- のみ -
Dados de la mano, dos jóvenes enamorados paseaban por los pastizales de la primavera, decorados con pequeñas flores las cuales eran visitadas por mariposas de distintos colores. Junto a ellos, los únicos espectadores del encuentro, la misma brisa cálida anhelada luego de las frías temporadas pasadas y el sol escondiendose por el horizonte, tintando el cielo de naranja, rosado y perdiendose en los restos de celeste.
Habían planeado escapar un día, donde no tuviesen obligaciones, deberes, malos tratos y feas acusaciones. Donde solo pudiesen ser felices, solos, el uno con el otro. Chan alistó el auto la mañana temprano de ese día sabado, recogiendo al menor y yendo a su único destino, la felicidad. Pasaron muchos árboles con copas abundantes y altas, repletas de pájaros que buscaban tener residencia en el mismo. Vecindarios con casas sumamente costosas, con mini detalles que salian más que el sueldo de sus padres.
-¿Cómo sera vivir en una de esas casas?- Preguntó Seungmin mirando por la ventanilla, con el viento desacomodando sus castaños cabellos.
-Pienso que las personas que mantienen hogares extravangantes es porque quieren demostrar algo que no son- Contestó sabiamente, mientras su mirada no se despegaba del camino -Mientras tenga a mi persona favorita a mi lado, facilmente cualquier lugar es un hogar para mi-
Seungmin sonrió.
Habia conocido a Chan con solo 10 años. Ambos vivían con sus respectivas madres, ya que el padre del mayor habia fallecido cuando tenia 5 y el de Seungmin se había practicamente esfumado de la fas de la tierra al enterarse de la llegada del mismo. Eran, socialmente hablando, iguales. Sus madres eran amorosas la mayor parte del tiempo, pero pobre de que hicieran algo que no les agradara, quedaban castigados hasta semanas enteras, aunque eso no les impedía verse diario.
Con el tiempo se fueron viendo de maneras diferentes. El primero en tener una relacion con alguien fue Chan, con una chica de cabellos rojizos llamada Sana. Ella tenia una personalidad dulce y divertida, una voz aguda, un cuerpo delgado y unos ojos brillantes, era alguien atractiva desde cualquier lugar por donde la mires, lo que hizo sentir celos y nostalgia a Seungmin sin razón.
Cuando terminaron por razones que no quiso contarle, a los pocos meses se habian vuelto como uña y mugre, como siempre habian sido y siempre creyeron que serían.
"Hasta que seamos viejitos" Decían.
Así fue que un día nublado, que amenazaba con llover hasta que el mismo cielo se cayera, revelaron sus sentimientos, que para suerte, eran total y profundamente correspondidos. Cumplieron su primer mes, luego el segundo, y así hasta que fueron casi 2 años juntos. Cursaron su último año de escuela y fueron a la universidad juntos, bajo la gran facinacion por la astronomía.
Como mencione, creyeron que así serian para toda la vida.
Pero como un cuento tan viejo como el tiempo dice: los amores adolescentes no duran para toda la vida
Chan lo sabia, y Seungmin igual.
-Por favor, ya me tengo que ir, suéltame- Rogó entre lagrimas, mientras era sujetado trataba de impedir que todo terminara -No, Chan, es Astronomía...somos dos mundos separados- Soltó rompiendo algo dentro del mayor.
Un año habia pasado desde entonces, cada uno había seguido su camino con un vacio irremediable en el pecho. Ya no eran nada, solo dos desconocidos de la larga fila de amorios jovenes que terminan mal.
Pero sabian que en el fondo, una tonta discusión llevó a que todos sus lazos se cortaran. Muy, muy en el fondo, deseaban que ese día solo hubiesen arreglado las cosas hablando, como siempre lo hacían, para así hace ya tiempo, se hubiesen quedado juntos.
Ese año en particular fue su buena y mala suerte que solo compartian una clase juntos, evitaban sus miradas al cruzarse en los pasillos, evitaban encuentros, evitaban incluso respirar el mismo aire, porque sabian que un simple "Hola" seria un primer paso para iniciar una conversación, y así buscarian formas para volver a ser los mismos que antes. Aunque a veces el ego es más grande, y por mucho que lo desearan, ninguno se atrevia realmente a dar ese paso.
-¿Cómo se llamaba ese chico? Ummm- Rascó su barbilla el pecoso intentando recordar.
-Hablas de Kim Seungmin- Respondió Hyunjin apuntando al nombrado. Chan también dirigió su mirada a éste, quien se encontraba hablando con su grupo a unos metros de distancia.
"Viendote cara a cara, ahora eres solo un extraño que solia conocer" Pensó, sin despegar la mirada ignorando totalmente la conversacion entretenida que sus amigos estaban teniendo entre ellos "¿Podré alguna vez volver a enamorarme de ti...?"
Los astros decían que la distancia fortalece el amor, pero supongo que con ellos no era igual. La distancia los había borrado del mapa del otro. En sus sueños era atormentado con ese día, el día en que su mundo dejo de tener el mismo brillo que antes, cuando creyó que ni la muerte de su mismo padre le había sido tan dura, siendo el arrepentimiendo de no correr tras su amado cuando todo se estaba derrumbando, el causante de tantas noches de nostalgia.
Ahora solo podia admirar lo que habían hecho en esos momentos.
-E aquí a la persona más hermosa del mundo-
-¡Ya!, deja de grabar y ayudame- Decía un Seungmin sonrojado por las ocurrencias de su -en ese tiempo- novio.
Chan hasta este punto no sabia porque razón todavia conservaba aquellos videos, lo unico que hacía era, como suelen decir, hecharle más sal a la herida. Lo cierto era, que sus pequeños ojos todavía brillaban al verlos, al ver el aura tan hermosa que despredía Seungmin, siendo una de las principales razones por la cual se enamoro.
Hoy, seria una noche diferente, saldría a una fiesta con sus amigos después de mucho tiempo esperando quedarse tan ebrio hasta que no recordara ni su mísmo nombre. Sabía muy bien que siempre daba vueltas en el mismo tema, como si su mundo nunca hubiese parado de girar al rededor de su ex, dandose cuenta de que nunca había hecho más amigos aparte de él.
Felix y Hyunjin aparecieron de la nada un día, para darle consejos de superación y animarlo cuando sentía que ya no podia más, claramente creian que estaba así por una chica, sin saber que realmente estaba así por un chico que actualmente era su compañero de salón.
Condujo por las solitarias calles, con el mismo auto con el que había llevado a incontables aventuras a su amado "Mierda Chan, deja de pensar en alguien que nisiquiera te devuelve la mirada" Se maldecia internamente aparcando en la entrada de la casa del pecoso.
-Te amare de aquí a la luna a pasitos de tortuga-
El pelinegro aguanto la punzada en su corazon al recordar esas palabras salir con la melodiosa voz de Seungmin.
-Hola Channi-Chan- Saludo alegremente Felix, quien vestia una camisa blanca con bordados finos y delicados, acompañado de unos pantalones semi-ajustados color negro, haciendo resaltar su piel ligeramente bronceada y su cabello rubio crecido. Todos lo alababan siempre por su aspecto de principe.
-Hey bro- Lo acompaño Hyunjin, con una camisa rojo vino, unos pantalones iguales más una chaqueta de cuero y unas cuantas cadenas adornando su cuello. Hacía facilmente suspirar a cualquier chica y chico a todos lados donde iba.
Chan por su parte solo tenia una playera sin mangas, mostrando su lechosa piel y unos skinny jeans razgados, "Todo un fuck boy" Lo llamaba Felix.
-¿Estas bien?- Preguntó una voz que se le hacia similar, sus ojos trataron de enfocar al dueño de aquella, recorriendo desde sus converse negras, unos pantalones sueltos de mezclilla, una camiseta color celeste...."Celeste, ese era el color favorito de Seungmin", sacudió levemente su cabeza hasta dar con el rostro. Unos brillantes ojos de cachorro, cabello castaño y labios rosados.
-Minnie...- Susurró con sus ojos cristalinos.
-Dios, estas hecho un desastre- Carcajeo ayudando al mayor a ponerse de pie, tambaleandose levemente -Eres horrible soportando el alcohol, ¿Por qué querrias tú quedar así?- Preguntó tratando de generar una platica antes de llevarlo a su auto. Felix y Hyunjin, quienes habian tomado un taxi minutos antes, habían dejado a su mayor en manos de Seungmin casi como si fuera aproposito.
-Queria sacar...algo de mi mente- Con cada palabra un aliento fuerte a vodka lo acompañaba, Seungmin frunció su ceño.
-¿Algo?- Susurró poniendole el cinturon -Ó...¿A alguien?-
-Si... llevó mucho tiempo con ese ALGUIEN metido en mi cabeza, solo queria una noche...-Seungmin tuvo que mirar sus ojos, los cuales comenzaban a derramas ligeras lagrimas, pero no recordaba que su mayor estuviera saliendo con alguien.
-Ese alguien debio haber sido un imbécil contigo- Negó con la cabeza comenzando a encender el vehiculo que le pertenecia a Chan. Siempre lo habia visto como alguien fuerte y decidido, incluso en todos los años que habian pasado uno al lado del otro, nunca lo habia visto llorar
-ÉL, me dejó ya hace un año con exactitud- Susurro mirando la hora -Mi amor...-
-No hay nada que hacer...solo seguir adelante- Mintió, también era dificil para él, tambien se arrepentia de su actitud aquel día, tambien queria llorar y tambien fue ese día buscando olvidar. Nadie lo trato de la misma manera que Bang Chan lo habia hecho.
-¿Por qué te empeñas en olvidar?-
-No hay manera de mantenernos vivos, como no puedes pintar las estrellas en el cielo, ni forzar a las mismas a alinearse...- El coche doblo la esquina y el corazon de Chan se rompió un poco más -...Cuando ellas ya han muerto-
-¿Hemos muerto?-
Seungmin no repondió.
-Hemos recorrido los mares, viajamos a las estrellas, lo vimos todo desde Saturno a Marte- Seungmin freno, chocando con los ojos rojos que tenia Chan debido a las lagrimas y el alcohol en sangre. Éste estiro su palida y gran mano, rozando su mejilla. Tan suave y aspera a la vez. Lo extrañaba, anhelaba todos los días volver a sentir su tacto, pero siempre había sido cobarde -Y por mucho que parezca, mi corazón es y siempre sera tuyo, Seungmin-
-Channie...-
-Es astronomía, somos dos mundo separados...- Repitió las últimas palabras de aquel día tormentoso en sus corazones -¿Pero quien nos dice que no podemos estar en la misma órbita?-
-Tan sabio como siempre...-Carcajeo dejando que una fugaz lágrima rodara por su mejilla, siendo atrapada por uno de los dedos del mayor -Tenía miedo de que me odiaras después de lo ocurrido pero- Fue interrumpido.
Los rojos labios de Chan habían atrapado los suyos en un dulce beso lleno de nostalgia y arrepentimiento.
Y aunque probablemente ninguno de los dos recuerde nada, ya que si, Seungmin tampoco estaba en sus 5 sentidos, tendrian la certeza de que, tal vez, aunque no vuelvan a ser uña y mugre como en el pasado...
Ambos tendrian el amor incondicional del otro.
Hasta viejitos
Hasta la eternidad
Ó hasta que la orbita de alguno desaparezca.
Chan y Seungmin se amarian, estando juntos o separados.
F I N
-Inspirado en la cancion "Astronomy" de Conan Gray-
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