Eren terminaba de arreglarse, desde su cama su mejor amigo lo veía.

Eren: Armin quita esa cara, te arrugas, además de buena fuente supe que tu eterno amor estará en esa fiesta.

Armin: ¿E-Erwin?

Eren: Si, E-Erwin, el cazador inoportuno estará ahí.

Armin: ¿A qué hora nos vamos?

Eren: Ya, recuerda, vamos a la fiesta, no habrá alcohol, sexo, o drogas.

Armin: ¿Así fue como conseguiste el permiso para ir? ,—el castaño asiente con una sonrisa en el rostro.— agradezco que está vez la fiesta no sea con la bella durmiente, esa chica tiene problemas con los fármacos para dormir.

Eren: Lo sé, bien vamos.

Los dos salieron de su habitación despidiéndose de su madre, estaba por irse cuando una azabache llegó.

Zeke: Mikasa, ¡que bueno verte!

Mikasa: Eren.

Eren: ¿Qué haces aquí?

Zeke: La encontré cuando compraba  el pan, le dije que irían a una fiesta y la invite para que fuera con ustedes.

Eren mira mal a su hermano, con una sonrisa acompañada de un tik nervioso en el ojo toma a su rubio amigo de el  brazo para salir acompañados de la azabache.

Eren: ¿Qué haré?

Armin: Yo la distraigo,  pero debes aprovechar el tiempo.

Eren le sonrió a su amigo, se apuraron en llegar, el castaño sonrió al ver a su guapo lobo junto a su motocicleta.

Eren: Ahí está mi lobo, Armin, distrae a la choza.

El rubio asintió, llevo a la chica a un lugar alejado, Eren aprovecho para sacar a flote sus encantos meneando las caderas, el lobo sonrió al ver a su Caperuza.

No dudo en ningún segundo de tomarlo de la mano e ir a un lugar más privado.

En cuanto estuvieron fuera de vista el lobo aprovecho para besar apasionadamente al castaño.

El chico le respondió al instante, se dejo llevar por el momento, el cual se rompió al escuchar que lo llamaban.

Se separaron cuando Eren vio a Mikasa, avento a Levi a unos arbustos, quería evitar a toda costa que castraran a su amado lobo.

Mikasa: ¡Eren!

Eren: Mikasa.

Mikasa: Vamos con Armin, ¿por qué te pierdes así?

Levi gruño molesto, vio como se llevaban a el chico, ese era otro día donde tenía que hacer uso de su mano amiga y una ducha de agua fría.

Levi: Ya serás mio bombón y cuando ese día llegue, te tendré lista una silla de ruedas.