2. Film Out
"SOLO QUERÍA QUE TE QUEDARAS TAL Y COMO ERE"
Todos pensarían que la llegada de un bebé es el momento más feliz para una pareja, ¿verdad? Pero... ¿qué pasa cuando la vida de uno de los padres termina en ese mismo instante?
Al otro lado de la gran ventana estaba el padre de Kim NamJoon. Su mirada se perdía en la cuna donde dormía el pequeño, mientras sus ojos, rojos e irritados por el llanto, delataban el dolor profundo que lo invadía. Su lobo aullaba, desgarrado por la ausencia de conexión con su amada omega.
Todo había ocurrido tan rápido.
Horas atrás, él y su esposa estaban llenos de felicidad por la llegada de su cachorro. Ahora, sin embargo, estaba atrapado en una mezcla de amor, odio, tristeza y desesperación. No sabía qué sentir.
La llegada de su bebé había arrebatado la vida de la mujer que amaba.
Horas antes...
Ella estaba en la entrada de la habitación que sería de su bebé, sosteniendo dos pequeños peluches en sus manos. Sonreía; en pocas semanas, tendría a su hijo en brazos, y la alegría le brotaba de cada poro. Su lobo también irradiaba dicha, liberando un suave aroma a leche y fresas.
— Deberías descansar un poco —escuchó la voz de su esposo, quien al percibir su aroma se acercó protector—. Te ves cansada, cariño —dijo, arrodillándose a la altura de su abultado vientre—. Nuestro bebé ha estado moviéndose mucho; necesitas estar bien.
— Ya quiero que nazca, quiero ver su carita y sostenerlo entre mis brazos —respondió la omega con un brillo en los ojos y emoción en la voz. Sus manos acariciaron su vientre al mismo tiempo que las manos de su esposo lo hacían.
El alfa se puso de pie y la miró con ternura—. Solo faltan unas semanas, hay que tener paciencia —acercó su rostro al de ella y le dio un beso suave en sus labios—. Vamos, ve a descansar, he preparado la cena —dijo, rodeándola con un brazo y guiándola hasta la habitación que compartían.
No pasó mucho tiempo antes de que ella cayera dormida en la cama, abrazada a uno de los peluches como un niño buscando consuelo en una pesadilla.
De pronto, la omega comenzó a sollozar en sueños—. P... Para... —pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras gritaba con angustia, su aroma volviéndose amargo. La imagen de un fuerte alfa la atormentaba, ese alfa lastimaba a su hijo, sus manos firmes sujetando sus muslos, sus colmillos marcando su cuello. Ella sintió que moría en aquel instante al sentir el dolor de su hijo.
Despertó con un jadeo, lágrimas corriendo por su rostro y el corazón latiéndole con fuerza. Intentó levantarse, pero el dolor intenso en su vientre la hizo gemir.
— A-alfa... —sollozó débilmente, sintiendo un líquido caliente escurriendo entre sus piernas.
Su esposo entró corriendo al cuarto, sintiendo el peligro—. Cariño...
— El bebé... está por nacer —gritó ella, desesperada, mientras el dolor la desgarraba.
Horrorizado, el alfa vio la sangre corriendo entre sus piernas. Sin dudarlo, la tomó en brazos y la llevó al auto, rumbo al hospital.
— Ahhh, duele mucho... —ella palidecía, sudaba frío, y sus manos se cerraban en puños.
El trayecto fue rápido, y al llegar al hospital, un grupo de médicos acudió de inmediato. La trasladaron en una silla de ruedas mientras los gritos de dolor de la omega resonaban en los pasillos.
Pasaron horas sin que nadie diera noticias del estado de su esposa o su hijo. Finalmente, vio llegar a su cuñado y a su pareja.
— ¿Qué pasó? —dijo el alfa, colocándose frente a él—. TaeHyung no dejaba de decir que su omega estaba en peligro.
— WhaSa... su fuente se rompió de repente, se veía muy mal —respondió, tratando de contener el llanto.
Ambos alfas comenzaron a desesperarse, uno por su esposa y el otro por su hermana.
— Todo esto es tu culpa —el hermano mayor lo empujó contra la pared, sujetándolo por la camisa—. No supiste cómo cuidarla.
— Basta —dijo su omega, interviniendo y separándolos—. No es momento de buscar culpables.
De repente, escucharon un grito desgarrador. El alfa, sin fuerzas, cayó de rodillas. Todos en la sala lo miraron con lástima; acababa de sentir que su vínculo con su omega se había roto para siempre.
Su cuñado habló con el doctor y recibió la dolorosa noticia: su esposa había sufrido un infarto durante el parto. Nadie entendía cómo, siendo una omega tan llena de vida, todo pudo acabar así.
Más tarde, por fin le permitieron ver a su pequeño cachorro. Era un diminuto omega, tan frágil y perfecto, que reflejaba el rostro de su madre en sus facciones. Con su piel morena y sus hoyuelos, el bebé le recordaba a su amada.
— ¿Qué haré ahora sin ella, pequeño? ¿Cómo podré cuidar de ti sin tu madre? —susurró.
— Todo estará bien —le dijo el omega de su cuñado, tratando de consolarlo, aunque la pena era casi insuperable.
Perder a quien amas es uno de los dolores más crueles que existen. Nadie puede entender por qué el destino es tan implacable, pero lo único cierto es que la vida continúa. El dolor, la tristeza, la desesperación y las pérdidas son pruebas a las que nos enfrentamos, y aunque algunos se rinden, otros encuentran la fuerza para seguir adelante.
La felicidad no se puede comprender sin haber experimentado el dolor. Las batallas más duras están reservadas para los guerreros más fuertes.
Él siempre recordaría a su hermosa omega.
Tal vez su hijo sería la esperanza que lo mantendría en pie, el regalo que su amada le había dejado, y en algún futuro, el pequeño NamJoon tendría al joven TaeHyung como su alfa, siendo el omega más feliz del mundo.
¿No es así...?
Escrito: 01/04/2021🐨😘
Versión mejorada: 07/11/2024
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