ᶜᵃᵖ ᵗʰʳᵉᵉ
Lo primero que pudo ver al abrir los ojos fue el deteriorado techo de la cabaña que lo albergó por muchas noches, de inmediato la tranquilidad lo abrazó, se sintió en casa. Aunque el indescriptible dolor en cada extremidad de su cuerpo era cada vez más insoportable.
Se levantó con pasos lentos, soltando pequeños gemidos en el proceso, miró su cuerpo, solo cubierto por un short, ¿cómo llegó allí?
Trató de recordar, a su mente volviendo cada momento de la noche anterior, un escalofrío le recorrió el cuerpo y sintió su corazón salir de lugar cuando a sus desarrolladas fosas nasales llegó aquel aroma.
—Hasta que despertaste —escuchó la gutural voz.
Dio varios pasos hacia atrás, dispuesto a defenderse a toda costa de quien consideraba su enemigo.
—¿Qué haces aquí?
Intentó que su voz sonara natural, pero era imposible cuando a su mente llegaban todos los recuerdos.
"Traidor" "eres una vergüenza" "pobre infeliz"
—Calma, no vengo a amenazarte, sino todo lo contrario, necesito tu ayuda... híbrido —la última palabra dicha con más énfasis, todo su cuerpo se convirtió en un tempano de hielo y su ritmo cardíaco aumentó con frenesí.
Odiaba que su pasado lo persiguiera, odiaba tener que recordar lo que menos quería que volviera a su mente.
Mi mirada estaba puesta en él, Sunghoon parecía ser bastante callado, así que me tocaba improvisar y hacerlo hablar a cómo diera lugar, no me gustaba el silencio, era incómodo a mi punto de vista, necesitaba escuchar algo para estar en paz.
—En el pueblo muchos aldeanos cuentan historias extrañas sobre ustedes, algo sobre embrujos y secuestros... sangre...
—Los aldeanos no saben nada —lo escuché decir con la misma frialdad, supuse que tampoco era el mejor tema de conversación...
Rasque mi nuca con nerviosismo y mire al cielo para decidirme continuar.
—Cómo sea, no le diré a nadie lo que eres para que no te miren, ya sabes, raro...
Vi sus músculos tensarse, sus manos apretarse y formar un leve puño.
—Como quieras.
No dije nada más, sabía que le molestó mis tontos comentarios. Quise correr avergonzado.
Por fin llegamos a la cabaña dónde me quedaba, era pequeña, pero podíamos entrar los dos.
Él pasó con cuidado mirando todo el lugar con repudio, desde las gastadas cortinas, hasta la pequeña y un tanto manchada fogata en la esquina.
—No puedo pagar algo más grande, lo siento.
De pronto me sentí extraño, nunca me preocupé antes por dónde vivía, o por si no mantenía el orden y limpieza ideal.
—No deberías acostumbrarte —me dijo, quise responder, pero su mano tomó mi muñeca, su frío tacto congelando mi piel.
Me arrastró fuera y entonces pude respirar con tranquilidad.
—Dime dónde puedo conseguir un buen lugar, cómodo al menos.
Fruncí el ceño, ¿enserio odió lo que tanto me cuesta pagar?
—Conozco zonas mejores, pero a un alto costo el alquiler, lo siento si causé una mala impresión en ti.
—Simplemente no es bueno para ti vivir tan incómodo, conseguiremos un lugar mejor.
Me quedé viéndole sorprendido, ¿hablaba enserio?, ¿no es bueno para mí?, ¿desde cuándo se preocupaba tanto?, enserio que era raro.
En todo el camino me abrazaba a mi mismo, el frío era más intenso, no me gustaba, por eso prefería el verano; lástima que la hermosa estación ya se había despedido.
Llegamos a unas posadas que usualmente ocupaban comerciantes que venían de reinos vecinos, Dark Moon siempre se caracterizó por ser un reino proactivo, dónde la agricultura era el motor de la economía.
Solo observé todos sus movimientos, él como pagaba aquel lugar con un anillo de su mano, ¿estaba loco?, los ojos del propietario brillaron al ver la costosa joya, interferí, pero nada lo hizo cambiar de opinión, definitivamente enloqueció.
Una vez el trato estuvo cerrado me dispuse a volver a mi pequeño hogar, la verdad es que a mi si me gustaba, me parecía cómodo y seguro.
—No te vayas —su voz sonaba robótica, cómo si le costase hablar.
—Te visitaré seguido, solo trata de no hacer algo raro, así nadie sospechará nada, ahora debo volver.
Me di la vuelta con una sonrisa nerviosa, pero aquel helado tacto detuvo mi andar, creo que me costaría acostumbrarme a tal temperatura.
—Por favor —me dijo con una suavidad tan extraña como su petición.
¿Por qué quería mantenerme allí?, no lo entendía.
Pero siempre me ha costado negarme a un favor, supongo que era una de mis debilidades. Suspiré y asentí, eso me permitió ver cómo las comisuras de sus labios se curvaron un poco, casi formando una sonrisa.
Se veía más apuesto cuando sonreía.
—No puedo quedarme contigo por mucho tiempo, tengo que trabajar y...
—Creo que es hora de que sepas más sobre mí, cómo ya debes suponer necesito sangre para sobrevivir... sangre humana, así que, hagamos un trato —sentí la tensión al mencionar lo último, cómo si temiese mi reacción — así que, sé mi alimentador, te pagaré bien y no tendrás que arriesgarte yendo a las montañas.
Escuché cada una de sus palabras con mucho detenimiento, tratando de entender todo, así que eso lo explicaba, necesitaba sangre...
Me quedé pasmado y ¿decepcionado?
Luego de unos segundos decidí continuar aclarando primero algunas de mis dudas
—¿Acaso puedo ser suficiente para ti?, además, ¿eso no me matará?
Su expresión fue un claro, "eres un verdadero idiota".
—No asesinamos, solo nos alimentamos con dosis que debemos saber controlar.
Lo miré entrecerrando los ojos, captando algún tipo de falsedad en lo que me estaba diciendo, pero no encontré nada.
—¿Por cuánto tiempo, qué buscas en este reino?
—Ya veo que tu curiosidad es inmensa, el tiempo que sea necesario, mientras espero a alguien.
—¿Alguien?
—Mi familia, no soy el único... Seonwoo.
¿No es el único?, dónde están los demás?
—Está bien, confío en ti —sonreí y él pareció respirar con tranquilidad.
Pensé la situación, ayudaría a alguien que necesitaba mi ayuda y al mismo tiempo ganaría dinero, ¡no podía ser mejor!.
—Solo tengo dos pregunta, ¿obligatoriamente debo estar pegado a ti todo el tiempo? y dónde está tu familia?
Lo sentí tensarse ante mi última pregunta.
—Si, es necesario porque una vez que pruebe tu sangre, en mi estado de recuperación no podría...
—Controlarte, entiendo, solo no te pases, puedo morir y no quiero.
—Puedo controlarme —sentí molestia en su voz y quise reírme, solo estaba bromeando y se lo tomó enserio— en referencia a mi familia, ellos están lejos, pero volverán.
Lo miré, noté sinceridad en sus oscuros ojos, sonreí esperando que él hiciera lo mismo, pero no pasó.
—Ya quiero conocerlos —dije con total sinceridad.
Y mi siguiente acción pareció sorprenderlo, aparté la ropa de mi cuello dejándolo al descubierto.
—Adelante, quiero irme acostumbrando.
Sus ojos cambiaron de tonalidad, volvieron al rojo intenso de cuando nos atacaban en el bosque, aquello causó que una corriente eléctrica atravesará todo mi ser.
Y lo más curioso es que lejos de temerle, me agradaba y emocionaba la idea.
Ser el alimentador personal de un vampiro, de hecho sonaba emocionante.
Ay Sunooo :)
Senya 💜🌙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro