Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ᴇᴘɪꜱᴏᴅᴇ 16: ʀᴇꜱᴛ ɪɴ ᴘᴇᴀᴄᴇ.

Lucille.

"Este no es el futuro que nadie quería.
No es por el que todos luchamos.
No lo es todavía.
Pero lo que hace el grupo de Rick podría ayudar a todos en todas partes.
Me gustaría ser parte de eso... de lo que Rick creía."

Mi vida antes del apocalipsis fue dura. Como cualquier otra niña, crecí con ilusiones y esperanzas, sueños difíciles de llegar y fantasías tan preciosas que desearía vivir.

Conforme llegó la pubertad en mí, la forma de ver la vida se fue transformada a una más cruel y temible, sufrí de problemáticas extrañas y comunes para los adolescentes. Viví los desamores y las enemistades, los castigos y el estrés de una mala calificación, sufrí al vivir en mi momento de rebeldía y sonreí lo adecuado para tener buenas memorias.

En mi adultez, fui a varios bares y conocí a muchos hombres, conocí a hombres interesantes que juraría que tenían un secreto enorme. Quizá, policías encubiertos en busca de una salida de la rutina, hombres malos que son ermitaños, y hombres mal hablados. Ahí conocí a mi esposo, Negan.

Él era un maestro de educación física, que en sus tiempos libres se la pasaba frente al televisor jugando videojuegos con adolescentes o viendo partidos de fútbol, de ambas maneras terminaba diciendo majaderías de manera sarcástica sacando risas a algunas cuantas personas. Por mi parte, decidí dejar mis esperanzas y sueños de niña para dedicarme al hogar y a la iglesia, la cual fue mi lugar seguro entre tanta mierda en el mundo.

Nunca fui buena haciendo amigas. Consideraba a varias mis amigas, pero al final, al mostrar cada aspecto que me caracterizaba, ellas se alejaban. Quizá era muy asocial y tímida, quizá mi manera de expresarme las molestaba, pero cuando conocí a Janine todo eso cambió.

De cierta forma, ella era como yo. Ambas teníamos casi la misma vida, a excepción que ella no era casada, pero ambas nunca elegíamos al hombre correcto para formalizar una relación.

Janine sólo conseguía malos hombres y yo también, pues Negan no era aquel príncipe azul que siempre soñé, porque siempre terminaba engañándome y yo siempre lo perdonaba.

Janine fue un buen colchón para desahogar mis penas y se volvió muy unida a mí. La dejé entrar a mi hogar y a conocer a mi esposo. Todo iba bien, hasta que un día, algo extraño visualicé en mis senos, y al ir al doctor descubrí que tenía cáncer.

Quise desahogarme con mi mejor amiga por teléfono, pero no contestó, tampoco mi esposo contestó y ahí algo dentro de mí me dijo que algo no estaba bien.

Cuando Negan llegó y le conté lo que tenía, toda mi vida cambió. Por una parte, mis días completos dentro del hospital, el quitarme de aquel seno, el que mi mejor amiga se alejara de mí sin decir la razón y la llegada de los muertos vivientes fue un giro completo de mi vida.

Negan y yo decidimos escondernos en una cabaña que teníamos en Atlanta, en medio del bosque. Ahí sobrevivimos por un tiempo hasta que él decidió salir a buscar provisiones y ya no volvió. Pensé firmemente en quitarme la vida, para cuando él volviera y me viera, fuera libre de sobrevivir sin tener un peso encima, pero cuando estuve a punto de cortar mis venas en aquel sillón de la cabaña, un hombre abrió la puerta.

Se presentó como sheriff de un condado de Atlanta llamado King Country. Lo conocía bien, pues ese condado estaba cerca del bar en donde conocí a Negan.

Durante un tiempo, el oficial y yo estuvimos sobreviviendo y conociéndonos, dentro y fuera de la cabaña, pero nunca saliendo de aquel bosque. Fue un mes perfecto y divertido, en donde conocí a un hombre que estaría dispuesto a lo que sea por encontrar a su familia.

Él me ayudó y me trató como nunca nadie lo había hecho, era atento y me podía mostrar como realmente era yo y él no saldría corriendo como mis amigas o se iba del lugar para distraerse y desaparecería por toda una noche.

Conocí a un hombre que, tenía muchas cosas en común y era muy comprensivo, sabía escuchar y no juzgaba, solía dar buenos consejos y daba un buen apoyo. Conocí al hombre más bueno que podría existir. Conocí al hombre que creí que nunca me abandonaría, pero como él estaba ansioso de buscar a su familia, se fue un día sin decir más, entre mentiras.

Creo que fue peor que el abandono de mi esposo, porque al menos mi esposo ya conocía su cruel centro y con Rick, él sólo había presentado su lado bueno, que cuando miré que me abandono, me desmoroné.

Lo esperé en esa cabaña por días y meses, se acabaron los suministros y como quiera seguía yendo. Nunca vino ni mi esposo ni Rick, y ahí me resigné a recorrer Estados Unidos en soledad.

Quizá desde que empezó mi adultez debí darme cuenta que mi vida era un asco. Y aunque el apocalipsis destruía a las personas y las hacía hacer cosas terribles, yo traté de ignorar todo aquello. Miraba grupos de supervivientes dañando a otros, por eso preferiría estar sola, hasta que llegue a Washington. Quizás ahí encontraría algo bueno como lo que me abandono en Atlanta.

"Siempre pensamos que habrá más tiempo, pero siempre se acaba.
Sé que no debimos haber llegado a la vida del otro, querernos e irnos, porque la gente siempre ha muerto. Porque yo voy a morir y nunca podremos detener eso, ni al dolor que nunca desaparece. Pero sólo podemos hacerle un lugar en nuestra vida a todo aquello.
Por eso siempre hay que pensar. Pensar y no hablar.
Siempre hay que hacer lo correcto, aunque sea más fácil hacer cosas malas en este mundo. Siempre hay que hacer lo correcto y no dejar que el mundo nos destruya, porque cuando alguien nos importa, las heridas son parte del paquete.
Porque hay que ser fiel a lo que somos, no a lo que éramos.
Porque no hay que dejar que las pesadillas acaben con nosotros.
Porque lo que hicimos, hecho esta.
Porque no debemos huir, tener miedo y olvidar, porque así perdemos a las personas.
Porque las personas que amamos nos convirtieron en lo que somos."

Después de llegar a Washington, me encontré con Rick y viví algo hermoso y roto que no duró tanto por una guerra, pero en la finalización de esta me ocurrió algo muy bello con Rick, que no podía continuar porque no quería encontrarme con mis fantasmas, porque Rick era más de lo que me merecía y porque él me había abandonado y yo nunca había regresado algo que me hayan hecho: por eso lo abandoné. Y cuando me arrepentí de mis acciones y pensé disculparme y empezar de cero en un lugar nuevo con mis fantasmas, Rick murió. Pero su legado sigue vivo, por eso a pesar de que él me pidió que me apartara, no pude hacerlo.

No viví con su comunidad, pero si entre en varias ocasiones que me permitieron por ser aquella mujer que todos creían que era un fantasma. Pero ante las tantas miradas, decidí no quedarme. Aun así, conversé con Janine.

Me pidió perdón y la perdoné.

Ella ya era feliz y finalmente encontró un hombre que de verdad valía la pena. Se llamaba Jesús y me sentía muy feliz por ella.

Janine me dio un diario donde escribía su vida después del apocalipsis y ahora yo escribo en él, para que, tal vez en un futuro, alguien más escriba en él o alguien lo lea, y le sirva de algo mis reflexiones de vida.

Contemplé a Judith crecer, era igual que Rick. La misma actitud que conocí de Rick, ella la tenía. Sin embargo, ella no sabía mi historia con su padre ni con Negan, y eso lo agradecía.

Fui atendida en su hospital y, ante mi sorpresa, aquel bulto nuevo en mi otro seno, no era cáncer. Era solo un absceso de grasa que fue eliminado ahí mismo gracias a Siddiq.

Eso me hizo llorar, porque en parte me alejé de Rick por ello y ahora él ya no estaba, y yo no pude estar con él al menos más días.

Quise ver a Negan también mientras él estaba en prisión y sabía que él estaba consciente que yo estaba ahí, aun así, no fui a verlo, porque lo creí adecuado.

La última vez que estuve en Alexandria descubrí que había un grupo de supervivientes que sobrevivían entre los caminantes y se hacían llamar los susurradores. Judith me aconsejó el huir y acepté, volviendo a ser solamente el mundo y yo.

"Hacemos cosas por las personas que queremos.
Como ponernos sobre los demás, porque eso es vida.
También encontramos la forma de continuar, aunque eso sea lo más difícil.
Porque el mundo nuevo va a comenzar.
Porque buscar la supervivencia no es vivir.
Porque el tiempo es lo único que tenemos, y no hay que perderlo. Por eso hay que saber cuándo hay que seguir luchando.
Hay que ser valientes ante el futuro incierto.
Ya que no podemos renunciar a todo porque pasan cosas malas.
Y nada puede reemplazar a alguien que amamos."

Después de un tiempo, decidí volver. Las comunidades eran un asco, era como si un tornado hubiera pasado y hubiera destruido todo a su paso. Había hombres de blanco que lucían impecables y se llevaban gente de las comunidades. Judith era una de ellas, y lo bueno de todo aquello, era que había vuelto en el momento adecuado.

Judith me miró y me abrazó, la gente se me quedó viendo, incluso la gente de blanco, pero los ignoré. No me importaron mis fantasmas, sólo me importaba Judith que alegremente me invitaba a vivir con ella en un nuevo lugar llamado el Commonwealth, y aunque sonaba como un buen lugar, no accedí y la pequeña comprendió que yo aún no estaba lista para vivir con un enorme grupo de gente, porque yo había vivido años sola y no ayudaba mucho que la mayoría de las personas te miraran como un bicho raro y no te hablaran.

Por eso ese día fue raro, porque aquel hombre que cuidaba a Judith como si fuera su hija, se acercó a mí.

—Lucille, ¿no? —soltó pegado, casi siendo algo inconcluso para mí.

Yo asentí y con voz seca, solté su nombre sin dejar de ver su vista cansada.

—Daryl.

—Conociste a Rick, ¿verdad? —cuestionó con rudeza lo obvio. Quizá quería confirmar lo evidente por su propia cuenta o quería que dijera algo sobre él, pero no tendría mucho de mí.

—Más que tú, sí.

—¿Vienes? —indicó inexpresivo a lo que negué dejando de ver sus ojos ante la incomodidad que comenzaba a sentir.

—No lo creo.

—Negan ya no vive aquí.

Y sonreí a fuerzas negando con la cabeza.

Desde hace años no me importaba Negan, pero ahora que sabía que era un hombre libre, quizá con mi mala suerte me lo toparía, pero no quería mostrar mi miedo ante él.

—Espero sea feliz.

Judith apareció salvando la incomodidad y me abrazó.

—Sé que mi papá sigue vivo —murmuró la pequeña—. Michonne se fue a buscarlo, porque encontró algo que lo confirmó.

Al separarse de mí me miró a los ojos y quise estallar de llanto al oír aquello.

"Intente cuidar a tu hija para llegar a ti de cualquier manera. Una y otra vez deseaba no haberte abandonado para regresarte lo que me hiciste cuando nos conocimos.

Aún te tengo en mi mente. Y espero que tú también en dónde sea que estés.

Porque siempre estaremos conectados. Siempre estaremos juntos. Aun cuando estemos separados.

Juntos somos lo más fuerte.

Somos amor y el amor es infinito.

Sé que estás ahí... en algún lado.

Te encontraré."

Siempre sentí que Rick me ocultaba algo sobre Michonne. Por las miradas que me daba la mujer en los días que Siddiq me atendía en el hospital. Descubrí que había pasado algo entre ellos, pero no indagué más, por eso dejé la búsqueda de Rick en sus manos.

Continúe cerca de las comunidades, a pesar que estas estuvieran desoladas. Aquello fue mi primer error, porque descubrí y me encontré con cosas indebidas.

Janine y Jesús habíamos muerto, quizás por los susurradores, pero ya no estaban aquí. Y lo peor de todo, es que me había topado en mi camino a mi ex esposo, Negan. En un bosque me lo había topado. Y todo se fue a la mierda aquel día.

Intente bloquear los recuerdos de ese día, sólo recuerdo lágrimas y gritos. Saqué mi peor lado en ese momento, desahogué todo el rencor que sentía, desquité mi odio por su insensibilidad hacia mí, por usar mi nombre para matar gente, por ser infiel y por tratarme tan mal desde el día uno de nuestro matrimonio. Pero él no dijo nada, se mantuvo callado y pidió perdón, tal cual lo hizo. Pero yo no quería cometer el mismo error que con Rick, de vengarme, y lo perdoné.

Él admitió haberse redimido y haberse casado y ahora esperar un hijo.

Debía admitir que me dolió, porque sabía que él siempre quiso hijos y yo nunca pude darle uno. Quizá por eso me engañaba, pero no quería meterme en eso. Sólo lo contemplé un momento más y me aparté, sin mirar atrás.

Él sólo me habló de Judith y que había problemas en el Commonwealth, que, si me importaba, podía seguirlo. Pero prefería buscar el Commonwealth sola.

Negan insistió, pero no permití que me convenciera. Él me miró rota y sólo me dio un beso en la frente y me dejó ir.

Perdón por haberle puesto tu nombre a un estúpido bate de beisbol. Y perdón por todo el dolor que te causé. Tú también mereces ser feliz.

Fue lo último que me dijo y me alejé de él.

Quizá también estaba muy metida en mis fantasmas, pero eso me ayudó a seguir adelante en busca de Judith. Y gracias a ello, llegué a un puerto en donde había un barco solo.

Me adentré a este y exploré si tenía buenas municiones o suministros.

Ese barco tenía mapas de lugares diversos en el mundo con instrucciones para llegar a ellos. Ese barco tenía mochilas y tomé una de ellas, encontrando algo que jamás creí ver. Pues no sabía que señal había tenido Michonne que la había hecho buscar a Rick, pero yo tenía una perfecta.

Sus botas, un iPhone con un dibujo mío con Carl y Judith, y una carta, que decía así:

"Pienso en los muertos todo el tiempo. Y en los vivos que perdí.

Pienso en todos ellos, todos los días.

En cada persona a la que amamos alguna vez. Sus rostros. Lo que aprendí de ellos. Cómo me hicieron lo que soy.

Mucho más de lo que todo esto me formó.

Así que nosotros, los que se fueron. Todas nuestras vidas.

Los que están lejos, hacen una vida.

Somos infinitos.

Y estamos juntos.

Piezas de un todo que sigue adelante, por lo que nos dimos.

Una vida imparable, me la mostraste.

Me la diste.

Te estoy buscando y te encontrare.  Porque somos los que vivimos."

Con lágrimas repletas en mis ojos, coloqué esa hoja en mi cuaderno de escritos. Recorrí el barco y guardé los mapas. Estás eran buenas señales para salir en búsqueda de Rick, sin embargo, por palabras de Negan, Judith y toda la comunidad necesitaban ayuda. Tal vez debía ayudarlos a ellos, mostrarles está evidencia y buscar juntos a Rick.

Todos ellos eran familia de él. Por supuesto ayudarían a buscarlo y Michonne no podía hacer ese trabajo sola. Lloré y lloré sin creer que tenía una gran señal en mis manos.

Abracé sus pertenencias y solté unas palabras al aire, como una promesa a la distancia.

—No lo olvides, Rick... —murmuré entre gemidos—. Tú y yo... Somos supervivientes... No morimos.

Y así tenía que ser. Nosotros no éramos los muertos vivientes, somos los que sobreviven.

Ahora sabía que la unión hacía la fuerza. Todos podríamos con Commonwealth, Rick podría con lo que se enfrentaba, y como yo pude con el cáncer, podría salvarme de mis fantasmas y podría llegar a Rick lo más pronto posible para unirlo con su familia: hacer que encontrara a su familia.

Fin.

Entre caminantes, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro