➳[ 026 ]
FINAL
Un traje negro, con adornos brillantes y unos zapatos del mismo color, y un ramo de rosas rojas, eran portados por nada más y nada menos que Yoongi, la muerte.
Se miraba por el espejo, notando que el traje amoldaba excelente a su figura, pero su pequeña y casi inexistente panza, le daba el último toque de perfección, no sabía en qué momento todo esto había ocurrido, pero está feliz con el resultado. Se iba a casar con el demonio más caliente y jodidamente atractivo de todo el maldito infierno. Sonrió y acarició un poco su panza.
—Espero y sean parecidos a su padre, quiero que sean la envidia del infierno— Sonrió.
Poco después, la puerta se abrió y por está, entro el padre de Yoongi; Jaebeom. El hombre llevaba un perfecto esmoquín negro, entallado al cuerpo y haciéndolo ver aún más atractivo de lo que ya era, sonrió al ver a su pequeño con el hermoso traje y no dudo en acercarse.
—¿Estás listo, pequeño?— Yoongi sonrió y asintió con mucha euforia, realmente casarse lo tenía tan feliz, que su padre no podría hacer nada en contra de eso.
Mientras que en otro lugar no muy lejos de esa habitación, una hermoso salón de eventos estaba adornado de flores rojas, y una que otra negra, sólo dandole un toque de maldad, había unos asientos bastante hermosos para cualquier demonio que pudiera verlos, las sillas eran negras y tenían un pequeño lazo atando el respaldo y haciendo un hermoso moño detrás, mientras que en el largo pasillo, por dónde Yoongi caminaría, habían unas veladoras en el piso, en vasos grandes y de cristal, estás, no se encontraban exactamente en medio, al contrario, se encontraban en la orilla de las sillas.
El decorado del enorme lugar era hermoso, y este, era alumbrado por velas, algunas de color morado y otras, simplemente normales, justo arriba de donde los novios iban a pararse, había un enorme y hermoso calendabro.
Algunas personas estaban de pie, teniendo una plática amena con otro invitado, mientras bebían una copa.
—Entonces... ¿Así acaba tu vida de soltero, hermanito?— Un Hoseok sonrió y bebió del costoso vino tinto que había en su copa.
—Sí, pero ve el lado bueno, podrás cuidar a mis hijos cuando nazcan— Sonrió al ver la mueca de terror de Hoseok.
—¿Qué? ¿Ese es el lado bueno? Entonces, ¿Cuál es el lado malo?— Preguntó, bajando la copa.
—Pues... tendrás que soportarlos cuando agarren tus collares y joyas— Hoseok abrió la boca, sorprendido, angustiado y ofendido.
—¡Le diré a papá!— Lo señaló, ganándose una carcajada de Jimin. —¡Papá, Jimin va a dejar que sus demonios toquen mis cosas!— El pelinegro se marchó hasta donde su padre estaba, quejándose sobre sus próximos sobrinos. Jimin sonrió y miró a una persona alta, con una túnica completamente negra.
—Oh, ¿Ya es hora?— La persona cubierta asintió, ni siquiera el rostro podía verse. Jimin conocía a la perfección a esa persona, pero, no era una como tal, era una parca que antes de morir, había sido un sacerdote, lamentablemente, no fue muy bueno en su otra vida y termino convirtiéndose en una parca, así qué, ahora estaba en el Inframundo, a punto de casar a Yoongi y a Jimin. —Bien.
Jimin camino hasta el altar, posándose abajo del gran calendabro y tomando sus manos, quedando enfrente de las personas que se empezaban a ubicar en sus asientos. Ninguno se sentó, sólo se quedaron parados, mirando al frente.
Una hermosa melodía empezó a sonar, Jimin apretó sus manos y espero pacientemente a que su amado ingresará por las grandes puertas de madera. Y sin esperar mucho, las puertas se abrieron, y Yoongi, junto a su padre, se dejaron ver.
Los invitados empezaron a girar hacia donde venía Yoongi, quedando sorprendidos y fascinados por el hermoso traje que Yoongi portaba. Negro, y con una capa de tela transparente; siendo abrochada al cuello, el cabello de Yoongi estaba risado y con un pequeño pasador, dejando algunos cabellos sueltos.
Jimin sonrió, realmente era mucho más hermoso de lo que había imaginado.
Yoongi camino por el pasillo, pero, teniendo su vista posada en los ojos de Jimin, quien tampoco podía evitar mirarlo, se sentía tan irreal, ni siquiera ellos podían creer que se iban a casar y que próximamente, estarían formando una familia como tal.
Yoongi llegó hasta Jimin, quien poso la mirada en Jaebeom, el padre de Yoongi.
—Cuidalo, de lo contrario, no esperes a que te lo quite— Yoongi asintió y Jimin asintió.
—Lo protegeré con mi vida, señor.
—Eso espero— Jaebeom miró a su pequeño y le sonrió, dejo un beso en su frente y se aparto, yendo hacia una de las primeras sillas y esperando a que todos tomarán asiento.
Jimin le ofreció su brazo y Yoongi no dudo en enredarlo con el suyo, caminando unos pasos hasta quedar enfrente de la gran parca.
La ceremonia empezó, la parca menciono algunas reglas importante sobre el matrimonio en el Inframundo, las cosas que no se debían hacer ya al estar unidos para toda la eternidad.
—Por favor, traigan las copas para llevar acabó el rito de matrimonio— Hoseok, junto a Seokjin, se levantaron, ambos portaban una copa en sus manos, la cual estaba bañada en oro, ambas tenían decoraciones diferentes, haciendo la diferencia entre la de Yoongi y la de Jimin. Hoseok se paró a lado de Yoongi y Seokjin, a lado de Jimin. —Por favor.
La parca extendió dos cuchillos finos, realmente elegantes y con un filo extremo.
Cada uno tomo uno, dándose una mirada y sonriendo por ello. Jimin fue el primero en llevar el cuchillo a su muñeca.
—Yo, Asmodeo, juro amarte, protegerte, comprenderte y ser un excelente padre y esposo. Promitto lacrimas tuas siccare, problemata tua intelligere, tibi fidelem esse ac te ex omni vita mea amare... usque in aeternum— (Prometo secar tus lágrimas, entender tus problemas, ser fiel a ti y amarte toda mi vida... para siempre.) Jimin cortó su muñeca y dejo que la sangre cayera dentro de la copa, y después, dejarla sanar.
Yoongi llevo el cuchillo a su muñeca de la misma manera.
—Yo, Min Yoongi, prometo amarte, serte fiel y comprenderte en tus problemas, respetaré tus ideas y las apoyaré... Promitto lacrimas tuas siccare, difficultates tuas intelligere et in tempore aegritudinis te amplectere, promitto bonum virum ac patrem esse, semper te amabo...— (Prometo secar tus lágrimas, entender tus dificultades y retenerte en esos momentos de enfermedad, prometo ser un buen esposo y padre, siempre te amaré... hasta la eternidad.) Yoongi cortó su muñeca y dejo que la sangre cayera en la copa, Hoseok rápidamente le extendió un pañuelo, con el cual, limpio la sangre y poco después, su muñeca cerro como si nada.
Hoseok le entrego la copa a Jimin y Seokjin, se la entrego a Yoongi.
—Cuando beban de esa copa, serán unidos como los esposos que desean ser, nada podrá separarlos, ni siquiera el mismo destino— Hizo una seña para que ellos continuarán, a lo que Jimin y Yoongi, se acercaron, enredando sus brazos, sonreír y tomar de la sangre del contrario.
Los aplausos no se hicieron esperar, quedando muy felices de la hermosa unión que se había llevado a cabo. Al terminar de beber la sangre de la copa, les dieron las copas a sus acompañantes y Jimin no dudo en tomar el rostro de Yoongi y besarlo.
Ambos se separaron y se miraron directamente a los ojos.
—Ahora eres mi esposo.
—Ahora soy tu esposo.
—Diliges te, Yoongi.
—Diliges te, Diabolus.
Ambos sonrieron.
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