ᶜᵃᵖ ᶠⁱᵛᵉ
—¿Cómo es posible? —vi a Taki confundido, cómo si intentara unir piezas que no encajaban por más que lo intentase.
—No es tan malo, no te preocupes, él no me va a lastimar.
—¿Quién lo asegura?
—Si hubiese querido hacerlo, no estaría aquí hablando con mi enojón mejor amigo —sonreí.
—Eso no asegura nada, eres muy confiado Sunoo, déjame investigar más, un vampiro no sale de la nada porque sí y menos cuando se suponía que eran una leyenda.
—Dejemos de hablar de mí, y cuéntame cómo estás tú, te veo más delgado.
Realmente lo estaba viendo demasiado delgado, sin mencionar la palidez que reinaba su rostro, esto definitivamente no era normal.
—Creo que la llegada del invierno me ha caído mal, me siento un poco enfermo, pero no es nada grave. No cambies el tema —agregó entre cerrando los ojos.
Quise creerle, pero tenía el mal presentimiento que me estaba ocultando algo.
—Por cierto Sunoo, tengo algo que darte —tocó los bolsillos de su pantalón, trayendo a mi vista un papel algo maltratado— me lo extendió y lo tomé viendo las letras escritas en el —no te preocupes, te diré lo que dice, pero el príncipe me pidió que lo entregara igual, así no sepas leer lo que está escrito.
¿El príncipe?, ¿acaso escuché bien?
Mi tonto corazón comenzó a latir con la sola mención, ¿me escribió una carta?, debía estar soñando o tener mucha fiebre.
"No creas que te he olvidado, espero estés siendo feliz. Cuídate, volvámonos a ver pronto"
Cada palabra me hizo sentir muy feliz, incluso quería saltar y bailar.
—Eso es todo, veo que son cercanos, ¿cómo es que llegaste a ser amigo del príncipe?, nunca me contaste.
Mi cabeza dio mil vueltas, tenía que inventar algo rápido, no podía decirle la verdad.
—Mientras venía a buscarte un día, él simplemente fue amable, sin duda será un rey honorable.
Taki no pareció muy convencido, pero le restó importancia a mis palabras, levantándose de aquella piedra.
Siempre que salíamos íbamos al río o al mercado, hoy fue turno del río, un lugar mucho más tranquilo para hablar.
El solo sonido del agua era como un sedante.
Lo vi perder su mirada en el infinito, la preocupación rondando sin piedad su angelical rostro.
Me preocupé también.
—Sunoo, tendré que irme de viaje... a un reino vecino, no será mucho tiempo, espero puedas cuidarte en ese tiempo, sobre todo de ese vampiro...
Sus palabras estaban cargadas de tanto dolor, que sentí mi corazón agrietarse.
Él era mi mejor amigo, mi hermano, no podía estar mucho tiempo alejado de él y menos si el viaje parece ser motivo de tristeza.
—¿Órdenes del rey?
—Así es —respondió de inmediato- pero no será por mucho, te extrañaré...
En ese momento volteó, sus ojos cristalizados me gritaron que las cosas no eran tan sencillas, me acerqué y lo abracé muy fuerte, no quería que se fuera, tenía miedo, ¿y si no lo volvía a ver?, así como no volví a ver a mis... padres...
Sin darme cuenta, mi rostro se empapó de lágrimas, mismas que estaban cargadas de una profunda tristeza y un siniestro miedo.
🌖🌕🌔
Llegué a la cabaña cayendo la penumbra, miré al cielo buscando las estrellas, pero nada, no encontré ni una sola, quizás se ocultaban de este frío insoportable.
Me abracé a mi mismo, caminando más rápido; necesitaba llegar lo antes posible sino quería morir congelado.
Desde la lejanía, lo vi, lucía cómo un príncipe, sus botas negras cubrían parte de su vaquero del mismo color que las botas, de su camisa y saco, sin dudas era muy apuesto, cualquiera perdería la cabeza por él.
¿Qué estoy pensando?
Alejé esos pensamientos de mi mente y sonreí cuando estuve frente a él.
—Buenas noches, perdón por llegar...
Él se acercó, me tomó de la muñeca y me llevó hacia la pequeña chimenea.
—Al parecer quieres morir congelado.
Bajé la mirada, sintiéndome tonto, este hombre tenía la cualidad de avergonzarme a cada instante.
—No pensé que el frío aumentaría tanto, se nota que el invierno viene más feroz este año.
Él no dijo nada y de un momento a otro se fue, dejandome ahí, completamente solo, era tan extraño.
Volvió tiempo después, incluso cuando ya la cena estaba lista, lo noté ansioso y ¿frustrado?, ¿que le estaba pasando?
Sus ojos se volvieron de un carmesí que me causó un poco de temor, empecé a sospechar lo que pasaba.
—¿Vas a cenar?, cociné patatas con...
Las palabras quedaron estancadas en mi garganta al notar como se desvanecía en el suelo de madera de la cabaña.
Corrí y tomé su rostro helado con preocupación, él intentó alejarme a cómo diera lugar, pero no lo permití.
Lo observé con detenimiento mientras una presión se sintió en mi estómago.
—Quieres cenar, pero no la comida que preparé, ¿verdad? —estaba por confirmar mis sospechas.
Él no me respondió y siguió intentando alejarse de mí. Por supuesto no lo permitiría, estaba ahí con un propósito y era hora de que lo comenzara a cumplir.
No sabía exactamente de que parte se alimentaria, pero me sorprendí cuando tomó mi muñeca. No pude evitar un gemido al sentir sus dientes atravesar mi piel, era doloroso, pero también una emoción gigante nació dentro de mí, mezclándose con el dolor.
Lo vi, sus ojos estaban cerrados, mientras parecía no querer acabar nunca, lo disfrutó y yo con él. Incluso su mano izquierda tomaba mi muslo con mucha fuerza, como si quisiera evitar que escapara.
Mi propia fortaleza se empezó a esfumar, me sentía cada vez más débil, con tanto sueño, que ya me estaba costando mantener los ojos abiertos.
Fue entonces que se alejó bruscamente, su mirada volviendo a la normalidad.
Lo último que divisé fue a un Sunghoon agitado limpiando la sangre que escurría de las coberturas de sus labios.
Después de eso, todo fue oscuridad...
(...)
POV lobo castaño
Nunca me gustaron las despedidas, incluso cuando era niño y viajé al sur con mi padre, no me despedía de mamá y de mis hermanos.
Ahora siendo adulto tampoco lo haría, no era tan idiota como para exponer mi vida de tal manera, solo esperaba que el señor me perdonara.
Era lo que más ansiaba
—¿Estás listo? —su voz torturó mis oídos, odiaba a este insoportable alfa.
—Nunca había estado más listo —mi voz fueron como afilados cuchillos que quería que lo atravesaran lentamente hasta que no existiera rastro de vida en su cuerpo.
—Sabes que recurro a ti por obligación, por cierto, no te preocupes porque te maten, eres un traidor, de eso no hay duda, pero di la orden de que nadie te toque.
—Espero que esto sea rápido, no tengo mucho tiempo.
Intenté sonar lo más seguro que pude, pero por dentro moría de miedo, me asfixiaba, quería llorar hasta deshidratarme y si tengo suerte, morir.
Todos en la manada me miraron como si fuese un bicho raro, o cómo lo que era, un traidor.
—Anticipo que no soy tan eficiente, pero haré mi mayor esfuerzo.
—Sé que será así.
El alfa caminó frente a mí y yo le seguí, cuan cachorro que anhelaba protección; que patético me sentí.
Un hombre mayor lo recibió en la pequeña cabaña, las abundantes canas demostraban su edad al igual que su piel arrugada, de inmediato supe lo que era, también un alfa.
—Buen trabajo Yi Xiang.
—¿Yi Xiang? —de inmediato mire al hombre a mi lado.
Pregunté ganándome la atención, su nombre resonó en mis oídos "Yi Xiang" , yo conocía desde antes a este alfa.
—Gracias padre —siguió, ignorándome, que imbécil- nos ayudará y luego volverá, ese fue el trato.
Vi al alfa mayor tomar aire, era claro que no le parecía agradable mi estadía en la aldea y debía armarse de paciencia.
—Si no fuese porque nuestro gran hechicero no...
Se detuvo observándome con desconfianza.
—No se cohiba, él lo sabe todo.
Lo miré, ¿lo sabe todo?, ¿a qué se refiere exactamente?
—Olvidaba con quién trabaja, tienes razón hijo. Empieza entonces, híbrido.
Cada vez que me llamaban de esa manera quería golpearlos, y toda la estúpida culpa que aún podía sentir se marchaba muy lejos.
—Acompáñame.
Yi Xiang me guió al cuarto vecino, la pequeña habitación me dió la bienvenida, era cálida, lo primero que vi fue una pequeña mesa al lado de la cama, encima de ella una lámpara que iluminaba tenuemente. Y por supuesto aquel frágil e inconsciente cuerpo.
—Desde hace una semana no despierta.
La pesadez en sus palabras era evidente, ella significaba mucho para él, de eso no tenía dudas.
Asentí y procedí a analizar la situación.
—Necesitaré varias hierbas, te anotaré todo y lo más pronto posible tráelo, debe tratarse de una maldición de las hechiceras del oeste, se especializan en sumergir a sus víctimas en un sueño profundo, su misión es simplemente llevarse su alma, por eso se tiene que actuar rápido.
Me escuchó con atención, mientras anotaba todo lo que le dictaba, por suerte sabía escribir y leer.
—Lo más pronto posible por favor, pasó mucho tiempo , quizás sea tarde -insistí.
No quería causar más malestar, pero en realidad era una situación difícil, que debió ser atacada a tiempo, esperaba que la solución llegara a tiempo.
Él se fue dejándome con ella, la omega que yacía dormida en aquella cama era muy hermosa, su cabello largo brillante cubría un poco de su frente con un flequillo, sus labios rosados eran gruesos y perfectos, al igual que toda ella.
No entendí porque, pero de repente me sentí como una hormiga, tan pequeño.
En ese momento, recordé como conocí a Yi Xiang, cómo sonreía cada vez que lo veía, la inocencia de la niñez marcada en su rostro que ahora cambió convirtiéndose en el de un adulto. Cambio mucho, incluso su olor era diferente, seguramente por eso no lo reconocí.
Recordé que siempre le decía que él de seguro se presentaría como alfa y bromeaba diciendo que yo sería omega, que quizás nos cesaríamos. Que estupidez tan grande.
Éramos solo unos niños en aquél tiempo, antes que... todo fuese caos, muerte y desolación...
Sin darme cuenta las heladas lágrimas rodaron por mis mejillas perdiéndose en la tela de mi oscuro abrigo. Tenía que olvidarme del pasado y enfocarme solo en el presente.
Odiaba ser débil, mi parte humana era una cruz sobre mis hombros...
Quiero abrazar al lobito :3
Senya💜🌙
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