Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|T2| Capítulo Ocho

• Temporada 2.
Capítulo 8.

Un coche escondido en lo más profundo de un estacionamiento, una joven pareja disfrutaban de un intenso como amoroso beso que demostraba cuánto se habían extrañado en un lapso de casi dos semanas enteras. Mitsuri sentada encima de Izuku, rodeó la cabeza de su amado esposo en un abrazo, batallaba intensamente en el beso. Mientras izuku aprovechando la vestimenta de su amada esposa deslizó su mano por debajo de la falda.

—Ah~ Izu.

Ella con un adorable gemido. Izuku besando el cuello de su mujer, continuo frotando por debajo de la falda.

No puedo contenerme más. Mitsu..–, Izuku le devolvió el susurró, mientras subía la camisa de su amada.

Izuku no pensó dos veces tocando por debajo del brasier el pecho de su esposa, cuando ella correspondió tomándolo por detrás de la cabeza para empezar con un nuevo intenso beso. Izuku se levantó un poco despuesto a bajarse los pantalones por la emoción del momento. Mitsuri puso sus dos manos en el pecho de izuku deteniendo el beso.

Espera~ Espera~ Amor.. Ah~

Izuku con la emoción del momento, no pareció escucharla, pero cuando se bajó la camisa, acomodándola un poco, izuku reaccionó.

Tenemos que detenernos., Ella ordenó para dejar inmóvil a su hombre.

—¿Qué pasa?—, Izuku con una mirada de cachorro triste, provocó una pequeña risa de Mitsuri. —¿Es porque no estamos en casa? Vámonos.—, Izuku que no estaba al volante, miro de un lado a otro para avanzar.

—Si es un poco por eso, pero también es porque no es de noche.—, Mitsuri comento.. —A parte de eso, amor, quiero hablar de un asunto contigo.—

—¿Malo? ¿Bueno?—, Izuku acomodó su ropa para perder las esperanzas de continuar.

—Depende de tu pensamiento. pero conociéndote bien, se que será una conversación positiva.—, Mitsuri respondió retomando el asiento de conductora.

—Ok—, Izuku acomodando su cabello como su esposa, él la miro unos larguísimo segundos.

—¿Qué pasa, corazón?—, Mitsuri vio a su esposo curiosa por la mirada.

—No charlaremos de eso ahora? ¿Por qué nos detuvimos?—, Izuku inexpresivo, dió unas palmadas en sus muslos para continuar, causando otra adorable sonrisa de la chica.

—Para ser un hombre realmente paciente, estás siendo demasiado impaciente mi vida. Solo espera un poco, hablaremos de todo en casa. Ahora.—, Mitsuri desvió su mirada para ver algo, mirada que fue seguida por izuku.

Izuku viendo a su hermana menor junto a su mejor amiga asuna, comento. —¿No las dejaste en las montañas? Es importante que pertenezcan ahí.—

—Solo por estos días, amor, ellas se han estado esforzando muchísimo en estas semanas. Tuvieron un avance monstruoso, estarás asombrado cuando las veas luchas juntas..—, Mitsuri reveló tocando su costilla aparentemente adolorida. —Nosotros disfrutaremos de unas pequeñas vacaciones en la montañas.—

Por su muñeca rota, le dieron la autorización de un pequeño descanso, por lo menos por 2 semanas para estar a un lado de su amada esposa. Después de esas dos semanas volvería con todas las energías.

—Esta bien, te veré entrenar a las chicas.–, Izuku declaró sonrojando de pena a su mujer que jugó nerviosamente con su cabello.

—Me da pena, no soy tan buena para ser maestra.—, Mitsuri todavía sonrojada, se sonrojo un poco más por un rápido beso de su amado, correspondiendo de inmediato, se acomodaron para recibir a las adolescentes.

—Buenos días, Imouto, ¿Cómo te trata la vida?—, Izuku bajando la ventana, la entusiasmada adolescente sonrió demostrando emocion.

—¡Onii-sama, bienvenido de nuevo!—, Dai abriendo la puerta del coche, se lanzó para abrazar a su hermano. Izuku con su único brazo disponible devolvió el abrazo con unas palmadas en la espalda.

—Gracias Imouto. Extrañé estar en casa. Asuna-chan, buenas tardes.—, Izuku saludando a la compañera de su hermana, asuna hizo una respetuosa reverencia en saludo.

—Buenas tardes, Izuku-sama. Bienvenido al país de nuevo.—, Asuna saludo cortésmente.

—Gracias—, Izuku comento para señalarle con un dedo. —Por favor, sube.—, Ella hizo lo ordenado entrando de nuevo a la camioneta , haciéndose un poco de espacio. —Tenemos mucho que charlar, ¿Verdad?—

—¡Si, hermano! ¡Cuéntame cómo fue tu misión?! ¡Me trajiste un recuerdo!?—, Dai tomando el regazo de su hermano para sentarse, se entusiasmo por la nueva historia de Izuku.

Izuku tomó del bolsillo una tela blanca, poniéndola en las manos de una emocionada niña a la vista de izuku. Ella abrió la tela para ver el mismo abanico pero cerrado.

—¿Un abanico?—, Dai curiosa, no se quejaba por los recuerdos de su hermano, después de todo todos los recuerdos venían con una historia genial.

—Si.—, Izuku contestó para continuar. –Este abanico pertenecía a la luna superior dos, se lo arrebaté para despues dañarlo. Me lo quede porque pensé que sería un buen arsenal para tu colección de mis cosas, bonito, no?.—, Izuku soltó el punto máximo de la pequeña historia.

—Genial.~—, Dai con unas estrellas en sus brillantes ojos verdes, vio con detenimiento las pequeñas manchas de sangre.

—...—, Mientras su hermana admiraba los detalles del abanico. Izuku vio una imperceptible mancha consumir una minúscula parte de sus células.

Callado por segundos, solo escuchaba la charla que su hermana contaba, siendo parte su entrenamiento en estas dos semanas, su atención se desvió por esa minúscula cantidad de celulas consumidas, como si fuera un cancer, esa energía oscura iría consumiendo a su hermana menor.

—¡Hermano! ¡¿Me contarás ahora toda la historia?!—, Dai llamó a izuku que tuvo una pequeña reacción, subiendo sus hombros en pensarlo.

―No sé, no hay mucho que contar. Y no sé, solo no sé.―, Izuku puso una mano en su mentón, cerrando sus ojos un segundo, no tenía muchos ánimos de contar. ―Te la debo, imouto.―

―¡Por favor, Onii-sama! No te cuesta nada, ¡Tenemos un largo camino!―, Dai que iba a mover a su hermano, se abstuvo completamente. ―Esta bien, Onii-sama, perdón.―

―Gracias por comprender, imouto. Mañana ven con madre a nuestra casa. Te contaré todo mientras jugamos vídeojuegos.―, Eso pareció animar considerablemente a su hermana, que se termino pasando al asiento de atras, justamente encima de una neutral asuna.

―Eso mismo. Inko-chan no paro de llamarme preocupada. Vas a tener que llamarla apenas lleguemos a casa, querido.―, Contesto la bella conductora, viendo en ciertas direcciones, acelero a paso lento.

―Con la misión, rescate, operación y descanso. No tuve tiempo de comunicarme con ella, pero si la mantuviste al tanto, ¿Cierto?―, Pregunto viendo atentamente a su esposa.

―Si, si.~―, Contesto sin preocupaciones, su adorable suegra fue sencillamente calmada por ella durante este tiempo.

―Entonces no me debo preocupar. Por cierto, Rumi me ha estado mandando mensajes, ¿No sabes que quería?―, Izuku recien tomando su teléfono, vio hasta abajo en los chats.

―Buscaba reunirse con nosotros, no supo que estabas en misión hasta que le avisé. Quería hacer esos extraños retos de quién caza mas demonios en una noche.―, Conto con una sonrisa un tanto nerviosa. consideraba a su mejor amiga coneja como "mala influencia" para su esposo.

―No has recibido nada de ella?―, Izuku cambio de pregunta repentinamente.

―¿Rumi?―, No entendiendo, con la negación de cabeza de izuku, comprendió  al instante. ―Oh, no, no me di la oportunidad de reunirme con ella, esta ciudad, no, el país ha estado inquietamente tranquilo desde que te fuiste. Asi que me relaje un poco mas de lo esperado.―, Sacando tiernamente su lengua, le guiño el ojo a un tranquilo izuku.

―Esas palabras son agradables de escuchar, perfecto.―, Satisfecho con la poca pero confiables palabras de su esposa, se pudo relajar un poco en su asiento.

―¿No es malo, Onii-sama? ¿Los malos no estarán tramando un plan maligno para derrotarte?―, Dai acomodándose mejor en las piernas de su mejor amiga, ante esa pregunta asuna también presto más  atención.

―Uno de sus demonios más poderosos tuvo que huir de su base. Si planean alguna cosa, con esta misión seguramente se lo pensarán dos veces. Ademas, me tiene un tanto despreocupado, la nueva generación de héroes cada vez se vuelve más capaz de contener un demonio.―, Contesto tranquilamente el héroe, viendo a la ventana.

Asi funcionaba la vida: dejar un importante mensaje a la futuras generaciones. Con ellos la humanidad seguiría evolucionando para mejor. Su determinación: dejar ese importante mensaje. Cada ciclo de vida traería la oportunidad de superar lo que una vez fue totalmente imposible..

~

―Niñas, ¿Estan completamente seguras de que quieren que las dejemos aqui? Podemos llevarlas a sus casas.―, Propuso Mitsuri.

Centro comercial, una parada las cual ambas adolescentes decidieron bajar.

―Esta bien, Onee-sama, pasaremos el dia aqui comprando o comiendo. Asi ustedes pueden hacer sus cosas sin interrupciones.―, Dai contesto despreocupadamente.

―¿H-hacer sus cosas?―, Mitsuri pregunto tímidamente. ―N-no sé de que hablas, Daiana-chan.―

―¿....? Ya sabes, Atender papeles, analizar estadísticas, todas esas cosas de héroes geniales.―, Dai comento de nuevo, un tanto confundida.

―¿Oh? ¡Oh, eso! Si, si, justamente cosas de héroes geniales. Si.―, Recuperando una sonrisa confiada, señalo con el dedo a las confundidas adolescentes. ―Eres una niña inteligencia, Daiana-chan!―

Izuku no quitando su mirada neutra de su esposa, ella paso a rojo totalmente, conociendo las expresiones de su esposo, no dudaba en que se burlaba un poco de ella. El héroe pasando ahora su mirada a su hermana menor, hablo:

―No llegues a casa tarde. Ya es suficiente que madre se preocupe por mi.―, Izuku ordenó en rápido asentimiento. ―Si necesitas dinero, te pasare a la tarjeta. Verifica que tengas ahora.―

―¡No te preocupes, hermano! Mamá me paso cuando pise la ciudad.―, Dai contesto recibiendo el asentimiento de Izuku.

―Ok, cuidense. Te vere mañana.―, Izuku se despidió cerrando lentamente la ventana, viendo como las adolescentes alejarse.

De nuevo el viaje comenzo, esta vez con un extraño silencio. Mitsuri daba varios toques al volante de forma nerviosa, viendo de reojo a su esposo. Ese nerviosismo se desvaneció cuando noto la mirada baja del héroe.

―¿Estas bien, amor?―, Pregunto. ―Cuentame corazón, ¿Te atormenta una cosa? .. O estas cansado.―, Ella se detuvo por el semáforo, acercando su rostro a la mejilla de Izuku, le dio un amoroso beso rapido.

―Me preocupa una cosa.―, Confeso Izuku. ―Mi hermana no presento ningún inconveniente en su entrenamiento?―, Pregunto.

―Solo cuando íbamos subiendo a las montañas. Un cansancio repentino hizo que no pudiera dar ni un solo paso más.―, Contó con un pequeño nudo en la garganta, ver ese destelló de felicidad marchitarse poco a poco, la ponía realmente triste. ―Pero después de comer, descansar y relajarse, estuvo como nueva.. Se adapto realmente fácil al entorno nuevo, como si estuviera acostumbrada.―

Izuku no contesto a las palabras de su amada, aliviado a la contestación. Entonces sus suposiciones quedaron en una sola teoria: su hermana menor caería si solo llevaba su cuerpo al limite y estaba cargada de estres. Por eso en cada sesión de entrenamiento, ella necesitaría descansar adecuadamente, tambien liberar cualquier estrés que estuviera teniendo. Llenarla de cansancio como de estrés adelantaría de forma abrupta esa contaminación.

Como su padre.

Él habría soportado mas tiempo..

Si tan solo hubiera estado en reposo..

Izuku suspiró cansado, cuando el tacto de una suave mano se poso encima de la suya, viendo la sonrisa amorosa de Mitsuri, ese cansancio pareció desvanecerse en su totalidad.

―Todo terminara bien, mi amor. Dai-chan estará perfectamente. No te estreses demasiado, ¿Bien?―, Apoyo cariñosamente, acariciando la mano de un más calmado Izuku.

―Me esforzare para que todo termine bien. No pienso romper mi promesa con imouto..―, Tomando una postura relajada, aparto su mano de las relajantes acaricias de su esposa.

―¿Cariño?―, Pregunto curiosa por el cruel apartado según ella. Pero su rostro paso a ser a un rojo adorable. ―¿C-cariño?―

La mano de Izuku posada en el muslo de su esposa, el hombre solo miro en dirección a la ventana de forma de tener un pensamiento filosófico.

―¿Este es el verdadero sentido de la vida? .. La razon de nuestro nacimiento, crecimiento, reproducción y finalización de la misma vida.―, Izuku presionando el muslo de su esposa. Tuvo un repentino razonamiento. ―Aspectos maravillosos de la vida.―

Izuku bajo su mirada para presionar de nuevo el muslo. ―Tantos años y me sigue sorprendiendo. Impresionante.―

―Me distraes, Izuku, chocaremos.―, Sintiendo perfectamente la dura mano de su esposo, solo se sonrojaba cada vez más.

―Entonces tendrás que proteger mi cabeza con estas, Mitsu-chan.―, Contesto quitando su mano, optando por dejar de molestar a su esposa.

Después de dejar de lado ese pensamiento triste a un lado, se relajo considerablemente, su mente cambiando de dirección de pensamientos, solo disfruto del viaje. La camioneta se estaciono en la entrada de una mansión tradicional japonesa. Su casa.

―Amor, despierta. El viaje termino.―, Mitsuri viendo cariñosamente a su esposo, toco cuidadosamente su hombro para moverlo.

Izuku babeando un poco, abrió la puerta para caminar tambaleante a la entrada, intentando abrir la puerta, un creciente enfado se empezo a formar al ver que no abría.

―Cariño, llave.―, Con ojos en blanco, le lanzo dichas llaves, siendo tomadas por un dormido Izuku.

Izuku ahora pudo entrar, viendo todo perfectamente ordenado, sonrío un poco, caminando al sofa, simplemente se recostó para al segundo terminar dormido. Mitsuri que entraba con las pertenecías de su esposo, las dejo en la entrada para cerrar su puerta.

―Hogar dulce hogar.―, Mitsuri sonrío realmente contenta, caminando en busca de su amado, lo vio dormido.

Ahora cubierto con una manta, Izuku descansaba comodamente sobre los muslos de su amada esposa. Después de no dormir demasiado durante su misión, su corazón se llenaba de paz al estar junto a ella. Descansado en su casa, sin responsabilidades pendientes y teniendo unas vacaciones temporales. Ahora en su zona, se tomo el tiempo para tomar un extenso sueño.

―¿Acaso nuestro amor no significo nada?

Izuku recuperando un poco sus sentidos, escucho una voz de telenovela, reconociéndolo intento seguir durmiendo, pero sintió unas cosas pequeñas caer en su rostro, cuando a la vez una mano se pasaba rápidamente por la misma. ¿Unas migajas de comida? De nuevas cuentas su esposa comía encima de él.

―...

Izuku abrió sus ojos desorientado, pero reacciono rápidamente cuando su esposa se estaba atragantando con seis galletas, palida cual hoja, se golpeaba el pecho para sacarlo todo.

―¡Mitsuri!―, Izuku con una fuerte palmada, hizo que su esposa expulsará absolutamente todo. ―Te he hablado mucho de esto. Uno a la vez, no seis, ¿estas bien?―

Mitsuri se llevo otra de las galletas a la boca, mientras subía un pulgar. ―Gracias amor, tendré mas cuidado.―

Izuku volvio a su estado desorientado, mirando de un lado a otro. ―¿Cuanto me descanse? ¿Es de noche?―

Una risa adorable de su esposa llamo su atención. ―No querido, descansaste como 26 minutos.―, Tocando el cabello desordenado de su esposo. ―Ese demonio feo te dejo el cabello disparejo, ¿Quieres que te acomodé un poco?―

―Por favor.―, Izuku recordo el instante en donde la luna superior dos le dio un mal corte de cabello.

Izuku mantenía los ojos mientras una pequeña burbuja de moco se formaba, cuando exploto despertó un poco, escuchando las tijeras de su amada cortar su cabello.

―¿Vas a querer que te quite la barba, cariño?―, Mitsuri pregunto limpiando un poco.

―¿Te molesta? ... ¿como me verías con una barba?―, pensando en nuevo estilo, pidió la opinión de su esposa que tartamudeo un poco al responder.

―Te quedaría genial cariño, pero no te veo con barba, al menos no por ahora.―, Mitsuri contesto, imaginando a un izuku mas señor, fuerte y con barba.

―Mitsuri-chan, estas babeando.―, Izuku llamo para captar de nuevo su atención.

Izuku sonrío un poco al escuchar las sonrisas nerviosas de Mitsuri. Viendo la televisión, se trasmitía su informé durante esa misión en Rusia. Satisfecho por el informé de la cantidad de personas salvadas, no se centro tanto en derrotar al demonio. Su cabello totalmente ordenado, ahora era corto como alborotado en todas direcciones.

―Perfecto, ahora ve a bañarte cariño.―, Mitsuri le señalo el baño, tapándose un poco la nariz.

―Gracias, Mitsu-chan. Dime, ¿No quieres venir conmigo?―, Izuku sujeto de la cintura a su ahora sonrojada esposa.

―No, no. No eres un bebé. Ve a bañarte tu solito.―, Mitsuri se controlo, empujando de forma juguetona a su esposo al baño.

Un dia normal de Izuku Midoriya.

Después de un relajante baño, la pareja ahora sentada en una mesa llena de banquetes, una hermosa reina, belleza de la naturaleza, amada por todo el mundo como la flor más hermosa. Comía como todo un camionero, sin contenerse para nada, devoraba todo a su paso sin compasión, soltando suspiros satisfechos por la "pequeña comida" se detuvo en secó cuando vio a su esposo intentando cortar un huevo con la cuchara. Sin un brazo, le estaba siendo todo un reto derrotar a un solo huevo.

―._.

Mitsuri habia dejado su comida para después, colocándose a un lado de su esposo, tomo los cubiertos para comenzar a darle de comer. Alimentándolo cariñosamente, se formo un ambiente bonito. Cuando se cayeron hipnotizados del otro, una noticia capto la atención de Mitsuri.

- All Might cambio el mismo clima de un puñetazos y salvo la vida de dos adolescentes.

―¿Uh? ... ¿Abuelo Might?―, Conociendo perfectamente al hombre. ―No pensé que estaría en la ciudad.―

Izuku también vio su atención, el sonriente hombre en la pantalla, claramente otro héroe reconocido a nivel mundial, como el héroe número uno de Japón. Pero lo que llamo más la atención de Izuku, fue el reconocido centro comercial.

Sacando su teléfono, empezó a marcar a un número rápidamente. Llamando de inmediato, espero una instantánea respuesta:

―¿Hola, Onii-sama?―, Dai contesto en tono nervioso, por la situación que vivió.

―No tuviste involucrada en el accidente del centro comercial, verdad?―, Izuku menciono seriamente, teniendo ese mal presentimiento.

―Es todo un tema, hermanito. Una anecdota interesante que contarte mañana. Estas horas han sido una locuraa!―, Dai confeso, no pudiendo ocultar esta pequeña historia.

―Entraste en contacto con el héroe número uno? Si es asi, te hablo de un poder. Dedusco, correcto?―, Izuku menciono neutralmente.

M-me asustas, onii-sama, ¿Eres un adivinó?―, Tartamudeaba un tanto nerviosa por esas palabras declaradas por su hermano.

Izuku se mantuvo callado. Recordando un encuentro entre él con el héroe número uno. No le preocupaba que su hermana aceptará esa condición, pero le preocupaba bastante que dicha condición acelerara el progreso de su hermana menor. Tanta sobrecarga en un pequeño pero bien entrenado cuerpo, aceleraría o iba a relantecer el progreso.

―¿Onii-sama? ... ¿Onii-chan?―, Preocupada por no tener respuesta de su idolo, uso mas el sufijo cariñoso que respetuoso.

―Si, perdón, imouto. Mañana ven a casa, necesitamos hablar a solas. Este asunto de los poderes en bastante serio.―, Izuku contesto para escuchar un ruidito de aceptación de la adolescente.

―Me parece bien, te contaré todo mañana.―

Izuku dejando su teléfono en la mesa, se perdió levemente en sus pensamientos: no deseaba que su hermana tomará ese poder, es más. Tampoco que fuera una heroína profesional, si pudiera contenerla para que no haga tantos esfuerzos, lo haría sin dudarlo.

Pero..

Él luchaba para que ella tuviera la libertad de tomar el rumbo que deseará, retenerla tampoco era de su agrado. Una vida sin arrepentimientos. Una vida donde cumpliera todos sus sueños. Ese era su deseo para su hermana menor.

―Amor. No te agobies tanto en tus pensamientos, te estas estresando innecesariamente y eso no va a solucionar absolutamente nada.―, Mitsuri a espaldas del concentrado Izuku, empezo a masajear sus hombros.

―Todo terminará bien, verdad?―, Izuku pregunto en tono bajo.

Abrazando del cuello a su amado, beso amorosamente su mejilla. ―Todo va a terminar bien, mi amor.―

De reojo, ambos se vieron unos intensos segundos. Donde todo se termino por romper. Con unas extensas horas que demostraron su amor. Esas horas de demostración ninguno se contuvo claramente.

Dia Siguiente.

Dia realmente brillante, los pequeños animales encima de los árboles corrían alegres. Unas aves veían curiosos la mansión tradicional, donde la noche anterior no los habían dejado dormir. Dentro de la habitación, Izuku caminaba a paso lento, abriendo las cortinas, se mostro con unos pantalones largos oscuros. Su pecho desnudo enseño su figura delgada pero musculosa.

El protagonista comenzo a juntar la ropa dispersada por la habitación, su brazo en recuperación ralentizó cada movimiento, contando con la intensa noche. Solo pudo ir mas lento que de costumbre.

Tocando su cintura y mirando a su cama, vio a su mujer practicamente destruida. Suspirando un poco. Eso habia sido intenso por ambas partes.

Limpiando la desordenada habitación, su amada en estos casos no se levantaba nada temprano. Acercándose a su esposa, se acomodó una vez mas en la cama, abrazándola. Ella todavía dormida también termino por abrazarlo.

Atrayéndola hacia él un poco, susurró: ―Mitsu, ¿no quieres continuar?―, bromeo un poco.

Mitsuri hizo una pequeña mueca, mientras se escondia en las sabanas, rodando a un costado, se separo de su esposo para continuar con su calido sueño. Parecía que se lo tomo en serio. Aunque las sabanas no ocultaban nada, izuku se estaba tentando bastante, si seguía viendo pasaría de broma a realidad.

Recogiendo su teléfono, simplemente comenzó a ver las noticias del mundo. Escuchando la música relajante que sonaba de su televisor. El mismo sonido de los pequeñas aves. Estar en calma al lado de su esposa después de complacerla. Esto era vida.

Izuku apago su teléfono. Mirando su ventana, el día hermoso. Un día perfecto, esto solo lo ponía mas contento. ―Mitsu. Mitsu. ¿No quieres tomar algo en el balcón?―, Susurro.

Tuvo cuidado con su brazo, poniéndose de costado, abrazo a su amada, intentando obtener su compañía en este hermoso día, donde todo parecía que iría perfecto.

―... No puedo, Izu.. Dejame descansar.―, Mitsuri se tapo un poco más, continuando con su sueño.

Ese susurro realmente bajo se escucho, escuchada perfectamente por izuku que volvio a ver el techo. Cruzándose de brazos, su esposa malhumorada y con sueño no podía hacerla cambiar de opinión. Levantándose de la cama, se fue entristecido.

• Media hora después.

Sentado fuera de su casa. Izuku estaba tan calmado que las pequeñas aves se acercaban sin miedo. En su mano se coloco un pequeño animalito que empezo a hacer alimentado por el héroe. Izuku bebió de su té, rebosante de tranquilidad, una pequeña sonrisa se formo ante los bonitos animalitos, pero esa sonrisa se desvaneció cuando dichos animalitos se separaron alertados por el fuerte ruido de una camioneta estacionándose.

Levantándose, camino rumbo a la entrada de su casa. Viendo como su hermana menor se bajaba rápidamente para correr en su dirección. ―¡Onii-chan, Buenas tardes!―

―Imouto, mi día mejora cada vez más. Gracias por venir.―, Izuku saludo, acariciando el cabello de su hermana menor que correspondió con una adorable sonrisa.

Izuku vio a su madre también que caminaba hacia ellos de manera ansiosa, pero lo que atrajo al protagonista fue ver al bebé que su madre tenia. ―Mamá, buenas tardes. Estuve rezando frecuentemente por tu buena salud.―

―Gracias mi amor. Me preocupé muchísimo al no recibir ninguna respuesta tuya.―, Inko contó, viendo el vendado brazo de su cría.

―Perdón, mamá. Pero deberías estar acostumbrada, hago esto desde niño. Volveré a ustedes sin importar que pase.―, Izuku atrajo a su madre en un pequeño abrazo correspondido.

―No puedo acostumbrarme pequeño. Sé que es tu deber, sin embargo sigo siendo una madre preocupada.―, Inko declaro de nuevo, mientras tenia cuidado de no presionar tanto en el abrazó.

―No pasara nada malo.―..

Hasta no hacer realidad su promesa.

―Perdón, perdón, me calmare un poco. Estoy interesada en saber como mi bebé resulto herido contra un demonio.―, Inko menciono. Su bebé prácticamente intocable por los demonios en estos años, se sorprendió por escuchar que se tomaría un descanso por recuperación.

―Si, pero antes. ¿Puedo ver a la bebé?―, Izuku preguntó ahora poniéndole atención al bulto que estaba tapado por una manta..

―Por supuesto mi amor, tuvo su baño, su comida, ha sido una bebé mimada estas semanas.―, Inko después de mencionarlo, le entrego la pequeña cosita envuelta.

Izuku adquirió unos brillitos, desenvolviendo un poco, vio a su pequeña mascota. Una pequeña gata albina. ―Fuiste mimada por la abuelita, ¿no?―

Copo de nieve, clavando sus garras en el pecho desnudó de Izuku, empezo a subir rápidamente al reconocerlo. Con una mirada adolorida de Inko por esa agresividad del animalito. Ella se coloco en el hombro de calmado izuku que entro a la casa.

―Pasen, por favor.―, Izuku comento para que ambas en plena confianza entraron quitándose los zapatos.

―Santo cielo.―, Dai viendo la espalda de su hermano. ―Hermano, ¿Que te paso en la espalda?―, Los notables rasguños fueron vistos por la adolescente.

―... Cuatro osos entraron a la casa durante la noche.. Tuve que darles sus merecidos, fui dañado también.―, Conto para admiración de su hermana menor que le creyó totalmente.

―... Si, tuvo que ser un gran oso.―, Inko sonrío cuando su niño bajo la cabeza, en clara vergüenza.

Esa sonrisa subio un poco más cuando vio un enorme cuadro de izuku abrazado con mitsuri, ambos teniendo kimono de ceremonia tras una boda. ―Como esta Mitsuri-chan?―

―Esta bien, descansa un poco. Y no quiere levantarse.―, Izuku respondió desviando un poco su camino. ―Ire a verla. ¿Quieren ir afuera? Esta muy bonito el día.―

―Claro cariño, como quieras. Te esperamos afuera.―, Inko contesto, mientras su brazo era abrazado por su pequeña princesa.

Izuku con cuidado de que su hermana menor no lo siguiera, ella una vez se ven siempre estaba detrás de él como un pequeño cachorro, no viéndola, entro a la habitación. Suspirando aliviado de no tener a su hermana cerca, vio a su esposa totalmente destapada, dejando ver su perfecto cuerpo.

―Mitsu.―, Moviéndola un poco. ―Mi madre esta en la casa.―

Mitsuri viendo a su esposo un poco desorientada, ella no quiso negarse, pero se notaba cansada. ―Perdon.―, susurró.

―Esta bien, perdón por lo de anoche. Sere más delicado la próxima.―, Izuku ahora un poco arrepentido, acaricio la mejilla de su amada.

―No me quejé.―, Ella volvio a susurrar con una pequeña sonrisa divertida.

Izuku todavía acariciando la mejilla de su amada. Vio su hombro. ―Por cierto, mira quien esta de regreso.―

La mirada de Mitsuri, se comenzó a iluminar cada vez mas al ver ese pequeño gato blanco. ―Mi bebé.―, Declaro contenta.

―Asi es, duerme un poco con ella. Cuando estes despierta te esperará un pequeño banquete, solamente para ti.―, Izuku comento para el aumento en la iluminación de su amada.

Tomando al pequeño felino en sus brazos, se hizo una bolita para continuar durmiendo, dándole pequeños mimos a su bebé, Izuku tomo una de las mantas para cubrir a su esposa. Acomodándole un poco la cama para mayor comodidad, ambos compartieron un beso amoroso para la separación del héroe.

~

Disfrutando de una merienda, la familia Midoriya después de un tiempo se juntaron para charlar, extrañándose unos a otros, la atmósfera era felicidad para los tres. Izuku mientras masticaban unas galletas, vio a su madre platicar sobre su semana.

―¿Estuviste nerviosa, mamá?―, Dai que escuchaba cada palabra, como su hermano mayor, disfrutaba de las galletas también.

―Estoy acostumbra, la comida nunca decepciona. Por eso mi restaurante se llevo una buena calificación.―, Inko sonriendo con falsa soberbia, se sacudió el hombro como si no fuera nada.

―Son buenas noticias. Pero si necesitas una ayuda, siempre podemos ir con Mitsuri-chan. Ella estará encantada de poder ayudarte, madre.―, Su influencia era la mejor por debajo de un solo héroe. No, creía que supero a ese héroe en influencia.

―Claro que no, mi niño. Si tuviera una recomendación de ustedes mi restaurante no se ganaría la fama con esfuerzo. Todo esta bien por suerte.―, Inko negó con agradecimiento.

Izuku no menciono nada al respecto, alegré por saber que a su familia ahora le iba bien, vio a su hermana pequeña en busca de saber de ella. ―¿Como estuvo tu semana de entrenamiento, imouto?―

―¿Mi semana de entrenamiento?―, Dai pregunto confundida, pensando que charlaría con su hermano al respecto de un asunto de poderes. ―No ibamos a..―

―Eso lo dejáremos como un pendiente después. Ahora cuéntamelo todo imouto, ¿Mitsuri-chan fue una buena maestra?―, Izuku pregunto amablemente, su madre no parecía estar al tanto, y deseaba que continuara asi, al menos por un pequeño tiempo.

―Fue un poco tímida al principio, pero después tomo confianza y nos torturo. Nos lanzaba rocas, tuvimos que esquivar cuchillos oxidados, nos obligo a realizar entrenamientos de estiramientos brutales. Dio sus frutos.―, Dai revelo.

―E-eso de cuchillos, ¿es totalmente necesario?―, Inko no quiso tener la imágen mental de su nuera de malvada.

―Te da mayor reacción al peligro. Los demonios le lanzarán cosas peores que cuchillos, mamá.―, Izuku contesto, tratando de no preocuparla demasiado, cosa que no funciono.

―No es un tanto extremo?―, Inko pregunto, un tanto timida. No podia pensar en que su bebé esquivaba cuchillos oxidados.

―La vida de un héroe siempre va a ser extrema, madre. No te preocupes por ellas, mi esposa sabe atender heridas de cuchillos. Y nunca apunta a la cabeza. Si no, imouto no estaría aqui en estos momentos.―, Menciono intentando calmar a su amada madre que se preocupaba demasiado.

―No me tranquilizan tus palabras, Izuku-chan. Tú, estarás al lado de tu hermanita para cuidarla, cierto?―, Inko pregunto nuevamente.

―Si, pronto me pondré al tanto con el entrenamiento de imouto, para que no te preocupes, bien?―, Izuku dando su palabra, ahora si pudo calmar a su madre.

Inko convencida, dio un movimiento de cabeza en aceptación, disfrutando de nuevo de la reunión, después de media hora. En medio de charla, la atención fue dirigida a una bella mujer que salio de la casa. Mitsuri Midoriya.

―Mitsuri-chan, Buenas tardes.―, Inko saludo amablemente a una despierta Mitsuri.

Inko-chan, Dai-chan. Buenas tardes.―, Susurró abrazando a su suegra, viendo que no habia un asiento para ella, simplemente tomo el regazo de su esposo.

―¿Estás bien, Onee-sama? ¿Por qué susurraste?―, Dai miro a los costados, pensando que su cuñada habia visto un enemigo oculto y por eso susurraba.

―Mitsuri-chan esta enferma de la garganta. No puede hablar demasiado.―, Izuku comento para risas nerviosas de su mujer.

―¿Eh? Pero si ayer estaba perfectamente bien, no se veía enferma.―, Dai volvio a comentar esperando otra respuesta.

―Ya te dijo pequeña. Esta enferma, no busques otra explicación.―, Inko cayo a la confundida daiana, aunque ella no era tan tardada en comprender.

―Mamá, esperaba a que mi esposa se levantará para que te haga compañía, perdón pero tengo que hablar de algo en privado con imouto.―, Izuku comento, para confusión de su esposa como madre.

―Esta bien, pequeños.―, Inko respondió.

~

Parados en un extenso campo, los talados arboles se vieron perfectamente apilados uno encima del otro, para confusión de la adolescente que no habia visto esta parte del territorio de su hermano. ―¿Piensas hacer una casa aquí, hermano?―

―No.. Es un poco más complejo que eso..―, Un silenció entre ambos se formo, esperando la continuación del héroe. ―Una granja.―

―.... ¿En serio?―, Dijo la adolescente.

―Completamente, un proyecto que no se esta formando por ahora, no obstante, me agrada la idea cuidar animales y cultivar.―, Izuku respondió, tocando los apilados troncos de arboles talados.

―Oh... ¡Entonces te ayudare a cuidar a los animalitos, hermano!―, De incredulidad paso a felicidad en un instante.

―Tomare tu palabra, imouto. Ahora dime, ¿que deseas charlar?―, Izuku comento sentándose, seguido por su hermana menor. ―¿Has aceptado el poder del héroe numero uno?―

―Es una decisión que deje pendiente hermano, quiero saber si debería aceptarlo o no.―, Dai miro a su hermano, para encontrar una respuesta sencilla con un "si o no".

―¿Tu que piensas?―, Izuku pregunto para negación de cabeza de Daiana.

―No se que pensar al respecto. No se lo que es correcto.―, Ella contesto.

―No se trata de que es correcto o no, imouto. Si no de lo que sientes al respecto.―, Izuku menciono.

―¿De como me siento?―, Dai pregunto, esperando otro sabio consejo de su hermano.

Una calida ventisca refresco a los hermanos, los cuales se tomaron ese segundo para disfrutarlo, cuando el ambiente se comenzo a tornar un poco melancólico por parte de Izuku.

―Hermanita, ¿conoces la historia de nuestro padre, el origen de absolutamente todo?―, Izuku pregunto un tanto serio.

―Soy consciente, hermano. Él y mamá nos tuvieron desde muy jovenes, no? Y bueno, tristemente falleció a causa de un demonio.―, Dai resumió bajando su cabeza, un hombre que no tuvo el placer de conocer. Su padre

―Correcto, ellos cuando nos tuvieron fue complicado. Hubo problemas con nuestra difunta abuela y iniciamos nuestras vidas desde cero. Donde ese inicio nos trajo una bendición, el sol que trajo felicidad a ese duro inicio. Tú, imouto.―, Izuku tambien contó resumiendo un poco. Para ir al punto que deseaba tocar.

De forma timida pero feliz por la palabra de su hermano, ella decidio escuchar todo sin interrupciones.

―Padre, cuando era un adolescente, fue un hombre todavía sano, la maldición no le afectaba en nada. Sin embargo ese cuerpo sano fue marchitándose poco a poco por el constante esfuerzo de darnos una buena vida.―, Contó recordando esas épocas donde su vida era iluminada por una pequeña persona, su hermana menor.

Dai escuchaba entristecida por lo que contaba su hermano, como recién remarcado, no tuvo el honor de conocer a su padre. Su mamá siempre le daba pequeños recuerdos de él para mantener su memoria viva. La triste ausencia de él en su vida nunca le afecto negativamente puesto que siempre puso a su hermano como una figura a seguir, donde tomo el lugar de su padre son problemas. Ahora mismo no comprendía a que quería llegar su hermano, pero escuchaba absolutamente todo.

―Hermana, sé que es una historia repetitiva que siempre madre te cuenta. Yo ahora necesitaba contártelo para ir a mi punto. Padre siempre fue un hombre laburador, sin importar que su vida estuviera siendo consumida. Él nunca quiso tomarse un descanso, ni mucho menos hacer algo que a él le gustará.,―

Esa imagen mental del hombre cansado, hasta sus ultimas horas de vida.

―Nunca llego a pensar en si mismo, por eso siempre me pregunte; ¿cuales eran sus sueños? .. Una vez llego a desear algo pero fue limitado a realizar la misma rutina día tras día tras día.―, Izuku pensó para pequeño asombro de la adolescente que nunca llego a pensarlo.

―...―

―A todo esto, va mi punto: hermana, quiero que tengas el poder de tomar el rumbo que desees. La vida es es corta, por eso quiero que empieces a tomar las decisiones, que no tengas ningún arrepentimiento. Solo tienes una vida, y debes de disfrutarla al máximo.―, Izuku menciono.

―Hermano...―

―Padre no tuvo oportunidad de disfrutar con las personas que amaba. Tú a diferencia de él tienes la oportunidad de disfrutar al máximo la vida. Y quiero que tomes decisiones por tu cuenta de cosas que te hagan felices. ¿deseas tomar ese poder? ¡Tómalo! ¿Quieres ser fuerte? Esfuerzate, ¿Quieres ser la heroína mas poderosa del país? Esfuerzate en conseguirlo. Para que nunca te arrepientas de nada, haz lo que tu corazón y alma anhelen.―

Dai que no le quito la mirada de encima, sus ojos estaban un tanto aguitados por aquellas palabras.

―Yo luchare para que el rumbo que decidas sea largo. Tú solo encargate de vivir tu vida al máximo. ¿Si?―, Izuku evitando ver a su hermana llorar, porque si no él también lloraría.

~

Después de la conversación. Ambos acostados en las verdosas plantas veían las nubes. Centrados en relajarse, Izuku esperaba que su propia hermana acomodará sus ideas con este momento de reflexión. Tomando su teléfono, vio el mensaje de su amada esposa, contestándole al instante. Ese momento de reflexión se tendría que detener para volver a la casa.

―Imouto, tenemos que regresar a casa. Mamá esta preparando comida.―, Izuku en neutralidad, en el fondo estaba emocionado por probar de nuevo la comida de su madre.

―Claro, hermano. Ayudame, si?―, Dai extendió sus manos para que la levantarán, sujetando con firmeza la mano de izuku, dio un pequeño brico para ponerse de pie.

De regreso a casa, iban a un paso lento para pensamientos mas profundo de la adolescente. ―Bien, imouto, ¿Tienes una idea?―

―Como la has dicho, Onii-sama, ¡Viviré mi vida al máximo!―, Dai con una brillante sonrisa, de un pequeño salto se trepo a la espalda de izuku.

Ella se convertiría en el segundo héroe mas fuerte..

~

La conversación había terminado. Dejándolo de lado, Daiana obtuvo una idea clara de que haría con su vida. Tomar su rumbo por su propia cuenta como decisiones. Y vivir como si fuera el ultimó día de su vida. Disfrutando de lo que quedo en reunión familiar, madre e hija después de algunas horas se terminaron por ir de la humilde morada de los héroes.

Frente a un espejo, Mitsuri se peinaba el cabello con delicadeza, viendo en el reflejó del espejo a su esposo acostado, él leía un libro atentamente. Ella se notaba un tanto nerviosa por estar conteniendo un asunto pendiente que deseo charlar con su amado.

―Cariño.―, Mitsuri vistiendo un adorable pijama de conejos, camino a la cama.

―¿...?―, Izuku continúo viendo su libro, pero la escuchaba perfectamente.

―No, cariño, necesito que me des toda tu atención.―, Mitsuri pidió para respuesta inmediata de su esposo que guardo el libro.

―Esta bien, ¿Qué pasa querida?―, Izuku pregunto viendo como ella se acomodaba a su lado.

―... ....―, Mirando de un lado a otro tímidamente.

―... ¿Qué pasa querida? ¿Tienes un problema estomacal? ¿Te duele la cabeza? ¿Quieres comer algo?―, Izuku mencionaba teniendo preocupación.

―No, no, amor. Es solo que..―, Mitsuri jugando con sus dedos, la mirada de su esposo solo parecía ponerla más nerviosa.

―¿De que temes querida?―, Izuku pregunto notando el nerviosismo de su amada. ―Dilo sin miedo.―

Mitsuri suspiro, tomando ese valor de revelarle a su esposo lo que su corazón deseaba. ,―Querido, quiero formar una familia..―

Izuku procesando de forma rápida la declaración de su esposa. ―¿eh?―

Mitsuri tomando una postura más seria, volvio a hablar: ―Izuku, quiero tener un bebé.―

Un ambiente silencioso se esparció por la habitación. Mitsuri había destrozado el rostro neutral de Izuku que ahora mostraba una mirada sorprendida, realmente sorprendida.

•Fin del capítulo.

Gracias a todos por leer queridos lectores. Nos veremos la próxima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro