Minho solía descansar en paz durante largas horas. Podía dormir todo el día y aún levantarse con sueño.

Sin embargo, desde que está con Jisung siente un extraño, pero tierno e insistente toqueteo en sus mejillas en sus sueños que hace que despierte y suspire profundamente mientras abre uno de sus ojos para enfocarlo en Jisung y encontrarse con sus ojitos brillantes mirándolo.

— Buenos días Sung. — Murmura adormilado y cierra sus ojos con intenciones de volver a dormir.

— Es tarde — Murmura también Jisung antes de acomodarse a su lado.

— Mmm... — Es lo último que resuena en la habitación antes de que Minho se remueva para acercarse más a Jisung y estrecharlo entre sus brazos .

— Minho. — Llama y Minho suelta un ruidito frustrado.

— ¿Qué sucede mi amor?

— Feliz aniversario — Minho suelta una risa y deja un beso en la coronilla de Jisung.

— Feliz aniversario bebé —Dice antes de que ambos vuelvan a caer en el mundo de los sueños.

— ¡Ni más vuelvo a dormir contigo, siempre despertamos tarde por tu culpa! — Manifiesta Jisung como de costumbre fastidiado mientras toma su tacita de café y sopla suavemente antes de degustar el delicioso sabor.

— Pero tú me sigues la corriente, así que es culpa de los dos.

— No estoy de acuerdo con esa idea. — Pucherea antes de soltar un quejido por haberse quemado.

— El karma — Suelta Minho y Jisung se lanza sobre él con necesidad de tomar venganza.

Minho suelta su típica risa mientras sostiene las muñecas de Jisung y lo acerca a él dejando un beso en su coronilla y apoyándolo en su pecho.

— Tramposo — Replica Jisung antes de acomodarse y devolverle el gesto a Minho.

— Y así me quieres — Jisung deja otro golpe y Minho se ríe antes de abrazarlo con fuerza y suspira con amor.

Salen una hora y media después con un parche puesto de manera exagerada cubriendo el golpe de Minho en su brazo. Se había golpeado al salir de la ducha y tenía un pequeñísimo golpe.

Jisung frunce el ceño ante tal exageración, pero llega a la conclusión de que tal vez sea mejor quedarse callado esta vez y no molestar a Minho. O eso era hasta que lo vió.

— ¡Honnie, mira mira mira! Es Sanche! — Menciona con felicidad mientras se agacha para acariciar suavemente al cachorro.

— Sí Jisung, pero deberias saludar a Jooheon también. — Regaña suavemente antes de acercarse a Jooheon y darle un corto abrazo.

— ¡Joohoney!

— ¡Hannie! — Exclamó feliz de haber recibido un abrazo de uno de sus amigos más queridos. — ¿Cómo-? — Se interrumpió a si mismo al ver la atención dirigirse de nuevo a su mascota.

— ¿Cómo has estado? — Pregunta Minho en cambio.

— Bastante bien aunque, ya lo sabes, todo es muy difícil hoy en día.

— Joohoney viejito — Interrumpe Jisung.

— Vieja tu cara. — Molesta mientras saca su lengua en un acto infantil y se indigna al recibir el mismo gesto de regreso. Frunce el ceño y mira a Minho.

—› Hey Minho. — Susurra y Minho lo mira de regreso — ¿Ya le contaste?

Minho lleva su mirada a Jisung rápidamente — No, planeo decirle está noche.

— Llevas diciendo eso hace meses Minho, realmente ¿Cuándo piensas-

— ¡Oigan! ¿De qué tanto hablan? ¡Joohoney, no deberías estar tan cerca de Minho!

Suspira con fastidio antes de girarse hacia Minho — Tengo que irme Minho, asegúrate de pasar a visitarme de vez en cuando.

— Un día de estos será.

— Mentira, siempre dices que iremos y en cambio te quedas allí durmiendo como si no tuviéramos más nada que hacer. — Murmura mirando mal a Joohoney sin inmutarse cuando esté le devolvió la misma mirada.

— Jisung, shh. — Silencia antes de tomar la mano del anterior mencionado y alejarlo del cachorro.

»— Nos vemos Jooheon. — Dice ignorando las quejas de Jisung y arrastrándolo hacia su siguiente destino.

— Nos vemos Lee Know, adios Jisunggie~ — Se despide para seguir su camino

— ¡Entonces Jeongin dijo que no iba a darme más helado gratis! Y- Oh, gracias. — Jisung interrumpe su monólogo (que expresa una gran molestia hacia Jeongin) con una suave sonrisa cuando traen su comida y suelta ruiditos de felicidad por lo apetecible que se ve todo.

— Tú dualidad es increíble — Murmura Minho esperando no ser escuchado, pero Jisung lo hace a medias y lo mira con un gesto confuso.

— Nop fe esfuche — Dice con la boca llena y Minho se estira para limpiar el sucio en sus mejillas.

— Que comas más lento. — Y Jisung niega mientras sigue comiendo.

Durante unos minutos solo se escuchan los cubiertos chocando con el plato y los ruiditos de sorpresa y felicidad de Jisung.

Minho decide que ha postergado mucho ese momento. Toma una larga respiración y alza su mirada para encontrarse con la imagen tierna de Jisung degustando con felicidad su comida.

Se siente tan mal por arruinar ese momento...

— Sung.

— ¿Shi?

— ¿Podemos hablar? — Jisung deja de comer y de apresura a tragar.

— ¿Ahora? — Pregunta con sorpresa.

— Bueno, tal vez luego. — Obliga a sus palabras a irse al fondo de su garganta y Jisung frunce el ceño.

— Minho, podemos hablar ahora sí quieres.

— No Sung, está bien. Sigamos comiendo.

Jisung ahora se siente más confundido, pero decide que no preguntará más nada. Sabe que, si Minho necesita decirle algo, lo hará cuando esté listo. Asiente de acuerdo con sus pensamientos y termina de degustar su comida.

Jisung pagó todo y aunque Minho lo miró con recelo, salen del restaurante sin problemas.

Solo entonces Jisung se da cuenta de la especie de parque que hay detrás del restaurante y sonríe con demasia.

— Lindo, ¿no?  — Pregunta mientras entrelaza su mano con la del contrario.

— Sabía que no ibas a arruinar la cita de este año, Min.

— En mi opinión, la de hace dos años atrás fue la mejor, nos quedamos todo el día en casa y dormimos durante mucho tiempo. Hicimos de todo y en la comodidad de nuestra casa. La cita perfecta.

— Minho, ¡dormimos casi todo el día! Eso es lo opuesto a “cita perfecta”.

— Detalles Jisung, detalles. Además lo necesitabas — dice dándole un suave golpecito en la frente — Estabas agotado y parecias un muerto viviente. Te recuerdo que el día anterior habías llegado tardísimo y a punto de desmayarte, lo necesitabas.

— Nop, bien que sabes que no es así y tú solo querías dormir, Honnie.

— Discutir contigo es como hablar con una roca Jisung.

Jisung soltó una risotada y Minho le siguió con una suave risita mientras lo acercaba más a él.

— Tienes algo más planeado para hoy, ¿no es así?

— Umm, ¿Qué piensas tú?

— Llevamos un rato caminando más despacio que antes y tus manitos sudan más de lo normal. — Dice y Minho trata de soltar la mano de Jisung, pero este se aferra a él y no lo deja ir. — No lo dije porque me incomodaba.

— Estoy nervioso.

— Lo sé.

— Podrías decirme que no.

— Eso también lo- Espera, ¿decirte que no? — Jisung detiene su paso y se queda mirando expectante a las próximas palabras de Minho.

Este suelta un chasquido mirando a su alrededor antes de devolver su mirada a Jisung.

— Esto puede volver incómoda nuestra relación. — Dijo, pero Jisung no sé echó para atrás — Podrías odiarme — Sin reacción — Podríamos terminar. — Jisung frunció un poco el ceño, pero tampoco dijo nada.

Mordió su labio inferior con molestia y metiendo sus manos en sus bolsillos se acercó a Jisung. Lo suficiente para que sus respiraciones comenzarán a mezclarse.

— Minho... — dice mientras hace el amago de cerrar los ojos y se pone de puntas.

Sin embargo, Minho interrumpe su acción y lo abraza enterrando su nariz en sus cabellos en una forma de tranquilizarse.

— ¿Sabes que te amo, no?

— Sí — Afirma refregándose en su pecho.

— Y sabes que si por mi fuera, pasaríamos una eternidad juntos, ¿no?

— Sí...

— Entonces... — Se aleja del contrario y mete una de uno de sus bolsillos. Jisung siente su corazón latir tan fuerte que teme que este se salga de su pecho.

Minho suspira y eleva su mirada a los ojos de Jisung, los mismo ojos que lo enamoraron la primera vez que los vió.

— Lo pensé mucho tiempo, Jisung. Pensé en cualquier situación que pudiera pasar en el momento en el que te dijera esto. — Hizo una pausa — Hace un par de meses, ví... Vi un par de anillos que me llamaron mucho la atención.

»— Ella me dijo que los anillos significaban fidelidad, lealtad y entrega hacia el ser amado; significa confianza y... Y el deseo de estar juntos por mucho tiempo.

— Anillos de promesa. — Susurra Jisung sintiendo las lágrimas asomarse entre sus ojos. Jamás pensó que Minho llegaría hacerle una propuesta como esa.

— Si — Afirma com una cálida sonrisa mientras saca la cajita con un mano y aparta las lágrimas del rostro de Jisung — Y si tú me lo permites Jisung, quiero ser la persona que esté a tu lado el resto de tus días. Quiero poder amarte como nadie lo ha hecho y estar allí para sostenerte cuando tú no puedas hacerlo por tu cuenta.

—› Quiero poder decirte aquello que no le he dicho a nadie. Quiero seguir durmiendo entre tu pecho y confiar en que tus brazos me abrazarán y me mantendrán seguro.

—» Quiero... Quiero poder gritarle al mundo que tuve la dicha de conocer a alguien como tú y decirle lo afortunado que me siento. — Para este punto, ambos lloraban mientras sus narices se juntaban en su tierno gesto que les daba consuelo.

— Sí, sí, sí, sí. — Asiente mientras se lanza a los brazos de Minho y deja salir sus lágrimas aferrándose lo más que puede. — Te amo Min, te amo.

— Yo también te amo Sung — Corresponde a su abrazo con fuerza.

Cuando siente que el llanto de Jisung disminuye, lo alza y da un par de vueltas haciendo que Jisung suelte unas suaves risas. Una vez los pies de Jisung tocan el suelo, Minho le muestra la cajita y la abre revelando los anillos.

Jisung nota que son relativamente iguales, excepto porque uno de ellos tiene una pequeña gema con un hermoso diseño y parece que hay algo escrito dentro de ellos.

Nota, cuando toma el que tiene la gema y que, por ende, es el suyo, que dentro tiene grabadas las iniciales de ambos junto a un corazón.

— ¿Te gustan? — Pregunta Minho ante el silencio de Jisung.

—... ¿Me lo puedes poner? — Minho asiente y toma con cuidado la mano de Jisung. Desliza suavemente el anillo por su dedo anular y no se sorprende cuando Jisung toma la suya y hace lo mismo.

—› Ahora no puedes dejarme Minho. — Dice mientras frota sus ojitos quitando las lágrimas restantes.

— Nunca he pensado en ello, mi amor.

Se acerca, deja un suave pero profundo beso en los belfos contrarios aferrando sus manos a la cintura contraria cuando los brazos de Jisung rodearon su cuello.

—... ¿Nos vamos a casa? — Pregunta Jisung segundos después.

—... Pensé que nunca lo dirías — Responde aferrándose fuertemente a su mano y corriendo hacia la salida de aquel parque que fue testigo de su confesión, con las risas de Jisung que pronto lo contagiaron y lo hicieron reír hasta llegar a su hogar.

Su lindo y dulce hogar donde, al parecer, estaría junto a Jisung durante un largo tiempo.

Casi 2000 palabras... ¿Valió la pena la espera? Creo que eso lo decidirán ustedes.

Peculiar fue... Un nuevo descubrimiento para mi, algo que surgió debido a un "enamoramiento pasajero" que tuve, un estilo que quería probar y... Bueno, este es el resultado.

Tal vez no me salió tan bien del todo, pero me esforzaré para seguir mejorando.

De nuevo, su apoyo y sus votos fueron lo único que me mantuvo a flote y me dieron ganas de terminar esta historia.

Espero y se encuentren bien. Si las cosas están mal, tengan fé en que en algún momento mejorará. Sé que ustedes pueden.

Espero y que les haya gustado aunque sea un poco y se hayan divertido.

Cuídense y recuerden que los quiero.

Que la luna los cuide mucho.

— Luna. ♡