「 Stupid 」
por haeilsatan
A veces Johnny se preguntaba qué hizo para tener un novio tan estúpido.
Ellos ya habían tenido sexo tres veces antes, ¿por qué Mark seguía sin entender sus insinuaciones? ¿Acaso se estaba haciendo el idiota? De cualquier modo, Johnny ya no podía soportarlo, llevaba semanas siendo jodidamente obvio con lo que necesitaba. Quizás no se lo decía directamente, pero todas las señales eran demasiado obvias.
Ya no iba a seguir con sus indirectas y su sutileza. La "señal" que iba a darle a Mark era exageradamente obvia. Si él no captaba el mensaje de ese modo entonces no lo haría de ningún otro. Si volvía a hacerse el idiota, Johnny se iba a encargar de bajarle los pantalones y montarlo por su cuenta.
—¡Volví! Hoy—... —Mark abrió la puerta de su habitación. Él sabía que Johnny estaría ahí, eso no fue lo que le hizo parar su oración. La causa de su instante congelo fue la excitante vista que tenía frente suyo: Johnny, completamente desnudo, mirándolo directamente a los ojos y sonriendo con una obvia lascivia tras su expresión—. ¡Oh, Dios! Lo siento... —El menor desvió la mirada y cubrió un costado de su rostro con la palma de su mano para evitar mirar.
—¿De qué hablas? ¡Mark...! —Johnny estaba a punto de reclamar. Estaba a nada de gritarle que quería tener sexo de una buena vez, pero Mark tenía que interrumpirlo.
—¡Lo siento! Um, debes haber olvidado ponerte tu ropa interior. Um, ya me voy, avísame cuando te pongas algo. —Aún si su palma cubría parte de su rostro, Johnny podía ver ese fuerte color rojizo en la oreja de su novio. Eso había sido lindo, pero aun así estaba frustrado porque, una vez más, Mark no había entendido sus intenciones.
—¡Mark, ven aquí! —Le dijo, al principio tenía la intención de hacerlo sonar como una orden, pero su voz automáticamente se rompió en un quejido y sólo alcanzó a sonar como una miserable súplica. Mark lentamente bajó su mano y miró al rostro de John, quien pudo ver como las mejillas del contrario estaban más rojas que el rojo mismo—. ¿Sabes? A este punto ya no sé si eres estúpido o si sólo evitas tener sexo conmigo.
—¡Oye! —contestó Mark, ofendido por la primera parte. Soltó un suspiro, acercándose a Johnny y sentándose a su lado en la cama—. Mira, en serio quiero follarte...
—Hazlo.
—Pero... —añadió Mark, usando un tono más elevado en esa sola palabra debido a la interrupción de Johnny—. Me siento un poco torpe cuando lo hago y no creo que realmente te esté satisfaciendo. —Su voz se hacía más baja y las palabras eran pronunciadas con más rapidez mientras más avanzaba en la oración.
Entonces Johnny supo que Mark realmente era estúpido.
—¡Eres tan tonto! —exclamó, empujándolo para que esté recostado en la cama. Luego se subió a él y apoyó su desnudo trasero en el cubierto bulto de Mark—. ¡Mark Lee, llevo dos semanas necesitando que me folles! ¿Cómo puedes pensar que no me satisfaces? ¡Me insinué más de diez veces! —Y las orejas de Mark se ponían más y más rojas, sintiéndose tanto avergonzado como excitado.
—Um, lo siento, yo... —Mark balbuceó cosas sin sentido. Sólo digamos que él no podía pensar cómo debía cuando el culo de John se presionaba contra su verga, la cual cada vez se asfixiaba más por culpa del pantalón que estaba usando.
Mark estaba completamente rojo y entorpecido, no sabía en dónde colocar sus manos ni tampoco sabía qué decir. Todo lo que estaba en su mente era follar. Después de todo ese tiempo sin haber sentido el cuerpo de Johnny, sentía esa fuerte necesidad de coger, coger y coger. Su inseguridad no superaba su excitación.
Johnny se movió un poco y llevó su mano al bulto de Mark, apretándolo para así lograr que un gemido salga de los labios del contrario. Entonces Mark puso sus manos en la cintura de Johnny, agarrándolo con firmeza y llevándolo de vuelta a la posición en la que debía estar: con su culo sobre su bulto. El mayor se inclinó hacia adelante para llegar a los labios de su novio y así besarlo con una notoria necesidad por sexo detrás de ese beso.
Las manos de Mark bajaron lentamente hasta que se detuvieron al sentir el culo de John, el cual apretó sin dudar ni por un segundo. Johnny suspiró con placer y movió sus caderas para sentir más del toque de Mark. Sólo segundos más tarde, John sintió su trasero recibiendo un azote por la mano de Mark.
—Veo que ya estás recuperando confianza —susurró Johnny luego de haberse separado del beso, una sonrisa adornando su rostro. Mark le devolvió la sonrisa y luego el beso.
Y en sólo un movimiento, Johnny ya era el que estaba debajo. Mark se colocó entre sus piernas, restregando su bulto contra el culo de Johnny mientras devoraba su boca a besos. De repente, John sintió una mordida en su labio inferior y casi suelta una queja, pero el beso de Mark lo mantenía callado. Además, esa palma aterrizando con fuerza en su muslo también lo dejó sin ganas de protestar.
Mark se separó de los labios de Johnny, mirando hacia sus propios pantalones para poder remover estos, haciendo lo mismo con el bóxer. Un pequeño gemido salió de sus labios al sentir su polla siendo libre. Estaba jodidamente duro y quería, no, necesitaba meterla en el ano de John. Sabía lo cálido que era dentro de él y lo necesitaba con desesperación.
El menor hizo notar la frustración en su rostro. No podía simplemente follar a Johnny como quería hacerlo sin prepararlo. —¿Crees que puedas con dos? —preguntó, cubriendo tres de sus dedos con el lubricante que tenían allí. La saliva en la garganta de Johnny pasó con fuerza, pero aun así asintió—. ¿Estás seguro?
—Sólo hazlo de una vez. —Mark asintió. Luego John pudo sentir las yemas de los dedos de Mark tocando con suavidad su entrada, metiéndose de a poco. Después de un rato ambos dedos ya estaban dentro de él. Para su sorpresa no dolía tanto como creyó que lo haría. Sí, se sentía distinto, pero tampoco era como si quisiera retorcerse de dolor.
Los dos dedos se movieron, pero no al usual paso gentil que Mark le daba a la preparación, iban más rápido y John podía sentir la necesidad de Mark por follar su hoyo. Aun así, no le molestaba. Un gemido salió de sus labios al sentir los dedos tocar su próstata.
Mark fue rápido al meter un dedo más, follando a Johnny con sus dedos. La brusquedad al hacerlo abría con mayor velocidad el agujero de John, se notaba lo mucho que necesitaba coger. Y, para su suerte, no fue difícil hacer que la entrada de su novio se expanda.
—Mark, ya estoy listo, ya puedes parar —dijo Johnny, haciendo que Mark saque sus dedos de inmediato. El menor, sin pensarlo, agarró su verga y presionó la punta contra la entrada de Johnny, quien jadeó de la sorpresa—. ¡Espera, ponte algo de lubricante!
—Oh, santa mierda... —Mark rodó los ojos, frustrado por no poder meterla de una vez. Sin tardarse más, puso lubricante en su mano y con esta la esparció por su verga. Una vez que ya estaban perfectamente listos, Mark comenzó a introducirse dentro de John.
Todas las inseguridades que Mark había sentido en otro momento se desvanecieron, sólo se concentraba en seguir metiendo su dura verga dentro del mayor. El culo de su novio se apretaba alrededor de él, provocando así que un gemido salga de los labios de Mark. Se sentía bien, pero a la vez asfixiante para su polla.
—¿Puedes intentar relajarte? —Mark jadeó al sentir el ano de John apretándose aún más, pero pronto el mayor relajó su cuerpo y entonces dejó de sentirse tan apretado como antes. Mark comenzó a moverse, comenzando más fuerte de lo que era usual. Aun así, le daba a Johnny algo de tiempo para ajustarse entre cada empujón que daba en su interior.
Johnny gimió y se dejó relajar en el suave colchón, permitiendo que Mark se encargue del resto. No le gustaba estar tan flojo al tener sexo, pero Mark se lo debía después de todo lo que le hizo pasar. Y el menor estaba feliz de complacer.
Mark comenzó a perder la casi nula gentileza que había tenido antes y John pudo notarlo cuando esas dos manos se posaron en cada lado de su cadera, agarrando con fuerza para poder meterla tan profundo como fuese posible. Las caderas de Mark ahora se movían con ímpetu, metiéndola hasta donde más lejos podía llegar y siendo tan rápido como podía.
John no podía callar sus lascivos sonidos a ese punto, especialmente al sentir tal longitud y grosor en su culo, golpeando su punto más dulce vez tras vez. El placer bañaba su cuerpo como si de una ola se tratase, especialmente cuando la verga del menor volvía a entrar en él.
Una cosa que Johnny aún no podía entender era el porqué de la inseguridad que Mark le dijo que sentía. ¿Cómo podía sentirse así cuando lo follaba tan bien? Y también, ¿cómo podía sentirse así cuando el hombre debajo suyo estaba casi gritando de lo bien que se sentía?
Oh, y el modo en el que Mark poco a poco acababa con su gentileza (aún si en esa ocasión fue casi inexistente desde el principio), eso era lo que hacía a John ver las estrellas. Su espalda se arqueaba cuando Mark empezaba a follarlo a su gusto, revelando lo rudo que podía ser. John aún no podía comprender cómo era que su novio podía sentirse inseguro de lo que hacía al coger.
Mark mordió su labio y tomó la verga de John con una mano, masturbándolo desesperadamente para hacerlo llegar a su clímax. Oh, ese era el problema...
Lo que ocurría era que Mark se corría un poco antes de lo deseado. Había ocurrido la última vez que follaron, pero no en la primeras dos porque el menor se esforzó mucho por aguantar. Johnny había comprendido y le dijo que no se preocupe, que se masturbaría y lo resolvería. Fue ahí cuando Mark comenzó a sentirse mal, pues no podía satisfacer a Johnny cuando se corría tan rápido.
En ese momento, las inseguridades que Mark había creído superadas volvieron a golpearlo repentinamente. Su mano, sin embargo, no se rendía, seguía masturbando a Johnny con la pequeña esperanza de hacerlo correrse al mismo tiempo que él.
A los ojos de Mark se aproximaron lágrimas de frustración. No podía creer que iba a venirse cuando Johnny posiblemente no estaba ni cerca de hacerlo. —Por favor, bebé, sólo córrete —suplicó patéticamente, su voz rota y saliendo en lo que sonaba como un quejido.
—Mark, está bien, no necesitas... —Johnny se interrumpió a él mismo con un fuerte gemido que salió cuando las arremetidas de Mark en su interior, de algún modo, se intensificaron, al igual que el movimiento de la mano que lo estaba masturbando—. ¡Ah, Mark! ¡Mierda! ¡Mark! —Los sonidos de Johnny se hacían cada vez más agudos y su espalda se arqueaba un poco más, dándole así un pedacito de esperanza a Mark. Esperanza de que pueda correrse junto a él.
Inesperadamente, Johnny sintió el semen de Mark disparándose en su agujero. Eso, junto a la estimulación anterior, fue suficiente para hacerlo correrse también. Las lágrimas que estaban en los ojos de Mark se desaparecieron de a poco y en el rostro del menor se vio una sonrisa.
—¿Acaso...? —La sonrisa de Mark no dejaba de expandirse—. ¿Acaso pude hacer que tú te corrieras al mismo tiempo que yo? —Johnny le devolvió la sonrisa y asintió—. Oh... —Fue lo único que salió de sus labios. Mark intentaba disimular su sonrisa, pero era casi imposible. John se apretó un poco alrededor de Mark, quien inmediatamente quitó esa sonrisa y la reemplazó por una expresión de dolor—. ¡No hagas eso! Acabo de correrme, está suavecita.
John rio. —Entonces sácala. —Le contestó. Mark suspiró y sacó su verga, sintiéndola más libre, pero a la vez extrañando la calidez del agujero de John. Pero eso no importaba, porque todo lo que quería en ese instante era besar a Johnny y tenerlo acurrucado contra su cuerpo.
Los dos se acostaron, quedándose en silencio unos cortos minutos para poder relajarse y controlar sus respiraciones. Luego de ese momento, ambos se abrazaron de cucharita, con Johnny teniendo su espalda pegada a Mark. El menor besó su cuello y cerró sus ojos, listo para irse a dormir.
—Te amo, Markie —susurró John, haciendo sonreír a su novio—. Sin importar qué tan pronto te corras.
—Ya duérmete, tarado.
holiii (つ≧▽≦)つ no m saquen los ojos por dejarlos casi 2 meses sin actualización!!!! :3333 mianhe oppas!! 。:゚(;'∩';)゚:。
bueno basta ni yo me banco escribiendo así ajajjskajjj mark pichula suave ok chau me voy
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