「 Skirt 」
por haeilsatan
♡. cnc(?).
♡. johnny princess.
Johnny se sentía precioso.
La bonita tela de la falda cubría una parte de sus muslos, pero estaba lejos de las rodillas. Su linda faldita negra combinaba con su enorme suéter negro y el rubor rojo oscuro en sus mejillas. Veía su propia imagen en el espejo y no dejaba de pensar en lo bonito que lucía.
Y, en el reflejo, podía ver a Mark sentado en la cama detrás suyo. Mirándolo de arriba a abajo y con una notoria erección en su entrepierna. —¿Me veo bonito? —Se atrevió a preguntar Johnny, volteando y mirando a su novio con una sonrisa en su cara.
—Ven aquí —ordenó Mark, sin responder la pregunta. John obedeció y se acercó, inmediatamente siendo tomado por sus caderas para luego acabar sentado a horcajadas sobre el regazo del menor. Mark acarició su muslo, con sus dedos tocando ligeramente la piel debajo de la falda.
Johnny puso sus brazos alrededor del cuello de Mark y lo besó gentilmente, como un suave besito inocente que hacía un gran contraste con la no—tan—inocente situación. —¿Por qué no respondiste mi pregunta? —Le cuestionó John, fingiendo estar triste.
Mark soltó una risa. —Porque ya sabes la respuesta —contestó él. Sus ojos no se despegaban de esa falda y esos muslos por más que quisiera. Quería arruinarlo de una buena vez y poner su rostro verdaderamente rojo, sin necesidad de ningún maquillaje.
sabía a lo que se refería, Mark sabía lo que quería escuchar y John no iba a parar de insistir hasta que lo diga. Eso era un hecho. Pero no es como si a Mark tuviera algún problema, pues él ya estaba extrañando decir esas lindas palabras a su novio.
—Te ves perfecto, princesa.
Un verdadero rojito apareció en las mejillas de John y, sin dudarlo, ambos se besaron con rudeza. Ya no era un "besito inocente" en lo más mínimo. Sus lenguas jugaban una con la otra, Mark mordía el labio de Johnny en cada chance que veía y John jadeaba en cada una de esas mordidas.
Johnny, casi sin darse cuenta, comenzó a frotar su culo contra el bulto de Mark lentamente. El menor suspiró y metió su mano por debajo de la falda de su novio, masajeando la propia erección de este. John gimió y detuvo sus movimientos durante un segundo, entonces cambiando su objetivo: pues ya no quería seguir frotándose contra el bulto de Mark, quería que Mark lo toque justo en donde lo necesitaba.
—Mírate, ya estás tan necesitado. —Mark sonrió y detuvo los movimientos de su mano, oyendo a Johnny quejarse ni medio segundo después—. Deja de lloriquear así, princesa, sabes que voy a follarte tarde o temprano.
—Pero lo quiero ahora —reclamó John, dando pequeños saltitos sobre el regazo de Mark. Entonces, el menor deslizó su mano hasta que estuviera en la nalga de Johnny, acariciando gentilmente y después dando un fuerte azote, haciendo que Johnny jadee por la sorpresa.
—Mi princesa es tan impaciente —susurró Mark con una sonrisa. Johnny, un poco avergonzado, abrazó a Mark para que tuviera su rostro en su cuello y no pudiese ver su rojizo rostro. El menor, aprovechando la posición, comenzó a besar y dejar marcas en el cuello de su novio. Marcas que no iban a salir con facilidad.
Los dedos de Mark pasearon por la piel de Johnny hasta que las yemas tocaron una tela por debajo de la falda. La misma tela que cubría la erección de John. Al principio creyó que quizás sólo era un bóxer de encaje, pero entonces se dio cuenta de que eran bragas.
Mark levantó la falda para ver si lo que había pensado era correcto, y lo era. John se puso incluso más rojo por lo repentino que fue Mark al simplemente subir su falda como si fuese nada. Sus bragas de encaje estaban justo frente a Mark, haciendo destacar su pesado bulto.
—¿Hiciste todo esto para mí? —Esa pregunta era incluso estúpida a los oídos de Johnny, quien asintió sin dudarlo. Mark puso la falda de vuelta en su lugar y luego besó a John otra vez, sólo que siendo más dulce y romántico—. Tan lindo —susurró contra los labios del mayor, con una sonrisa decorando los suyos.
Mark pasó su pulgar por debajo de la tela de esa ropa interior, empujando esta hacia abajo hasta quitarla del cuerpo de Johnny. El aire fresco a su piel más sensible le hizo acelerar el corazón, pero no tanto comparado a cuando el menor presionó su dedo índice contra su entrada. De a poco, ese dedo se adentró en el más alto y este sólo quería más, Mark podía darse cuenta de eso, pero no iba a dárselo tan fácil.
A paso tortuoso, Mark movió su dedo dentro y fuera del hoyo de John. El mayor sabía lo que su novio estaba haciendo y al darse cuenta un suave sonidito de queja salió de sus labios. Mark lo oyó perfectamente, sólo prefería ignorarlo. Era divertido negarle ese tipo de cosas a Johnny, siempre lograba sacarle algún ruido quejumbroso y, de vez en cuando, súplicas.
Un dedo más se unió al anterior, pero John no sentía casi nada de placer gracias al paso lento de ambos dedos. Sí, se estaba ajustando a la pequeña diferencia de tamaño, eso podía sentirlo. Y sí, causaba que un par de suspiros se salgan de su boca, pero podría sentirse muchísimo mejor si tan sólo Mark no fuera un imbécil que sólo quiere molestarlo.
—Esto no es justo. —Johnny se quejó y miró a Mark con un puchero en sus labios—. Me puse bonito sólo para ti y ahora me haces esto. —Se quejó sin quitar el puchero de su boquita.
—Tienes razón —contestó el menor, sorprendiendo a su novio—. Debería darte lo que quieres, ¿no? —preguntó Mark sin realmente querer una respuesta de Johnny—. Recuéstate, bebé.
John, obedientemente, se recostó en el colchón de la cama y miró a Mark con ojos brillantes. El menor tomó el lubricante –el cual debería haber usado antes– y luego se posicionó entre las piernas de Johnny. El mayor seguía observando con ojitos "inocentes", pero el pánico no tardó en llegar cuando vio como Mark sacó su verga de sus pantalones y pasó el líquido por esta.
—¡Espera, no! —Johnny lloriqueó cuando sintió la punta siendo presionada contra su entrada. Mark, por su parte, sólo sonrió y continuó con lo suyo, adentrando su polla en ese apretado agujero. Lágrimas de pánico mezcladas con placer salieron de los ojos de John al sentir la verga de Mark metiéndose y abriéndolo bruscamente.
—¿No era esto lo que querías? —preguntó Mark. Ni siquiera se detuvo durante un segundo a pesar de haber visto y oído el llanto de Johnny. Un suspiro –casi gemido– escapó de sus labios cuando finalmente tenía todo su pene dentro de su novio.
—Sí... No, no... —John balbuceaba "sí" y "no", pero dejó de hacerlo cuando Mark comenzó a dar repentinas y rudas embestidas en su interior. Fuertes chillidos y gritos de dolor junto a placer comenzaron a resonar en la habitación—. ¡Lento! Por favor, lento, más lento —suplicaba Johnny entre escandalosos ruidos.
—Creí que mi princesa quería follar de una vez. —Y, antes de que John pudiera contestar, agregó— Ah, de todos modos, no importa, ya empecé y no voy a parar. —Mark sólo aumentó la velocidad e intensidad de sus empujes, acción que sacó más gemidos de la garganta del contrario. La bonita falda se movía cada vez que el menor volvía a adentrarse, golpeando con suavidad y ligereza la piel de los muslos de John. Pero por más que Mark haya amado ver esa falda, en ese momento estaba siendo un estorbo, así que se tomó un segundo para poder levantarla y que esta quede con el final de la tela apuntando hacia arriba. No iba a molestarse en sacarla por completo, con eso era suficiente.
Mark sintió sus mejillas calentarse sólo por lo bien que se sentía estar dentro de su princesa. Con la escasa preparación, pero buena cantidad de lubricante se sentía como algo distinto y asombroso. Estaba apretado y caliente, pero a la vez podía deslizarse dentro y fuera a su gusto.
Johnny sentía su hoyo siendo tratado bruscamente y sin piedad, disfrutando de cada segundo. Sabía lo mucho que iba a doler en la mañana, pero eso no podía importarle menos. Mark siendo así de rudo con él mientras que simultáneamente le decía princesa era una de sus cosas favoritas. No quería pasar ni un segundo sin escuchar ese apodo. Y hablando de eso...
—Makku... —murmuró John entre tantos sonidos. Mark sólo esperó a que diga lo que quisiera decir, pero nada llegó. Era un pedido silencioso, pero con sólo ver el rostro del mayor podía darse cuenta de lo que deseaba.
Un sonido de "¿Hm?" salió de la boca de Mark. —¿Qué pasa, princesa? —El simple hecho de haber escuchado esa palabra viniendo de Mark fue suficiente para hacer a John enrojecer más aún. Era hasta adorable la forma en la que Johnny se excitaba tanto sólo por aquel pequeño apodo. Mark todavía no era capaz de procesar porqué esa palabra afectaba tanto a su novio, pero no importaba, lo único que le interesaba era el placer de su bebé.
Una de las manos de Mark se movió para poner su palma alrededor de la verga de John y empezar a masturbarlo. Johnny sintió el líquido preseminal salir de su punta, así como sintió los dientes de Mark mordiendo la piel de su cuello. El menor mordió y chupó para dejar una marca lo más notoria posible, repitiendo el proceso en otras partes del cuello.
John era completamente encantador. La falda, el rubor, las lágrimas, los chillidos, los lloriqueos, los gemidos. Mark no aguantaba más, tenía que correrse e iba a hacerlo. Sus caderas se movieron incluso más rápida y violentamente, haciendo a John casi gritar. Pero entonces sus caderas se detuvieron cuando estaba bien al fondo, corriéndose dentro de su princesa e inmediatamente viendo como él también eyaculaba.
Mark sacó su verga y vio su semen escapar por la entrada de Johnny, sonriendo ante ello. Hubiera vuelto a excitarse sólo por ver eso, pero se sentía demasiado exhausto para seguir.
Pronto ambos se quedaron dormidos en los brazos del otro, mucho más relajados.
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