
Cinco | Cuando en el día todo es un desastre, en la noche debe ser placer
Acá hay lemon, bueno, medio lemon
Se podía decir que Renjun estaba tan enojado que de sus oídos salía humo y que sus ojos estaban rojos y con un aro de fuego, Jaemin por su parte simplemente dio cinco pasos atrás, no quería ser el desquite de su esposo.
Mientas tanto los demás adultos en la sala también mantenían una distancia prudente del chino, los tres niños escuchaban los sermones del chino, los otros padres no intervenían ni por sus hijos, de uno u otra manera lo tenían merecido.
—¡Apenas y pueden caminar y ya andan explotando la casa de Taeil!— grita con furia, Yangyang pide ayuda con la mirada a Jaemin, el pelirosa simplemente niega y con las manos da a entender que Renjun enojado no es cosa fácil— ¡No quiero imaginar cuando sean grandes!— se habla está vez a si mismo.
—Tio Renjun, estábamos jugando con el perro de Jeno y cansando mariposas...— habla Xiaojun buscando aceptación por parte del chino con cabello plateado.
—¡¿De dónde mierda sacaron dinero para comprar pólvora?!.
—Jisung es un tonto y ha dejado la puerta del taller sin llave— comenta Xiaojun.
—¡Ya, no me digas Jisung que soy tu padre!— De Jun rueda los ojos y saca la lengua a Jisung.
—¡Chenle dile a tu esposo que me deje escuchar tranquilo el regaño de mi tío Renjun!.
—¡Mocoso yo soy tu papá!— Zhong se levanta del sillón y tira del cabello de su hijo— ¡¿Quién soy para ti?!.
—Chenle— repite tratando de soltarse de las manos de su padre, cinco minutos después y algunas lágrimas de por medio Xiaojun habla— ¡Está bien, está bien, eres mi papá!— con una sonrisa en el rostro Chenle suelta a su hijo para sentarse en las piernas de su esposo.
—Te dije que un día me diría papá, lo iba a hacer por las buenas o por las malas.
—Ni al caso pero yo creo que Renjun está muy enfadado por las hormonas del embarazo— el comentario fuera de lugar por parte de Donghyuck hizo que todos comenzaran a reír.
Jadeos, suspiros y chasquidos por los besos calientes era todo lo que se escuchaba en la habitación de ambos esposos, manos traviesas y pequeñas risitas de vez en cuando.
Jaemin toma entre sus manos el perfecto trasero del chino, amasando sin pudor alguno, logrando que Renjun gimiera gustoso por los toques y el placer que le genera las manos de su esposo en su delgado cuerpo.
Que le tocase era su debilidad y le encantaba como acariciaba su trasero cuando quería sexo duro, cuando hacían el amor era completamente diferente, pero no siempre quería que su esposo le tocara delicadamente, muchas veces le gustaba que le tomara y enterrase su pene hasta el fondo, sin delicadeza y sin pudor alguno.
Ansioso busca la boca del pelirosa, Jaemin sonríe al ver a Renjun desesperado por sus labios, se acercó al más bajo y sus labios se juntaron en un beso rudo, sus lenguas se movían con desespero y las manos de Jaemin presionaban dolorosamente las nalgas de su esposo, algo que le encantaba a Renjun, la excitación aumenta cuando Jaemin pega más sus cuerpos, provocando que sus erecciones tuvieran contacto y logre provocar una deliciosa fricción que hace que ambos sisearan de placer.
Quieran se ruidosos, ganas no faltaban, pero había tres niños en casa teniendo una pijamada, justo en la habitación del frente, Yangyang había invitado a sus mejores amigos a tener una pijamada y como ninguno de los adultos se había negado, Renjun no le vio el problema a aceptar, sin imaginar que su esposo se pondría juguetón.
—Mgh~
Lleva sus manos a la espalda de Jaemin para arañar sobre su camiseta, niega con desesperación al darse cuenta que había demasiada ropa estorbando.
—Amor, hay demasiada ropa, ahhhhh~
Jaemin había mordido su cuello y besaba cada centímetro del mismo, esa era otra cosa que Renjun adoraba, Jaemin le mordía en varias partes de su cuerpo, mayormente en sus glúteos, pezones, cuello y hombro.
Lleva las manos al borde de ella camiseta de Jaemin y la saca bruscamente de un tirón, Jaemin tampoco se había quedado atrás y dea mismo manera saca el pantalón de pijama moomin y el bóxer del chino.
—Nunca me cansaré de repetir que me encantan tus piernas desnudas— murmulla sensualmente al oído de Huang, Acaricia sus piernas desnudas, mandándole una corriente eléctrica por todo el cuerpo.
—Nunca me cansaré de escucharlo— abre sus piernas para que el pelirosa se acomode más fácilmente— y amo que me toques, mmm~
Las manos que reciente estaban en las piernas desnudas del chino, subían lentamente hasta su trasero masajeando el aro de su entrada palpitante.
Jaemin se levanta y quita sus pantalones, seguidamente Renjun se saca la camisa, dejando a la vista su cuerpo en total desnudes y sus pezones erectos, completamente entregado.
—Tapate la boca— ordena Jaemin relamiéndose los labios.
—¿Por qué...?— pregunta confundido, inmediatamente siente como la extensión del pene de su esposo entrar de una sola estocada en su interior, no pudo evitar gemir fuerte por el dolor y el placer haciendo una mezcla placentera— Oh... Por eso— habla como puede, poniendo los ojos en blanco cuando las embestidas comenzaron.
Se aferra nuevamente a la espalda desnuda de su esposo arañando la piel de su ancha y provocativa espalda, descargando así el placer que también quería descargar a gritos y que lastimosamente tenía que retener en su garganta.
Las duras embestidas siguieron y siguieron, los ojos de ambos se encontraban borrosos y lagrimosos a causa del placer, después de un rato ambos sintieron un cosquilleo bastante conocido por ambas partes.
—Ahg~
Unas cuantas embestidas duras y profundas bastaron para que el más bajo se viniera entre ambos cuerpos y el pelirosa eyaculara dentro del chino.
El pelirosa se hecha a un lado del chino y respira profundo tratando de regular la respiración.
—Vele el lado bueno al embarazo, ahora no tenemos que preocuparnos por anticonceptivos— burla Renjun acostándose en el pecho del pelirosa, quien con una mano acariciaba la espalda desnuda de Renjun.
—Nuestra vida va a ser más que un desastre cuando tengamos a ese pequeño.
—Ya es un desastre.
—Dije, más que un desastre.
—Solo espero que no salga tan travieso como Yangyang— suplica Renjun cerrando los ojos.
—Solo espero que no sea tan manipulador como Yangyang— agrega está vez Jaemin.
—También espero que no coma demasiado, ya tenemos demasiado con Yangyang, alimentar a dos barriles sin fondo nos llevaría a la quiebra.
—Espero que no siga los ejemplos de Yangyang.
—¡Escuchó desde aquí como se quejan de mí!— grita Yang desde la otra habitación.
—Creo que tus padres están rezando— murmulla Hendery— hay que guardar silencio para no interrumpir su oración.
—Más bien yo creo que se quieren deshacer de mí.
SOY HORRIBLE ESCRIBIENDO LEMON
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro