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ᶜᵃᵖ ᶠᵒᵘʳ

"Un humano fue tu perdición y el mismo será tu salvación"

POV Sunghoon

Las venas que resaltaban de su blanquecino cuello me invitaban enloquecedoramente, me incitaban cada vez más como un demonio cautivaba a su presa, cómo un sediento viendo un manantial.

¿Porque hacía eso?, ¿de verdad era un verdadero tonto?

No pude evitar que la sed dentro de mí despertara, el "monstruo" siendo retado por este pequeño niño humano.

No podía, quizás no podría controlarme...

Me acerqué a él muy lentamente, tratando de cuidar mis acciones y cubrí aquella área de su cuerpo como si del más valioso tesoro se tratase.

Y sin darme cuenta, de repente la furia escapó con mis palabras.

-Nunca le ofrezcas tu cuello a nadie, mucho menos a un vampiro -él me miró sorprendido y ví como sus mejillas se tornaron carmesís, su humanidad golpeándome descaradamente.

En definitiva podía proclamar que mi autocontrol no duraría mucho.

Sentía su corazón latir y mis malditas ganas de devorarle el cuello aumentaban al paso de cada agonizante segundo.

Nunca antes había estado en una situación parecida... normalmente los humanos corrían asustados.

-Yo... Pensé...

Dijo suve, tan suave que casi fue inaudible.

-Olvídalo -le dije alejandome- aún puedo aguantar varios días más. Mientras, alimentate bien, necesitarás fuerza, no es fácil ser mi fuente de vida, y créeme, no me alimentaré desde esa zona.

Para los vampiros la zona del cuello era muy íntima, la mordemos solo en el sexo, solo entre vampiros, un humano, difícilmente sobreviviría, sin mencionar que era algo estúpido y denigrante.

Él me miró con total sorpresa, pero no dijo más, su mirada se clavó en una parte de aquella cabaña, quizás un cuadro viejo que la adornaba.

Sentí la tensión en el aire. ¿Que le pasaba? Debería agradecerme por no acabar hoy con su vida...

Me marché cortando el raro momento, dejándolo seguramente muy confundido, pero para ser sincero me daba tan igual como las estrellas que ese día alumbraban el cielo nocturno.

La brisa ondeaba las hojas de aquellos árboles robustos que habitaban la zona, miré los muchos kilómetros de tierra que estaban frente a mí, y observé aquella colina a la perfección.

Recordé con detalle esos días, dónde éramos libres...

Pero, también recordé todo el sufrimiento, todo... el dolor...

Mi mente se tornó un caos y pronto quise acabar con cada maldito insecto humano que llegaba a mi vista.

Cuánto los odiaba...

Y lo peor es que tenía que vivir con uno por total obligación. Vaya ironía...

🌖🌕🌔

POV Seonwoo (Sunoo)

Desperté cuando diminutos rayos de sol dieron con mi rostro, salté de la cama y luego caí en mi actual e inesperada realidad.

No evité sonreír, después de todo los cambios siempre eran la mejor opción.

Eso decía un viejo sabio que siempre estaba en la biblioteca del pueblo. El pobre murió solo y anhelando la visita de su hijo, el cuál se hizo rico y nunca más lo volteó a ver.

Mire con detenimiento toda la habitación, dándome cuenta de que él no estaba por ningún lado.

Supuse que no volvió desde la noche anterior.

Que extraño se comportaba...

Preparé el desayuno tarareando una melodía que me encantaba, una que alguna vez escuché a unos músicos que llegaron desde muy lejos.

Se sentía extraño vivir de esta manera, me acostumbré a la pobreza, a lo pequeño, incómodo y limitado.

El revuelto de verduras y huevo me quedó bastante bueno, guardé un poco para Taki, y el resto lo reparti entre Sunghoon y yo, aunque no sabía si le gustaba, ¿o, será que los vampiros solo se alimentaban de sangre?

Sangre

A mi mente llegaron recuerdos de la noche anterior y me sentí otra vez avergonzado, mi estómago se revolvió causandome malestar.

Me comporte como un tonto ignorante, ya no quería ni acordarme de mi absurdo comportamiento.

Seonwoo hasta cuando serás tan tonto, pensé mientras me golpeaba mentalmente. Esa parte de mi la detestaba.

Entonces, lo vi entrar y me tranquilicé, por un momento pensé que se había ido del pueblo, que también...

-¡Buenos días! -saludé ánimosamente y él solo asintió sin siquiera mirarme, quise ignorar lo feo que eso se sentía- preparé el desayuno, no sé si quieras, realmente sigo sin saber mucho sobre tu especie, pero estoy abierto al aprendizaje.

Su expresión fue rara, cómo entre sorpresa y ¿tristeza?. Después de un par de segundos, tosió aclarandose la garganta volviendo a su neutral expresión.

-Da igual

-¿Igual?

-Puedo consumir comida humana, pero no surtirá ningún efecto en mí.

-Oh.

Tomó asiento y comenzó a comer, los nervios empezaron a hacer estragos en mí, me preocupaba que no le gustara. Pero por su expresión parecía agradarle, ¡bingo!

Mi mayor miedo al preparar comida para alguien más es que no les guste, pero esta vez parecía haber pasado la prueba.

Él detuvo su andar y me miró directamente al rostro.

-¿No piensas comer?

Me sorprendió su pregunta, realmente estaba tan concentrado, que mi me acordé de que aún no desayunaba.

-Si, si, solo me distraje -sonrei y me senté a su lado, se sentía diferente, cálido, solía desayunar solo la mayoría de las veces.

Él terminó primero y no pude evitar preguntar lo que tanta curiosidad me estaba causando.

-¿Te agradó?

Asintió levemente y entonces no pude evitar volver a sonreír.

Terminamos de desayunar y me dispuse a salir. Hoy era día de visita para los empleados del reino, y por supuesto la llegada del príncipe.

Ya quería ver a Taki de nuevo y obvio, a... a él...

-Hoy es día de visitas en el reino, visitaré a mi mejor amigo, quizás puedas acompañarme.

Sunghoon solo volvió a asentir;
me estaba dando cuenta que era de pocas palabras.

-No tardes tanto.

Fue lo único que dijo.

Me quedé observando con atención su rostro, mientras sonreía cómo un tonto, casi no creyendo lo que acababa de escuchar.

El aclaró su voz y volvió a hablar.

-Me gustaría que fuésemos al mercado, así podrías escoger la ropa que te guste y no esos andrajos que tienes puestos.

Mi sonrisa de inmediato se desvaneció, fue muy bonito para ser verdad.

¿Andrajos?, ¿tan mal estaba mi ropa?

Usualmente los trabajadores rurales nos vestimos así, no trabajo de forma directa con el campo, pero soy el transporte de la comida de quienes laboran allí. Además, es difícil adquirir ropa, no todos podemos costear vivienda, ropa y alimentos al mismo tiempo.

-Prefiero esperar mi primer sueldo, no te molestes por hacerlo antes, te alimentarás de mí, no de mi ropa.

Intenté sonar relajado, pero quizás no pude ocultar la molestia en mi voz.

No me quedé a esperar su respuesta, decidí salir y caminar rápido, me sentía de nuevo avergonzado y no me gustaba tal sensación.

Últimamente se estaba haciendo algo común.

Lo detestaba.

¡Que se vaya al demonio ese vampiro idiota!

Saludé a cada habitante de Dark Moon que me topé, uno a uno, rostros en los cuales se mostraba los años de experiencia, el cansancio, pero también la alegría de llevar alimentos a sus hogares.

Esa era nuestra vida...

Pude ver a quienes ya venían del imponente castillo dónde habitaban nuestros reyes y principes.

Una sonrisa se formó en mis labios, olvidando los acontecimientos anteriores, mientras sentía como mis mejillas se calentaban al recordar al apuesto dueño de mis sueños, el futuro rey de nuestra nación, el hermoso príncipe Nishimura Riki.

Recuerdo muy claramente cuando lo conocí, en ese tiempo fuí a buscar a mi mejor amigo; las suculentas frutas me atraparon y siendo un niño en mis circunstancias, me tentaron hasta el punto de hacerme caer, el hambre me lanzó a los brazos del hurto.

Para mí desgracia uno de los empleados que cuidan la zona me vio, fui atrapado cuan rata que intenta robar para salvar a su estómago de la atroz hambre.

Ese hombre malvado, cómo le llame siendo apenas solo un niño de nueve años, quiso pasarse de listo, despreciable rufián, maldita bestia, quiso aprovecharse de solo un niño.

En ese tiempo conocí el asco y el miedo, pero también la bondad de este mundo, la valentía y la belleza, puestas por los mismos dioses en una sola persona.

El príncipe lo golpeó tan fuerte que la sangre saltó en mi rostro, el asqueroso quiso golpearlo al igual, pero él lo detuvo de un solo golpe, a los segundos llegaron guardias que me miraron con pena mientras me intentaban ayudar mínimamente levantando mi maltratado cuerpo del suelo.

"No lo toquen, es mi responsabilidad"

Esas fueron sus bondadosas palabras. Ese día me regaló ropa limpia, incluso me alimentó, parecía un sueño y al mismo tiempo me recordaba una pesadilla.

Taki nunca se enteró, no quise que se sintiese culpable por lo que me había ocurrido.

El príncipe de cabello dorado como el oro del norte de Dark Moon, y sonrisa angelical me dijo que era un niño muy lindo, mi primer alago, que debía cuidarme de los tipos abusivos. Sonaba como un verdadero ángel y lo era, sin duda alguna.

Asentí y le sonreí, agradeciendo su misericordiosa actitud.

Desde ese día lo he visto escasamente, aunque siempre sueño con que volvamos a hablar, con que me dedique su bonita sonrisa de nuevo.

Y creo que la madre naturaleza me escuchó, por fin, después de un mucho, lo ví, llegando en su corcel blanco, igual de apuesto que quién lo montaba, su resplandeciente cabello se ondeaba con el viento, mientras sus ojos cafés se toparon con los míos, llenos de fascinación. Me sonrió y entonces ese se convirtió en el día más hermoso para mí.

Todo lo malo se esfumó en su totalidad.

Fui sacado de mi burbuja cuando alguien tropezó conmigo casi aventandome al suelo, de inmediato la voz de Taki me hizo buscarlo con la mirada.

-Tenga más cuidado, no ve que se lo llevó por delante.

Lo observé mirando con enojo a un hombre de alrededor de veinte años, el muchacho asintió casi asustado, se notaba que mi castaño amigo daba miedo, reí y limpié mi ropa del polvo que recibí al caer.

-¿Estás bien?

Sus ojos me analizaron, asentí dando a entender que estaba perfecto. De inmediato lo abracé, al principio se tensó, pero luego me devolvió el abrazo.

-Te extrañé -le susurré hundiendo mi rostro en el hueco de su cuello.

-Yo también, tonto.

-Taki te tengo que contar muchas cosas, ya tengo trabajo estable, no más ir a las montañas, aunque es un tanto raro, se trata de alimentar a un vampiro...

Mi amigo con la última frase cambio de inmediato su expresión.

-¡¿Qué estás diciendo, cómo que alimentar a un vampiro?!

La mirada de mi hermano se volvió oscura y colmada de preocupación.

Debía explicarle con detenimiento, fuí muy brusco.




Yo quedaría peor que Taki si me dicen algo así jajaja

Un besote 💋

Senya 💜🌙

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