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18

Entro con cautela a la casa, quería sorprender al mayor y tal vez coquetear unos momentos con él, le encantaba lo nervioso que se ponía Yoongi cuando el era un descarado.

Camino por el lugar buscando algún rastro del chico, pero no lo encontró, entonces decidió  subir a la habitación de Tae mientras a esperar, él tenía entrada libre ahí, podía ingresar cuando lo estimara correcto.

Su mano tomó el pomo de la puerta y antes de abrirla un sonido en la habitación de en frente llamo su atención.

Esa era la habitación de su gruñón favorito, al parecer se encontraba en casa.

Camino hasta ahí y cuando estaba dispuesto a abrirla, un gemido femenino lo impidió.

Por alguna razón sintió un dolor en su pecho, no era posible, ellos no tenían nada más que unos cuantos juegos de vez en cuando… ¿Pero por qué se sentía extraño?

Decidió que debía alejarse, estaba invadiendo la privacidad de Yoongi y eso estaba mal.

Sus pasos fueron detenidos por la voz que retumbó fuerte en un gemido.

—Ahh~ Amira, me encanta follarte.

Su piel se puso pálida, no estaba seguro de conocer a otra Amira que no fuese la madre de Jungkook.
Se sintió mareado, culpable de haber estado ahí en el momento que no debía y haber descubierto esta verdad que ahora le estaba haciendo doler el corazón sin alguna explicación aparente.

Si bien el mayor le gustaba, no estaba enamorado o algo por el estilo, solo había esa atracción que no escondía por cierto y de la que todos eran conscientes.

Entro en silencio a la habitación de Tae y cambió sus ropas para recostarse ahí, era tarde y no volvería a su casa de la cual había salido luego de una discusión con sus padres.


La mañana siguiente llegó con rapidez, estaba durmiendo plácidamente cuando las puertas se abrieron y un yoongi muy apurado entro al lugar.

— Tae, levántate, vamos a preparar el desayuno para papá está por llegar, vamos.

Perezosamente quitó sus mantas de su rostro y se dejó ver por el mayor que estaba completamente sorprendido de verlo ahí.

—Hobi… ¿Qu-que haces aquí?

—Dormí aquí Yoon —hablo desinteresado—

—Aquí?! ¿Y mi hermano?

—Salió temprano, debía comprar unas cosas para Minho — mintió, no iba a delatar a su amigo—

—Tú?..

—No te preocupes, no soy un chismoso, no me entrometo en lo que hacen los demás.

—Hobi, yo…—no sabía por qué, pero había una presión en su pecho al ser consciente de que el menor sabía su secreto— Pensé que no llegaría nadie a casa a esa hora.

—No debes explicarme lo que haces en tu casa, es tu problema.
Tampoco le diré a tu hermano, solo sé cuidadoso.
Ahora puedes salir por favor, necesito vestirme, iré a mi casa.

—Hobi, lamento mucho lo que pasó, no deberías haber visto o escuchado eso… Es…

—Basta Yoongi, no digas nada, no es algo que me incumba, eres un adulto, no le des explicaciones a un menor —hablo molesto—

El mayor se sintió regañado en cierto modo, pero no sé explicaba la necesidad que tenía de hacerle saber todo, ni tampoco se explicaba la sensación que tenía ahora de sentir incorrecto lo que lleva haciendo por más de dos años con la madre de su amigo.

Salió de la habitación yendo hasta la cocina y preparando el desayuno en silencio.

Unos minutos después vio llegar a Hobi al lugar, con un semblante serio, nada parecido al coqueto y alegre que siempre tenía.
Es como si un muro se hubiese levantado entre ambos y no pensó que aquello iba a hacerle sentir tanto malestar en su pecho.

—Siéntate, te daré desayuno —dijo tratando de romper el hielo—

—No, gracias Yoongi, tengo que ir a casa, le dices a Tae que no pude quedarme, adiós —Salió de la casa con rapidez, sin esperar una respuesta—

El pálido sentía un nudo en su garganta, sentía que había lastimado de alguna forma a ese chico y el solo pensamiento de aquello le hacía sentir miserable y algo más, algo que aún no entendía bien.

Los rayos del sol se habían colado por la ventana, haciendo que la piel del menor brillara tan hermosa que tenía a un pelinegro embobado contemplando la imagen.

La sonrisa en su rostro no se borraba, el solo recuerdo de la noche anterior lo hacía sonreír como un idiota y sentirse el hombre más afortunado de la tierra, el poseedor del amor de su hermoso Tormento, del pequeño que se había adueñado de su corazón sin el más mínimo esfuerzo y al que estaba dispuesto a proteger por el resto de su vida.

Beso su hombro dejando un rastro húmedo sobre el cuándo su lengua salió a saborear la tersa piel que estaba expuesta a su vista.

Los ojos del menor comenzaron a abrirse de a poco y giro su cuerpo quedando frente a su hermoso pelinegro, acariciando sus mejillas y sus hombros con cariño.

—Buenos días Hyung —hablo ronquito—

—Buenos días mi hermoso príncipe — Besó sus labios— ¿Dormiste bien?

—Mejor que nunca —respondió mientras se acurrucaba en el fornido pecho del mayor—

—¿Tienes algo que hacer hoy, o te puedo secuestrar?

—Quisiera ser secuestrado por ti, pero hoy llega papá y quiero ir a recibirlo.
Hobi envío un mensaje, Yoongi pregunto por mí y el me cubrió, es el mejor — restregó su rostro en el pecho ajeno inhalando el olor varonil que desprendía este—

—Pareces un pequeño gatito cuando haces eso, tu nariz me hace cosquillas —dijo Jungkook sonriendo—

—Que bien hueles, me encanta —hablo tierno— podría quedarme aquí siempre.

—Puedes hacerlo, soy todo tuyo bebé, puedes quedarte siempre.

Levantó el mentón de Taehyung para besarlo de forma profunda, ingresando su lengua y explorando por completo esa boca que tanto le encantaba y amaba besar.
Sin ser conscientes sus posiciones cambiaron, dejando al menor bajo su cuerpo mientras él se internaba entre sus piernas para besarlo de forma más intensa, mientras sus cuerpos se rozaban completamente, dejando sentir su piel desnuda y mandando esos espasmos exquisitos que se estaban volviendo la obsesión de ambos.

—Kookie ah~~

—Los labios del mayor fueron a su cuello de inmediato cuando sintió el gemido que había escapado de esos labios.
Mordió la zona dejando una pequeña marca que lamió con descaro posteriormente.

—Quiero follarte — soltó con su voz excitada— No quiero ser suave bebé, quiero tomarte fuerte y profundo, que grites mi nombre mientras me interno en ti y te hago delirar por el placer.

Las palabras hicieron salir un gemido alto de los labios de Taehyung, él también lo quería, necesitaba sentir así a su chico, consumiéndolo por completo.

—Hazlo, soy tuyo, tómame como quieres hacerlo —hablo rápido—

Sus ojos se obscurecieron y brillaron de una forma que el menor jamás había visto, estaba cargado de lujuria, de excitación y se sentía orgulloso de ser el quien le provocara esas emociones.

—Date vuelta, manos y rodillas sobre la cama, necesito tenerte así Tae — hablaba impaciente—

El menor acato la orden de inmediato, estaba ansioso por sentirlo de todas las formas posibles, sabía que si era con el todo estaba perfecto.

Una vez en la posición pedida, sintió como las grandes y venosas manos acariciaban su trasero con posesión, separando sus nalgas y dejando expuesta su rosada entrada, la cual no tardó en sentirse húmeda y ansiosa cuando la lengua del pelinegro comenzó a devorarla a su antojo, simulando embestidas y aprovechando de dejar mordiscos en todo los lugares posibles.
Su cuerpo temblaba, no entendía aún como era posible tanta excitación y tanto deseo entre ambos.

Jungkook no podía aguantar más, necesitaba poseer a su chico, hacerlo suyo nuevamente, volver a estar en su cálido interior.

Alineó su miembro en la entrada y comenzó a ingresar lentamente, sintiendo la suavidad que lo recibía acompañado de la gloriosa música que salía de los labios ajenos.
Sostuvo las caderas con firmeza y comenzó un vaivén duro y profundo, sintiendo como se estremecía el cuerpo que lo estaba recibiendo.

—Ahh~~ Jungkook, no te contengas, lo quiero todo, muéstrame cuánto me deseas.

—Sostente bebé —Gruño—

El menor llevó sus manos al respaldo de la cama y en ese mismo instante sintió como su cuerpo era placenteramente azotado por las embestidas del mayor, el cual entraba y salía de forma rápida e intensa de su interior, golpeando una y otra vez su punto dulce, haciendo que su orgasmo se acercara cada vez más.
Trató de apretar sus piernas para contenerlo, pero no tubo resultado, se corrió con violencia sobre el colchón, mientras el pelinegro no cesaba sus movimientos.

—Vamos cariño, sé que puedes hacerlo cuántas veces quieras ahh~

Jalo el cuerpo de su chico hasta apoyar la espalda de este en su pecho, sintiendo como los brazos contrarios se elevaban para sostenerse de su nuca mientras las embestidas continuaban de forma certera.

—¿Vas a correrte otra vez bebé? ¿Lo haremos juntos? Ahh~~ eres tan delicioso y tan perfecto —hablaba jadeante—

El orgasmo los golpeó a ambos unos minutos después, haciendo que dejaran salir su esencia entre gemidos y jadeos que retumbaban por la habitación, sintiéndose plenos y felices, completamente saciados, al menos por el momento.

Salió de su interior con cuidado, viendo cómo escurría su esencia de la entrada del chico.

—Te ves tan sexi Tae, cada fibra de mi ser reacciona a ti de inmediato, no sabes cuánto me provocas con solo existir.

Lo vio con sus ojos cerrados tratando de mantener su postura, pero sabiendo que estaba agotado, él sube y baja de su pecho le decía que aún ni siquiera podía regular su respiración, lo cual lo hizo sonreír orgulloso de haber complacido como se debía al castaño.

Fue hacia el baño y preparó el lugar para su chico, era momento de consentirlo.

Lo cargo en sus brazos con delicadeza para llevarlo hacia la tina, el menor solo se dejó hacer, necesitaba ser mimado y cuidado por su amor.

—Se siente tan bien —dijo con sus ojitos aún cerrados al sentir el contacto con el agua—

—Voy a limpiar tu hermoso cuerpo cariño, solo déjame encargarme de ti.

Pasaba la esponja con delicadeza por cada lugar, encargándose de dejar la piel limpia mientras daba suaves masajes, sintiendo al contrario relajarse ante su toque.

—Entra conmigo Hyung, te necesito cerca —reclamo—

Jungkook acato la orden de inmediato y fue así como se mantuvieron casi una hora en ese lugar dándose mimos y besos fugaces, solo disfrutando de su compañía.

Cuando ya estuvieron fuera de la tina, vestidos y preparados continuaron con su labor de darse besos y caricias, no lograban mantener sus manos alejadas, se necesitaban el uno al otro.

—Iré a ver a papá, ¿Vas conmigo Kookie?

—Sí, me gustaría hablar con Mínho y creo que mientras antes mejor, no quiero que tengamos que escondernos de nadie, necesito amarte libremente bebé.

—Yo también lo necesito —beso los labios del mayor— te amo —susurro sobre ellos— vamos, ahora, si no jamás saldremos de aquí— finalizó risueño.

Tomaron rumbo hacia la casa del menor, a la cual llegaron rápidamente.

Bajaron del auto y caminaron hacia la entrada.

—Yoongi preguntará por qué llegamos juntos —dijo Taehyung —No voy a mentirle a mi hermano — finalizó extendiendo su mano hacia el pelinegro—

—Yo tampoco quiero mentirle — respondió entrelazando sus dedos—
Seremos honestos y lucharemos por esto Tae, no nos rendimos —Sonrió—

El castaño asintió a sus palabras y comenzaron a ingresar a la casa así, tomados de manos, directo hacia la cocina donde Yoongi se encontraba de espaldas hacia ellos.

—Estoy aquí Yoon... Estamos — corrigió—

El pálido se giró hacia ellos, viendo sus manos entrelazadas y a su pequeño hermano sostenerse con firmeza del brazo de su amigo.

Su ceño se frunció y su cara se tornó seria de inmediato.

Ambos sabian que lo que venía no sería bueno para ellos, o al menos no seria facil.

He estado escribiendo, quiero retomar el ritmo de antes, espero les guste mucho los capítulos que estoy subiendo y que si es de su agrado puedan dejarme el voto o algún comentario.
Me ayuda mucho a mejorar que me puedan dar su opinión.
Gracias por leerme.

🌸 ErLith_ 🌸
















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