Capítulo 3: Que inicie el juego
Se dice que bailamos la dulce danza del destino con cada decisión que se toma, sin embargo, esta danza es peligrosa cuando se convierte en un juego y como en todo juego; las reglas a menudo suelen romperse, el caos se desata con el primer acto del enemigo mientras que la calma pasajera se crea con el contraataque, pero solo sabiendo cuándo atacar, de lo contrario solo se esperaría que el enemigo ganara sobre el movimiento de su oponente.
Justamente el juego ha comenzado, las calles de la ciudad se convirtieron en un caos, los civiles huyendo de este ataque, lo que una vez estuvo en secreto se revelaba por primera vez en muchos años causando temor. ¿La causa? La vida en el espacio.
El grupo de jóvenes miraron a la criatura en búsqueda de respuestas, los sonidos del exterior apenas eran captados donde ellos se encontraban ocultos, pero los tres sabían que lo mejor era no salir por ahora.
—Primeramente, les agradezco por venir a salvar a mi dueña—habla la pequeña, permitiendo que los humanos la entendieran—Como habrán notado, la situación se ha complicado, de igual manera lamento decir que por ahora no podemos hacer mucho, por lo menos hasta encontrar un buen plan.
—Lexi, ¿estabas al tanto de que algo así pasaría?
—Ella no podría saber que algo así pasaría Uriel—la chica se despierta y mira a sus amigos hasta que termina de orientarse.
—Akisha, ¿cómo te sientes? —la otra chica se acerca a su amiga, con clara preocupación.
—Ya estoy mejor Samay no hay de qué preocuparse.
La criatura se posa en el regazo de Akisha, recibiendo una caricia de la misma, las paredes a su alrededor temblaron recordándoles la situación, la chica miró a los demás confundida hasta que sus recuerdos se volvieron más claros causando una extrema preocupación.
—¿Qué está pasando?
—Parece que el juego inició —Killian es el que le responde, adquiriendo su atención—, la situación no está tan bien que digamos, están tomando la ciudad, y según las noticias que escuchamos antes de encontrarte, tomaron otras cuatro en diferentes países.
—Eso solo nos indica que vienen con todo, de seguro quieren tomar al planeta.
Samay suelta un bufido —Si es así, eso sería un problema para nosotros, no tendríamos donde escondernos y… nuestras familias peligran también.
—Tampoco es como si pudiéramos hacer algo Samay, ¿qué podría hacer un grupo de 4 adolescentes contra un ejército?, nuestro deber es proteger a Akisha y nada más que eso.
—Uriel, no tienes por qué ser tan duro con ella —recrimina Akisha soltando un suspiro—. Eso sí, en algo estoy de acuerdo, y es que posiblemente no podamos hacer nada, si los secuestros masivos han sido obra de "ellos", de seguro se trata de una especie de reclutamiento.
—¿Piensas dejar a estas personas indefensas?
La molestia de Samay era más que notable para los otros tres. Rápidamente esa discusión pasó a segundo plano cuando se escuchó una explosión y gritos más fuertes de las personas que aún seguían fuera de sus hogares.
—Debemos irnos—Afirma la pequeña babosa subiendo al hombro de Akisha—Si nos quedamos aquí nos van a atrapar en menos de veinte minutos, están barriendo la ciudad.
—Espera, ¿adónde piensas que iremos?—interroga Killian, preocupado tanto por lo que dijo Samay como los que informó la pequeña criatura—. De igual manera apenas salgamos nos verán, no tenemos dónde escondernos.
Akisha escucha a los otros tres debatir mientras pensaba, si bien, también le preocupaba su familia; no tenía dudas de que ellos sabrían cuidarse de una invasión como esta, su prioridad ahora se concentraba en sus amigos y ella. No podía permitir que por algún error los capturaran, eso sería muy malo para la situación y aún más sin tener la certeza de quiénes eran esas personas o lo que buscaban. Aún teniendo una pequeña pista. Su mente divaga en diferentes sentidos buscando una solución, teniendo como única escapatoria ir bajo tierra y ocultarse en el mundo bajo sus pies. Si no querían ser presa fácil era la mejor opción, como también advertir a su amigo de las cavernas, abrió los ojos a la par notando algo, si las leyendas que sus padres le contaban de pequeña son reales así como lo fue el mundo de bajoterra, la amenaza que llego a la tierra no se trataba de otra más que el mismo «Imperio». “No, nada de eso, es imposible que lo sea, las probabilidades son menos del 40%” pensó viendo a sus compañeros los cuales le regresaron la mirada y detuvieron su discusión al notar la expresión de la chica.
—Tenemos que irnos a bajoterra, no tenemos de otra, enfrentar algo sin saber sus capacidades es entrar al campo con los ojos vendados, arriesgaríamos nuestras vidas también sin saber las consecuencias, nuestras familias estarán bien, de eso estoy segura, porque ya no podemos ir a casa.
—Pero Aki, no estamos seguros de eso, si toman el país a través de este golpe…
—Déjalo, Samay, no hay solución simple si es lo que tratas de insinuar—interrumpe Uriel a su amiga—. ¿Segura que puedes caminar hasta la entrada?
—¿Por quién me tomas? Claro que puedo —se levanta de la cama donde estaba con ayuda de Killian—Vamos, aprovechemos que aún hay personas en las calles. Nos ayudará a ser invisibles por el momento.
Los demás, de acuerdo, afirman y toman sus armas de defensa que funcionaban como aturdidores. Antes de salir de su escondite Samay se asegura de que no estén los soldados de trajes blancos, haciendo la señal de seguridad; salen en orden rápidamente, primero Samay, luego Uriel, de tercera Akisha y de último Killian. El grupo de amigos llevaba años entrenando juntos, por lo que su formación conllevaba un gran beneficio: al conocer las habilidades y destrezas de cada uno, así como también sus debilidades, pudieron trabajar en equipo de una manera sincronizada y armoniosa.
Samay, la chica más sigilosa del grupo estaba atenta a la vigilancia y constante alerta a su entorno con una gran puntería que las posibilidades de fallar eran muy pocas. Uriel se encarga de barrer el terreno al igual que Samay, que estaba constantemente en alerta. Se especializa en pelea cuerpo a cuerpo y con espada, es una de los campeones de esgrima del estado. Akisha, tiene un vasto conocimiento en escapes y sigilo, sus pies se mueven de una manera muy sigilosa provocando que sus pasos no sean escuchados, teniendo habilidades en defensa personal y pelea con armas fe filo. Por último Killian, es el más fuerte del grupo contando con habilidades en el karate como también empuñando un arma de fuego y defensa.
Teniendo en cuenta los deberes escenciales de cada uno; no era de extrañar que siempre tuvieran que mantener un constante perfil bajo. Así mismo, esta vez tenían que olvidar todo eso, haciendo uso de sus habilidades en conjunto, lograron escabullirse y dirigirse a las afueras de la ciudad, a unas calles antes de salir de la misma, fueron interceptados por un grupo de 3 soldados.
—Ustedes adelántence, yo los detendré aquí.
—Bien, pero no te demores Killian o la entrada se cerrara.
El mencionado solo sonrió con una leve afirmación de cabeza, los demás siguieron su camino, uno de los soldados intentó detenerlos, pero Samay con un disparo lo dejo fuera de combate, los otros dos les apuntaron para que no continuaran siendo alejados por Killian quien comenzó un combate de cuerpo a cuerpo. Para este momento Akisha pasó a liderar el camino logrando salir de la ciudad. No dejaron de correr hasta alejarse lo suficiente y al dar una mirada hacia atrás, lo que vieron los dejo más que sorprendidos y confirmo el pensamiento de Akisha.
Grandes naves estaban sobre la ciudad cubriéndola casi en su totalidad, los finos rayos del sol hacían que la vista solo causara terror, Uriel miro a la chica de cabello azul con clara confusión y terror luego su miraba viajó a la otra chica que tenía lágrimas en sus ojos y estos miraban con desconcierto la escena. A lo lejos vió cómo Killian se les acerca, le había tomado más tiempo de lo previsto pero ya los cuatro reunidos miraron la que antes era una ciudad pacifica ser tomada a la fuerza por seres de otro mundo.
—El otro mundo... es real —soltando un jadeo sus labios temblaron—, yo, pensé en verdad que eran solo mitos.
—Justo ahora... también desearía que lo fueran —abrazando a su amiga para que se calmara un poco—. Esto tampoco me lo esperaba es, es demasiado.
—Yo les dije, el enemigo ya hizo su primer movimiento, era inevitable que en un momento vinieran por ti.
La mirada de Uriel se posó en Akisha, molesta ella frunció el ceño y gruñó, no quería aceptarlo, no quería aceptar que todo fuera real. Mucho menos admitir que esto pasaría de una u otra manera, por lo que, sin decir nada, sacó una resortera y colocando a Lexi disparó al cielo, donde la babosa se transformó al llegar a la velocidad requerirá, está dió la vuelta y rodeo a los chicos con sus llamas celestes creando un círculo que se iba achicando creando un portal que los hizo desaparecer de la superficie.
Cuando se recompusieron del viaje miraron lo iluminada que estaba la caverna deduciendo que era de noche, aterrizaron justo al frente de un refugio.
—¿Están todos bien? —Akisha revisó a sus amigos con la mirada, notándolos un poco asombrados y confundidos.
—Sí, todo bien, solo espero poder acostumbrarme a eso.
—Samay, dudo que puedas acostumbrarte. Yo no puedo, ni podré — Uriel mueve la cabeza en círculos con bastante confusión.
Akisha niega ante la diversión de sus tres amigos y toca la puerta del refugio, del lado contrario de la puerta se escuchan pasos para luego dejar a la vista un chico de cabello y ojos azules.
—Akisha, ¡que sorpresa! —sin dudarlo abraza a la chica dándole una cálida bienvenida.
—Nosotros también vinimos, por si no lo notaste.
Eli Shane alza la mirada para separarse de la chica y mirar al resto —Wow ¡chicos! qué sorpresa verlos a ustedes también.
Se hace a un lado y los deja pasar, se sientan en los sofás que estaban en la sala, las babosas que estaban en el lugar saltan de alegría mientras se acercan a Akisha.
—Tambien me alegra verlos —Acaricia a las babosas mientras Lexi baja de su hombro y va con las demas—. ¿Y los chicos?
—Ellos fueron a dormir no hace mucho, de haber sabido que vendrían los hubieran esperado.
—Sí, fue muy repentino, la verdad, pero—Uriel suelta un suspiro desanimado—. Están invadiendo el planeta.
—¿Invadiendo? No entiendo, ¿te refieres a un golpe de estado?
—No exactamente—Samay toma la palabra viendo a Eli—. El otro mundo está aquí.
—¿Qué? Pero eso —comienza con una breve pausa—, eso no puede ser, ¿cómo?
El protector de las cavernas estaba más que sorprendido, miró a su fiel babosa, la cual estaba bastante confundida y preocupada también, Berpy chilló llamando a otra babosa que no estaba allí.
—Un momento, ¡¿tú también sabías que era real?!
—Aki, por algo son leyendas, las leyendas siempre tienen algo de real. Tomaron una buena decisión al venir aquí.
La chica bufó en descontento, al igual que Samay.
—¿Qué vamos a hacer ahora?
—Tendrán que quedarse aquí, no queda de otra, sería peligroso si los atrapan, saben muy bien el papel de cada uno.
—Vamos Eli, llevamos entrenando años para este momento—Killian se levanta de su asiento—. Además, no es bueno quedarnos de brazos cruzados.
—Lo sé, es por eso que debemos comenzar a unirnos también.
En ese momento regresó Berpy con una babosa parecida a él, solo que tenía rasgos de una electroshock también, su cuerpo era de un azul oscuro con detalles naranjas y amarillos. Lexi se unió a ellos dos, abrazando a la recién llegada.
Sonríe—Y para eso, nos falta un componente escencial.
—Solo los tres pilares pueden lograr salir de las tinieblas, con ayuda de sus guías infiernous —Murmura Akisha recordando—, después de años separados sus poderes podrán despertar y permitir una liberación para retomar el equilibrio —observa a Eli con sorpresa y luego a las tres babosas—. No, no me digas que.
—Sí, el momento ha llegado. Lois, es hora de que regreses con él.
La babosa desapareció al escuchar esas palabras en un suave brillo que se fue con ella, su siguiente misión sería complicada, no había estado con su dueño en 6 años.
Los chicos observan curiosos la interacción, y asintieron entre ellos, después de todo, el reloj ha iniciado el mayor suceso que presentarían y los años de entrenamiento y preparación serán puestos a prueba, aún así, de algo estaban seguros: esto no sería nada fácil.
¿Que les pareció el capítulo? ¿Muy extraño?
Espero que les guste esta historia que poco a poco va continuando.
Lois está más tierno que Lexi, ¿No? ¿Que opinan de estas nuevas babosas fusionada?
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