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Epílogo

Años después...

¿Entonces no te dirá donde van?

—Me dijo que era una sorpresa, la verdad me gusta la idea de que sea así, lo hace un tanto más romántico, amo que me sorprenda.

—Ustedes dos son la pareja más cursi que he conocido —dijo Hobi haciendo una finjida mueca de asco.

—Ustedes son iguales —dijo Jisso acercándose a ellos— tú y Yoongi son dos bolitas de miel.

—Es verdad, ese gato es un romántico—dijo riendo.

No podía evitar reconocer que Yoongi era un novio dulce, que sacaba lo mejor de él.

—Esta familia solo destila amor — dijo la pelinegra abrazando a sus amigos.

—Como Amira y Mínho, desde que decidieron estar juntos no se despegan, ellos si son unos melosos incontrolables — rió.

—Amo que papá sea feliz y sé que tía Amira lo hace, ella siempre va ser la razón de sus sonrisas, lo fue antes y lo es más aún ahora.

—Es verdad, además nos hicieron hermanitos —dijo riendo jisso— y tú haces incesto con tu otro hermanito, eso no es de dios — se burló.

Hobi se observaba al espejo y reía por la conversación de sus amigos, era divertido vua do la pelinegra sacaba su lado gracioso.

—En mi defensa, yo comencé mi relación primero con Kookie, no tenemos la culpa de nada, además papá y tú madre aún no se casan, en teoría seguimos siendo solo amigos — respondió riendo.

—Es verdad —asintieron los otros dos al unisono.

—¿Y que hay de ti?— levantó sus cejas cuestionando a Jisso— ¿Ninguna chica  que llame tu atención?

—De hecho si — contesto sincera— la chica nueva, Rose, es muy bonita... pero no sé si estamos del mismo lado — hizo un puchero.

—Es fácil— contestó Hobi sacando su celular y enviando un mensaje, solo basto unos segundos para que el aparato sonara de vuelta— Listo.

—¿Que hiciste?

—Tienes una cita mañana con ella, si no le gustara la tortilla no habría aceptado, de nadaaaa— dijo con voz cantarina.

Taehyung comenzó a reír por la ocurrencia de Hobi y  ver a Jisso sonrojada, solo podia sentirse feliz por ambos, por tenerlos en sus vidas y por verlos así de felices.

—Bien, me voy, Kookie está abajo, deseenme suerte —dijo Taehyung dándose un último vistazo al espejo antes de caminar hacia la salida de su habitación.

Los contrarios lo observaban como padres orgullosos levantando sus pulgares en aprobación mientras Hobi hacia delante como dando su bendición a Taehyung y encomendadolo a Diosito.

El castaño bajó las escalas apresuradamente, encontrándose en la sala con su padre, quien veía un partido de fútbol en la televisión.

— Saldré con Kookie papá, vuelvo por la tarde.

—Esta bien cariño, cuidate y diviértete, te amo.

Taehyung detuvo sus pasos y se devolvió hasta su padre para besar su mejilla y abrazarlo por la espalda.

—Tambien te amo papá, gracias por ir por mi aquella vez— dijo antes de salir del lugar, dejando a Minho con una sonrisa, feliz por las palabras de su hijo.

Una vez estuvo fuera de la casa pudo ver al pelinegro apoyado en el automóvil, vestía una camisa blanca, abierta de los primeros botones, dejando ver parte de su pecho y clavículas, mientras un pantalón negro moldeaba a la perfección sus trabajadas piernas, haciendo al menor literalmente babear por la imagen que tenía ante sus ojos, tan distraído que no se dió cuenta cuando llegó junto al mayor.

—¿Ves algo que te guste bebé?

—Todo— habló sin contenerse y cubrió sus labios al darse cuenta del descaro.

—Suerte que todo te pertenezca — respondió coqueto mientras jalaba al menor de la pretina  del pantalón para acercarlo a él.

Levantó su mano para acomodar los cabellos sobre la frente de Taehyung y tomar su mentón mientras retiraba aquella mano que tapaba sus labios y la reemplazaba por los propios, besándolo profundamente, mientras lo apegaba más hacia su anatomía.

Los brazos de Taehyung rodearon su cuello casi de inmediato mientras sus labios eran devorados por su novio quien disfrutaba por completo de aquellos belfos que le parecían la cosa más deliciosa del mundo.

El mayor giró ambos cuerpos, de manera que Taehyung estuviese con su espalda sobre el auto, mientras el lo consumía por completo con sus labios, mientras hacía inexistente la distancia entre ellos y sus cuerpos estaban por completo juntos, sintiéndose en su totalidad.

Una vez estuvieron satisfechos, se separaron levemente, quedando con sus rostros cerca, observandose a los ojos y con el  mayor repartiendo caricias a su novio, siendo delicado y amoroso como siempre lo habia Sido.

—Te amo bebé, amo besarte y mimarte, pero si no paramos ahora no iremos a ningún lado y te llevaré a rastras a tu habitación — habló con su voz ronca.

—¿Con mi padre en la sala? — levantó una ceja— eres un descarado Jungkookie.

—No puedo evitarlo— besó sus labios castamente — me tienes a tus pies, nunca tendré suficiente de ti mi amor— dijo volviendo a besarlo brevemente— vamos— se separó con dificultad y alejó el cuerpo contrario del auto para abrir la puerta e invitarle a subir.

Una vez allí, ambos entre sonrisas complices y miradas coquetas, emprendieron rumbo hacia el destino que el mayor tenía planeado para ellos.

Habían salido de la ciudad, a su alrededor solo se podía ver árboles y naturaleza, lo cual tenía fascinado al menor quien no podía despegar sus ojos de la ventana del automóvil, mientras bajaba el vidrio y apoyaba sus codos sobre el marco de la puerta para luego poner su mentón sobre estos y disfrutar del viento sobre su cara.

—¿Te gusta?

—Me encanta Kookie...gracias.

—Espera a ver lo que tengo preparado para ti cariño.

—¿Falta mucho? —pregunto impaciente.

—De hecho no— dijo entrando por un pequeño camino rodeado de árboles.

Unos metros más allá de podría divisar una cabaña en medio de aquel bosque, completamente perfecta ante los ojos de Taehyung quien a penas el automóvil se detuvo no perdió el tiempo de abrir la puerta y salir de el, queriendo cinte.olar el paisaje en su totalidad.

—Es hermoso— dijo.

—Es nuestro— respondió Jungkook abrazándolo por la espalda.

Taehyung se encontraba confundido, no entendía a qué se refería su novio con aquellas palabras, tenía una leve sospecha mientras su corazón comenzaba a latir más rápido, pero no quería anticiparse a las cosas.

Sintió frío cuando el cuerpo que lo rodeaba se alejó e insitintivamente se giró para buscarlo, viendolo frente a el, con una de sus rodillas en la hierba y entre sus manos una pequeña cajita de terciopelo, con un hermoso anillo dentro de ella.

—¿Que- que haces amor?

—Kim Taehyung, mi hermoso tormento, ¿Me harías el honor de convertirte en mi esposo?

El menor intentaba hablar pero sus palabras no salían, estaba emocionado, dejando caer lágrimas por su rostro ante el desborte de sensaciones que tenía en ese momento.

Siempre lo vio tan inalcanzable, lo amó por mucho tiempo en silencio, totalmente convencido de que no tendría una oportunidad con el, con el hermoso hombre que estaba ahora ahí, arrodillado frente a el, esperando una respuesta con ojos brillantes y llenos de amor, un amor que era solo para el, dirigido a nadie más que el, su novio.

Aún después de algunos años le parecía irreal poder llamarlo así, más aún después de pensar por tanto tiempo que sería un amor imposible, unilateral, sin saber que el destino les tenía preparado otra cosa, una versión en dónde ambos eran felices juntos, sin importar la edad, sin importar nada más que ellos dos.

—¿Quieres?— insistió.

Taehyung solo pudo asentir efusivamente hacia él mientras estiraba su mano temblorosa frente al rostro del chico, dando la señal de que quería aquel anillo en su dedo, la cual fue acatada de inmediato mientras su emoción se hacía más intensa y era rodeado por los brazos de su ahora prometido, quien lo levantó haciendolos girar en el lugar, completamente feliz de haber sido correspondido en su petición.

—Seras mi esposo Taehyung, necesito escucharte decirlo — pidió mientras lo bajaba sin despegar sus ojos de los contrarios.

—Lo haré, me casare contigo Kookie, seré tu esposo, tuyo por siempre — dijo con su voz temblando, aún sin poder controlarse del todo.

Jungkook lo besó profundamente, feliz de la respuesta y ansiando que aquel día, ese gran día llegara lo antes posible, aunque no apresuraria las cosas, estaba feliz con haber sido aceptado y todo lo demas iría haciendolo a su tiempo, queria que fuese perfecto.

—Kookie...— llamo separándose levemente — A que te refieres con lo de nuestro... Este lugar....

—A eso que escuchaste bebé, lo compre para nosotros, nuestro hogar...— dijo— se que debí elegirlo contigo, pero quería darte una sorpresa —se mordió el labio inferior— asumiendo que ibas a aceptarme — rió nervioso.

—¿Y si hubiese dicho que no?

—No había posibilidad en el mundo que lo hicieras, pero de haber sido así, no me rendiria, jamás me rendiría contigo bebé, haría lo posible por qué quisieras pasar el resto de tu vida conmigo, tanto o más de lo que yo mismo lo anhelo.

Sin dejarlo continuar Taehyung fue quien tomo sus labios está vez, sujetándolo desde la nuca para hacer el contacto más intenso, dándole a entender que necesitaba sentirlo, necesitaba estar con su prometido, ese que acababa de ser el príncipe hermoso que le había pedido en matrimonio.

Jungkook lo sostuvo desde los muslos y lo levantó haciendo que rodeara su cintura con sus piernas, para comenzar a caminar al interior del lugar, sin detenerse a conocer el espacio, el cuál estaba perfectamente decorado con flores, peralos por doquier, completamente hermoso, pero ajeno aquella dos amantes que se encontraban llendo directo hacia la que sería su habitación donde ingresaron besandose, mientras Jungkook dejaba caer al menor con suavidad sobre la cama.

—¿No hay tour?— preguntó burlesco.

—Luego bebé — respondió despojandolo de sus ropas— Primero voy a sellar el trato — rió — Te haré el amor por primera vez aquí, en nuestro lugar especial, en nuestro hogar.

El castaño asintió ante sus palabras y tiró de su cuello para atraerlo en un beso más descuidado, preso de la lujuria, esa que era automática cuando ambos estaban juntos, la que los hacía porfesar su amor una y otra vez, reafirmando el sentimiento que albergaba sus corazones.

En cosa de segundos se encontraban desnudos, totalmente expuestos a Merced del otro y repartiendo caricias sobre sus cuerpos, sin ningún pudor, marcando y reclamando cada espacio de su pertenencia.

Los labios del mayor recorrían cada rincón del piel acanelada de su novio, adorandolo como siempre, dejándole en claro todo el amor que sentía por el mientras ingresaba en su interior, lentamente, sin detenerse, llenandolo por completo, jadeando por la sensación y deleitándose con los glorioso gemidos que soltaban los labios de su hermoso novio.

—Te amo Tae — Gimió en su oído.

— Te amo, siempre te he amado jungkookie — respondió mientras se aferraba con manos y piernas al fornido cuerpo que estaba sobre el, profesandole su amor con cada embestida y cada beso que le era otorgado.

Se entregaron en cuerpo y alma una vez más, fueron uno como tantas veces, mientras las promesas de amor eran recitadas y sus corazones se sentían completos uno junto al otro.

Bastó solo unos momentos para que ambos llegarán a su orgasmo mientras seguian profesandose palabras de amor y caricias sobre los temblorosos cuerpos.

Sonreían satisfechos y felices por aquel encuentro, con sus corazones galopantes de tantas emociones y de tanto amor que tenían para el otro.

—Gracias por verme Kook...

—Gracias por no rendirte, por guardar tu amor para mí, aunque suene egoísta, en serio estoy agradecido y me hace amarte más de lo que hago — rió — como si eso fuera posible, creo que jamas nadie podria amar como te amo a ti —dijo besando sus labios castamente.

Se recostó a su lado y acaricio el abdomen del menor mientras besaba su hombro y seguía recitando cuánto lo amaba.

—Papa va a enloquecer — rió.

—Lo solucionaremos luego, lo importante es que estamos juntos, felices y que nada podrá separarnos.

Ambos corazones estaban destinados a estar juntos, aún cuando la barrera de la edad sería el impedimento principal, ellos fueron capaces de esperar, de estar uno al lado del otro en el momento preciso y de hacer de su historia la más bonita historia de amor, una dónde aquel pequeño tormento, logró ganar el amor del que siempre fue y será, el amor de su vida.


Llegamos al final, me da algo de nostalgia cada vez que termino una historia, cada una es parte de mi y amo cada una de las líneas que escribo en ella

Gracias por estar aquí y por haber llegado hasta el final, espero sigan disfrutando de mis otras historias, gracias infinitas a ustedes.

🌸 ErLith_🌸

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