╚» Capítulo único «╝
Si me pidieran enumerar en una lista mis siete cosas favoritas en todo el universo probablemente no dudaría, ni la pensaría dos veces antes de responderlo.
Y es que a diario me repetía a mi mismo en las cosas que me gustaban y las cosas que no me gustaban, era simple, mi mejor amigo y yo lo habíamos entablado hace unos meses, entre mi lista estarían mis cosas favoritas;
Uno, Park Jisung, no era una cosa, pero era mi mejor amigo y además, ponerlo en la cúspide era más un trato y compromiso— por parte de ambos, no solamente mía— ambos estamos encabezado la lista de ambos, era tipo; “Somos los mejores amigos y somos lo primero en todo para ambos aunque quiera tirarte de un puente y dejar que un rayo te caiga encima”.
Él estaba en el puesto número uno de mi lista y yo en el puesto número uno de la suya, simple, nadie perdía y mucho menos nadie ganaba, ni yo mismo entendía el propósito de aquello.
Dos, mi celular, amo mi celular y jamás de los jamases me permitiría perderlo o dejarlo mi apartamento, saldría de casa sin ropa interior, sin un trabajo que costaba el cincuenta por ciento de la nota, olvidaría mi dinero, mi almuerzo, lavarme los dientes, a Jisung en el supermercado, bañarme, toda mi ropa, incluyendo mi alma, pero nunca, nunca, olvidaría mi celular.
Tres, Miguel Ángel, oh, mi ídolo, me hubiera casado con ese hombre si hubiese nacido unos siglos antes, una lástima que el tipo no fuese inmortal.
No lo entenderían.
Cuatro, las gomas de mascar, puede que mis dientes se pudran pero nadie va a quitarme ese vicio, me relaja mascar chicle y además de eso hay una rolita muy buena.
Chew chew chew chew chuwing gum...
Cinco, mis peluches, son tiernos, algunos pequeños, medianos y unos enormes, bien, tenía mi cuarto, cama, baño, sillas, sillones, mesas, el llavero de mi mochila, todo sobre ellos, los ositos eran mis favoritos, y aún mi apartamento estuviera repleto de ellos, no bastaba.
Seis, el hermoso muchacho que me dedicaba una sonrisa cuando nos topábamos por los pasillos.
Ni siquiera sabía su nombre o apellido y estaba, literalmente obsesionado con él, le había espiado varias veces.
Me encantaba como se vestía y como le quedaban sus camisas y suéters de cuello, acompañado por sacos y cuando particularmente elegía utilizar bufandas de distintos colores, parecía un artista o un coleccionista de arte, la manera tan linda de vestirse, bastante delicado y simplemente maravilloso.
Se podía decir que éramos muy opuestos en cuando a vestimentas, a mí en cambio me gustaba utilizar ropa más deportiva.
Algunas veces lo espíe y no fui muy discreto que se diga, de no ser por Park Jisung, probablemente ya me habrían descubierto, él llegaba y salvaba mi pellejo, jalaba de mi ropa y actuaba disimuladamente para que no se dieran cuenta.
La primera vez que había estado espiando a alguien fue cuando Jisung insistió en ir a espiar a un chico de un grado mayor, del cual se había enamorado y bueno, como código de mejor amigo en las buenas y en las malas, lo hicimos, no fuimos descubiertos, tan patéticos espiando a los futuros padres de nuestros hijos, pero luego de unos días el muchacho se percató de la presencia de Jisung y este comenzó a correrse de él, eso fue raro.
Primero se corrió de él y luego comenzó a actuar tímido, para luego actuar como chico cool. Al final el tal Na Jaemin resultó ser un chico bastante amigable y un poco, quizás solo un poco insoportable con sus muestras de afecto.
La otra vez fuimos espiar a el muchacho guapo del cual estaba enamorado, solo físicamente, pero se veía como una persona agradable, aunque realmente unas cuantas veces le vi golpear a sus amigos.
Espiaba con Jisung y lo perseguimos a las cafeterías y heladerías, no eramos descubiertos, claro, cuando Park manos resbalosas Jisung botaban algo, llamábamos la atención y nos escondíamos detrás de los helados o pegamos la cara a la mesa.
Eramos expertos en los temas de espionaje.
En fin, me encontraba caminando con dirección a los servicios sanitarios para enjuagarme la cara, un chico cuyo nombre no quiero, ni puedo recordar me esparció brillantina en la cara, bueno, viéndole el lado bueno, ahora nadie brilla más que yo.
Iba con la esperanza de encontrarme a el chico bonito por los pasillos, pensando en él y aunque nunca estuvimos al uno tan cerca, apostaba mi riñón a que era más bajo que yo.
Decepcionado de no encontrarme al chico, entré a los sanitarios y enjuague mi cara y entonces descubrí que la brillantina y yo no combinamos muy bien juntos.
—brillantina, tú y yo, definitivamente, no combinamos muy bien juntos, esté amor prohibido no puede seguir— susurré en mi idioma materno, enjuague nuevamente pero la estúpida brillantina no se iba.
—Creo que luces bonito con brillantina— Una voz me sobresalto y mis mejillas se tiñeron de rubor cuando por el espejo frente a los lavabos observé al chico bonito con el que quería toparme en los pasillos.
No caí en cuenta sino hasta unos segundos después que el muchacho había hablado en chino, ¿Era chino?, por que si no lo era, tenía muy buena pronunciación, diría que como un nativo. Dejando eso de lado, literalmente mi cara estaba roja y no parecía querer ocultarlo, más bien parecía querer delatarme.
—¿H-hablas mandarín?— fue lo único que salió de mis labios.
—Si, soy chino— afirmativo mis sospechas eran acertadas— supongo que tú también lo eres— agregó.
Suficientemente, si no salía de allí me daría un ataque al corazón y uno de pánico, no podía decir nada, parecía que mi lengua estaba trabada y además de eso mi cuerpo temblar.
—N-nos vemos— me despedí.
Caminé rápidamente, casi corriendo a la cafetería donde se encontraba Jisung y pegué en la mesa jadeando de cansancio, si, bueno, en realidad no tenía ni resistencia, ni una buena condición física.
—Me habló— murmuré— ¡me habló, Jisung, me habló!— sacudí sus hombros y chillé de emoción.
—Explicame, no sé de que me hablas— quitó mis brazos de sus hombros y me apartó de él.
—El chico lindo me habló, habla chino, es chino, tenemos algo en común— hablé emocionado por lo sucedido.
—Bien, relajate un poco.
—¿Me quieres contar?, ¿Quién es el chico?— preguntó Jaemin con emoción, amaba que me tomaran atención mientras hablaba de ese chico, así que...
—No sé su nombre, pero tengo cientos de fotos que le tomé a escondidas— saqué el celular de mi bolsillo, entré a galería y comencé a enseñarle las fotos del futuro padre de mis hijos.
—Oh... ¿Te gusta Renjun?.
—Ren- ¿Qué?— pregunté desconcertado.
—Renjun— repitió— él se llama Renjun— apuntó una de las fotos del chico bonito.
Espera un momento... ¡Na Jaemin conoce al chico bonito y yo aquí enterándome recién que se llama Renjun!.
—¿Lo conoces?— pregunté.
—Si, fuimos novios en la preparatoria— respondió con brillitos en sus ojos.
¡¿Qué?!
Aparte de conocerlo fue su novio, esto es increíble, estoy sentado frente al ex de mi futuro esposos.
Inclusive Jisung prestó atención y dejó su teléfono sobre la mesa, ambos le miramos fijamente y se removió incómodo, sonreímos en grande y entendió lo que queríamos saber, rascó su nuca y carraspeó su garganta.
—Huang Renjun y yo nos conocimos en la preparatoria, ambos estábamos compitiendo en un debate sobre los métodos propuestos por el ministerio de educación y entonces descubrí que era un poco difícil de tratar, nos hicimos amigos y luego pasó lo que tenía que pasar y fuimos novios y luego rompimos, pero volvimos, luego volvimos a romper y volver, para semanas después volver a romper y aún somos amigos, pero no nos vemos mucho dentro de la universidad, más bien en su casa o en la mía, algunas veces vamos a pasear y así...
—Te tengo tremenda envidia.
—¿Qué?.
—Te tengo envidia— sollocé dejando caer mi cara en la mesa— jamás seré novio de Renjun.
—No seas pesimista, Renjun es muy lindo y creo que le caerás muy bien— intentó consolar, levanté mi cara de la mesa y estaba seguro de que parecía cachorrito de ojos brillantes— pero... Tengo una duda.
—¿Duda?
—¿Quién es el activo?, es que no me los imagino de activo a ninguno de los dos.
—¡Ya!, no preguntes eso.
El fin de semana estaba siendo de lo más aburrido y si encontraba un cuchillo cerca me lo enterraría en estómago para así al menos tener un poco de emoción este fin de semana.
Lastima que mi departamento no tenía un segundo piso como para tirarme de uno, caminé hasta la cocina y me preparé un sándwich de mortadela, por que no tenía jamón y estaba tan aburrido como al salir a comprar solamente un paquete de jamón.
El timbre interrumpió justo cuando iba a dar la primera mordida de mí sándwich, gruñí y me dirigí a la puerta principal para darle un buen golpe al idiota que haya interrumpido mi deseado almuerzo, si, almuerzo, por que no tenía ganas de cocinar.
Entonces cuando abrí la boca dispuesto a darlo un putazo aquel que iba a interrumpir mi almuerzo...
—¡¿Quién se atreve a interrumpir mi almuer...— mis ojos se abrieron e inmediatamente baje el puño, sonreí desconcertado.
—Lamento interrumpir tu almuerzo— se disculpó el pelirrosa— Huang Renjun— se autoprecentó y rascó su nariz con la punta de sus dedos.
—¿T-te has confundido de apartamento?— pregunté, de seguro estaba buscando a alguien más, igual y yo nunca le había dado mi dirección.
—No, Jaemin me mandó la dirección de tu apartamento, me dijo; Toma, está es la dirección de Chenle— Na Jaemin te odio por esta situación que se va a tomar seguramente incómoda y te amo por mandar al chico bonito a mi apartamento— y entonces vine, realmente no entiendo que hago aquí, ¿necesitas ayuda en algo?— sonrió y le dí permiso de pasar.
Estoy solo, ¡Solo, con el chico que hace que mi corazón se acelere, Zhong Chenle, estás soñando!.
Por otro lado era linda la diferencia de altura, que aunque no era mucho, su cuerpo delgado lo hacía ver más pequeño que yo.
Realmente lindo.
—Y-yo tampoco sé porque te mandó Jaemin...
Gracias Na, luego te golpearé en la cara y te agradeceré curando tu moretón, eres el mejor.
—Oh...
Oh
—Oh...
—¿Por qué estamos diciendo 'oh'?.
—No lo sé, pensé que tú lo sabías.
Incómodo
—Oh...
—Mi mamá se llama Mei— mencioné para aligerar el ambiente.
—La mía Xiolang— ¿Por qué me sigue el juego?.
—¿Te gusta el pan?.
—Si ¿A tí?.
—También...
—Es una conversación... Interesante— musitó sentándose en el sillón, le llevé una bebida— ¿Quieres ir a comer un helado?.
Acepté, luego de esa salida, hubo muchas más y me di cuenta de que Huang Renjun era una persona agradable y de sentimientos muy lindos, realmente lindos.
Descubrí que le gustaban los alienígenas y que tenía sospechas acerca de sus vecinos, según él, estaba completamente seguro de que Hyunjin y su novio Jeongin no eran muy normales, menos ese tal Hyunjin y lo comprobé cuando lo fui a visitar y el chico bailaba exageradamente mientras peleaba con una ardillita que estaba en su jardín.
Tuvimos salidas casi a diario durante tres meses seguidos y descubrí no solo me había enamorado de su físico, estaba enamorado profundamente de ese chico bonito.
—Lele, salgamos— se sentó al lado mío y pasó su brazo al rededor de mi cintura.
—¿A dónde me vas a llevar?— acomodé mi cabeza en su hombro y puse atención a sus palabras.
—Te puedo llevar al cine o a comer, ¿qué prefieres?.
—Vamos a dónde tú quieras.
—Pero quiero llevarte a dónde tú quieras— acomodó mi cabello y acarició en círculos mi cintura, se sentía tan bien estar entre sus brazos.
—Lo pensaré en el camino.
Cuando estábamos dispuestos a levantarnos de la banca mis pies se enredaron con los suyos y caímos al suelo, abrí los ojos en demasía cuando sentí los labios de Huang pegados a los míos.
Habíamos caído uno encima del otro y aunque mi cabeza dolía, mi corazón parecía querer estallar, ¡Nos estábamos besando!.
Sentí como se apartó y me miró a los ojos, quería levantarme pero el seguía encima de mí, su mirada bajó a mis labios y por ende la mía también, respiró profundamente y se acercó más a mi cara, cerré los ojos cuando sus labios estamparon con los míos por segunda vez, movió sus labios con lentitud y bajó una de sus manos hacia mi cintura mientras con al otra se apoyaba.
Mi corazón estaba a punto de explotar y mi cerebro no podía procesar toda la información, Huang Renjun me estaba besando y acariciando la cintura.
Mis manos subieron para dejarlas alrededor de su cuello y acariciar sus cabellos, sus labios acariciando los míos, sin mucho movimiento, sin ir deprisa, mi primer beso, un efímero roce de labios, segundos que valieron todo.
—Lo siento— se disculpó una vez que se separó de mis labios.
—Y-yo...
—Me gustas, y-yo nunca había querido tanto tener a alguien entre mis brazos, es tan extraño— admite con una sonrisita y aunque no estuviera bien su cara, sentía su cálido aliento y el moviendo de sus labios— Lele, ¿puede que haya posibilidad de que te guste?.
Era la primera confección que tenía y estaba en pánico completo, el chico bonito se me estaba declarando y yo sentía que mi lengua estaba entumecida en mi boca, era demasiado vergonzoso para mí.
Por otro lado, estaba feliz, me sentía como el hijo de puta más afortunado del planeta mientras su aliento chocaba contra mi cuello.
—¡C-chenle está enamorado de Huang Renjun desde hace seis meses!— grité admitiendo aquello, porque si no hacía en ese momento jamás lo haría.
Fue un pequeño momento de valor y coraje que recorrió mis venas, comenzó a reír a carcajadas y dejó un pico en mis labios y comenzó a hablar en tercera persona, siguiéndome el juego.
—Huang Renjun se topaba con Chenle a propósito para poder verle y sonreírle.
Siete, los labios de Huang Renjun, esa era la última cosa en mi lista, algo que pude y puedo gozar desde hace siete años de relación con Renjun.
Perdón por las faltas ortográficas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro