El tiempo pareció detenerse alrededor del reencuentro. Las miradas de ambos se cruzaron por unos instantes y en ellas coincidió la sorpresa, después de todo, veían una cara que no esperaban. El rostro de la chica se iluminó por unos breves segundos al ver al padawan, el cual se estremeció con la misma mirada y con un nudo en su garganta que le obstruyo el habla por unos segundos. El sonido de los blaster siendo disparados se convirtió en uno lejano, las llamas lanzadas por Lous, dejaron de ser oídas y el choque de los sables de luz pasaron a segundo plano. La batalla que libraba aprendiz y maestro contra el Sith, perdió importancia para Ezra dejando a su maestro solo con el oscuro.

Mientras tanto, Eli notó el claro intercambio entre ambos jóvenes, en un acto por alejar a los atacantes, apoyo a Lous con unos pocos atacantes buscando obtener el tiempo necesario de que ambos reaccionaran. Alzó la vista cuando una nave pasó sobre sus cabezas apoyando el ataque y supuso que eran aliados.

Al mismo tiempo, Akisha estaba anonadada, no esperaba nada de esto, no esperaba que esa persona estuviera frente a ella, mucho menos estaba lista para esto, sus ojos se cristalizaron por la contención de sus emociones, quería correr y abrazarlo para confirmar que estaba allí frente a ella, confirmar que no se trataba de una ilusión causada por su mente, por alguna babosa o poder extraño, pero la sensación del momento y la mano de Eli en su hombro en señal de apoyo, le ayudo a confirmar que estaba en la realidad.

Para Ezra, aquel reencuentro era una tormenta de sentimientos y su cabeza intentaba procesar lo mejor que podía la situación frente a él. Le costó reconocerla a primera vista, incluso su nombre tembló en sus labios, pues su mente rondaba la imagen de aquella niña alegre y traviesa que solía jugar bromas a sus padres junto a él. Aquel odio al imperio pareció duplicado cuando endureció su mirada y el horror de ser una ilusión arremetió contra el joven.

Pero ellos no eran los únicos sorprendidos, el sith no tardó más que unos pocos segundos en detectar las presencias invasoras. Aun así, más allá de molestarse por la interrupción, se mostró ansioso, tanto que no contuvo una risa que rompió el encuentro y estremeció a los recién llegados, volviendo el ambiente más pesado y tenso.

Un quejido se escuchó de parte de Kannan el cual fue lanzado lejos de la pelea por el Sith, ese fue motivo suficiente para que Ezra corriera a defender a su maestro, apuntando con su sable al Sith.

—Bueno, bueno, ¿Qué tenemos aquí?

La voz gruesa, siniestra y fría, fue más que suficiente para enviarle un escalofrío a los recién llegados. Tanto Eli como Akisha, fruncieron el ceño, atentos a como el sable rojo sangre se movía en el aire con gracia.

Los troopers presionaban más para lograr traspasar la defensa de Lous y el espíritu, sin el mínimo éxito solo logrando que algunos disparos se filtraran, sin lograr dar con su objetivo.

El de espada roja fue el primero en reanudar el ataque hacia Ezra, pero Kannan lo frena justo a tiempo, ayudando al chico en el ataque, el Sith sonríe ante eso.

—¿Quién lo diría? La fuerza está resonando con mucha más fuerza que antes.—Su mirada se detiene en Akisha, observándola con codicia—Tienes una fuerza increíble, nos vendrá bien en el imperio alguien como tú.

Los troopers comienzan a ser más insistentes con sus ataques logrando que algunos disparos lleguen a Eli y a Akisha, mientras intentaban esquivarlos. Algunos cayeron en sus armaduras, pero eso no quitó el dolor del golpe al impactar, Lous frena a los soldados con una pared de fuego, logrando confundirlos y lastimar su visión, antes de transformarse completamente agotado, en el hombro de Ezra.
En ese momento la nave el espíritu comienza a ganar terreno derrotando a los cazas TIE sufriendo pocos daños en el proceso gracias a los escudos. Ambos Jedi ejercen presión con los sables buscando empujar a su enemigo y que retrocediera o derrotarlo, una pelea sincronizada se formó entre los tres portadores de la fuerza, los sables chocaban entre ellos, azul y rojo generando un sonido de fusión claramente identificable.

Akisha decidió no responder ante las provocaciones del que supuso, sería un Sith, por su parte decidió contraatacar con los militares de armadura blanca, la leve frase de "troopers" pasó por su cabeza, siendo lo suficientemente clara para identificar a su enemigo.

Eli comenzó a esquivar los disparos que se estaban volviendo constantes y peligrosos para ellos, disparó unas babosas para ganar tiempo buscando una vía de escape, no era un buen momento para tener está batalla. Sin embargo, el imperio tenía su objetivo también, el de capturarlos, no dejarlos ir hasta tenerlos en su poder.

El Sith derribó a Ezra enviándolo al suelo cerca de Akisha, la cual intentó ir a ayudarlo, pero varios soldados le impidieron el paso, intentaban separarlos para hacer más fácil su captura. Solo que el imperio desconocía aquellas criaturas que una y otra vez los derrumbaban, eran una especie desconocida y sin duda eso los ralentizó.
No sabiendo a quién disparar primero una enorme presión se acumuló en ellos, pues tampoco querían fallar su misión. Akisha notando esto actúo con ayuda de Lexi, reduciendo las posibilidades de capturar y alejándolos de Ezra.

Es entonces cuando Eli aprovecha esa pequeña ventaja y se acerca a Ezra, lo ayuda levantarse y dispara una babosa de humo, esta vuela y ellos se cuelan en la nave aliada, conocida como "El Fantasma", estando el chico a salvo Eli regresa a la acción, guiando a Akisha a la misma nave. El jedi, logra empujar lejos al Sith, dándole la oportunidad los sigue detrás junto con su equipo y antes de que el humo se disipe ellos ya emprendieron la huida.

Solo que antes de poder alejarse lo suficiente, el Sith lanza su sable, cortando parte de uno de los motores, asegurándose que no llegaran demasiado lejos y cuando pudiera ver, entonces seguirlos. Eso funciona, la nave tiene problemas para mantenerse en el aire, pero logra llegar a un callejón lo suficientemente lejos mientras ponían en orden las cosas, al menos le llevaría tiempo al ser oscuro llegar a ellos.

Hera, Zeb y Sabine, bajaron de sus puestos y se dirigieron a la zona de carga donde se encuentra el resto del equipo y los invitados inesperados.

Eli observa a los demás mientras sigue aferrado a su amiga, procurando mantenerla a salvo de la turbulenta nave, solo esperaba regresar a Bajoterra y resguardarse nuevamente. Ya tenían mucho con las amenazas de allí, para sumarle otras más.

Hera se acerca a ellos con un poco de cautela, pero va a asegurarse de que el menor de su equipo esté bien. Y aunque estaba aturdido, ya estaba consciente

—Bueno, esto es nuevo, pero... gracias por ayudarnos. Como intuyo que están de nuestro lado, me gustaría presentarnos. Soy Hera, ellos son Kannan, Zeb, Sabine, chopper y Ez...

—Ezra—Akisha interrumpe a Hera en su presentación, en seguida voltea al chico que lograba levantarse —¿Realmente eres tú?—Cuestiona separándose un poco de Eli para acercarse al chico.

—Sí, estoy aquí... y tú, estás ¡viva!—Sin poder evitarlo la euforia predomina en su voz antes de abrazar a la chica delante de él—Alisha, mi pequeña Alisha.

La mencionada se estremece al escuchar su nombre real, sonríe y unas pocas lágrimas ruedan por sus mejillas, correspondiendo el abrazó, ambos se separan y observan a los demás, Eli sonríe antes de llegar a ellos y colocar una mano en el hombro de cada uno.

El droide no entendía, pero le dió el tiempo suficiente para hacer cualquier comentario sarcástico que se le pudiera ocurrir.

—¿Se conocen?—Kanan es el primero en cuestionar, confundido.

—Bueno, en el pasado nos conocíamos muy bien, nunca pensé que la volvería a ver—Admite Ezra sin saber cómo explicarlo.

—Muy bonito, chicos, pero tenemos problemas y por lo que veo, ellos conocen el lugar—Sabine interviene observando al grupo—. Eso nos ayudaría a terminar con lo que venimos a hacer e irnos rápido.

—Sí, no creo que podamos irnos rápido, lo que si es que deberíamos de buscar un escondite, no demorarán mucho en encontrarnos—Señala Zeb con el ceño fruncido.

—Ah, disculpen, yo soy Aki... Alisha—Corrige con una pequeña opresión en el pecho—Y él es Eli. Esta pequeña de aquí es Lexi—La babosa se posa en su hombro izquierdo—Y él es Burpy. Los ayudaremos a refugiarse.

—Los llevaremos a un lugar seguro, pero deberán dejar la nave aquí por hoy—Eli llega a la conclusión de llevar a estas personas a Bajoterra, por hende no podían llevar la nave.

—¿Qué? No podemos hacer eso —la mandaloriana exclama en desacuerdo.

—Sabine, si nos quedamos aquí el imperio nos encontrará, debemos recuperarnos, pero tampoco pienso dejar la nave sola—Hera se cruza de brazos, sus ganas de protestar por su nave eran grandes, pero sus ganas de proteger a su familia eran aún mayores.

Ezra piensa un poco—¿No hay una manera de llevar la nave?

Eli niega—La entrada es muy pequeña y somos demasiados para una tele transportación, lo único que puedo hacer para ayudarlos es colocarle una ilusión.

—Por supuesto—Alisha sonríe un poco y observa a Hera— De esa manera no encontrarán la nave, incluso si están justo frente a ella, es completamente segura.

El sonido de naves acercándose los pone en alerta, no había mucho tiempo y no estaban en condiciones de luchar.

—Bien, lo haremos, tomen todo lo que crean importante.

Sabine, Zeb, Chopper y Ezra, salieron de la bahía de carga y cumplieron con la orden de Hera. Por su parte Alisha con ayuda de Eli convocó a una babosa ilusionista especial, modificada con su propia energía, sería más que suficiente para cubrir la nave.

Cuando volvieron a reunirse salieron de la nave y Alisha disparó en dirección a esta, la babosa hizo lo suyo desapareciendo, lo que los 7 extranjeros llamaron hogar mucho tiempo, de la vista ajena.

Eli comenzó a liderar el camino, entre callejones y calles, se alejan rápidamente del lugar, debían volver a la seguridad de Bajoterra, al menos hasta tener un plan de acción, no podían luchar sin estar preparados.

Había mucha gente corriendo por sus vidas junto a algunos edificios derrumbados, todo un tremendo caos que hizo a algunos sentir culpa.

La peli azul se detuvo luego de unas calles, llevando su mirada en un edificio en particular, su casa, el hogar donde vivió gran parte de su vida, hecho pedazos, destrozado, un sentimiento de abandono la inundó su única fuerza era la esperanza de saber que su familia estaría a salvo.

—Vamos, debemos seguir.

Ezra la anima con una mano en su hombro, la chica asiente y ambos retoman el paso detrás de los demás. Al borde de la ciudad un pequeño escuadrón de troopers los interceptan, por suerte logran derrotarlos con rapidez.

Sin detenerse llegan a la entrada, bajan, siendo Eli el último y sellando la entrada en el proceso. Caminan por la extensa red de túneles guiados con la luz de las tres babosas de fuego.

—¿Tienen un refugio subterráneo? ¿Por qué nunca pensamos en eso?—Cuestiono Sabine observando el lugar.

Chopper emitió pitidos de burla, acto seguido fue golpeado por la chica.

—Yo no diría que es un refugio—Explica Alisha—Ya lo verán, se sorprenderán.

Luego de varios minutos de caminata llegaron a una pared, en la cual había un círculo con símbolos a su alrededor. Burpy y Lexi, avanzaron bajando de los hombros de sus dueños y comenzaron a resplandecer frente a la pared. Los símbolos se activaron y el círculo brillo apareciendo un portal.

—Rápido, lo que menos queremos es que logren llegar a nuestro escondite.

Aún dudosos la tripulación del fantasma avanzó siendo Ezra el primero, seguido de Kannan, Hera, Sabine, Chopper y de último Zeb. Eli y Alisha tomaron a las babosas y entraron al portal antes de cerrarse.

Al salir del portal, el ambiente de las cavernas sorprendieron al equipo, los árboles en forma de hongos y el techo iluminado como el mismo cielo, los colores diferentes a cualquiera lugar que estuvieron antes.

—Cabarzart, ¿dónde estamos? No se parece a ningún lugar al que estuviéramos—la característica frase de Zed hizo reír a Eli y Akisha, a pesar de no saber qué significaba.

—Bienvenidos a Bajoterra. El refugio está a unos metros.

El portal por el que salieron ya había desaparecido detrás de ellos sin dejar rastro. El camino al refugio fue silencioso, las babosas salvajes salían de sus escondites observando a los recién llegados. Al llegar, Eli busco alguna señal de su equipo o de los amigos de Alisha, grande fue su sorpresa al encontrar el lugar vacío, sin las mecas y con solo unas cuantas babosas cuidando del lugar que los recibieron gustosos.

—Pueden ponerse cómodos, estarán seguros aquí, al menos por ahora.

—¿Por ahora? —Cuestionó Kannan.

—Sí, la fuerza no miente cuando dice que se avecinan tiempos difíciles.

La breve respuesta de Alisha dejó a más de uno sorprendido, en ese momento había entrado la banda de Shanne, los cuales escucharon también lo dicho por la peli azul.

—Chicos, ya están...—Trixie se detuvo al ver nuevos rostros, su preocupación se hizo evidente—Eli, ¿qué está pasando?

Las risas del equipo Shanne acompañados de Junjie, se silenciaron al entrar a la habitación, Uriel, Samay y Killian, entraron de último, el trío se estremeció al observar nuevos rostros. Uriel fue el primero en fruncir el ceño al conectar puntos, el parecido de su amiga con uno de los desconocidos fue suficiente para saber que pasaba.

Aunque todos tenían preguntas, ninguno quería hacer o decir nada. Estaban alertas y confundidos. El fantasma se miró, unos a otros quizá más confundidos que los tres más involucrados que ahora se convirtieron en observadores. Lo único que quedaba era esperar a que alguien rompiera el silencio, algo tan difícil como los tiempos que se avecinaban.