Una niña, había tenido una niña, suspiró al ver el mensaje que aquella mujer le había mandado a Uzui, suspiro termiando de preparar la papilla de su hijo, Rumi se veía tan lindo que su corazón dolió.

La imagen de una pequeña niña de casi siete años llegó a su mente... despejó las ideas al ver que las lágrimas se juntaban en sus ojos, desde el día que supo que Rumi vendría al mundo se prometió no llorar de nuevo y soportar todo... absolutamente todo lo que la vida le mandase como prueba.

Claro que el destino es caprichoso, fue días después de saber de la niña que Uzui llegó con ella a casa, Zenitsu no soportó más, tomó a Rumi en brazos saliendo de su hogar.

Uzui por primera vez tuvo miedo... no sabía que tan difícil sería aceptar que todo desde hacía años estaba mal y empeoraba con cada segundo que pasaba.