" SI ALGUIEN PUDIERA VER DENTRO DE
MI CABEZA, PROBABLEMENTE SE BURLARlA DE MÍ"

Ocho años después

TaeHyung se presentó como alfa a los quince años: apuesto, decidido, fuerte y con un aroma a canela tan característico que atraía a cualquier omega o incluso a betas. Ahora, a sus dieciséis, casi diecisiete años, cursaba el segundo año de preparatoria. Se acomodó la corbata del uniforme, dio un último retoque a su peinado y se miró al espejo, satisfecho.

—Soy todo un galán —se halagó a sí mismo.

Bajó las escaleras con una sonrisa, y al llegar a la cocina se encontró con sus padres, quienes desayunaban.

—Buenos días —dijo, inclinándose primero hacia su padre omega para darle un beso en la mejilla.

—Buenos días, hijo —respondió su padre omega, sonriendo ante beso.

—¿Cómo amaneciste, TaeHyung? —preguntó Jong-il.

—Perfectamente, padre —respondió TaeHyung, regalando una de sus encantadoras sonrisas mientras tomaba una manzana del centro de la mesa y le daba una mordida.

—Deberías sentarte; te serviré el desayuno —dijo su padre omega, levantándose.

—No hace falta, papá; ya tengo que irme, se me ha hecho tarde —se excusó TaeHyung mientras tomaba su mochila y la colgaba sobre uno de sus hombros—. Nos vemos más tarde —dijo, caminando hacia la puerta.

—Espera, hijo —lo detuvo su padre alfa—. Necesitamos que regreses a casa tan pronto termines tus clases.

TaeHyung levantó una ceja con curiosidad.

—¿Tendremos otra reunión de la manada? —preguntó.

—No, pero igual es importante —respondió su padre.

—Está bien… —aceptó TaeHyung, aunque con algo de escepticismo.

Al llegar a la escuela, entró justo antes de que cerraran las puertas. Saludó a algunos maestros que encontró en su camino y le dedicó sonrisas coquetas a varios omegas que lo miraban.

—¡Hey, TaeHyung, por aquí! —gritó alguien a lo lejos.

TaeHyung divisó a sus amigos sentados en una de las mesas de la cafetería: JungKook y YoonGi, ambos alfas, y SeokJin, un omega.

—¡TaeTae! —escuchó que alguien más lo llamaba, y al voltear vio al omega que gritaba su nombre.

Los ojos de TaeHyung brillaron al ver a quien lo llamaba.

—JiMinnie —dijo TaeHyung, acercándose a él.

El omega Park JiMin, el chico más envidiado y deseado por varios alfas, tenía un aroma a menta que lo hacía irresistible. JiMin se lanzó a los brazos de TaeHyung, quien, sin pensarlo, rodeó su cintura y escondió el rostro en su cuello, inhalando su aroma.

—Bueno, parece que ya lo perdimos —dijo JungKook, sentándose en su silla.

—JiMin lo trae completamente atontado —añadió SeokJin.

YoonGi los miraba en silencio, observando a la pareja.

Cuando TaeHyung y JiMin se separaron del abrazo, se quedaron mirándose el uno al otro. TaeHyung acarició la mejilla del omega.

—Te amo —dijo JiMin, antes de besarlo con amor.

—Mi omega, solo mío —pensó TaeHyung, con su lobo aullando de felicidad.

—¡A clases! —dijo uno de los maestros.

Al regresar a casa, TaeHyung notó un auto estacionado y a un niño sentado en el césped con una pelota en la mano.

—TaeHyung —escuchó una voz conocida, la de su tío, quien se acercaba junto al niño.

—Tío…

—Cuánto tiempo, mírate, ¡has crecido tanto! —dijo su tío mientras lo abrazaba.

—Gracias… —respondió TaeHyung, un tanto incómodo.

—¿Recuerdas a NamJoon, cierto? —dijo, señalando al pequeño—. Vamos, Nam, saluda.

—Hola —dijo el niño, levantando una mano y luego apartando la mirada.

TaeHyung lo observó en silencio; su lobo captó un leve aroma a frutos rojos que emanaba de NamJoon.

—Delicioso.

—Esto es una broma, ¿verdad? —dijo TaeHyung, enojado, liberando un gruñido y un fuerte aroma a canela que dejaba clara su molestia.

Ambos padres soltaron un suspiro de frustración.

—Esto no es una broma, TaeHyung. NamJoon será tu omega —dijo el padre omega, mirando al niño que jugaba con la rueda de un carrito en el patio—. Solo… acéptalo, por favor.

—¡Jamás! ¡Nunca! ¡Ese maldito retrasado no puede ser mi omega! ¡Es un inútil…! —no alcanzó a terminar su oración porque su padre alfa lo golpeó y lo sostuvo por la camisa.

—No te atrevas a decir tales estupideces; no te hemos educado así —reclamó su padre con decepción, soltando la camisa de TaeHyung.

TaeHyung los miró con furia y luego, a través de la ventana, vio al pequeño NamJoon sentado, ensimismado en una pequeña roca.

—¡Maldita sea! —exclamó, marchándose hacia su habitación y cerrando la puerta con fuerza.

El padre omega comenzó a derramar lágrimas de tristeza y decepción, mientras un aroma a pesar invadía el ambiente. Su esposo lo abrazó, tratando de consolarlo.

—¿Qué pasará ahora? —susurró el omega, preocupado—. Esto es malo, muy malo —dijo, mirando a su esposo en busca de una respuesta.

—No te preocupes, cariño. Solo hay que darle tiempo; la madre Luna sabrá qué hacer —respondió él, besándolo en los labios.

—No creo que TaeHyung sea el mejor alfa para NamJoon —interrumpió su cuñado, molesto.

Jong-il se mostró visiblemente enfadado al escuchar eso sobre su hijo.

TaeHyung cerró con fuerza la puerta de su habitación, todavía más enojado, golpeó la pared, lastimando sus nudillos, y se dirigió a la gran ventana que daba al patio, donde NamJoon miraba al suelo, ensimismado.

—Esto debe ser una broma. Ese no puede ser mi omega —se quejó su lobo.

TaeHyung apretó los puños, lleno de rabia.

—Todo lo malo que me pasa es por culpa de ese retrasado. No es mi omega… Ojalá y desaparezca —dijo en un susurro, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

Amor u odio… cuidado con lo que deseas, porque algunos deseos pueden hacerse realidad.

Escrito: 10/04/2021🐨😘
Versión mejorada: 07/11/2024