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ᴇᴘɪꜱᴏᴅᴇ 01: ᴛʜᴇ ᴜɴᴛᴏʟᴅ ꜱᴛᴏʀʏ.

Rick.

Ya no había nada más que perder, ya no era aquella persona que solía ser. Ya todo estaba perdido, ya no había vuelta atrás...

Negan y los salvadores se habían adueñado de todo. Nos habían despojado de nuestras pertenencias, dejándonos sin cama ni armas. Éramos humillados y mi gente tenía que soportar ver a esos imbéciles entrar y salir de la comunidad, haciendo lo que se les plazca sin importar lo demás.

Ya no podía aparecer y matar a todos, acabar con la amenaza y seguir siendo los dueños del mundo. Ahora parecía que estábamos desnudos ante todos esos salvajes, ante esos parásitos...

Estaba acabado, de ser una autoridad, de ser el que estaba siempre a mando, el que daba la frente por todos, ahora yo era nada. Nada. No hice nada por salvar a mis amigos en aquella noche llena de susurros... Abraham y Glenn ya estaban muertos... Glenn había muerto y yo no hice nada por él. No lo salve cómo él me salvó... Mi familia, mi gente sufría, lloraba y eran destrozados por el miedo que un día, los salvadores no respetaran el trato y todo se vaya a la mierda...

Baje la cabeza, sentado en mi sofá sin relleno que estaba duro como una piedra. Aquel sofá que los salvadores habían abandonado porque lo consideraban basura, que ahora resultaba ser un refugio en dónde descansaba mi hijo y en dónde yo meditaba en silencio, siendo atormentado de manera frecuente por mis fantasmas, como lo era mi ex amigo Shane, que el día de hoy había venido a visitarme del más allá, para atormentarme y dar a conocer mis errores, para hacerme ver que era un idiota y un débil, que no sabía mandar, que no sabía cuidar...

─Hey, estúpido ─bramó el pelinegro con una sonrisa despectiva─. ¿Crees que todo se solucionará sí sólo te aferres al ayer? ─terminó de decir sin eliminar el tono divertido que siempre lo caracterizó, y que poco a poco me sacaba de mis casillas.

Lo miré de reojo y sorbí mi nariz con frustración, colocando mis dedos en el puente de mi nariz, cansado.

─Creo qué... sí.

─Aún pareces un idiota atrapado en un tanque ─murmuró alguien diferente con burla, exactamente Glenn. Él estaba aquí, él de nuevo había vuelto para abrumarme, por eso lo contemplé y quedé helado porque no esperaba tenerlo aquí... ni verlo de nuevo─, aunque ahora lo estás en tus recuerdos.

─Basta... ─pedí bajando la mirada y cerrando los ojos con fuerza, porque ese no era Glenn.

¿Por qué tenía que aparecer con su ojo salido? ¿Por qué tenía que aparecer como la última vez que lo vi?

Las lágrimas empezaron a acumularse en mis mejillas y la tristeza me recorrió junto con la desesperación, haciéndome sentir infeliz.

─Deja de pensarme ─pidió el asiático, pero seguí sin alzar la vista─. Déjame ir...

─No puedo...

─Deberías de hacerlo ─indicó de nuevo, dejando atrás todo, hasta la presencia de Shane en esta habitación─. No me dejas continuar mi camino.

Y ya no pude más.

Desesperado, comencé a golpear sin cesar mi cabeza, queriendo despertar de este ensueño y de esta pesadilla. Tenía que salir de aquí, de estos tristes recuerdos... tenía que... vivir de nuevo. Quizá un Rick Grimes más joven, con su pequeño hijo Carl y su ex esposa Lori que lo amaba, en una dulce casa cálida de un pueblito calmado de Atlanta. Mi dulce King Country.

De nuevo quería vivir aquella ilusión que extrañaba...

Pero esa ilusión era falsa, nunca viví algo bello, algo angelical... Esa ilusión era falsa...Nunca había estado con una mujer que me amara de verdad, nunca...

Su risa.

Aquella risa la conocía a la perfección, pero ella ya estaba muerta.

─Rick... Rick...

Y alcé la vista entonces, al oír su voz en la habitación lúgubre. Y ahí estaba ella. Lucille estaba ahí, estaba viva, e incrédulo cerré y abrí los ojos esperando que esta ilusión fuera real, pero al abrir los ojos, Michonne estaba en el lugar de Lucille y tristemente la contemple, soltando un suspiro cansado.

─¿Rick?

─Hey...

─¿Estás bien? ─cuestionó extrañada.

─Sí...

─No parece ─afirmó tragando saliva─. ¿Qué tienes?

Sonreí a medias y acaricié mi barbilla, señalando la silla de madera frente a mí, invitándola a sentarse. Y ella aceptó sin dejarme de verme extrañada.

─Nada, Michonne ─indiqué abriendo un silencio, el cual ella no dejaba de verme extrañada.

─Somos amigos. Puedes confiar... ─mencionó con pena, pues, aunque fuéramos amigos, teníamos una historia aún fresca que complicaba nuestra situación, pero ella parecía ignorarla─. Además, Glenn y Abraham eran nuestra familia, y entiendo si estás en duelo o te sientes responsable...

Y reí. Reí con descaro, dejándola perpleja en su asiento, pues ella no entendía nada, y por eso tuve que aclararle todo. Además, necesitaba a alguien a la cual desahogar mis penas.

─Quisiera que fuera eso por lo que me siento así ─aclaré entre murmullos, provocando que la fémina se acercara más a mí para escucharme─, pero no lo es.

─¿De qué hablas? ─preguntó, aún sin entender todo este embrollo.

Y una vez más, Lucille invadió mi mente, como un reflejo de todos los recuerdos con ella. Desde la primera hasta la última vez que la vi. Los recuerdos de aquella mujer delgada y frágil. Aquella muñequita que me endulzó mi vida y que le dio sentido estaban volviendo y todo era culpa de Negan.

Miré a la morena con seriedad, incapaz de hablar y contarle esto, pues ella y yo estábamos comenzando algo, habíamos estado juntos, pero con la aparición de Negan y su bate llamado Lucille habían complicado todo y con ello, la unión que estábamos formando Michonne y yo. Pero, aún ante la tempestad y el caos que era mi mente, aquella mujer, aún era parte de mí.

─Michonne... ¿sabes guardar secretos? ─pregunté con seriedad y ella asintió, acercando su mano a la mía con duda. Pero no la colocó sobre la mía, por pena.

─Creo que sí... ¿Por?

─Yo tengo uno ─empecé con una pequeña sonrisa─. Uno que trataba de dejar atrás, pero ya no pude ocultarlo... ─solté en un suspiro─. Ahora, con lo de Negan, esté volvió a mí... ─relamí mis labios y desvíe la mirada de la morena, avergonzado─. Quisiera sufrir por lo de mi familia, y lo hago, pero hay otras cosas que invaden más mi mente.

─¿Qué cosas? ─preguntó sin entender, más intrigada que antes. Y sin más, me animé a soltar todo sin pena.

─Lucille...

─¿El bate de Negan? ─inquirió antes de que pudiera decir más, impactada.

Tragué duro y seguí desviando la mirada de ella, apenado.

─Tú la conoces así, pero yo lo conozco como una mujer ─aclaré con rapidez, animándome finalmente─. Una mujer la cual conocí al comienzo de todo esto.

─¿De todo...?

─El apocalipsis.

─Pero desde que comenzó todo, tú buscaste a tu familia ─aclaró sin entender la morena, complicándome toda mi historia. Sin embargo, ya era tarde, ahora tenía que abrirme ante todo esto. Tenía que... contar la historia no contada.

─Sí, aunque yo no tardé tanto en despertarme de coma. Sólo qué... mentí, porqué pasé mucho de los primeros meses del apocalipsis con Lucille ─admití con rapidez sin dar tiempo a Michonne para que procesará lo que estaba diciendo─. Ella era una mujer castaña y pequeña... tenía cáncer..., su cabello se caía y por eso usaba pelucas...

─Rick... ─murmuró Michonne al oír como mi voz se quebraba en el proceso─, ¿por qué me cuentas esto?

Y se lo contaba porque ella merecía saber todo esto. Se lo contaba porque confiaba en ella.

─Siento qué... ─murmuré sin admitir lo que de verdad pensaba─, mi Lucille tiene algo que ver con Negan. Siento qué... puede servir esto contra él.

Y cuando terminé de decir aquello, hubo un gran silencio que me dejó helado en mi sitio y a ella también. Michonne se había quedado sin palabras, era tanto su asombro que su mirada estaba entristecida y apenada. El mi Lucille había sido fuerte para ambos, pero ella seguía de pie en todo lo que decía.

─Buen punto, aunque... Rick... ¿ella era tu amante? ─preguntó al fin, algo que sabía que quería saber. Y aunque ella creyera que era mentira lo que diría, era completamente la verdad.

─No. Ni la besé... y el único tacto cercano que tuvimos fue cuando le tomé la mano y le acaricié la mejilla. Todo fue algo... platónico ─admití con pena.

El que un ex amor mío supiera que siempre me había ido mal en el amor, era vergonzoso. Pero la fémina no pensaba burlarse de mí por rencor o algo de ese tipo, ella continuó seria e interrogándome de Lucille.

─Pero te gustaba.

─Estaba enamorado ─confesé viéndola a los ojos, notando el dolor de ellos─. Me enamoré de ella ─aclaré sintiéndome mal por los ojos llorosos de Michonne─, por eso cuando me enteré que Lori me engañó con mi mejor amigo Shane, yo... no le reclamé ─admití haciendo que ella abriera los ojos de golpe, pues ella no sabía de esta parte de mi vida, ni sabía quién era Shane─. Sé que Judith no es mía, pero no me importa.

─¿Lori sabía de Lucille? ─preguntó sin importarle otra cosa más que saber más de aquella fémina que me había robado el corazón hace tiempo.

─No. Nadie sabía, ella era como mi secreto.

Y ante esas palabras, la fémina apretó sus labios y se acercó a mí, mirándome dudosa y con tanta seriedad que me erizaba la piel y me hacía sentir juzgado, pero después de un tiempo, la mujer nuevamente se animó a hablar.

─Rick... ¿quieres contarme esa historia? ─inquirió sin dejar de ver mis ojos mientras limpiaba sus lágrimas, haciéndome sentir peor.

─¿La historia no contada de mi vida?

─Claro.

─Está bien ─acepté─. Lo haré.

Pero no me anime a hablar en el momento, espere unos minutos y al final lo hice. Empecé todo.

─Creo qué... todos, desde que empezó este desastre, empezamos a manchar nuestras manos, más de lo que deberíamos ─comenté dejando de ver a la morena para ver mis manos y contemplar que aún tenía mi anillo de casado con Lori─. Por ello, tengo muchos fantasmas persiguiéndome..., pero ella en especial, no sale de mi cabeza...

"Después de Duane y Morgan, seguí mi camino hacia la ciudad de Atlanta en busca de aquella comunidad segura que tanto hablaban en la radio de mi patrulla. Pero, ante la falta de gasolina, comencé a caminar por el bosque evitando aquellas calles repletas de caminantes.

No esperaba encontrar mucho, es más, me había perdido entre el frondoso bosque. Creí todo perdido, hasta que una cabaña apareció en la nada como un espectro de buena suerte ante mis desgracias. Me acerqué a ella con precaución, manteniendo mi revólver en alto dispuesto a cualquier cosa, pero al abrir la puerta de golpe, sólo contemplé a una mujer acostada en un sillón.

Una mujer castaña y delicada, con cabello largo y complexión demasiado delgada que dejaba en evidencia sus huesos, una mujer que, pese a su pálida piel y sus ojeras remarcadas, se mantenía serena como un ángel, con sus mejillas sonrojadas y su boca entre abierta, mirándome asombrada. Y por lo mismo, guardé mi arma, viéndola extrañado ante su paz y su cabaña repleta de velas con aromas frutales.

Hey... susurré, acercándome a ella con cautela, no tengas miedo. Soy el comisario Rick Grimes, del condado de King Country, de Georgia. ¿Tú eres?

Y ella cerró sus labios, juntándolos en una fina línea y tragó duro, mirándome con dulzura.

Lucille... murmuró con un hilo de voz. Sólo Lucille.

¿Estás sola? cuestioné recorriendo la estancia con la mirada y cerrando la puerta con cautela y con seguro.

No... bueno, sí aclaró con duda, jugueteando con sus manos. Estoy casada, mi esposo fue a buscar medicina para mí... tengo cáncer.

La miré juntando mis cejas, recorriéndola, sorprendido ante su revelación, pues no la miraba enferma. Sólo pálida.

Vaya...

Sí. Siempre tarda en volver... dijo con una pequeña sonrisa, es un tratamiento difícil y las medicinas más lo son el encontrarlas, pero siempre vuelve, sólo qué..., ya tardo...

¿Cuánto tiempo llevas sola? interrumpí entonces curioso y ella soltó un suspiro enorme.

No lo sé... Como un mes.

Él ya estaba muerto. Eso era claro. La carretera estaba repleta de errantes y ella en esta cabaña parecía no tener ni una sola arma. Así que era claro que ella ya estaba sola y con poca probabilidad de sobrevivir por sí sola. Por eso mismo, no la podía dejar sola.

¿Y qué necesitas? pregunté interesado ante su salud.

Por ahora, comida. Mi cáncer se detectó a tiempo, y me quitaron un seno, pero... debo estar cuidándome por sí esté llega a otras partes indicó con dulzura. Me acababan de operar cuando paso todo.

Yo estaba en coma...

Tenemos mala suerte, ¿no? soltó en broma. Hospitalizados en plena pandemia.

Y reí como no lo había hecho en otras ocasiones, mirándola fijamente provocando el silencio entre nosotros, a lo cual volví a hablar.

También busco a mi familia.

Y ella me miró con pena.

Bueno, yo esperó la mía.

¿Qué te parece sí buscamos juntos a nuestra familia? indiqué tratando de no dejar sola a la fémina mientras buscaba a mi familia, pero ella bajó la mirada, no muy convencida.

Dame tiempo de esperar a mi esposo. Al menos una semana más.

Mi esposa e hijo pueden morir en esa semana susurré esperando que comprendiera mi situación─. En cambio, sí salimos de aquí, podemos encontrar a tu esposo o a mi familia.

Déjame esperar al menos hoy, por favor... pidió viéndome a los ojos, rogándome con la mirada.

Ella no quería estar sola, por eso accedí a quedarme con ella esa noche. Y quizá ese fue mi peor error."

─Detente, Rick. Espera un segundo ─indicó Michonne, interrumpiendo mi historia de mi primer encuentro con Lucille─. ¿Ella te dijo que su esposo se llamaba Negan?

Y me quedé mudo. Michonne quería sacar provecho a esta historia, y yo aún no estaba listo para esto. No quería pelear, no ahora...

─Michonne, ¿te puedo contar esto otro día? ─pedí─. Creo que ya... hablé de más.

─Está bien. Esperaré ─dijo levantándose de su silla con seriedad─. Descansa, Rick.

─Descansa...

Y de esa manera, Michonne desapareció de mi vista por el pasillo, pero al ver la silla en donde antes estaba la morena, ahora estaba invadida por una castaña delgada y ojerosa, con labios resecos y sangre seca en su rostro.

Lucille estaba aquí.

─¿Por qué me dejaste sola, Rick Grimes? ─cuestionó en un hilo de voz, viéndome a los ojos, rogando con ellos, llegando hasta lo más profundo de mí.

El llanto se hizo presente en mí como hace años no lo había hecho. Desde que murió Lori no había llorado así, y, por desgracia, en ese tiempo, había llorado recordando cómo le fallé a Lori como le fallé a Lucille. Así que todas mis penas, eran por ella...

Entre caminantes, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

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