Capítulo 0
Tw: Sangre, asesinatos, enfermedades mentales
El poder y la obsesión pueden llevar a malos pasos a cualquier individuo, el poder te cega y la obsesión, te destruye lentamente.
Esto último, fue lo que detonó lo peor que le pudo haber ocurrido al multiverso, ni siquiera la destrucción de este, pues muchos de sus habitantes tuvieron la oportunidad de vivir vidas tranquilas en la línea temporal Omega.
La obsesión por la perfección, ocaciono, irónicamente imperfecciones, errores, corrupciones, todo menos algo perfecto
Después de todo, lo perfecto no existe, es algo irreal, nada ni nadie puede alcanzarlo, quizás, ni siquiera el mismo Dios, si es, que existe.
Esto ocurre en un multiverso, tantos de los existentes, el segundo y último donde existe un AU en particular, siendo el primero, el original,
Este se crea a partir de una leve equivocación donde las cosas cambian de manera tan repentina y drástica que parece irreal.
Donde el objetivo se cumple, "perfección", o al menos, lo que se creía.
No puedes contener un archivo malware si este tiene conciencia propia.
Apenas fue "controlado" algo fallo, algo le hizo perder el control sobre sus acciones, devastando todo a su paso, excepto a unas cuantas personas.
Exactamente, las de Xtale, parecía reconocernos, más a mi, eso me alivio un poco, pero ya no era la misma, ahora era, definitivamente, un monstruo.
Una gran parte del AU fue destruido en días, ni siquiera una semana, y realmente se notaba que se estaba conteniendo, parecía que aun contenia un poco de conciencia.
Gracias a él, ella salió del AU, hacia los universos que ya se habían restaurado, para, hacer una cosa bastante extraña, rompió el mismo espacio y tiempo, para convertir al multiverso, a uno mismo.
Tiempo más tarde
La gente de este AU esperó paciente su fin, ya habían perdido la capacidad de sentir miedo hace años, así que no le temerán a la muerte, mucho menos cuando era ya una vieja amiga.
Pero aunque esperaran, nunca llego, el final estaba era mas lejano que cercano, nunca pensó en acercarse, no había motivo, aún no.
Entonces, un pequeño rayo de luz entre todo ese oscuro ambiente se hizo presente, un pequeño niño humano con bellos cabellos rojizos, ondulado como las olas del océano, piel blanca como la nieve, profundos y elegantes ojos carmesí, y unas características mejillas de un fuerte color rosado con naranja, además parecía tener unas pequeñas alas.
También poseía el retoño de una flor, un geranio rojo, este se encontraba en su pecho, por suerte, no le molestaría.
Su nombre sería Cassidy, en honor a su cabellera ondulada, este sería el heredero al trono del reino dentro, pero por ahora, solo se encargarían de cuidarlo, llenarlo de valores y enseñarle a apreciar a todos por igual.
También le enseñaron a lidiar con una 'enfermedad' crónica, no le contaron muchos detalles para no asustarlo, pero si cosas básicas, como sus efectos secundarios y como poder controlarla, lo único que debía hacer, es no perder el control sobre sus sentimientos si no quería lastimar a nadie, en palabras sencillas, no dejes que lo negativo te separe de lo que eres.
La 'enfermedad' era un acronimo, ODIO, nadie conoce lo que se significa, pero dicen que probablemente venga de la palabra en inglés, HATE.
Esta se manifiesta como un líquido de tono muy oscuro, muy parecido al negro, es conocido por ser la peor forma de ti.
Además de esto, también le enseñaron como utilizar sus alas, aunque fuera solo moverlas, no veían necesario que aprendiera a volar a tan temprana edad, aunque a las aves se les enseñara a unos cuantos días de nacidas, pero por un milagro - Y a milagro me refiero a observar - pudo comprender como mantenerse en el aire, moverse en el y ser uno solo, ese pequeño era muy inteligente.
Nada interesante ocurría a decir verdad, la misma rutina de siempre, despertar, bañarse, arreglarse como un príncipe debía, desayunar con su familia, estudiar, comer, seguir estudiando, salir un rato a las afueras de su hogar, regresar para cenar e irse a dormir, no le molestaba, pero sentía que era demasido monótono como para siquiera disfrutarlo, pero en un día en el que fue a pasear, encontró a alguien que le cambiaría la vida, ya fuera para bien o mal.
Una niña de su misma edad recogía unas flores con toda su raíz para meterlas a una maceta, las olía con tranquilidad, si no la hacían estornudar las tomaba, si lo hacían, las dejaba donde mismo, disculpándose por molestarlas.
Todos en ese AU eran monstruos que siempre llevaban una flor o planta sobresaliendo de algun lugar de su cuerpo, esta era parte de ellos, como un brazo más, y gracias a ellas tenian magia relacionada a la naturaleza y su flor, pero sus cuerpos tambien era mas fragiles, aunque su alma se conectaba muy bien con todo aquel ser vivo, obviamente había otros que se sentían más aprecio hacia ellos y otros que lo detestaban.
La mirada de Cassidy llamó la atención de la pequeña, la cual, apenas verle, huyo lejos de ahí, su expresión cambió de una de curiosidad a una de confusión aunque casi no se notará.
No le dio mucha importancia y regreso a su casa para cenar.
Los días fueron pasando, seguia encontrando a la niña merodeando por ahi recogiendo flores y llevándolas en macetas, la curiosidad llenaba al pequeño, acercándose un día a preguntar a donde las llevaba y por que las necesitaba, ella no respondió ninguna de sus preguntas, solo le contesto con una mirada fulminante.
A Cassidy no le gustaba eso, así que tomo la iniciativa de acercarsele más, su altura le ayudaría a intimidarla para contestar, por suerte le funcionó
- Se que aquí vive la familia real, los Dreemurr, los cuales ya tienen una heredera, la futura reina Chara, que ya está casada con un asqueroso humano - Eso último le hizo gruñirle, su madre también era humana - Mis padres han buscado gente para deshacerse de ellos dos, incluyendo al joven hijo de ambos, para así dejarle el trono al segundo hijo de los reyes, Asriel, aquí no queremos que humanos nos gobiernen.
- ¿Y eso que tiene que ver con las flores?
- Como se que lo más probable es que tus padres no te crean, te lo contare, yo me encargo de llevarle información a mis papás sobre lo que hacen todos los días, para así crear una estrategia, pero tu eres un obstáculo, nunca dejas ver que hacen, algo no me deja.
Para tener solo cuatro años, parecía tener una mentalidad algo distorsionada, quizás por sus padres.
- Como sea, nos vemos niño bonito - Y así, como si no fuera consiente de lo que acababa de hacer, se dirigió a su hogar, sin darse cuenta de que Cassidy le seguía desde lejos, descubriría donde estaban y haría algo que su alma le pedía.
Siempre llevaba un cuchillo encima, solo por si se presentaba una emergencia, ahora, aunque no fuera una emergencia, lo utilizaría.
La siguió durante horas, para después llegar a su hogar, donde además de sus padres, habían unos cuantos más invitados, la niña se largo a otro lugar, dejando a los demas solos, sería una linda noche.
Cuando la luna ya estaba en su punto más alto, Cassidy caminaba hacia casa, dejando detrás de él, una silenciosa noche, iluminada por la luz de un fuego poderoso, que consumía lentamente una cabaña, desde la puerta hasta donde se encontraba el niño, un camino de sangre le daba la bienvenida a todo aquel se se acercará.
Su mirada era normal, no había nada diferente en ella, excepto de restos de un líquido negro, que mostraba que su 'enfermedad' habia salido por primera vez a la luz.
Este impulso se parecía a otros que solía tener, al igual que su padre, solo que los suyos, eran mucho más agresivos, parece que algo de esas enormes ganas de un genocidio se habían heredado.
Con los años pasando, nadie se había percatado de esa característica del pequeño, actitudes agresivas, empatia por la tragedia ajena, no poder distinguir lo malo y lo bueno, definitivamente, tenía lo mismo de lo que su padre Frisk pedecia, trastorno de personalidad antisocial (TPA) comúnmente llamado psicopatía por los demás, aunque eso no le impedía comportarse como un niño normal, si parecía haberse enamorado de ese sentimiento de escuchar dolor y sentir el líquido escarlata entre sus dedos
Ahora con 7 años, tenía más responsabilidades que antes, las cumplía como siempre, aunque algo parecía molestarle, como si tuviera un mal presentimiento, y vaya que era muy real.
En una tarde tranquila, donde nadie molestaba a ningún otro, un estruendo ensordecedor azotó en el mero centro del bosque, rompiendo el vidrio, agrietando la madera y moviendo el agua, parecía la caída de un meteorito, pero era algo peor, aquello que esperaron por años al fin había llegado, parecía una bomba, como si alguien más los atacara, una clase de guerra, y así era, justo ese día, iniciaría el temor, el horror, lo que nadie merece experimentar en su vida, una guerra por sobrevivir, quizás fuera por eso, quizás no.
Cassidy corría hacia su hogar para buscar a sus padres, pero al llegar, solo había ruinas, la mitad de su casa se había caído, no había rastros de vida, solo escombros y polvo, la desesperación le invadía, debía encontrarlos, pero no estaban cerca de ahí, solo había plumas en el piso, eran de su madre, al seguirlas, estas lo dejaron frente a un árbol en donde estaba su madre, frente a un monstruo, un gran y amenazador monstruo, con solo un brazo, y un cabello que se arrastraba en el piso, esa cosa, sostenía en su mano cinco flechas, todas bañadas en sangre.
Con la curiosidad de saber que le había pasado a su madre, se asomo a una lado del brazo izquierdo de aquel ente, viendo como ella, ya no era su madre, no había nada que la identificará, solo su cabello rojizo, su rostro, ya no estaba, su ropa, completamente destrozada, su cuerpo, parecía una masa amorfa de carne, ¿Sólo con cinco flechas había hecho eso? Si, ella era capaz de hacerlo.
El pequeño no sabía cómo reaccionar, estaba asustado, asqueado, lleno de ira, tristeza, su cabeza era una maraña de sentimientos, los cuales hacían eco, repitiendo la misma palabra una y otra vez
Matala
Pero no tenía las agallas de siquiera intentarlo, así que, solo se alejó lentamente para no hacer ruido, para después, correr hasta lo que sus pulmones y piernas le permitieran, no haría nada por su reino, ellos nunca hicieron nada por el, y la gente egoísta que vivía ahí, no merecía su piedad, por ahora, planeria una venganza por aquella persona que le quito a su madre.
Unos años antes, cuando Cassidy a penas había nacido
En un lugar alejado de toda civilización, se encontraba un enorme lago rodeado de agresivas montañas, sin ningún animal, lleno de vegetación, en medio de aquel lago, se encontraba una pequeña isla, lo suficientemente grande para poder poner una pequeña casa y tener un enorme árbol de roble, ahí, se encontraba una encubadora con un pequeño ser dentro, parecía ser un polluelo, llevaba ahí dentro dos meses, más tiempo de lo esperado, pero eso no era lo interesante, si no que era vida artificial, más bien, vida creada con solo ADN, el de dos tipos peculiares de monstruos, si se les podía decir así, desde que el multiverso se unió para convertirse en uno mismo, la mayoría de nosotros habíamos cambiado, ya fuera de manera física o mental, yo, bueno, sigo siendo el mismo, los demás, no.
Después de unas cuantas horas, después del atardecer, el pequeño por fin abrió los ojos, solo que no se le notaba la iris, pues al ser un 'esqueleto' sus cuencas solo eran de un negro profundo.
No se le podía considerar eso, tampoco un humano, era un punto medio, como si fuera un híbrido, incluso había partes de su cuerpo con piel, músculo, venas, órganos, y otros, en una ciertas zonas, se cerraba para juntarse con sus huesos, la única parte con piel -Y lo demás - era su torso, una parte de las piernas y brazos, algo realmente interesante.
Unos cuantos minutos de despertar, el pequeño comenzó a piar, parecía pedir el calor de su mamá, la incubadora no era suficiente para el.
Para que no continuará así, su creador lo sacó de la incubadora y lo acurrucó sobre su bufanda.
- Sabes, fácilmente pude crearte con mi pincel, pero creo que esto es un poco más divertido - El polluelo paro de piar, solo se movía para acomodarse en la bufanda y así quedarse dormido hasta el día siguiente.
Con el paso de los meses, las plumas le empezaban a salir, unas bellas plumas color aqua crecían sobre sus alas, pecho
Y su cabeza, creando la ilusión de tener cabello, además de que el color de su iris empezaba a cambiar, mostrando como tenía un color distinto al otro, el izquierdo era aqua y el derecho turquesa, pero no se notaba mucha diferencia.
Cuando ya empezaba a caminar, sus alas siempre le hacían perder el equilibrio, cayendo sobre ellas, eso no le impedía seguir intentando, gracias a esa determinación para seguir intentando, logro mantener su equilibrio y así, caminar a donde pudiera.
- ¡Bien hecho Furia!
- Uhm, señor, me llamo Fuchsia
Era la tercera vez en la semana que olvidaba su nombre, a este paso se escribiría su nombre en la ropa, claro, si supiera escribir y leer.
Durante su crecimiento las cosas eran normales, como su creador/padre no tenia nada importante que hacer como antes, le dejaba hacer lo que quisiera, mientras no se alejara demasiado, es decir, subir a las montañas.
Gracias a ello, aprendió muchas cosas sobre la vegetación del lugar, como se comportaba y sus características, tal vez eso no le serviría de nada, pero era divertido.
También solía meter la cabeza al lago, observando las burbujas que se hacían dentro, unas burbujas curiosas, había escuchado a su creador decir que eran portales hacia las afueras, cada una dejándote en lugares completamente diferentes ,eso le llamaba la atención, pero le daba miedo no poder regresar a casa.
Por las noches, en el cielo se veían las estrellas, acompañadas de cuidades, pero como el no conocía un cielo normal, eso era común, pero no le quitaba lo hermoso.
Un acontecimiento interesante que sucedió cuando estaba a medio año de cumplir tres años, fue donde sin darse cuenta, cayó sobre un charco de tinta que por accidente se le había caído a su creador, al notar lo que había pasado, sacó al pequeño de ahí, el cual se estaba limpiando la cara para quitarse las manchas.
Después de haber bañado al pequeño, había manchas de tinta que no querían ceder, se quedaron marcadas en su piel y huesos como si fuera vitiligo y las plumas también se pintaron de negro, solo dejando las puntas y en algunos casos la mitad de su color aqua natural, era extraño, pero a ninguno le molestaba
- Sabes, me recuerdas a un lienzo que apenas se empieza a pintar
Se miraba los brazos y las piernas para ver sus manchas, tenía razón, parecía un lienzo, y eso no le molestaba, ahora había algo que lo hacía resaltar más.
Dos meses antes de cumplir tres años, una sorpresita le despertaría el 3 de aquel mes.
Mientras dormía, sentía como algo subía por su pierna hasta su cabeza, como si fuera una extraña araña, al pasar su mano sobre el lugar donde sentí las patas del animal, no era una araña lo que tenía encima, era un animal extraño, parecía un pulpo, así que por el susto se lo quito de encima con un manotazo.
Lo que tenía encima, cayó en el pasto, sin hacer ningún ruido, hasta que escuchó la risa de un niño, incluso podría ser la de un bebé.
Al abrir los ojos para ver que era, una esfera de color rojizo con líneas rojas aún más claras, con lo que parecía ser tres tentáculos, no parecía tener un rostro, hasta que se acercó para tomarlo y verle bien tenía un solo ojo con dientes, cosa que lo asustó y ocaciono que lo soltara, el pequeño solo se volvió a reír.
- No te asustes Fuchsia, no te hará nada, es un regalo por tu cumpleaños ¿Es hoy no? Te hice un amigo, esta vez, con mi pincel - Eso de cierta manera, era bizarro.
Volteo a ver a donde cayó el pequeño, para volverlo a tomar y verlo bien, era muy pequeño, cabía en sus manos sin problema.
Al verlo bien, noto como en una punta de sus tentáculos había un pequeño muérdago, algo que le parecía extraño, que le supiera, solo el tenía una flor en su cuerpo, la cual se encuentra en su pecho, la misma de la cual provenía su nombre, Ink no se rompió la cabeza para buscarle un nombre
- El también tiene una planta como tu, busque a alguien que proveniera del mismo AU del que es tu papá real
Bueno, no tuvo que pedir explicaciones.
Fuchsia quizo ponerle nombre a su nuevo amigo, pero como tampoco quería romperse mucho la cabeza con eso, lo nombro como su flor, pero Visco sonaría muy extraño, así que, le puso Mistletoe, su nombre en inglés.
Con el paso de los años, fue aprendiendo más cosas, aunque no pudiera hacer muchas gracias a su cuerpo, le gustaría caminar y correr como su amigo, pero solo podía arrastrarse y caminar como si fuera una araña, aunque eso no era tan divertido.
También aprendió a hablar, pues solo podía producir sonidos extraños, pero no hablar, esto lo aprendió a sus dos años de edad, tardó un poco más de lo esperado, pues tenía la capacidad para hacerlo, pero posiblemente esto era gracias a su dificultad para abrirse a la gente, aunque solo fueran dos personas y estos lo conocieran desde su nacimiento.
En un día normal, sin nada en especial, al despertar, noto algo diferente en el, sentía algo distinto pero no sabía bien que, hasta que se levantó para acomodarse la ropa y caminar hacia donse estaba su amigos, si, definitivamente algo no cuadraba, pero no lograba descifrar el que, ni siquiera cuando daba vueltas en el mismo lugar con sus botas ruidosas, la respuesta estaba frente pero no sabía cuál era.
Hasta que capto las indirectas, volteo a ver su cuerpo, notando que estaba más separado del suelo y que tenía ahora, un cuerpo, pero no entendía como exactamente, y el por qué podía usarlo, posiblemente de manera inconsciente estaba imitando los comportamientos que aprendió de los otros dos.
Al procesarlo bien, camino hacia donde estaba el otro niño para despertarle y viera que ahora podrían hacer más cosas juntos, como jugar y recoger piedras.
- Canvas, Canvas, despierta - Últimamente le había llamado así, por su parecido a un lienzo manchando con pintura.
- Que pasa Mistletoe - Se dio la vuelta para cubrirse con su cabello los ojos y así no le molestará la luz del amanecer.
- Que despiertes, quiero que veas algo - Le sacudió un poco, pero al no recibir respuesta le halo de las plumas para que volteara.
- !Ay!
- Debiste escucharme la primera vez
El chico se sentó y arreglo el cabello, para después verlo directamente, también notaba algo distinto, como si algo hubiera cambiado, este si tardó más en notarlo.
- Te hiciste un corte de cabello?
- ...
- O bajaste de peso?
Quien sabe como es que sigue vivo es niño, un milagro de seguro, o era tan idiota como para morir.
- Canvas, tengo un cuerpo como el tuyo, pero en vez de manchas negras tengo rombos rosados
- Es cierto, pareces las cartas del poker, las de rombos
- Creo que te refieres a las de solitario
- ¿No son lo mismo?
Solo se limitó a encoger los hombros, no es como si ambos supieran demasiadas cosas.
Cuando el sol subió más, ambos salieron de la isla para jugar en los alrededores aprovechando la ocasión y el tiempo, aún no estaba tan oscuro así que jugarían hasta el anochecer.
Jugaron un largo rato a las escondidas, también recogieron unas cuantas piedras que les parecían muy lindas
Mientras se dirigían a la isla, se detuvieron en el puente que la conectaba con su al rededor para ver el lago, era demasido lindo, sus colores, las burbujas y el reflejo del cielo, estaban tan distraídos viendo el agua que sin darse cuenta, Canvas se recargo sobre Mistletoe, haciéndole perder el equilibrio para después caer sobre el agua, ninguno sabia nadar, aunque no servía de nada intentarlo, caían como si estuvieran cayendo desde el cielo, no sentían el agua, hasta que Canvas volteo hacia abajo, podía ver el suelo, demasido pasto, y justo debajo de ellos un árbol, en el cual no evitaron caer.
No entendían que acababa de pasar, cayeron en el lago, pero no se sintió el agua, entonces eso no era un lago, eso era solo un reflejo y las ondas de agua, posiblemente una distorsión por la magia de los portales.
Por ahora, buscarían un hogar temporal, para en un futuro regresar a su hogar, o quizás encontrar uno nuevo.
Cuatro años después del nacimiento de Mistletoe
Dentro de un AU en específico, el que podría considerarse el que inició toda la locura de los universos alternos, Underswap, cerca de una casa en la punta de una pequeña colina, un árbol de limones empezaba a tener sus primeras frutas, así que aún tenía unas cuantas flores, algo que sería bastante útil pues hace una semana, un residuo de magia cayó sobre una de estas, ocasionando que la planta poco a poco empezará a cambiar, como si empezará a mutar.
Lo que pasó, es que hubo una discusión, la cual dejó la zona muy mal, excepto por ese árbol y el arbusto que tenía en sus raíces, de seguro el destino escogió en específico ese árbol en especial la flor más pequeña de todas, la más alejada, pero la más expuesta y brillante de todas, en ella cayó esa magia.
Durante un mes, la flor no dejó de crecer, hasta unos quince centímetros, cuando la rama ya no soportaba su peso, cayó a la poca nieve que quedaba, era Marzo, pero las nevadas se habían extendido hasta mayo ese año, definitivamente tenía suerte.
Al caer en la nieve, la pequeña flor abrió sus ojos, mirando a su al rededor, viendo el mundo por primera vez.
Tenía la misma apariencia de lo que se podría considerar como sus padres, pero también estaba llena de lianas, sobre todo en la cabeza, las cuales le daban una apariencia de corona.
Cuando noto el tronco del árbol cerca, rodó hasta el, para después abrazarlo con sus pequeñas manos, este era su verdadero padre, la naturaleza, su madre, los que provocaron su nacimiento, solo los 'donadores' nada en especial con ellos.
Después de unas cuantas horas, la pequeña se sentó como pudo, para después ver a su alrededor, sus pequeños ojos parecían buscar algo más, pero como esta a recién nacida, no podía caminar ni gatear, así que esperaría.
Espero y espero, hasta que después de una semana esperando, escucho dos voces acercarse, esas voces hablaban sobre lo increíble que había sido la supervivencia del árbol, toda la vegetación a su alrededor había perecido, otras se rompieron un poco, pero no salieron intactas, solo el árbol y su arbusto de moras azules.
La pequeña volteo a ver hacia arriba, notando dos presencias, las cuales, ninguna la vio, hasta que hizo ruido con sus manos, moviendo las hojas del arbusto.
- Oye, mira, ahí hay una pequeña niña
El mayor de ambos se agachó para tomar a la pequeña, la cual, solo lo miraba atentamente, para después empezar a reír, mostrando sus filosos dientes
- Es una bebé, y mira, tiene las mismas flores que este árbol.
- ¿No crees que pudo haber nacido de el?
- Ni idea, pero, siento que se parece a alguien que he visto antes.
- Tienes razón.
La pequeña volteo a ver a la otra voz, que al verlo bien, sus ojos brillaban como estrellas y pedía acercarsele, como si un bebé buscará a su mamá.
Era demasiada insistencia, así que hizo caso a su petición y la tomó entre sus brazos para que se tranquilizara.
- Que niña tan linda, sabes, siento que te pareces a mi
- Cierto, tiene parecidos contigo, pero también con aquel muchacho que te encontraste la otra vez, sabes, el que ocaciono esta destrucción.
- Ahora que lo pienso, tienes razón...
La pequeña tenía magia morada, la cual se da al combinar el azul y el rojo, si esa no era otra pista, no se que podría ser.
- Algo me dice que la debo cuidar, y le haré caso a ese sentimiento. - Se retiro su pañuelo del cuello, para cubrir a la bebé con el - Le escogere un nombre, y creo que ya tengo uno genial, Azahar.
- Es el nombre de su flor hermano.
- No me importa suena cool.
- Como digas niño.
Caminaban hacia casa para cuidarla de ahora en adelante, después se encargarían de hablar con él otro muchacho
Un año antes del nacimiento de Lemon
Del último, no se sabe demasido, hay muy escasa información suya, ni siquiera el sabe algo sobre si mismo, dice no recordar mucho.
Hijo de dos humanos, de una línea temporal la cual pudo encontrar su lugar en el universo y no fusionarse con su línea original, no tenía nombre conocido, pero muchos le llamaban CodeGuide.
Parecida a Overtale - O eso se rumorea, la información de este lugar es casi nula - el nació gracias a los alternos de Mettaton y Muffet de aquel lugar, se dice que el también tuvo un hermano llamado Tristan, no hay confirmación de aquello.
Nació con cabello morado natural gracias a su madre y ojos rosados gracias a su padre, la poca gente que lo vio de pequeño, decía que tenia la apariencia de un personaje como aquellos que salían en la televisión, muchos se le referían como el "Niño maldito" un apodo tonto si me preguntan.
Por un extraño motivo, al cumplir tres años, una flor de crisantemo se adhirió a su brazo derecho, como si de una garrapata se tratara.
De aquí en adelante, ya no hay información disponible sobre el, solo se sabe que al cumplir cinco años, desapareció, para no volver a ser visto por su hogar.
Hay rumores de que lo hizo por que asesino a sus padres, pues encontraron sus cadáveres, pero como antes había dicho, no puedo confirmar
Solo puedo decirles, que ellos cinco, serán muy importantes para todos los habitantes de este universo, para ver si pueden detener...
La guerra en el multiverso
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