|Cap 9 Pánico y fallas|

Sarv: — ¿Estas bien?, ¿Otra vez tienes fallos? — Preguntó Sarvente algo preocupada mirándolo.

Ruv: — Si, creo — Respondió Ruvyzvat.

Era la primera vez que Ruvyzvat no estaba seguro de algo, ¿Qué significaba eso? ¿Eran fallos? ¿Actualizaciones?

Sarvente no sabía qué le sucedía a Ruvyzvat, pero de algo se sentía segura, algo lo causaba.

Después que se recargara, el robot y la guardia se dirigían a al cuarto del robot, para que esté no tenga tanta presión entre tantas personas, causándole otro sobrecalentamiento.

Pero en eso vieron que la guardería seguía activo y que también estaba Otis, ya que se veía de que Damien lo estaba elevando.

— Pablito clavo un clavito en un calvito — Decía una niña que estaba afuera de la guardería.

Damien: — Voy a romper la ventana — Dijo en un casi grito Damien mientras tenía una gran mesa.

Otis: — No rompas la ventana, la vas a lastimar... — Dijo Otis.

Damien dejó de lado la mesa y se pegó a la ventana frente a la niña.

Damien: — No te preocupes, pequeña. Dami, irá por tí — Dijo Damien preocupada mirando a la niña que solo reía.

Otis: — ¿Haz intentado abrir la puerta? — Preguntó Otis.

Al parecer la programación de algunos robots, era demasiado exagerada que no les permitía hacer bien unas cosas.

Damien: — Pero no puedo salir, esas son mis reglas y también de que ningún niño debería estar solo afuera o sin la compañía de un adulto y o adolescente — Dijo Damien señalando la niña que estaba afuera.

Otis: — Puedo yo ir a buscarla — Dijo Otis siendo de la forma más obvia.

Damien: — Por favor y gracias...

Luego de eso, Otis salió de la guardería tomó a la niña y la dejo adentro, pero apenas entró, Damien la cargó.

Damien: — Dios mío, qué susto — Dijo Damien abrazando a la niña.

Otis: — Tengo una duda ahora — Dijo Otis mirando a la robot.

Damien: — ¿Cuál es? — Preguntó dejando a la niña irse con el resto de niños.

Otis: — ¿No haz intentado salir antes? Digo, tus reglas y éso, pero tienes a Cassandra, ¿No? — Preguntó Otis.

Damien: — Yo la verdad no sé si Cassandra ha salido de la guardería, quizás le pregunté — Respondió Damien rascando su nuca, usando las campanillas de sus muñecas.

Otis: — Bueno — Dijo Otis mirando a un lado.

Todavía él tenía consciente sobre la apuesta entre él y Cassandra, si Otis supera los 9 días él se quedaría para ayudarla a las dos, pero si pierde tendrá que dejar que ella la maneje solas.

Pudo ver por qué necesitaban a una persona para ayudar a Damien, debido a que está al tener sus límites y reglas debió causarle problemas tanto para ella como para la empresa.

Hasta hubieron rumores en la que algunas cosas relacionadas a la guardería fueron censuradas por cosas causadas por la robot. No creía que Damien o Cassandra tuvieran la culpa, simplemente tenían sus límites por obra de los trabajadores.

Aunque se le ocurrió una loca idea, ayudar a Damien intentar quitar el límite de su programación, era algo loco pero quería intentar convencerla de salir de la guardería

Esperaron y trabajaron, hasta que recogieron a la niña que faltaba, de hay comenzaría su plan de salir en la guardería.

Otis: — Oye Damien — La llamó — ¿Qué te parece si salimos de guardería? — Preguntona con una sonrisa.

Damien volteó con una mirada fría y asesina, con una sonrisa dulce.

Damien: — No puedo salir de mi trabajo Otis, tu mismo sabes las reglas ¿No es así? — Preguntó Damien sonriendo de más y agregó las últimas palabras como aterradoras.

Otis puso una cara de que eso no era común, Damien no tenía ningún código o archivo que la hiciera algo aterradora.

Otis: — Damien, ¿Que fue éso? — Preguntó Otis muy extrañado.

Damien: — Nada — Respondió rápidamente Damien, los ojos de esta se pusieron amarillos.

Según el contrato cuando una de los robots pone los ojos amarillos, es que necesita una actualización o tiene un pequeño fallo en el sistema que quizás lastimé a los infantes.

Aunque unos instantes, los ojos de Damien se pusieron completamente negros con pupilas grises, al parpadear al parecer Damien regresó en sí.

Damien: — ¿Eh? Perdón no escuché bien lo que dijiste — Dijo Damien apenada, ahora actuaba como la Damien que conocía.

¿Que acaba de ocurrir?

Otis: — Eh, no. Nada Damien, solo que- — Se interrumpió a así mismo ya que se había ocurrido otra idea, así que la puso en marcha — Es que veo que necesitas que te actualizen, deberíamos salir para que pueda llevarte a partes y servicios — Dijo con una sonrisa.

Damien: — ¿¡Eh!? — Exclamó Damien — ¿Salir de la guardia? Pero no es peligroso salir para mí, es que no puedo salir por los pro- — Fue interrumpida

Otis: — Te tienen que actualizar, tal vez la Oficial Sarvente sepa como hacerlo, para que no tengas fallas — Dijo Otis con una sonrisa dulce para que así le crea.

Lo bueno, es que logró hacer que le crea, pues Damien bajó las orejas y miró a otro lado, dejando ver sus ojos amarillos.

Damien: — Bueno, he necesitado un arreglo desde la semana pasada, quizás sea buena idea — Suspira sacando el aire caliente de su cuerpo.

Otis: — Bien, es bueno saber que eres honesta — Comentó Otis dándole palmadas en la cabeza.

Damien sonrió por esa acción, aún qué sin que Otis se diera cuenta, los ojos de Damien se tornaron completamente negros, y unos puntos grises lo miraron, había un raro mensaje en el visor de Damien hasta estaba rojo.

De no ser por la programación de Cassandra, quién sabe qué hubiera pasado, pero eso causó un pequeño fallo eléctrico.

Otis: — Auch — Soltó suavemente Otis mientras miraba su mano.

Damien: — Perdón — Exclamó apenada Damien.

Otis: — Está bien, fue un accidente — Dijo Otis con una sonrisa ligera.

Damien no parecía estar muy convencida por esa respuesta, pero Otis le decía que estaba bien.

Luego de unos minutos, Otis sale primero de la guardería, pero Damien le aterrorizaba de salir hasta se puede decir que tenía las manos aferradas a la puerta por el miedo.

Otis: — Damien, si quieres toma mi mano y yo te guio, ¿De acuerdo? — Preguntó Otis con una sonrisa, como si fuera de un chico que te gusta te esté declarando.

Damien se puso un poquito rojita pero sus mejillas se iluminaron de un amarillo, con muchos nervios lo acepta y le agarra la mano.

Otis la guío en todo en camino hacia la sala de seguridad que podría que este Sarvente, por otra parte, Damien estaba completamente sorprendida por lo grande que estaba la pizzería, Miraba a todos lados con asombro y una ligera sonrisa.

Jamás ha salido de la guardia, pero ahora ve todo que jamás se creía que podría ver. Cuando llegaron a la sala de seguridad, ven que no estaba la guardia de seguridad en la sala, lo cual extrañó un poco a Damien.

Damien: — ¿Mmm, por qué no está la señorita Sarv? Debería estar en su trabajo a estás horas — Mencionó Damien algo nerviosa y todavía sosteniendo la mano de Otis.

Se puede decir que la fuerza de Damien era increíble al ser un robot, pero por la información que se sabía, ella era la más débil siendo comparada con Cassandra.

La probé robot estaba temblando por el miedo de sentir que una de las oficiales que tanta confianza tenía no estaba.

Otis: — Descuida Damien, tal vez está revisando de que no hay nadie en la pizzeria, tal vez podemos ver en las cámaras y ver en donde podría estar — Dijo Otis mientras le acaricia la cabeza y le sonríe.

Damien se puso un poco más amarillosa en sus mejillas, por los cariños de Otis, así que asintió y Otis comienza a ver las cámaras para ver si estaba, la ventaja era de que había muchas pantalla para ver todo el lugar. Solo lo unico que le complicaba era de que tenía que sostener la mano de Damien ya que le apretaba cada vez que el trataba de separarse de su mano de la robot.

Mientras lo hacía, Damien nuevamente tuvo una falla rara causada por un virus invasor, usaba unos antivirus aunque tardaría un poco en eso, aunque Cassandra habló desde su mente.

— Hey, Damien — Sonó la voz de Cassandra.

"¿Que sucede, Cass?" Preguntó mentalmente Damien.

— Eso debería decirlo yo, tu nunca tienes fallas, menos un virus invasor — Respondió Cassandra.

"¿Un qué?" Preguntó nuevamente Damien en su cabeza.

— Un virus invasor, créeme. Ese virus es peligroso, de no ser por mí. Habrías herido a Otis con tus a garras y dientes — Dijo Cassandra.

Damien quedó en sorpresa al escuchar eso de Cassandra, miró a Otis y cuando su visión se puso roja, miró a otro lado aferrándose a la mano de Otis.

"Yo no soy capaz de hacerle daño a alguien, ni siquiera está en mi programación, ¿Verdad?" Se preguntó mentalmente Damien, Inconscientemente unas lágrimas de aceite salieron de sus ojos y estas se hicieron notar por Otis.

Este dejó las cámaras para tomarle la cara a Damien.

Otis: — ¿Qué sucede Damien, estas bien? — Preguntó Otis mientras le limpia las lágrimas de aceite a Damien.

"No soy capaz de lastimarlo, é- él es mi amigo" Se dijo mentalmente Damien, no abría los ojos ya que tenía miedo de que nuevamente su visión se pusiera roja y el virus invasor la haga hacer algo imperdonable.

Damien: — Nada, solo... — Trataba de excusarse pero simplemente no podía hacerlo.

Otis: — ¿Aún tienes miedo a estar afuera de la guardería? — Preguntó Otis, mientras le terminaba de limpiar el aceite del rostro a Damien.

Damien: — Un poco por eso, pero... — Trató de decirle la verdad pero tampoco podía hacerlo, Cassandra no se lo permitía.

— No le digas — Le dijo Cassandra, sonando ligeramente como orden.

"Quiero decirle la verdad, Cass" Dijo Damien mirando el suelo con las orejas agachadas.

— ¿Y que te tome como falla? Eso no — Dijo Cassandra sin medir sus palabras.

Damien ahora quería llorar por no poder decirle la verdad a Otis, hasta que sintió como su cuerpo era cubierto por los brazos de Otis, la tomó por sorpresa pero la ayudó a calmarse un poco.

Otis: — Ya, ya, tranquila todo estará bien, Damien — Dijo Otis mientras le acaricia la cabeza y luego las orejas.

Otis hizo que se sentara en el suelo y todavía la acariciaba para que se calmará, afortunadamente luego de unos minutos, finalmente logró calmarla.

Damien tuvo que conversar con Cassandra para que la dejara hablar con Otis sobre lo que pasaba, hasta que finalmente la convenció.

Damien: — Otis... — Lo llamó con las orejas abajo

Otis: — ¿Si? — Aviso Otis mirándola