CAPÍTULO 4
Las gotas de lluvia cayendo por la ventana parecían más interesantes que aquel señor hablando. No la culpen, esas clases no eran diferentes que las clases de historia en la tierra, podía escucharlo pero su voz de esa persona estaba distante.
- Señorita Hoshi, al parecer usted encontró la ventana más interesante que la guerra entre Stregherinos y Predateuranos -Alzó la voz y la mirada fría que le daba hizo incomodarla bastante.
- Sucedió hace un siglo esa guerra, además Akiko es nueva no tiene porque molestarte por esa cosa insignificante. -Black alejo los brazos de su cuello y se sentó recto devolviéndole la helada mirada al maestro.
- Le recuerdo que hace años uno de los tuyos atacó un pueblo de Prédateur. Los hechiceros no miden su magia y quieren más poder creyéndose los mejores.
- No le conviene tratar así a un alumno señor Karalis, además al menos no nací siendo un perro con una licenciatura que me aburre.
Las risas de los demás estudiantes iba dirigido al mayor, Akiko se sorprendió por la discusión de su compañero con aquel maestro, mientras Black reía al compás de los demás ella se dio cuenta de la mano levantada del Señor y se dio cuenta de lo que estaba por hacer. Se levantó de su asiento y caminó rápido para sujetar la mano de aquella persona mayor sintiéndose culpable por la falta de respeto que tuvo.
Silencio total en todo el salón.
- Disculpe que yo haga esto pero entiendo que los comentarios de mi compañero sean irritables, apenas lo conocí e incluso yo tengo ese pensamiento pero eso no va darle el derecho de levantar la mano contra él, ni el rechazo que usted le tiene solo por ser de Streghe. -Liberó el agarre del mayor y suspiró al escuchar el gruñido salir de entre los dientes de su superior.
- ¡Retírense de mi clase! -Akiko frustrada tomó el único cuaderno que poseía y jalo de la camisa a su compañero levantándole de su asiento, una vez fuera cerraron la puerta contra la cara de ambos.
- No debiste decir nada, podía simplemente disculparme y hubieras evitado toda esa discusión. -Hablo molesta y empujo al chico para caminar sin rumbo por los pasillos.
Black borró su sonrisa sintiéndose mal, rasco su nuca y algo molesto consigo mismo fue detrás de la chica. Fue ignorado en todo el camino pero poco le importaba.
- Lo siento, nunca suelo llevarme bien con el profesor de historia el me odia pero no lo culpo igualmente solo quise defenderte. -Se sincero y se puso delante del camino de la chica para que al menos le viera a los ojos.
- Esta bien, gracias, aun si no escogiste una manera correcta para defenderme, realmente eres un idiota. -Soltó una risa que luego fue acompañada por la del contrario.
Una campana sonó y de varios salones salieron diferentes jóvenes.
- Ahora tengo que buscar a Haruki, creo que mi próxima clase es con él. -Le sonrió
- A mi me toca la soledad, Sabrina y Eli no son buena compañía, son aburridos. Es lo mismo que estar solo. -Akiko se rio y camino en busca de su compañero dejando atrás a Black.
Camino tranquila sin saber ni donde era el próximo salón, se acercó al primer chico y le sonrió. No tenía otra opción que preguntar a alguien solo sabía que su próxima materia era naturaleza pero no tenía idea el nombre de la maestra ni que iba a llevar ahí. Ni siquiera sabía en qué parte de su instituto estaba.
- Soy nueva y sé que me toca naturaleza pero estoy perdida, este lugar es demasiado grande. -Retrocedió ante la fija mirada del chico sintiendo un mal presentimiento.- ¿Me di-dirias a donde ir? -Balbuceo nerviosa.
- Fácil está en el fondo es el salón de la derecha.
Akiko agradeció y sin volver a mirar atrás, caminó directo a su salón; si hubiera sabido que solo tenía que caminar directo no se hubiera atrevido a preguntar a ese joven que le daba una vibra muy negativa. Entro al salón y en los asientos delanteros estaba el chico apoyado en la mesa quién sabe si durmiendo o manteniendo su mente en otro lado
Fue hacia donde él estaba y se sentó a su lado tocando su hombro para llamar su atención.
- Akiko...
- Hola bello durmiente. -El timbre sonó y todos se acomodaban en sus asientos, Akiko se acomodo en la misma posición que su compañero para sonreírle y mantener sus ojos en los del contrario.- Llegue a tiempo ¿Verdad?
- Tardaste. -Dijo sin referirse a la clase.- Pero al menos si llegaste, me sentiría solo, gracias.
- No debería ser así, imagínate que ya no podamos vernos, apenas me conoces así que no haría diferencia. -Cerró sus ojos con tranquilidad.- Una cosa más, no agradezcas Haruki no comprendo porque agradeces solo por una clase que nos toca juntos...
- No me refería a la clase. - Pensó y levantó la mirada al frente. El sabia que apenas la conocía de un día pero tener alguien que le acompañe era muy diferente, toda su vida estuvo solo, claro que convivía con Eli y Black pero no solía mucho hablarse, incluso como en ese momento solo se quedaba callado y era una tortura o batalla con el mismo.
Ni siquiera tuvo compañía de sus padres, en el orfanato el único amigo que tuvo fue un gatito herido que conoció detrás del callejón de basura. Cada vez que otros niños querían acercarse a hablarle no hacían caso a su presencia una vez que jugaban, su silencio y falta de confianza para socializar o hablar lo volvía invisible, nadie notaba su presencia. Según él. Había personas que si lo querían pero estaba demasiado encerrado en sus negativos pensamientos que no notaba nada mas. Seguía sintiéndose como aquel niño con un gatito en sus brazos rodeado de niños jugando o gritando pero que ninguno lo notara.
- ¿Haruki en qué piensas? -Preguntó al verle mirar la pared sin tener nada en frente más que algunas manchas en esta.- Pareces distraído.
Volvió a la realidad apenas escuchó la voz de ella. Sonrió e hizo a un lado sus pensamientos tomando la mano de su compañera.
- Ni yo recuerdo lo que pensaba pero no le daremos importancia, en realidad dudo que sea importante. -Akiko asintió después de escuchar aquello pero con leve desconfianza no creía nada de lo que le dijo sentía que había algo mas pero no sabia ni como preguntar.
- ¡Buenos días mis estrellas! -El grito de la maestro asustó a ambos, el chico alejo su mano inmediatamente de su compañera y ella solo se sonrió y giró su cabeza hacia la maestra.
Todos iban a la cabaña después de sus clases, pero durante el camino escucharon las quejas de Eli hacia su hermana, era tarde pero no demasiado como para obligarla a ir rápido a su cabaña por lo peligroso que era todo según él. No mentía si podía ser peligroso pero aun ni había oscurecido.
- Silencio, ya basta Eli detesto que siempre quieras cuidarme. -Sabrina molesta camino hacia adelante de los demás.
- Al parecer tu hermana no va a dirigirte la palabra hermano. - Apoyó su brazo en el hombro del contrario.
- Aprende a cerrar la boca Black. -Fue detrás de su hermana para disculparse mientras los demás solo seguían detrás para no molestarlos.
Cuando llegaron el primero en entrar fue Black quien se recostó en el sillón ocupando completamente este.
- Hazte a un lado idiota. -El chico bufó y se sentó derecho dejándole un espacio a la pelinegra.- Mi día estaba tan bien...
- Un poco de vino relajara lo tensa que te encuentras.
- Cierra la boca Black. -Hablaron al unísono y el chico levantó las manos pidiendo paz.
- Para olvidar este día sinceramente yo también necesito un poco sin sobrepasarse, no haría daño. -Propuso Akiko y todos la miraron sorprendidos.- ¿Dije algo que les moleste? -Pregunto al sentir las estáticas miradas de sus compañeros.
- Yo te veía como una rata de biblioteca y jamás pensé que bebieras. Creí que eras como Haruki siendo hombre se embriaga con facilidad. -Black carcajeo pero recibió un libro en el rostro como respuesta.
Los demás giraron su rostro hacia Haruki quien inmediatamente se sintió avergonzado, sus orejas se enrojecen y caminó hasta su compañero.- Lo siento Black pero no parabas de decir cosas tontas. - Me molestó más que la insultes a ella, fue pensamiento suyo que tampoco llegó a decir en voz alta y perdido en ese pensamiento no se dio cuenta que su mano seguía cubriendo la cara del contrario. Segundos después se alejó.- Lo siento, otra vez.
- Ya que todos estamos dispuestos a pasar la noche divirtiéndonos Sugiero que luego Sabrina duerma en la habitación de Akiko luego, solo te pido como favor -Pidió Eli a Akiko, ella asintió con una sonrisa no veía ningún problema.
Sabrina y Haruki trajeron las bebidas, Akiko liberó la mesa para que las botellas estuvieran sobre estas. Todos se encontraban en la mesa Black con una sonrisa sirvió las copas, él quería que sus compañeros bebieran un poco, no había ninguna mala intención pero al menos la compañía de ellos hacia mas tranquilo el lugar que beber solo por las noches en su habitación, no lo hacia seguido pero si no fue alcohol alguna vez era uno que otro cigarrillo. La soledad era peor que cualquier maldita herida.
Con unas pocas copas en sus sistemas reían de lo más mínimo como niños, ni siquiera sabían en que momento Black y Eli comenzaron un juego de peleas sin lastimarse con risas de por medio. Las chicas se dieron cuenta que ya era suficiente así que ayudaron a Black para llevarlo a su habitación, Sabrina se había entrado ya a la habitación a descansar al igual que su hermano, en cambio bajo con la excusa de que limpiara algo. Se encontró a Haruki durmiendo sobre la mesa. Lo movió levemente para que se despertara.
- Es mejor que vayas a descansar a tu habitación...
- No en realidad pensaba limpiar todo y luego salir un momento; quiero tomar aire fresco -Se levantó del haciendo estirándose un poco sus brazos- Mi intención no era dormirme.
- Bueno te ayudaré con la limpieza así ambos también saldremos un rato. ¿Trato?
- Gracias Akiko. -Le sonrió y comenzó a levantar las cosas de la mesa para lavarlas al igual que la chica comenzó a trapear el piso del suelo, no era tonta y se había dado cuenta que el que menos había probado alcohol fue Haruki pues lo tiraba al suelo en cada oportunidad de ruido que tenia pero tampoco iba a reclamarle.
Al final de su pequeña limpieza con una sonrisa salieron afuera, Haruki se recostó en el suelo abrazando sus piernas, Akiko no dudo en repetir lo mismo que él.
- ¿Qué se supone que haremos ahora? -Habló cuando el silencio parecía durar muchos segundos.
- El cielo. -Susurro el contrario manteniendo su vista hacia arriba.
- ¿Qué tiene? -Dirigió su vista hacia el cielo sin entender que había de interesante pero la vista era muy bonita por la poca iluminación de la noche.
- Disfrutemos la belleza de la noche, es sencilla pero algo sin importancia para nosotros está llena de vida y hermosura. Parece simple oscuridad con puntitos blancos pero omitiendo el conocimiento de que son estrellas y planetas a kilómetros de nosotros es más un sentimiento de tranquilidad que suele darme. -Sonrió mirando a la chica.- La belleza de la vida es algo que no muchos la valoran pero tampoco es una minoría de los que la disfrutan.
- Realmente es una maravillosa vista. -Ambos mantuvieron su vista en la noche estrellada.
- Olvide algo más. -Apoyó su rostro en sus rodillas para mirar a la chica.- La tranquilidad que me da la noche también me la das tu, tu tienes unos ojos como las estrellas y un corazón que brilla en mi oscuridad como la luna con la noche. Una sensación inexplicable que ahora no tengo el valor suficiente para decirlo bien.
El silencio parecía eterno, sus ojos jamás se alejaron del contrario.
- Lo siento... -Hablaron al mismo tiempo ahora sintiéndose algo incómodos y con un calor invadiendo sus mejillas.
- Sigamos viendo.. -Nuevamente hablaron al unísono. Esto provocó pequeñas risas entre ambos.
El ruido de una rama rompiéndose provocó que se quedaran callados, acercándose sigilosamente a dicho árbol se encontraron con un pequeño pajarito herido su ala derecha parecía lastimada y comprobaron eso al oír quejidos del pequeño animal. Se inclinaron hacia este para así Akiko tomarlo entre sus manos.
- Pobrecita -Dijo preocupada acariciando suavemente la cabecita del animal.
Haruki pidió al animal y la chica con cuidado lo puso sobre las manos de sus compañeros, Este la cubrió con ambas manos cerrando sus ojos concentrando en la herida de la pequeña criatura. Entre sus dedos de este un brillo blanco salió alejó sus manos y Akiko podía ver que las líneas brillantes con dirección hacia arriba salían del ala herida del animal se hacían más tenue hasta desaparecer. Aquel pajarito ya estaba entre sus patitas listo para volar, el animal les dirigió una mirada y un pequeño gorjeo salió como un agradecimiento por sanarlo o eso ya creía Akiko sintiéndose loca por pensar que un animal le agradecería.
- Nos agradeció por ayudarlo. -El ave se fue volando y Haruki sonrió.
- Puedo deducir que tus poderes son curación ¿Acaso lees pensamientos? -La pregunta se le vino a la mente pero la dijo en voz alta también ya que ella también logro pensar que ese pajarito agradecía.
- Si a lo primero y a lo segundo no. No es tan increíble como ser vampiro o hechicero, incluso hay poderes más fuertes, como también hay especies mejores que yo. -Dijo deprimido sin borrar su sonrisa pero esa sonrisa no expresaba felicidad.
- Estás equivocado, yo creo que tu poder es maravilloso; puedes salvar vidas. Mira si también hay cosas que te pongan triste cuéntamelas estaré aquí para ti. Somos amigos ¿No? -Realmente Akiko no comprendía la baja autoestima del chico pero ya había logrado encariñarse con él. Empujo levemente con su hombro y juntos nuevamente decidieron regresar a la cabaña.
- Mañana espero sea un mejor día, hoy Black logró que nos sacaran de la clase. -Dijo entre risas.
- Entonces hice bien en lanzarle el libro en la cara. -Bromeo junto con ella.
- Muchas gracias mi caballero. -Dijo en tono burlón y luego empujo levemente al chico.
- Seré tu mejor caballero siem... -Detuvo sus palabras al ver una hoja en la puerta. Al llegar Akiko tomó la nota entre sus manos. Cubriendo su boca y reprimiendo un sollozo al terminar de leerla.
Las cosas eran demasiado injustas, pero ella sabía; lo presentía desde un inicio que había más secretos, lo que sabía no era nada comparado con lo que faltaba y ella lo sabia había mas por saber pero no estaba completamente lista.
Nota de Autor/ra:
Nuevamente me hago presente.
Apenas vamos por el capitulo cuatro y me falta mucho por editar AJAJAJAJAJAJ.
Una flojera extrema tengo pero entiéndanme no es fácil. Cambiando de tema debo admitir que estoy poniendo bastante esfuerzo a este libro. Extraño a mis lectores que leían esta historia cuando tenia un sin fin de horrores ortográficos.
Vuelvan ya traje nuevamente mi historia y mejorada un poco...
*Llorar en soledad*
Ni modo hasta el próximo capitulo.
Les amo un montón por favor que eso no se les olvide.
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