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Llegar al departamento del pelinegro se sentía distinto.
Era la sensación de que tal vez era la última vez en que estarían juntos así, al menos hasta que todo el asunto con Eunji se solucionara.
Esperaba, confiaba que eso fuese así, pero no podía asegurar nada.
Vio esa determinación en sus ojos, más parecida a la obsesión con Jungkook, lo supo en cuanto la vio por primera vez.
Eso no era amor bajo ninguno de los casos, pero estaba lo suficientemente obsesionada para quererlo solo para ella y hacer lo que estuviese a su alcance para conseguirlo, está era la prueba.
Fue capaz de atarlo en un acuerdo de matrimonio valiéndose de la ayuda de Jisso.
Si pensaba en ella se sentía desilucionado.
Su amistad había terminado hace mucho, pero aún así sentía esa desilución al saber que ella ayudó a llevar a este punto las cosas, sin importarle que podría destruir a su propio hermano.
—¿En que piensas tanto bebé?—pregunto abrazando al menor por su espalda y apoyando su mentón en el hombro de este—
—En todo —confeso mientras buscaba aún más refugio en los brazos de Jungkook — Esto es una mierda, lo que ellas hicieron —aclaro— estuve enamorado de ti por años, te ame en silencio porque solo era un niño y no era correcto, me limitaba a qué me vieras como pequeño hermanito durante mucho.
Los años pasaron, crecí y por fin logré ganar tu corazón, ya no me ves como un niño y me amas, de la misma forma que yo lo hago—comenzo a sollozar — Esto es muy injusto Kook, nos separan de una forma tan despreciable y tan injusta —respiro un momento tratando de controlar sus lágrimas — Te usó de una manera tan horrible, te ilusiono con tu hermana y se aprovechó de eso para su jugada —giro su cuerpo y abrazo la cintura del mayor mientras refugiaba su rostro en su pecho, llenandose de su cercanía, sintiéndose seguro al menos por esa vez entre los brazos del hombre que amaba.
Jungkook lo apegó los máximo posible hacia el, no sabia cómo darle tranquilidad cuando el estaba en las mismas condiciones, tratando de contener las lágrimas de frustración que sentía por haber Sido tan iluso, haber creído cada palabra que salió de los labios de Jisso, aún sabiendo que podría ser falsa, aún sabiendo que había algo detrás, confío en ella a ciegas.
Lo nublo la idea de que su pequeña hermana volviera a el.
Se sintió tan culpable de haber llevado a Eunji a sus vidas, de haberla hecho parte de su familia y de dejarla joder todo lo bueno que tenía.
— Buscaré la forma de librarme de esto, te lo prometo Tae, volveré por ti y vamos a estar juntos siempre.
Cuando cumplas 21 iré donde tú padre y le diré que te haré mi esposo.
Pediré su bendición y te llevaré hasta el altar donde unire mi vida a ti de forma conciente y decidida—beso sus cabellos— Te juro que haré tu vida inmensamente feliz... Solo dame tiempo, déjame resolver todo esto y volver a ti mi amor —pidio casi suplicante —
El menor levantó su rostro y sonrió hacia el, una sonrisa triste, pero que reflejaba que estaba de acuerdo, que harían todo aquello de lo que el pelinegro hablaba.
—Te he esperado tanto tiempo, espere que los años pasarán para al fin poder llegar a ti de esta forma... No me importa tener que esperar más si se que al final de todo esto te tendré conmigo, que al fin estarenos juntos sin nadie que pueda dañarnos más.
Jungkook no pudo controlar las ganas de besar a su tormento, de hacerle sentir que lo amaba, que estaría con el a pesar de cualquier adversidad y que esto solo era una prueba que debían superar para estar juntos de forma definitiva, como ambos anhelaban.
El beso fue lento, grabando cada sensación y deleitándose con las emociones que se crean cada vez que estaban juntos.
Se desplazaron lentamente por el lugar, sin despegar sus labios mientras hacian el recorrido hasta la habitación del pelinegro, esa que los había cobijado de forma perfecta la primera vez que hicieron el amor y que ahora se sentía como su lugar seguro, en el que sabían que solo estaban ellos dos y que nadie podía acercarse y dañarlos.
Sería su refugio siempre, el único lugar donde podían tenerse de las formas que deseaban y dónde las palabras de amor que se porfesaban solo serian escuchadas por ellos dos.
Comenzó a desvestir a Taehyung lentamente, descubriendo cada porción de piel admirando, acariciado y besando con dulzura.
El menor también quiso disfrutar de su novio, comenzando a desvestirlo de la misma forma que este hacia con el.
Acariciando lentamente, sintiendo el estemecimiento de ambos cada vez que su piel hacia contacto con la del otro.
Si está vez era la última en que estarían de esta forma, Jungkook se encargaría de marcar cada espacio de la piel de su chico, con sus besos, esperando que fuesen suficiente para que su rastro quedara allí hasta que pudiera volver por el de forma definitiva.
Giró el cuerpo de Taehyung quedando tras su espalda, apreciando la hermosa figura de su chico, deleitandose con cada curva, con el tono de su piel y con la perfección que tenía ante sus ojos.
Sus labios besaron desde sus hombros haciendo un camino lento y enloquecedor para ambos, que jadeaban y disfrutaban de cada contacto aunque fuese mínimo.
Beso su espalda, dejando un pequeña marca en ella al hacer la presión más intensa y morder la zona sin lastimar, solo con el afán de que aquel ratro estuviese allí.
Besó sus brazos hasta llegar a sus manos dónde sus besos se delizaron por sus palmas, adorando cada espacio de su ser.
No queriendo dejar ni un centímetro de piel sin atención.
Taehyung se sentía en el paraíso con las atenciones, pero también quería besarlo, también quería hacerle sentir cuánto lo amaba, también queria dejar su huella en la piel de su amado.
Se giró hacia el, quedando frente a frente del mayor, con su piel expuesta a la vista de su novio, quien no dudo en levantar sus manos y acariciar su mejilla con cariño.
El menor acerco su rostro hasta el pecho de Jungkook, dónde comenzó a besar y lamer la zona.
Su mano sostuvo la nuca del pelinegro mientras sus labios se delizaban con firmeza por sus claviculas, deleitandose con los gruñidos de salían del interior del pelinegro cada vez que la humedad de su lengua hacia contacto con su piel.
Ambos retiraron las ropas restantes, sin ser concientes de lo coordinados que estaban al llevar a acabo la acción simultáneamente, ansiosos por disfrutar su momento.
Una vez estaban sin ninguna barrera entre sus cuerpos, Jungkook tomo una de las piernas del castaño y la hizo rodear su cadera mientras apoyaba su espalda en la pared y atacaba su cuello con besos más intensos que la vez anterior, con más pasión y más deseo que hace unos minutos atrás.
Llevo sus dedos a la boca de Taehyung dónde esté los humedecio lamiendo y chupando a su antojo.
La sola imagen de ver a su tormento hacer aquello lo estaba haciendo perder la cordura y ansiar tomarlo en ese mismo instante.
Una vez fue suficiente, los llevo hacia la entrada del chico, dónde comenzó a prepararlo con calma, cuidando de no lastimarlo de ninguna forma, solo con la intención de hacerlo sentir palcer, jugando con la exitacion que se formaba en cada parte de sus cuerpos.
—Ya~ —dijo jadeante— Es suficiente Kook, necesito sentirte —pidio casi de forma suplicante—
El mayor sonrió ladino, conforme de haber logrado su cometido, amaba eso, que fuese el mismo Taehyung quien pidiera por el, que estuviese conciente de que quería que todo eso pasara y que se entregara por voluntad propia a él, siempre respetando y cuidando de su hermoso tormento.
Retiro sus dígitos y alineó su miembro en la entrada de Taehyung ingresando en el lentamente, sosteniendo su muslo, manteniendo la posición que tenian y que hacia que la situación fuera más erótica, esa posición lo hacía más sensual y más placentero para ambos.
—Hazlo Kook, necesito sentirte, quiero que en folles a tu antojo —pidio—
—Bebe.. —dijo riendo— planeaba hacerte el amor delicado —hablaba sin dejar de embestir aumentando cada vez más su velocidad — Dios! Vas a matarme Taehyung — dijo entre gemidos —
Levantó la otra pierna del menor enredando en su cintura mientras lo llevaba hacia la cama, sin salir de su interior y tomando asiento en el borde de esta, mientras lo dejaba en su regazo.
—Muestrame cuando deseas que te folle bebé, déjame sentir cuánto me deseas —pidio—
El castaño no dudo ni un segundo en comenzar a moverse, buscando el placer de ambos.
Se sostuvo de los firmes hombros de su chico y comenzó sus movimientos, subiendo y bajando a lo largo de la intimidad, sin despegar sus ojos del pelinegro, quien lo observaba atento, totalmente dispuesto para el.
Las manos del mayor sostuvieron el trasero de su chico, ayudándole a impulsarse más arriba y dejándolo caer sobre el de forma fuerte, sacándole gemidos a ambos cada vez que los embistes tocaban el punto dulce del menor.
No pudo contenerse más y lo bajo de su lugar para invertir posiciones, dejando a Taehyung boca abajo en la cama, con su trasero levantado, dispuesto y totalmente exitado.
Disfruto de la imagen magestuosa que tenía en se momento, viendo cómo sus caderas se movían, invitándolo a ingresar nuevamente en el.
Sus manos fueron hasta ellas y las sostuvo con fuerza mientras ingresaba en el interior cálido de su amor, quien solo podía gemir el nombre del hombre que lo estaba volviendo un desastre y al cual quería entregarse por el resto de su vida.
Los movimientos se volvieron descontrolados, entraba y salía rápidamente, cada sonido que escuchaba salir de Taehyung lo incentivaba a buscar mas de ellos.
Lo levanto de su lugar dejando su espalda pegada a su formado pecho, sosteniendo su cuello para comenzar a besarlo mientras seguía tomando a su novio, quien de deshacia entre sus brazos.
No había sonido más perfecto para el que escuchar a Taehyung decir su nombre mientras hacían el amor.
El solo hecho de sentir que estaban conectados de todas las maneras posibles, entregándose en cuerpo y alma, le hacía sentir una esperanza de que todo esté enredo se arreglaría y por fin podrían estar juntos en paz, sin ninguna persona tratando de separarlos.
—Ven bebé, girate, quiero verte a los ojos mientras te hago el amor, quiero ese hermoso recuerdo hasta que volvamos a estar juntos —pidió—
Taehyung lo hizo de inmediato, se giró y enredó sus piernas en la cadera de su chico, quien ingresaba nuevamente en el mientras le profesaba el amor que sentía y le prometía una y otra vez que todo esto tendría un final feliz para ellos.
Se besaron con cariño, con pasión y con anhelo, confiados de que todo pasaría, que su amor era más fuerte que cualquier juego idiota que pusieron en su camino para separarlos.
Unos empujes más y ambos llegaron a su climax juntos, dejando escapar sus nombres entre sus labios y sellando el encuentro con un beso delicado.
Cayeron sobre la cama e inmediatamente buscaron su lugar seguro en los brazos del otro.
—Te esperaré Jungkook, estaré aquí para ti, no temas, esto pasará y me encargaré de llenarte de amor siempre, lo que reste de mi vida —prometió—
Una lágrima resbalo por la mejilla del pelinegro quien sabía que sería duro separarse pero que valdría la pena cuando todo esto tomara su rumbo correcto.
—Te amo Taehyung, jamás amare a nadie como a ti, serás siempre el número uno en mi corazón y en mi vida —aclaro—
Se sintieron tranquilos, tenían la confianza de que su amor sería suficiente para superar cualquier problema, cualquier adversidad.
Buenas buenas, por aquí les dejo capitulo.. sean pacientes, todo va a tomar su rumbo normal, amamos los finales felices no? Pues yo si, solo esperen.
Gracias por leerme siempre y seguir mi historia, es una de mis favoritas, esperonla disfruten.
Se les quiere siempre.
🌸 ErLith_ 🌸
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