ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ XII
Jin guardó un largo silencio, no podía contestar.
Había enmudecido.
Se sentía estúpido, todo lo que había dicho había sido estúpido pero, era como se sentía. Tenía miedo de lastimar a la única persona que le mostró un apoyo real, un pilar para sostenerse, una piedra anular para mantener el equilibrio.
—– Y–yo —– hipó —– Sólo no quiero que te pase nada, Nam —– confesó en voz baja.
Namjoon lo miró detenidamente y respiró “Debo tranquilizarme” pensó, luego sonrió y acarició la mejilla de Jin.
—– Eres complicado, Jin. Me gustaría comenzar a entenderte —– guiñó un ojo a lo que Jin se sonrojó —– Escúchame bien. No vuelvas a decir que harás esto solo ¿Está bien? Te ayudaré —– Jin iba a rechistar pero Namjoon no lo dejó —– Sin peros, esto lo solucionaremos los dos, como una futura pareja, tú y yo y todas las conjugaciones de parejas que exista ¿Vale? —– ambas miradas brillaron y el azabache desistió sonriendo.
Namjoon disfrutó de la calidez de ese sonrojo y se permitió acariciar la piel de las mejillas.
Ambos corazones latían desenfrenados y una pequeña llama de esperanza se encendía en ellos, dándoles una sonrisa genuina.
—– Agh —– el gruñido los asustó —– pensé que el silencio significaba que se transferían saliva —– Jibeom estaba recostado en la entrada.
Jin se asustó escapándosele un grito, se volteó mirando con desaprobación al pequeño
—– ¿Qué haces aquí?
—– Venía a monitorear que no hicieran nada antes del matrimonio —– Jibeom se acercó un poco a ellos y de pronto se sonrojó y tapó sus ojos —– Señor Jesús ¡Quita las manos de ahí, Jin! No necesito esa imagen mental de ti.
Jin confundido miró sus manos y ¡Vaya sorpresa!
Ambas manos se encontraban en el borde del cinturón de los vaqueros de Namjoon
“¡¿Qué mierda?!” pensó avergonzado, Namjoon se echó a reír con mucha fuerza viendo como Jin retrocedió completamente avergonzado y casi cayéndose dando traspiés.
—– L–lo siento —– repitió muchas veces “Tierra, por favor, abre un agujero trágame y escúpeme en Marte” gimió avergonzado.
—– Vaya, Jin. No sabía que el amor te pondría de esa manera —– “Idiota, Jibeom te voy asesinar” pensó Jin mirándolo con ira —– ¿Estabas practicando?
—– ¡Agh! Niño idiota —– corrió detrás de Jibeom, lanzando el cojín en su dirección pero, el pequeño era escurridizo escapándosele fácilmente. Él suspiró —– Nam, Lo —– se quedó sin palabras, cuando volteó y Namjoon se encontraba muy cerca de él, con una sonrisa bastante picarona.
—– Ahora que Jibeom lo menciona —– dijo en voz muy baja, a lo que a Jin le pareció sexy y arrepintiéndose enseguida de su pensamiento —– ¿Estabas practicando? Porque, te salió muy bien el inicio —– Jin enrojeció y titubeó, haciendo estallar en risas a Namjoon —– Es broma, es broma.
Jin se permitió respirar correctamente, golpeando a Namjoon en el hombro.
—– Eres idiota, tus bromas me darán un paro cardíaco.
—– Sé las técnicas de Reanimación Cardio–Pulmonar —– le guiñó el ojo antes de salir corriendo.
—– ¡Idiota! ¡Basta! —– Jin bajó las escaleras encontrándose con ambos causantes de la irregularidad en sus palpitaciones —– Ambos son unos tontos —– suspiró cansado —– Ustedes agotan y drenan energía.
—– Ahora échame la culpa —– negó Namjoon.
—– ¿Qué hora es? —– preguntó Jin en un intento de calmarse.
—– Hora de profanar la habitación —– dijo Jibeom, sonriendo cuando vio a Namjoon aguantar la risa y a su hermano fulminarlo con la mirada.
—– Muy chistoso ¿Eh? Ya verás —– Jibeom corrió por toda la habitación, siendo perseguido por un hermano monstruo desquiciado que gruñía mientras corría.
Hasta que Jin lo alcanzó y le hizo cosquillas en todo sus puntos débiles.
—– ¡No! ¡Basta! —– reía con fuerza —– Nam, ayúdame por favor.
Namjoon salió pero, no a ayudar a Jibeom, se sumó hacer cosquillas arbitrariamente a los dos hermanos.
Los tres se sentían tan a gusto en ese nuevo hogar, parecía como si se conociesen desde hace mucho y el velo de tensión y misterio se había roto.
Namjoon sabía que faltaba mucho por arreglar, sólo era el primer día, pero estaba convencido de que mientras estuviera con Jin, bastaría.
Terminaron recostados uno al lado del otro en el suelo, recomponiéndose de la guerra de cosquillas.
Jibeom apoyaba su cabeza en las piernas de Jin, mientras que Jin recostaba su cabeza en el hombro de Namjoon, quien a su vez, se recostaba en el sofá.
—– Ahora sí, estoy agotado —– murmuró Jibeom.
—– ¿Deberíamos ir a dormir? —– preguntó Namjoon y Jibeom negó.
—– No, aun no… quedémonos así un poco más —– Namjoon asintió sonriendo.
—– Está bien —– Jin en silencio, escuchaba las respiraciones empezar a controlarse. Los minutos pasaron y ninguno se movió, solo disfrutaban de la cercanía del otro —– Jibeom se durmió —– comentó Namjoon, Jin abrió sus ojos y miró a Jibeom casi roncando.
—– Sí —– se alejó del hombro de Namjoon con cuidado y hablando bajito —– Debería llevarlo a la cama —– Namjoon asintió —– Por cierto ¿Dónde dormirá Jibeom?
Namjoon lo observó y bajó la mirada.
—– Ambos pueden dormir en la principal, yo estoy en la habitación continua, si no hay problema alguno.
-—– Oh —– dijo Jin procesando la información “No dormiremos juntos” pensó aliviado y extrañamente un poco decepcionado, tal vez había pensado de más la situación —– No, no hay problema —– “Que vergüenza, Jin. Ya habías pensado dormir con él” se reprochó mentalmente.
Namjoon vio cómo se sonrojaba y sintió curiosidad sobre lo que estaba pensando Jin en ese momento. Viendo la oportunidad, se acercó.
—– ¿En qué estabas pensando? —– Jin se sorprendió y un tierno hipo escapó de sus labios —– ¿En dormir juntos? —– la expresión horrorizada y avergonzada de Jin lo hizo reír —– Es broma —– susurró.
—– Eres un idiota —– rechistó en susurro para no despertar a Jibeom —– Me va a dar un infarto por tu culpa.
—– No, no puede darte aún. Tal vez… —– dijo pensativo —– Después de dormir juntos —– le sonrió.
—– Pervertido —– murmuró Jin —– Ya, cállate y deja de reír. Ayúdame con Jibeom.
Namjoon asintió en silencio, si no quería que Jin le cortara la lengua. Cargó a Jibeom y lo llevó hasta la habitación principal con delicadeza, sintiendo como Jin lo seguía en silencio, suponía que se concentraba en respirar para no perder la paciencia “o para no morir, estúpido, por eso se respira” pensó.
—– Así que ¿Esta es la principal? —– preguntó Jin cuando entraron a la habitación. Namjoon asintió, colocando a Jibeom bajo la gruesa y única cobija que había en la habitación —– ¿Mañana puedo dar un recorrido a la casa?
—– Por supuesto —– contestó Namjoon —– Esta también es tu casa, Jin. No debes pedirme permiso en tu propio hogar.
Jin sonrió encantado “Es mi hogar” pensó.
—– Gracias —– contestó —– Creo que es mejor que vayas a descansar, hoy fue un día agitado para ti.
Namjoon sonrió —– Para ti también lo fue —– Jin se detuvo a detallar los ojos claros del mayor, parecían sonreírle también, al igual que sus labios curvándose en respuesta —– Si necesitas algo, no dudes en llamarme ¿Está bien?
—– Está bien —– indeciso, se acercó y dejó un casto beso en la mejilla del rubio —– Buenas noches, Nam —– y le sonrió tiernamente.
Sonrojado, Namjoon carraspeó.
—– B–buenas noches, Jin —– se sentía nervioso, tanto, que salió de la habitación directamente a la suya sin mirar atrás.
Claro, que ambos conservaban una sonrisa por ese toque final entre ellos.
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