❝Cap. 4❞
Maratón 4/8
Intenté tragarla y luego tosí cuando lo logré, medio asfixiada aún. Scarlett apareció de pronto a mi lado, mientras la puerta de la entrada estaba ya cerrada.
-_____, ¿estas bien?- me preguntó pero la tos seca que salia de mi garganta me impedía hablar- Te daré un poco de agua, espera- corrió hacia la llave y tomó un vaso, llenándolo rápidamente con el líquido que salia del grifo.
Se acerco a mí y me extendió el vaso, yo tomé del agua, esperando que aquel ardor en la garganta desapareciera y la tos se fuera, también.
-¿Mejor?- inquirió.
-Si- deje el vaso sobre el pretil de la cocina- gracias.
-Eso te pasa por atragantarte de comida, bestia- bromeó.
Reí ante el apodo que desde hace años llevábamos diciéndonos.
-Bueno, eso me pasa por que me hiciste venir desde el otro continente sin comer- refuté riendo.
Scarlett se sentó a mi lado y me arrebató la galleta para terminarla de comer ella.
-¡Oye!
-Hay pizza en el refrigerador, creo que eso podría llenarte mas que una simple galleta- dijo.
-Tengo más sueño que hambre, así que mejor mañana me llevas a desayunar- sonreí- Oye, Scarlett- vacilé y me dedique a jugetear con los dedos de mi mano- Joe es... ¿Tu novio?
-Y lo que más amo- confirmó.
-¿Y porque no me lo había contado, señorita?- me hice la indignada.
-Porque... Llevo un mes saliendo con el.
-¿Un mes? ¡Nuestra ultima llamada fue ayer!- le recalqué.
Ella se encogió de hombros en su lugar.
-Bueno, bueno. Quería darte la sorpresa.
-Pues lo lograste. Pensé que después de lo de Jairo tú ya no...- me quedé a la mitad de la frase, pero ella me entendió.
-Si, yo también lo pensé. Si no, no hubiera huido del país como, cobardemente, lo hice- sonrió- Pero conocí a Joe y... Lo amo.
-¿De verdad? Hace un mes que salen, qué tanto lo puedes conocer- musite.
-Lo suficiente, _____- me miró sería- pensé que estarías contenta por mí.
-¡Lo estoy!- y lo estaba de verdad, pero algo se movía dentro de mí, algo que me hacía estar confundida. Este tipo de confusión cuando no explicas, el porque las cosas avanzan tan rápido y cambian de un día para otro- Estoy feliz de que hayas seguido delante con tu vida, me pones el ejemplo- admití.
-¿Que quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorada de Harry?- salto hacía atrás mirándome con los ojos como platos.
-¡Para nada! Eso ya pasó, a lo que me refiero es que, no te quedas estancada en el pasado; como yo con la muerte de mis padres.
-Oh,____, eso fue hace ya tres años, ahora eres una fotógrafa profesional de veinticinco y tienes mucho que sacar de esa vida que llevas- me pasó el brazo por los hombros- Pero ahora no hablemos de temas tristes, mejor dime, ¿Has conocido a alguien especial?
Sonreí ante su curiosidad y su enorme sonrisa indagante. Pero a la mente se me vino el nombre de Joseph Mazzello, como una oleada de viento rápida y fugaz.
-¡Que cosa más extraña!
-¿Que? ¿A quién conociste?- me di cuenta entonces de que lo había pronunciado en voz alta, o suficientemente fuerte para que Scarlett me oyera.
-¿Eh? Ah...- tartamudé.
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