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me van a odiar...
Sentía la sangre deslizarse por sus piernas, intentaba quitarse de encima a Kaigaku que apretaba su cuello con fuerza, la desesperación lo invadía a medida que el aire se le iba, por fortuna la lámpara estaba cerca de su mano, con dificultad la tomó para golpear al pelinegro haciendo que lo soltara, aturdido corrió a la ventana gritando por ayuda, el dolor de repentinas contracciones lo hizo parar, Kaigaku aprovechó el momento para tomarlo del cabello y empujarlo sobre el barandal del balcón.
Lo siguiente que Zenitsu supo es que colgaba del balcón de el departamento, Kaigaku lo soltó dejándolo caer.
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