hagamos de cuenta, que Taron es primo de Joe xd.

Maratón 7/8

–Si, Joe, tú, Taron y yo.

–¿quien es Taron?– inquirí, medio confundida.

–Su primo.

De pronto recordé la conversación que ella había tenido con Joe anoche y que había mencionado a un Taron, como su primo.

–Oh– musité – Me encantaría – Sonreí amable.

–¡Le diré a Joe para que organicemos todo!– me abrazó de nuevo, dando brinquitos como una niña pequeña.
Así es Scarlett; dulce, tierna, cariñosa, frágil y entusiasta, era una niña encerrada en el cuerpo de una persona adulta de veintitrés años.

–Oye– musité cambiando de tema– quiero ir al tan famoso Puente de los Suspiros, quizá pueda tomar algunas fotografías.

–Il ponte dei suspiri. ¿Y para que quieres ir allí? No es la gran cosa– dijo– más bien, deberías ir a la Plaza de San Marcos, muchos toman sus fotografías ahí.

–Lo sé, pero no quiero algo común. Ya me conoces– me encogí de hombros.

–Bueno. También podrías ir al Pallazo Ducale, le podrías tomar bellas fotos.

–¿al que? ¿Scarlett, te molestaría hablarme en español?

Ella río.

–Al palacio del Duque.

–Gracias. ¿Me llevarías al Puente de los Suspiros?

Puso los ojos en blanco ante mi insistencia.

–Esta bien. Te llevaré mañana.

–Gracias, Scarlett. Eres la mejor– Y fui yo quien empezó el abrazo ahora.

Seguimos caminando por las calles de Venecia, mirando casi todas las tiendas que allí había. Comimos en un restaurante y luego llegamos cansadísimas al departamento.

Eran las siete de la tarde con treinta minutos cuando llamaron a la puerta.

–¡Es Joe!– anunció jovialmente Scarlett y se levanto como rayo dando grandes zancadas hacia la puerta.

Dirigí mi vista hasta allá, desviándola del televisor anhelante de ver el rostro perfecto.

–¡Amor!– Scarlett se lanzó a sus brazos en cuanto la figura de su novio fue palpable, y él la recibió cálidamente.

La 'fierecilla' se removió incómoda.

–Ven, pasa.

Desvíe mi mirada, de nuevo al televisor queriendo aparentar que no la había despegado de allí.

–_____, hola– mi nombre en su voz era tan melodioso y diferente al resto de las voces que habían puesto en su sonido mi nombre; lo hacia parecer bello, único.

Me gire para mirarle.

–Hola, Joe– le sonreí.

–¿como va tu primer día en Venecia? – preguntó.

–Cansado– reí al recordar que había usado el mismo adjetivo cuando el me había preguntado acerca del vuelo.

Creo que el también se acordó, por que río de la misma manera que yo.

–Ojala los demás no sean siempre así – comentó y sonrío, luego miro a Scarlett para entablar conversación con ella.

Entonces yo me giré de nuevo, pero a decir verdad, estaba más pendiente de la conversación que del programa italiano que se proyectaba en la televisión.

-¿Estas nerviosa, cielo?-Le preguntó a Scarlett.

-¿Sobre que?- inquirió ella, confundida.

-Sobre tu entrevista de trabajo, mañana.

-¿Mañana es siete?-la voz de Scarlett sonó alarmada-¡Dios, lo olvidé!

Entonces me gire de nuevo para mirar.

-¿Tienes una entrevista de trabajo?-pregunté, realmente, emocionada.

-Si y... ¡Oh!-se quedó en silencio durante unos segundos- ¡lo siento, lo siento, lo siento, lo siento!- se acercó a mi- Es que no recordaba lo de la entrevista, perdóname.

Tarde unos segundos en comprender por que me pedía disculpas.

-Oh, Scarlett, no. No te preocupes, nena-le sonreí- iremos otro día a visitar el puente.

-¿No estas enojada?

-¿Yo? Para nada, al contrario. ¿De que es el trabajo que solícitas?

-Enfermería en el hospital de la isla de Torcello. ¡Tengo una idea!-dijo de pronto, como si la primera parte no importara demasiado, se giró a mirar a su novio- Amor ¿podrias, tu, llevar a _______ a Il Ponte Dei Suspiri?

Los ojos se me abrieron de par en par ante la sorpresa y luego mire el rostro de Joe, tan bello como el de un ángel. El también me miraba con sus ojos miel.