Madeline

—y ahora Madeline Rogers nos compartirá unas palabras— le entregué mi bebe a mi hermano y pasé a hablar.

—Margaret Carter, más conocida como Peggy, fue una de las mejores personas que conocí en mi larga vida, con un corazón tan puro y grande, ella estuvo ahí cuándo perdí a mi hermano, ambas nos ayudamos y ella se hizo cargo de mi cuándo me quedé sin familia, me cuidó y me enseño todo lo que se, me enseñó a ser una dama y a la vez una guerrera, que nadie debía pasar por encima mio y que debo proteger a las personas que amo, todo eso en un mundo de hombres. Ella me crió como si fuera su hija... y cuándo nos reencontramos, fue como si el tiempo no hubiese pasado, no tuvimos mucho tiempo para disfrutar nuestro reencuentro, pero fue muy especial... pasé los mejores momentos con ella y jamás la voy a olvidar, ella fue una gran y fuerte mujer— mi vista se nubló y bajé del podio.

[...]

Apenas terminó la misa me acerqué a Sharon, ella era como mi prima después de todo.

—Sharon, lo siento tanto— la abracé con mi brazo libre.

—gracias, lo mismo digo Maddy— frotó mi espalda y nos separamos, miró a mi pequeña—¿ella es Amira?— asentí—¿puedo cargarla?— volvi a asentir y se la entregué con cuidado—a Peggy le hubiera gustado cargarla—

—seguramente, amaba a los niños y mis hijos siempre fueron sus nietos...— sonreí con nostalgia—ella fue una gran madre—

—y una gran tía— siguió ella con mi misma sonrisa.

[...]

Al ver las noticias tomé inmediatamente mi celular y marqué el número de mi pelirroja amiga, a la segunda llamada contestó.

—¡nat!, ay por dios, casi me das un infarto al no contestar— Amira comenzó a llorar por el gritito que había soltado al escuchar a mi amiga, comencé a mecerla.

—si, lo siento, no quería preocuparte...—

—¿como estás?, ¿estas herida?— le pregunté preocupada.

—estoy bien Maddy, no te preocupes, creo que tuve suerte—

—gracias a dios— solté un suspiro, Amira no dejaba de llorar.

—Maddy, se que quieres ir con tu hermano por Bucky, pero debes pensar que eres madre ahora, no puedes correr peligro con la bebe— su voz se tornó seria.

—lo se Nat, pero es mi trabajo cuidar de los que amo, por más que me cueste iré a dejar a Amira con Pepper, ella cuidará de mi bebe, nadie lo esperaría y es la única fuera del entorno de los vengadores que sabe poner a Tony en su lugar—

—¿estás segura?—

—claro que no, mi bebe acaba de nacer y tengo que separarme de ella, pero es por su bien, si alguien despertó al soldado del invierno puede que vengan por mi también y no quiero arriesgar su seguridad...— la oí suspirar.

—tienes razón, cuídate Madeline y saluda de mi parte a Amira—

—tu también, adios Nat...—

Corté la llamada, tiré el celular sobre la cama y comencé a cantarle a mi niña para que deje de llorar, minutos después se durmió.

—mi pequeña— acaricié su rostro, es tan perfecta—me encantaría quedarme contigo, pero no quiero que te pase algo, siento tener que separarme de tí... creí que podría vivir mi segunda maternidad en paz, pero jamás estaré en paz mientras HYDRA exista— besé sus regordetas mejillas y una lágrima calló de mi ojo derecho, en serio había pensado que podría pasar más tiempo con ella...