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ᴘʟᴀɴᴇs ᴇɴ ᴍᴀʀᴄʜᴀ 𝟸

ᴛᴀʀᴀ |𝟿|


ᴇʟ ᴘʀɪᴍᴇʀᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ʟɪsᴛᴀ

Taemin salió de mi habitación tan pronto como hizo su cometido. Era obvio que oara un hombre como él estás cosas no fueran más que simple rutina. La manera en la que había tratado a Leeseo demostró y confirmó mi teoría de que él de mujeres no sabía nada a pesar de que era un visitante muy casual en las tabernas. A Leeseo no le importó su falta de modales en la cama, seguramente él estaba más que acostumbrada a ese tipo de tratamiento de lo contrario nunca iba a entender porqué dejaba tratarse de esa manera.

Sí, era cierto, no todas las mujeres esperábamos un caballero cuando estábamos en el acto pero si el hombre se preocupaba por nuestro estado y por saber si estábamos listas, era mucho mejor. Talvez no todos los hombres eran igual ue Jungkook.

Aún recuerdo a fuego nuestra primera vez era una noche que nunca iba a olvidar. La manera en la que besó mi piel, como me hizo sentir tranquila y todas las veces que dijo que podía parar si no me sentía segura. Entre Taemin y Jungkook había una gran brecha en cuanto a la diferencia, también, entre Leeseo y yo había una, por eso, ambas funcionabamos de manera diferente. Yo no podría bajo ninguna circunstancia soportar la brusquedad de Taemin y ella talvez nunca estaría lista para la ternura de Jungkook.

No me preocupaba en absoluto saber si ella lo había disfrutado, por el estado en el que estaba echada en la cama me decía que sí, aunque mi prioridad no era esa, al menos era más placentero saber que no sufría del todo. Yo solo consideraba a Leeseo como una salida pronta mientras las cosas mejoraban o mientras la muerte de Taemin se acercaba.

Salí de mi escondite cuando supe que era seguro acercarme a Leeseo, ella aún estaba tendida en la cama con la respiración alterada y el vestido medio deshecho. Todo había salido como lo había planeado y eso era un alivio. Con mucha lentitud le ayudé ayudé bajar su vestido y a cerrar los lazos que Temin había desatado. Ella controló su respiración y apartó el cabello de su rostro, después, rápidamente se sentó en la cama dejando mis manos en el aire para por su propia cuenta arreglar el estado de su ropa.

- Todo salió bien - dije con la voz calmada. Tomé asiento junto a ella y me relajé - Lo has hecho bien, Leeseo.

- Creo que ha sido un golpe de suerte - respondió molesta - Ya no quiero volver a hacerlo. No me gustó.

- Mentirosa - reí levemente y eché mi cabeza hacia atrás - Te vi. Todo te gustó - la miré a ella y sin perder la sonrisa de mi rostro acaricié levemente su mejilla - No puedes salirte de esto. No vas a hacerlo.

- ¿No es un poco cruel? - preguntó apartando su rostro de mi toqué. Estaba enojada o aparentaba estarlo. Mentía con sus palabras porque sus hechos anteriores la delataban por completo.

En la cama se mostró más que entusiasta con cada toque que Taemin le dio, incluso soltó gemidos a un punto en el que fue incómodo para mí escuchar. Talvez, ella solo estaba molesta por el hecho de que él mencionó mi nombre repetidss veces en lugar del suyo.

- No, Leeseo. No estoy siendo ni la mitad de cruel de lo que debería ser. Si lo piensas bien, tú eres quien sufre menos de todos nosotros - ella suspiró - No te quejes y disfruta. Taemin no te tocaría de no ser de esta manera, así que tú solo sigue el plan.

- ¿Qué va a pasar cuando se entere?

- Nada, no pasará nada porque será demasiado tarde - no iba a decirle mis planes, todo podía ir a la basura si abría mi boca de más, si en algún momento se escapaba aunque fuera una pequeña parte de todo lo que tenía planeado, mis esfuerzos serian en vano - Vete ahora y no salgas de tu habitación - pedí demandante - Iré a cenar con él de lo contrario va a enojarse.

- Está bien, Tara - se puso de pie y después empezó a caminar alejándose de mi.

Me quedé tranquila a solas mientras encendía todas las fuentes de luz de mi habitación. Necesitaba cambiarme de ropa e ir con mi esposo para de alguna manera seguir con todo el teatro que había levantado. Tenía que hacer que todo congeniara bien, así podría seguir con mi plan al día siguiente.

Busqué un camisón blanco, similar al que había usado Leeseo y lo deslicé sobre mi cuerpo, después recogí mi cabello y salí de mi habitación, armando en mi cabeza cada uno de mis siguientes movimientos.

Caminé por los inmensos pasillos de la casa hasta que llegué al salón donde usualmente tomábamos la cena, como era de costumbre, todo estaba iluminado tenuemente, en la mesa había mucha comida incluso si no consumiamos ni la mitad él siempre ordenaba tener mucha. Taemin estaba sentado en el inicio de la mesa con el pecho descubierto y el cabello alborotado, lo usaba largo al igual que su padre. Me preparé mentalmente para todo lo que podia llegar a pasar y cuando me acerqué a él intenté relajarme.

Tomé asiento a su lado y agaché la cabeza, pensé en Jungkook para así poder sonrojarme y no levantar ni una sola sospecha.

- ¿Por qué estás tan callada? - preguntó él. Había empezado a mover los platillos que estaban sobre la mesa y a tomar de ellos - No tienes que estar avergonzada, tú no eres así.

- No sabes como soy - respondí enojada. No me gustaba que él pretendiera conocerme - No tengo nada que decir.

- ¿No dirás al menos si fue bueno?

- ¿No preguntarás al menos antes si quiero o no acostarme contigo? - mandé a la basura todo el autocontrol que tenía en mi - No tengo comentarios sobre algo que no quería.

- En la cama estabas más que bien. Incluso recordé aquella noche que estuviste con él imbecil de Jeon - dijo apretando su mandíbula - Aunque claro, los sonidos está vez eran más altos.

- Ni con todo el volumen del mundo algún día podrás borrar todo lo que Jungkook y yo hicimos, mientras tanto, quedarás en el nivel de mediocridad más alto del mundo - empecé a comer ignorando por completo el mal gesto que había hecho.

- Quédate en silencio mejor...

Rodé los ojos y continué prestando solo atención a mis alimentos, cuidando de no comer algo que pudiera afectarme, tenía que buscar de alguna manera alguien que me ayudara sobre qué tipo de cosas evitar estando embarazada porque no sabía mucho del tema.

Pasé una noche fatal, casi tuve que levantarme a pedir ayuda. Tenia calor y mareos cada pocos minutos. No encontraba una posición buena para dormir y a pesar de que me estaba muriendo por cerrar los ojos y descansar, no pude hacerlo.

Aún así, sufriendo por mi falta de descanso y con pequeños mareos matinales me levanté de mi cama para empezar con mi día.

No era un día cualquiera, era el aniversario de bodas de la familia de Taemin, el momento perfecto para ejecutar mi plan.

Me bañé y cambié a un traje más tradicional, arreglé mi cabello a como lo pedía el mandato para los eventos importantes. Mientras arreglaba mi cabello sonreí viendo al espejo, era solo el inicio de una cadena de males sobre la familia, nadie esperaba lo que pasaría y podía estar a gusto fingiendo no saber nada cuando la causante de todo era yo misma.

La venganza nunca fue una opción, no creía en ella al principio pero empezó a se parte importante de mi vida cuando me amarraron a algo que no quería. Todos los que me habían hecho daño vivían en su gloria mientras yo estaba en el lodo. Quería que fuera mi turno de reírme un poco más que ellos, de poder verlos sufrir con mis propios ojos.

Bajo mi vestido y amarrado a mi ropa interior puse el pequeño frasco con veneno que había preparado con anticipación. Encontré una pequeña raíz venenosa que debía fermentarse con acacia para que la mezcla fuera mejor, entre más días pasaba en conserva, el resultado más rápido surgía. Era conocida por producir infartos fulminantes o carburar tu corazón. Era similar a la planta que mi madre le había dado a mi padre en el pasado, solo que esta estaba un poco más pura.

Aseguré el frasco muy fuerte a mi ropa interior y arreglé mi vestido. Tomé un manto un lo envolví en mi cuello y después salí de mi habitación. Taemin ya me esperaba junto a mi puerta, íbamos del mismo color.

- Buenos días. Tardaste mucho - dijo él. Me tomó del brazo y lo entrelazo con el suyo.

- Nunca se le mete prisa a una dama.

- Tú no eres una, Tara - se pegó a mi oído y me vi forzada a escuchar y sentir su respiración demasiado cerca de mi - Sonríe todo el tiempo y finge un poco estar un poco enamorada de mi. No quiero que se creen rumores en la aldea.

- No te preocupes. No haré nada para perturbar a tu pantomima. Sólo asegúrate de no molestarme con nada o de no acercarte a mi, de lo contrario, las pagarás.

Ambos salimos caminando de nuestra casa, tomados del brazo y fingiendo una sonrisa frente a todos. Empezamos a andar por el sendero que estaba decorado con flores blancas y que nos guiaban al templo principal de la aldea. Todos los habitantes de la aldea estaban viendo hacia nosotros formando una cadena humana y sonriendo mientras pasábamos junto a ellos.

Al ser el aniversario del jefe de la aldea, todos tenían que estar presente y parar sus actividades laborales incluso si no querían.

Como era de esperar, mi familia y la de Taemin estaban en el templo, la cara de mi mamá brillaba en regocijo pues esto esra lo que ella siempre había querido. No estar con los otros aldeanos y pasar a sentarse a la derecha del jefe era un sueño hecho realidad para ella.

También estaban mi papá y mi hermana igual de contentos que mi madre. Sus sonrisas eran genuinas, lo esperé de Suni y de mi madre, pero la traición de mi padre dolía más. Jamás esperé verlo a él también sonriendo por algo que me causaba dolor.

Pasamos junto a ellos y ocupamos nuestro lugar correspondiente al lado del padre de Taemin. Teníamos que escuchar decir a este unas palabras falsas de agradecimiento. Nadie lo quería, todos o la mayoría sabían que él robaba con los caros impuestos que cobraba.

- Agradezco a todos por venir hoy, es para mi un agrado estar con ustedes en mi aniversario número veinte. Como es de costumbre he decidido celebrar con quienes me hacen ser un jefe, quienes me apoya y están siempre a mi lado...

Rodé los ojos porque sus palabras no eran más que vanas, no estaba agradecido con nadie sobre nada, solo no quería que las personas hablaran de su mala gestión en cuanto al dinero de todos.

Hacia esto para pretender que le importaba el pueblo, pero incluso así, al pueblo no le importaba él.

Dejando a un lado mi más profundo odio y resentimiento a todo su familia, empecé a desarrollar mi plan mentalmente.

Para logar que el señor Lee consumiera el veneno tenia que ponerlo en su comida o bebida, si no estaba mal, después de los platillos de entrada teníamos un tiempo para dar "ofrendas" que no eran más que regalos obligatorios. Entonces, hacer eso tomaría mucho tiempo, eran muchos los que traían ofrendas para él, tenía que aprovechar esa pausa del banquete e ir hacia donde estaban preparando todos los alimentos y ofrecer ayuda, de alguna manera tenía que sonar convincente y después vaciar todo el contenido sobre el plato que era especial para él.

Obviamente, al ser el jefe de la aldea y el motivo de la celebración tenía un plato específico para su disfrute. Era un patriarca de pies a cabezas, ni siquiera su pobre esposa podría disfrutar de lo que su marido comía.

Después de sus tontas palabras y de su llamado hacia todos para que pasaran a sus mesas, nosotros nos sentamos y estuvimos esperando a que él diera el primer bocado a su platillo.

Con mucha lentitud llevó una porción a su boca y mientras la masticaba el director de la celebración anunció que todos podíamos comer.

Empecé a desgustar mi plato, saboreando todo en mi boca. Mi estómago agradecía lo que ingeria, supuse que el bebé también lo hacía.

El momento llegó. Todos se pusieron de pie de sus mesas y empezaron a formar una fila hacia donde estaba el trono del señor Lee y su esposa. Nosotros, al ser parte de la familia debíamos de permanecer junto a él pero frescamente podía excusarme con ir al baño.

Le di un pequeño codazo a Taemin para que me prestara atención y luego me puse de puntas para hablarle al oído.

- Necesito usar el baño - le dije susurrando para que nadie más escuchara - Es urgente.

- No tardes - dijo entre dientes.

Me separé de él haciendo una reverencia y salí con calma del templo, pasando junto a mi madre que me miraba con desconfianza.

Empecé a caminar lejos, no me costó encontrar la cocina principal de la aldea donde usualmente se preparaban todos los alimentos de carácter general. Habían pocas mujeres ayudando dentro, en realidad eran las más ancianas siempre quienes se encargaban de todo.

Me acerqué a ellas quienes me vieron sorprendidas porque no esperaban que alguien de la familia principal estuviera con ellas. Nefastamente tuve que hacer uso de mi apellido y hacer de cuenta que estaba en la cocina para dar órdenes.

- Buen día - saludé con altanería - He venido a supervisar que todo esté bien - dije confiada de mis palabras - ¿Cuál es el plato de mi suegro?

Ellas me vieron confundidas y estuvieron en silencio hasta que una de ellas tocó a las otras y sonrió hacia mi a modo de disculpa. Me sentía mal por actuar de esa manera, pero tenía que cumplir mi plan del día.

- Lo sentimos, señorita Tara - hicieron una reverencia - El plato del señor Lee ya está listo - mencionó señalando con sus manos colocadas de manera diligente hacia una mesa donde yacía solamente el plato principal - Puede ir y probarlo.

No contesté solo asentí con mi cabeza y me tomé la libertad de ir hasta donde estaba el plato para "probar" lo que habían hecho.

Cuidadosamente les di la espalda para abrir mi vestido de la parte frontal y sacar el frasco. Tenía que ser muy cuidadosa pues solo estaba trabajando con una mano y podía accidentalmente botar el frasco. Logré tenerlo en mi mano y después, sin ningún cuidado lo vacié sobre todo el plato de la comida.

No era una dosis exacta, era un poco más de lo que debería. No me importaba, no quería prolongar su vida ni un solo segundo más.

Me llevé un dedo a mi boca sin haber probado el plato y me di la vuelta para fingir que todo estaba bien. Mantuve cerrada la mano en la que tenía el frasco y después saqué el dedo de mi boca.

- Está muy bien - sonreí con falsedad. Ellas me miraron aliviadas y sonriendo también - Solo quería saber si la sal estaba bien.

- Que alivio - dijo una de ellas - Si quiere, puede llevar el plato usted misma. Justo íbamos a llevar toda la comida a la mesa para que así estuviera lista cuando acabara el saludo.

Sonreí incluso más porque me habían dado la solución perfecta.

- Sería un total honor.

Tomé el platillo en mi mano y acompañada de ellas empecé a caminar de regreso al templo donde la fila ya era más corta. Taemin, mi madre y su familia me miraron confundidos cuando me acerqué con las cocineras a poner todo en la mesa. Sonreí falsamente a mi marido para que no sospechara nada.

Después de dejar el platillo en el lugar donde mi suegro iba a estar sentado, fui con Taemin de regreso a mi lugar para esperar que la fila acabara.

No fueron muchos minutos los que tuve que sonreír para poder ver como ya estábamos listos para pasar a la siguiente actividad.

Tomamos nuestros lugares correspondientes y cuando me senté pude volver a guardar el frasco que había estado en mi mano todo el tiempo. De nuevo, esperamos a que fuera el señor Lee quien probara la comida primero.

Sentí todo el proceso de tomar sus palillos y sus verduras demasiado lento, pero al final llevó a su boca lo que había tomado.

Suspiré con alivio.

- ¿Qué te pasa? - preguntó Taemin.

- Nada...

Esa fue mi respuesta corta mientras mi mente saboreaba cada momento de mi gloria.

Aún no pasaba...


Holaaaaa!

Ya empezó la venganza de mi Tara preciosa.💗

Cuídense mucho y háganle stream a Jimin.

Set me free pt2 para SOTY.

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