la tienda con el objetivo de comprarse ese peluche.
Cuando ya entró pudo ver qué las personas que se encontraban ahí lo miraban con mala cara y eso lo hizo sentir un poco mal, pero nada de eso importaba si lograba cumplir con su objetivo.
Se acercó a la caja en dónde atendían, cómo no llegaba tuvo que ponerse de puntitas de pie.
Estuvo esperando hasta que la persona encargada se desocupara y vió que un niño se puso a su lado, al contrario de él el niño si llegaba sin problema a la mesada. Seungmin decidió verlo y quedó completamente flechado por el niño.
Tenía unos labios pronunciados, pelo negro y lacio, piel blanca y unos ojitos muy tiernos.
Se quedó mirándolo hasta que llegó el chico para atenderlos.
—¿Quién estaba primero?—preguntó el encargado.
—Él estaba primero, señor—dijo el niño volteando a verlo.
—¿Qué necesitas?—preguntó.
—A..ah, ¿Cuánto sale el osito que está en el mostrador? Tengo esto—puso los billetes y monedas en la mesa.
—No te alcanza, necesitas más para poder comprarlo.
—Oh—soltó con cierta decepción—Está bien, supongo que vendré otro día, con permiso—se despidió y salió del local.
—¿Te alcanzó?—preguntó su amigo.
—¿Acaso tú ves que tenga el peluche en mis manos?—preguntó sarcástico—No me alcanzó.
—Otro día te lo comprarás—trató de animar.
—Como sea, Hyunjin -llamó- Creo que tengo un crush.
—Ahg tú y tus palabras raras Seungmin, no te entiendo—se quejó.
—Creo que me enamoré a primera vista—llevando sus manitas a sus mejillas.
—¿Es ese?—apuntando al niño del que hablaba Seungmin, mientras salía de la juguetería.
—¡Sí!—se emocionó pero el niño ni siquiera lo vió, simplemente camino hacia otra dirección—Es hermoso.
—Es lindo—afirmó—Pero se ve muy alto para tí—burlándose de la altura de Seungmin.
Seungmin era un poco más bajo de Hyunjin, le llegaba hasta por los hombros.
—Yo voy a crecer y te voy a pasar a tí y a Minho.
—Sí, claro—se burló.
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