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「 So wrong 」

por haeilsatan

♡. student/professor.
♡. johnny trans (ftm).
♡. daddy kink.



John sólo podía recordar cuando Mark y él sólo se sonreían de vez en cuando en la mitad de la clase.

Luego, esas sonrisas llevaron a citas.

Esas citas llevaron a besos.

Y esos besos llevaron a... esto, supuso.

Su profesor y él llevaban follando desde hace meses. Ninguno de los estudiantes lo sabía ni lo sospechaba, pero ellos siempre se encontraban durante la noche para follar sin que nadie descubra su pequeño secreto.

Pero esa vez era distinto, Mark le había dicho que se quede un rato más con él después de la clase. Y Johnny, sabiendo las intenciones de Mark, asintió con una pequeña sonrisita que intentó disimular. Quizás era un poco arriesgado ser tan obvios frente a los otros estudiantes, pero confiaban en que eran lo suficiente descerebrados para no sospechar nada.

Johnny esperó a que todos se fueran del salón para siquiera mirar a Mark. Cuando lo hizo, el mayor estaba cerrando la puerta y asegurándose de que no pueda ser abierta para dar paso a alguna interrupción. Después de hacerlo Mark le devolvió la mirada y una sonrisa ligeramente ladina estaba presente en los labios de ambos.

Era emocionante hacerlo de ese modo: en el salón, con las chances de que alguien que pase por ese pasillo los oiga. Sí, significaba tener que ser más cuidadosos, pero a la vez significaba mayor peligro. Les gustaba la idea de ese peligro y riesgo siempre presente, pero a la vez no querían ser descubiertos. No sabían explicarlo, pero deseaban intentarlo por lo menos una vez. Y ahora que estaban a punto de hacerlo, sus corazones estaban latiendo a mil.

Lo primero que hizo John fue ir hacia donde estaba Mark para sentarse en su regazo y besarlo. Como siempre, Mark devolvió el beso con incluso más intensidad, sosteniendo la cintura de su alumno y luego metiendo su lengua en la boca de este. Johnny jadeó e hizo lo mismo, logrando así que ambas lenguas jueguen juntas. Una línea de saliva resbaló fuera de la boca de Mark, por lo que se separaron y él lo limpió con su mano.

Mark quitó a Johnny de encima suyo gentilmente, sólo para luego subirlo al escritorio en donde sus cuadernos y notas estaban. No le importaba que un par de cosas se cayeran al suelo, todo en lo que podía concentrarse era su precioso Johnny y su placer.

Una de sus manos se dirigió a la entrepierna de John y frotó dos de sus dedos contra sus sensibles partes, el menor gimió con la respiración temblorosa, moviendo sus caderas ligeramente para más tacto por parte de su profesor. Y mientras más se frotaban esos dos dedos, más se sentía mojándose.

—¿En serio ya estás tan mojado, bebé? —preguntó Mark en voz baja, mirando el rostro del alumno mientras este sólo gemía bajito y se enrojecía. John, de repente, sostuvo la mano de Mark y la alejó. Luego bajó sus pantalones y ropa interior, quitándose ambas ropas y mirando a Mark con ojos igual de necesitados que él.

Mark sonrió de lado, observando a su necesitado bebé de arriba a abajo. Su dedo índice lentamente acarició el exterior de la entrada de John, ocasionando un leve y placentero cosquilleo. El dedo se adentró de a poco, haciendo suaves movimientos que sacaban igual de suaves gemidos de la boca de su alumno.

Johnny sintió el mismo dedo yendo hacia su clítoris y frotando con gentileza, por lo que su rostro se puso rojo mientras exagerados gemidos salían de sus preciosos labios.

—Te había dicho que no hagas tanto ruido. —Le recordó Mark. Johnny lo miró con ojitos brillando por las lágrimas, pero asintió y se mantuvo tan callado como podía. Mientras más dedos metía Mark y mientras más rudo era, para John era cada vez más difícil mantenerse callado. Y todo eso era divertido a los ojos de Mark, pero no quería molestar demasiado a su lindo bebé.

—Por favor, fóllame —susurró Johnny, mojándose un poco más sobre los dedos de su profesor. Mark mordió su labio inferior, quitó sus dedos y lo próximo que vio fue a John respirando de modo apresurado, haciendo que una sonrisa cruce sus labios.

Luego de sacar su verga de sus pantalones y colocar un condón sobre esta, Mark frotó esa longitud contra la vagina de John. El menor lloriqueó y movió sus caderas, intentando convencer a Mark de metérsela de una buena vez.

—¡Hazlo ya!

—¿Así que ahora me vas a dar órdenes?

John se quedó callado y evitó mirar al mayor.

—Eso es lo que creí —murmuró Mark mientras metía su polla dentro de Johnny. El menor jadeó y acabó por gemir cuando Mark terminó de meterla por completo—. No puedes cerrar la puta boca, ¿cierto? —Y con eso dicho, Mark sostuvo las caderas de John para empezar a follarlo a un ritmo que casi llegaba a ser violento.

—¡Ah, sí, papi! ¡Ah! —El escritorio se sacudía y un par de cosas más caían al suelo. John no podía parar de gemir cada vez que Mark volvía a meterla entera—. ¡Más, más! ¡Ah, papi!

Mark tuvo que poner la palma de su mano sobre la boca de John. Por mucho que ame oír a John llamarlo así, no podía permitir que sus gemidos sean tan fuertes. Si llegaban a ser descubiertos entonces no había duda de que todo se iría a la mierda. Y todo sólo por estar calientes.

Entonces, Mark comenzó a ir más lento. El caliente aliento de John chocaba contra su palma al igual que su ocasional saliva. A Mark no le molestaba. Además, era más importante mantenerlo callado.

Johnny se calmó más al igual que el rudo ritmo de Mark. Mientras tanto, el profesor se tomó el tiempo de apreciar como el apretado coño de John parecía pedir más de su verga cada vez que la movía hacia atrás. Y, cuando volvía a meterla, miraba al rostro de su alumno lleno de placer.

John sintió una ola de placer golpear repentinamente cuando Mark volvió a follarlo al mismo paso de antes. Quería gritar, gemir, lloriquear y gimotear, pero todo lo que podía hacer era soltar sonidos ahogados en la palma del mayor.

Unas pequeñas gotitas de lágrimas salieron de sus ojos mientras que Mark lo follaba con rudeza, sin permitirle hacer ruido alguno. La enorme verga de Mark siempre llegaba hasta ese punto dulce que tanto placer le daba.

Pero de repente Mark se detuvo en seco.

—¿Mark? —preguntó John con su voz algo ahogada. Mark usó su otra mano para posicionar su dedo índice sobre sus labios y hacer un gesto para silenciarlo.

Unos pasos se escuchaban fuera del salón. No sólo dos. Había más de una persona afuera.

Johnny miró a Mark con ojos terriblemente asustados, pero Mark sólo se quedó quieto, esperando a oírlos alejarse. Él también estaba muerto de miedo por lo que podía pasar si alguien los sorprendía de ese modo. Pero justo cuando estaba a punto de sacar su verga, todos los pasos juntos se alejaron y se oyó que bajaron las escaleras.

Mark aliviado, pero aún alerta, continuó follando a Johnny con algo de rudeza, pero no la suficiente para causar demasiado escándalo. —Voy a confiar en que no harás ruido —susurró antes de quitar su mano de la boca de John, quien asintió en respuesta. Y justo después de eso volvió a sostener sus caderas para follarlo en un ángulo específico, golpeando ese punto sensible repetidas veces.

John sintió el orgasmo a punto de llegar a él, por lo que tuvo que cubrir su propia boca para callarse. Mark lo folló más y más fuerte hasta que John se corrió sobre su verga. Después de eso, Mark sacó su pene del interior de John, quitó el condón para masturbarse y dejó caer su semen en el muslo del menor.

Mark se vistió a sí mismo y luego a John. Mientras lo hacía, notó las piernas de su alumno temblando un poco. —¿Estás bien? —Le preguntó gentilmente, acariciando su mejilla. Johnny asintió—. Bueno... Te amo, bebé.

—Yo también te amo. —Y Johnny se acercó a darle un besito a los labios del mayor.

—Pero de todos modos reprobaste los últimos dos trabajos.

John se encogió de hombros. —Eso ya lo sabía.

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