«La guerra entre vampiros, lobos y humanos llegó a su fin, la gran hechicera Eunhae tatuó una marca de maldición en el poderoso, arrogante y frío rey vampiro. Soberano y creador de toda la especie, durmiendo su energía interna y junto a ésta a su ejército, dejándole sumido en tal sueño por más de quinientos años. Su poder se neutralizó hasta que naciera el descendiente directo de la poderosa Eunhae, el único ser capaz de devolver todo su poder, o por lo contrario asesinarle totalmente.

Las manadas se hicieron a un lado, estrechando lazos con los humanos, una efímera paz volviendo luego de la supuesta derrota vampírica. Pero lo que los humanos y lobos no sabían era que los vampiros convertidos existían, humanos mordidos sobrevivieron y la marca de maldición no surtía efecto contra ellos.

Se buscaron y se agruparon, sellando la unión con el lazo de la promesa, la de que su pueblo volviese a la vida y reinara por encima de todas las razas»

—¿Tío, en resumen los convertidos son los héroes?, ¿ellos traerán a nuestro pueblo a la vida?, ¿nos devolverán la paz que nos robaron?

—Así es pequeño, pronto volveremos a ser quiénes éramos y podrás ser libre...

Le sonrió con ternura y se dispuso a salir de la habitación, dejando al niño de apenas seis años más dormido que despierto.

Se encontró en el camino con uno de sus sirvientes, el hombre hizo una reverencia mientras su pecho subía y bajaba erráticamente.

—El lobo se marchó, solo dejó esta carta —dijo, y temblando le entregó el papel, el que destruyó con esmero, tirándolo al cesto de la basura.

—Regresará, de eso no tengo dudas —Dictaminó.

Sin más continuó su camino y el sirviente intentó irse, pero antes de que eso pasara lo detuvo abruptamente, clavando sus dientes en la carne morena de su cuello, fue un movimiento rápido, demasiado cómo para que siquiera pudiese defenderse, la sangre llenaba su boca, mientras la vida desaparecía de aquel débil frío y ahora pálido cuerpo.

—Extrañaba oler el terror de los humanos, que patéticos son.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Su dedo índice limpio lentamente parte del líquido que corría por las comisuras de sus labios.

🪷🪷🪷

Pov Sunoo

La feria del sol pronto iniciaría y no podía sentirme más ilusionado, emocionado y feliz.

Desde niño fue mi época favorita, donde podía ver obras teatrales, presentaciones mágicas y  sobre todo el hermoso cielo estrellado. Era una verdadera belleza, era todo un acontecimiento. Personas venían desde muy lejos y Dark Moon parecía otro mundo, lleno de caras nuevas y de atracciones grandiosas e interesantes.

Sunghoon estaba a mi lado, su cabello negro se ondeaba con el viento, molestando su visión y a mi me daba risa verle luchar contra la brisa. 

Pude notar cierto ápice de curiosidad en su mirada y esto hizo que me sintiese muy alegre, me daba a entender que le parecía atractivo lo que le estaba mostrando. 

Él era tan enigmático cómo apuesto, lo que me causaba un mar de emociones desconocidas.

Suspiré sintiendo mis mejillas calentarse y me avergoncé al saber que su mirada estaba puesta ahora sobre mi.

—Los humanos son tan diferentes —sus palabras me tomaron por sorpresa— ¿diferentes?

—Si

Y entonces lo entendí.

—¿Te gustaría acompañarme a la feria del sol? Sino sabes de qué se trata puedo hablarte...

Volvió a posar su mirada sobre mí y los nervios me atacaron cruelmente, quizás no le gustó mi pregunta y su expresión oscura me lo estaba confirmando.

—No —su respuesta heló cada fibra de mi cuerpo y entonces, otra vez confirmé lo tonto que soy.

—Debes pensar que somos patéticos, nosotros y nuestras ferias —dije sintiendo mi pecho oprimido y... dolido.

No me respondió y decidí levantarme e irme, tenía sueño y el frío comenzaba a sentirse intenso. 

🪷🪷🪷

Una vez dentro cerré mis ojos, pensando en todo y en nada al mismo tiempo, extrañaba a Taki, quería contarle sobre la feria y sobre mi gran estupidez, quería que me regañara cómo es su costumbre.

Por más que lo intenté no pude dormir, me dolía la cabeza de intentarlo. Estuve a punto de levantarme, cuando escuché la puerta de la habitación abrirse. Sentí sus tranquilos pasos y cómo se acercaba a las cama lentamente, mi corazón latió tan rápido que incluso quise golpearlo y ordenarle que se detuviese.

Sentí como con sutileza, tratando de no hacer ruido fue quitando sus botas y entonces entró a mi cama; me abrazó a él, no dije nada, el silencio no nos abandonó, pero no fue incomodo, todo lo contrario. No pude moverme, solo permanecí cómo estatua y sentí su helada respiración sobre mi cabello. 

Su suaves labios rozaron la piel de mi cuello, generando que por mi cuerpo pasara una descarga eléctrica y entonces... creí que colapsaría.

—Iremos juntos a esa feria —susurró contra mi oído...

Iba a causarme un infarto, sin duda alguna.

Luego solo me abrazó. Quise que el tiempo se detuviese, amé tanto ese momento, quería hacerlo eterno y por supuesto que quedaría tatuado en mi memoria, en mi corazón. 

Sunghoon se estaba convirtiendo en una persona muy importante en mi vida, tanto que me daba miedo, y no sabía que pensar sobre sus acciones y sobre lo que estaba despertando en mi, lo que me confundía enormemente. 

No quería hacerme ilusiones con algo que no podía ser...

Nunca antes me había sentido así, aunque tampoco es cómo si tuviese mucha experiencia amorosa, pero desde que conocí al príncipe, él se convirtió en alguien que siempre miraría desde lejos y que me haría sentir mariposas en el estómago, nunca antes mi atención estuvo en nadie más, hasta que él llegó...

Dormí en sus brazos, me sentí protegido, tranquilo y muy feliz...

(...)

Pov lobo blanco

Un mes, un largo mes cuidando a una omega que no despertaba aún, pero que lo haría, no perdería la esperanza.

Yi Xiang se encargaba de conseguir todo lo que solicitaba, siempre atento y con la preocupación brillando en sus ojos negro ébano. En este punto mi mayor anhelo también era el mismo que el de él, que la chica se recuperara. 

—¿Porque le harían algo así?

Yi Xiang, quien estaba sentado frente a la fogata me miró con sorpresa, lo que es muy entendible, casi no hablaba; pero no era por otra, solo lo consideraba innecesario.

—Sinceramente no lo sé, ella solía visitarlas para rituales de fertilidad, parecían llevarse muy bien.

—Entiendo.

—Hana ha mantenido una lucha por quedar embarazada, fallando en cada intento.

—La quieres mucho, ¿verdad? —no entendía mi necesidad de seguir preguntando cosas que no deberían interesarme, cosas  innecesarias.

—Es mi compañera, mi omega —respondió cortante.

—Claro.

—¿Porque decidiste traicionarnos? —preguntó de repente.

El tono de su voz se endureció aún más, al igual que su mirada, pude reconocer el típico reproche, la rabia. Y eso solo hizo que la ira volviera a mi como la luna ocultando unos leves rayos de sol. 

—No te importa.

Me levanté de inmediato dispuesto a irme, era una pérdida de tiempo hablar de lo mismo una y otra vez. 

Entonces, sentí mi mano ser tomada fuertemente y me obligué a voltear encontrando su mirada sobre mí.

—¿Que quieres? —le dije entre dientes, queriendo que me soltara de inmediato, ¿quién se creía que era?

Intenté zafarme, pero no lo estaba consiguiendo y maldije de nuevo mi inservible naturaleza omega. 

Sin decir nada más me arrastró bosque adentro, ¿acaso enloqueció?

Incluso me lastimaba con su fuerza, pero no se detenía, al contrario afianzó más su agarre.

Una vez lejos de la manada me soltó con brusquedad, la piel de mi mano ardió por el reciente atropello y quería asesinarlo allí mismo. 

—¿Estás demente?, eres un estúpido...

No pude terminar mi oración, cuando sentí sus labios sobre lo míos con aspereza , su mano sostuvo con fuerza mi cintura, mientras buscaba profundizar el beso.

¡Demente!

Pero más desquiciado estaba yo, porque debí alejarlo, empujarlo y golpearlo, pero mi estúpido omega parecía amar aquel indignante y miserable toque.

Me odié aún más.

Senya 🌙💜