𝑏𝑖𝑔 𝑏𝑎𝑛𝑔

El Big Bang es cómo los astrónomos explican la forma en que comenzó el universo. Es la idea de que el universo comenzó como un solo punto, luego se expandió y se estiró para crecer tanto como lo es ahora.

—Señor Takami Keigo, deje las burlas y recapacite el porqué se encuentra en este lugar. —solto el hombre, mirando al héroe aludo con cansancio.

—Señor Juez, recapacito constantemente y se que yo no debería estar aquí. —respondio con los brazos cruzados mirando seriamente al hombre sentado en aquella silla— no he echo nada malo.

—Señor, la joven lo acusa de ostigamiento, acoso, e intento de abuso. —dijo, mirando con lastima a la chica rubia que se encontraba sentada a unos metros.

—¡Por dios señor! ¡Yo jamás haría tal cosa! —hablo Hawks, defendiendose por si solo, no dejando hablar al señor a su lado, quien se supone era su abogado— ¡Aparte me gustan las castañas! ¡Tengo esposa! —se le escapó decir, recordando a una de las famosas actrices que veía diariamente en su serie favorita.

Todo el lugar quedó en silencio, y miraron atentamente a chico rubio.

—¿Acaba de decir que tiene esposa? —murmuraron por la sala.

Upsi.
Se le escapó una pequeña mentira y expresión... En medio de un juicio siendo televisado por todo el país.

—Si. Tengo esposa señor —sin embargo decidió seguir con la mentira cuando noto frustración en la chica rubia, aquella arpía tramposa— ¡jamás me atrevería a faltarle el respeto a nuestro matrimonio! ¡Muchos menos a mi amada esposa! ¡Aparte ella es castaña! —grito siendo lo más serio posible.

"El juez es un hombre de familia, respeta mucho el matrimonio, la vida casera y cosas relacionadas"

Recordó las palabras de su asistente.
Después de todo, si el héroe número dos decía tener una esposa, amarla, y vivir en un hermoso matrimonio. Pero también una fanática con antecedentes de acoso, alegaba haber sido casi abusada por este mismo. ¿A quien le creerían?

—¡Eso no! ¡Yo no! —la chica rubia se limpio las lágrimas y miro con rabia al héroe, balbuceando cosas y sin saber que decir.

Dos golpes con el mazo bastaron para hacer silenciar a toda la sala;— Dígame señor, hábleme más de su esposa, ¿Dónde se encuentra ella? —preguntaron hacia el ojirubi con curiosidad.

Los ojos de Takami brillaron ante la pregunta, estaba atrapando a aquel hombre

—Lamentablemente está ahora en el extranjero, —empezo a relatar— es por su trabajo, tiene un trabajo casi tan bueno como el de usted —aclaro cuando noto la mirada incrédula del Juez— nuestro matrimonio ha sido muy privado, ya que no es una persona a quien le guste la atención, y yo soy muy extravagante, pero ahora lo digo a la luz porque no solo se daña mi reputación, también es un insulto para ella, estar del otro lado del mundo, viendo cómo acusan a tu esposo por algo tan espantoso, e imaginar que te engaño, debe estar muy mal. —de fondo escucho varios suspiros de pena, por lo que siguió hablando— Mi hermosa chica debe estar pasándolo mal...

"Awww"
Un susurro entre la multitud, había logrado lo que quería, cuando volteo la mirada observo como aquella rubia lo miraba con enojo e impotencia, por lo que solo por ver más de ese rostro, continuo hablando.

—Escuche señor, mi esposa es una mujer amable y valiente, tiene los ojos más hermosos que jamás haya podido ver, el alma más pura que eh conocido, es la chica más hermosa-...

—¡¿Quién es esa maldita?! ¡Dímelo de una vez! —Bingo, la rubia empezó a gritar con fuerza mientras era sujeta por su abogado— ¡Tú debías ser solo mío Hawks!

Y ahí estaba, con esa reacción, él tendría credibilidad.

Nuevamente unos golpes contra la mesa pidiendo silencio;— Muy bien, eh tomado una decisión —murmuro el Juez— Me gustaría conocer a su esposa, Señor Keigo.

—¿Que-...?

—Muy bien señor Takami, entonces pospondremos esta sesión hasta que su esposa llegue del extranjero, —soltó aquel Juez con seriedad—, la señora Takami es llamada  a declarar en siete días. —Concluyó sin dejar hablar al héroe alado.

Su abogado se golpeó la frente, y Keigo quedó pensando.
¿Que había pasado? ¿Y ahora como conseguía una esposa en siete días? Una esposa que no lo conociera ni supiera del escándalo, claro.

¿Y sabes cuál sería nuestro Big Bang?

—¡Tara! —gritaron desde el otro lado de la casa— Necesitamos ayuda por aquí.

—¡La abuela me dijo que viera la televisión! —respondio con felicidad mientras se recostaba en el sofá, prendiendo la televisión y viendo el menú de series y películas que tenía el viejo dispositivo, pues le pertenecía a su abuela, y de milagro aún funcionaba.

Soltó un suspiro al recordar a su abuela, "la loca" como la llamaban en todos lados, era una triste historia para ella.
De joven escapó de casa, y apareció unos años después, embarazada y algo enloquecida, pues alegaba que tenía esposo, pero que no podría verlo porque sus oportunidades habían acabado, entre otras cosas.

Según su abuela, su abuelo era un gran guerrero, con poderes místicos, poseía tierras y era respetado, aunque a veces se refería a él como "un demonio" o "una bestia" o algo así, hablaba de poderes, perlas perdidas, monstruos, exorcismo, un monje pevertido, chamanes o cosas así, la verdad nunca entendió esas historias pero siempre las escuchaba, escuchaba todo lo que su abuela le decía.

—Ojala también vivir una historia así, abue —murmuro sacudiendo su cabeza y alejando todas las ideas y pensamientos.

—A ver, ¿qué serie veremos hoy? —se preguntaba ella mientras miraba con confusión aquella televisión en casa de su abuela—, quiero algo que me lleve a una aventura, así es. —Soltó antes de seleccionar una y ver cómo la pantalla brillaba con fuerza.

"¿Que rayos?"
Se pregunto mientras se ponía de pie, analizando el como la pantalla de la televisión brillaba con fuerza, camino con lentitud hacía esta, aún abrazando el control remoto contra su pecho.

La pantalla parpadeaba, y sentía que ya no habría vidrio ni cristal que separar nada, levantando un dedo tocó levemente la pantalla, vaya sorpresa se llevó al notar que ya no existía pantalla, pues de mano atravesaba por completo la televisión.

Salió del shook cuando sintió como algo la arrastraba al interior del televisor, intento safarse, pero perdió rotundamente.

—Abu-... —y las palabras quedaron al aire al ser totalmente consumida por el dispositivo. Dejando un pequeño polvo brillante en el suelo.

¿No lo sé, quizá un control remoto?

Hawks volaba, o bueno flotaba, tranquilamente analizando la ciudad, ¿Que había pasado?
¿Cómo conseguiría una esposa? ¿Castaña? ¿Que respaldará sus palabras en siete días?

—Que difícil es esto... —murmuro para si mismo, estirando tus brazos para relajar sus músculos— Ojalá me cayera una mujer del cielo —solto con burla.

Y vaya que se le cumplió —¡Ahhhhh! —un bella mujer castaña cayó en sus brazos, ambos quedaron en silencio por un segundo. Hasta que ella lo analizo, y lo observo;— ¡Ahhhhhhhhhh! —volvio a gritar, mirándolo con sorpresa.

—¡Ey! Hola, ¿De dónde caiste? —pregunto el héroe, con total calma, mirando hacia el cielo.

—Sueltame —dijo ella, mirándolo con pánico.

—De acuerdo —respondio, soltandola de inmediato y viendo cómo volvía a caer hacia abajo.

—Bien, ¡Ojalá me cayera mi almuerzo del cielo! —grito, viendo hacia el cielo— Demonios —murmuro al ver que nada pasaba y emprendía vuelo hacia abajo, en busca de la chica.

N/A: capitulo uno y que emocionada estoy.
🙊