"El fuego de la fogata era enorme y abrigador. Esta noche dormiríamos en el bosque, bueno... ella lo haría. Yo me había ofrecido a hacer la guardia por si venía un caminante mientras ella descansaba. Claramente, antes de todo íbamos a disfrutar unas latas de comida que habíamos encontrado por ahí.

Lucille se mostraba feliz e intranquila sentada en el suelo, parecía nerviosa, como si no se atreviera a decir algo. Pero no sabía con exactitud que era, por lo mismo no le insistía.

Además, últimamente la castaña actuaba así. Quizá ya notaba mi cansancio en recorrer los mismos sitios de siempre y no atrevernos a irnos más lejos, como podría ser ir a Atlanta. Sabía que el esposo de Lucille nunca mostró un interés de ir a Atlanta, sin embargo, quién sabe si la necesidad lo obligó a ir para nunca volver.

De cierto modo, yo ya sabía sobre él. Sabía que su esposo Negan estaba muerto o no estaba interesado en volver por ella, quizá fue con su amante Janine para ya no volver, pero Lucille lo seguía esperando siendo fiel creyente de ese hombre que decía que la amaba. Esperando que, en esta ocasión, él cambie y vuelva a ella, pero él no lo haría. Y yo no podía esperar más. Yo también tenía una familia a la cual buscaba y tenía que encontrar; una familia que me necesitaba y estaba ahí en Atlanta. Y, quizá, lo mejor era irme a buscar de mi familia y después volver por Lucille, ya que ella no se atrevía a dejar este bosque.

Lo peor de todo es que ella ya sospechaba de mi decisión y se mostraba intranquila por lo mismo, hacia preguntas y conversaciones con referencia a mí y mis gustos, quería crear un vínculo conmigo para hacer que no me alejara y torpemente la dejaba que lo hiciera, encadenándome más a esto.

─¿Cuál es tu música favorita? ─cuestionó entonces Lucille de repente, mientras tenía la lata de comida en sus manos y miraba el fuego atentamente. Yo sólo suspiré y sonreí a medias.

─¿Por qué preguntas aquello?

─Sólo quiero saberlo ─dijo rápidamente poniendo sus labios en una fina línea─. Además, es parte de conocer a alguien, conocer sus gustos...

Y aunque quisiera mucho a Lucille, cada que la conocía más, era cada vez menos capaz de dejarla ir, por eso, tenía que seguir evasivo con ella.

─Nunca me ha gustado aquello.

─¡Vamos! ¿Ni una sola canción me dirás? ─soltó animada, ampliando su enorme sonrisa, a lo cual reí y negué con la cabeza, haciendo que ella se pusiera seria.

─No. Por el momento no se me ocurre una ─respondí sintiéndome mal por las expresiones de Lucille, por lo mismo, continúe hablando: ─¿Y a ti?

─De todo un poco ─dijo al instante, apareciendo con ella su enorme sonrisa.

─Concuerdo.

─Aunque, como estuve a punto de morir por el cáncer, mi cantante favorito se volvió John Lennon ─admitió al notar que yo no pensaba hablar más de lo necesario, tratando de crear una conversación que yo no quería.

Yo ya no la quería conocer más...

─Oh... sí lo conozco. Me gusta su canción ─comenté inesperadamente, sintiéndome mal, pues no quería que tuviera un mal recuerdo de mí cuando la dejara─, la de Imagine.

─Hermosa obra de arte ─comentó en un chillido, cruzando sus dedos y cerrando los ojos con fuerza, arrugado su nariz y haciéndome reír por sus gestos extraños que tanto hacía ante su felicidad.

Entonces, abrió los ojos, rio un poco y comenzó a cantar.

─Imagine there's no heaven... it's easy if you try. No hell below us, above us only sky...

Definitivamente nunca había escuchado una peor voz, tan desafinada que, por la pasión que lo hacía, se miraba tierno y ensordecedor, que, sutilmente, me hizo taparme los oídos y ella se dio cuenta, volviéndose roja al instante y guardando silencio.

─Perdón ─susurró entonces y yo reí, haciendo algo que hace años no lo hacía.

Siempre había sido muy penoso para aquello y Shane siempre me hacía burla por hacerlo, por eso lo evitaba: el cantar. Y hace años que no lo hacía, así que dudaba si sería bueno como lo era en mi juventud.

─You may say, I'm a dreamer, but I'm not the only one... I hope someday you'll join us and the world will be as one...

Más como un susurro salió de mis labios, bajando el volumen de mi voz con cada palabra que decía mientras bajaba la mirada, pero aun así ella me escuchó y aplaudió cuando terminé, avergonzándome.

─Cantas mejor que yo.

─Y eso que no me gusta cantar...

Y levanté la mirada al notar la suya en mí, y al verla así, me sentí la peor persona del mundo por lo que haría después de esto."

El bosque era mi nueva compañía y más en esta guerra sin fin. Aún tenía que buscar armas y más gente, crear estrategias y marcar caminos secretos por si los Salvadores tapaban las carreteras.

Todos estábamos unidos en un mismo objetivo, y ya habíamos ganado una pelea en Alexandria con todas las comunidades. Ya éramos una sola comunidad en contra de todos esos parásitos, y ellos tenían a Eugene que les creaba balas y nosotros... teníamos que buscar. Y aunque mi tarea era esa, yo no la cumplía del todo, pues creía que tenía cosas más importantes que buscar, como lo era investigar si de verdad Lucille estaba aquí.

Hace poco me había encontrado a mi viejo amigo Morales y él ya no era lo que conocí. Quizá Lucille tampoco, pero eso no me evitaba querer buscarla al creer que exactamente ese era su collar. Por eso, me encontraba rastreando pistas de ella con apoyo de lo que una vez me enseñó Daryl.

Buscaba y buscaba, desviándome de mi misión, cayendo otra vez en los fantasmas y recuerdos. Sabía que tenía a mis hijos que atender, a mi comunidad, a todos... pero algo dentro de mí me decía que esto era igual de valioso que lo demás.

─Rick...

Su voz de nuevo volvió a mi cabeza, provocando que corriera sin un rumbo en específico, siguiendo aquella voz que últimamente invadía mi mente. Creía que por fin la había encontrado, creía que era ella, que la volvería a ver, y entonces... Dejé de correr al ver una cabaña en medio del bosque. Quede estático y sorprendido, trague duro y solté una pequeña sonrisa caminando lentamente hacia la cabaña que parecía haber sido un lugar de supervivencia para alguien... o aún lo era...

Me sentía como la primera vez.

Aun así, yo estaba en una guerra, así que con precaución y atento, con el arma en alto, abrí la puerta de la cabaña con facilidad y me introduje a esta.

Era una cabaña desolada. Eran dos cuartos enormes, un baño y un pasillo. No tenía casi muebles, pero se notaba que era agradable.

Seguí recorriéndola hasta que, alguien cargó un arma y la colocó detrás de mi cabeza. Bajé mi arma al instante y alcé los brazos.

La persona con el arma no decía nada, por eso, lentamente di la vuelta para observar a la persona, encontrándome con algo que nunca creí que pasaría.

Entre caminantes, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧