¡Respiración lunar!
—¡Hermano, cálmate! —el menor de los hermanos trataba de calmar.
—¡A mi nadie me empareja, hijos de puta! —gritaba con rabia.
—Hermano, no digas groserías ni insultes a las madres de los espectadores. Ellas tienen dignidad y se merecen respet-
—¡Qué te calles! —apuntaba con la pistola de estampados de lunas.
—Hermano, tú siempre has sido mejor en todo que yo ¿Verdad?
—Halagarme no hará que me calme, Elían-
—Has sido el mejor en todo menos en una cosa...
—Insultarme tampoco hará que me calme. Y eso es mentira ¿En que me podrías superar tú? —veía con superioridad.
El menor solo sonreía un poco y rápidamente se trasportaba detrás de su hermano mayor. Con un empuje su hermano cayó directo al suelo. Incapacitándolo haciendo uso de su peso, con una de sus manos libres le quito el arma.
—Estado físico —respondía el menor —Siempre fuiste más de estudiar que de hacer ejercicio
—Porqué no me hace falta, maldito —gruñía mientras intentaba liberarse —¡Suéltame, maldita sea!
—No hasta que te calmes...
—¡Yo no me voy a calmar hasta que acabe con sus vidas! —decía como loco.
—Entonces no te soltare...
Badir gruñía con enojo, ahora maldice no haber hecho ejercicio en su vida cotidiana, él solo se la pasaba estudiando, cuidando de su hermano y nada más, para él el ejercicio era impensable. De repente su corazón volvió a sentir un fuerte dolor que lo hizo retorcerse.
—Hermano, fingir que te da un paro cardiaco no hará que te suelte —el menor declaraba, su hermano era una persona ingeniosa que recurría a cualquier método para obtener lo que quería, la manipulación era una de ellas.
Badir abría los ojos, su corazón le dolía, le dolía mucho, este dolor era peor que el anterior, de verdad estaba teniendo un ataque.
—¡¿Qué me pasa?! —pensaba aterrado para luego desmayarse.
—¿Hermano? —el menor se percataba de que tal vez no estaba fingiendo.
En el lugar del examen, la mujer a regañadientes tomo el lápiz que por obligación debía usar para la parte de matemáticas. Badir por alguna razón había aparecido como una especie de alma en pena en al lado de la vigilante.
—¿Qué hago aquí? ¿Me morí? —preguntaba asustado —¿Esa es la señorita del café? —preguntaba con ojos llorosos —¡Señorita! ¿Ese es mi examen? —pensaba con el ceño fruncido.
—Odio las matemáticas. Son una constante universal que existe en todos los universos y civilizaciones. Solo que usan distintas representaciones para usarla. Pero para mi es la misma mierda —la vigilante veía la pregunta con odio.
1. Para determinar el uniforme de un equipo de futbol se debe elegir entre tres colores de medias, dos colores de pantaloneta y 4 colores de camiseta. Todas las combinaciones de medias, pantalonetas son posibles.
¿Cuál es la expresión que permite calcular el número de posibilidades distintas que hay de escoger el uniforme?
—Es fácil —Badir pensaba con alivio, hasta un niño podía responder eso.
—No entendí nada... —la vigilante se quedo en blanco —A ver las respuestas, tal vez pueda descartar...
A. 3 + 2 + 4
B. 3 * 2 * 4
C. 3 * 4 + 2
D. (3 + 2) * 4
—... —parpadeaba confundida —Tocara hacer la de D de diosito —marcaba la D en la hoja de respuestas.
—¡¿Cómo que la D?! —pensaba aterrado —¡Es la B! ¡Es la B! ¡Es la B!
—¿La B? —la vigilante escucho una voz en su cabeza, tal vez estaba recibiendo ayuda de sus amigos del otro lado —Que sea la B entonces —borraba su respuesta anterior y la cambiaba por la nueva.
Luego paso a la pregunta dos, tal vez en esta si pueda resolver algo a conciencia, al menos una debe acertar para decir que lo intento, porque eso es lo que cuenta, que lo intento.
2. Un comerciante vende actualmente 500 unidades de un producto. Él estima que en el escenario más favorable, sus ventas crecerán un 12% cada año y en el menos favorable sus ventas decrecerán un 7% de forma mensual. ¿Qué expresiones representan las ventas del comerciante al cabo de dos años en el escenario más favorable y menos favorable respectivamente?
A. F(x)=500*(1+0.12)^2 y F(x)=500*(1-0.07)^24
B. F(x)=500*(1+0.12)^2 y F(x)=500*(1-0.7)^24
C. F(x)=500*(1+0.12)12^2 y F(x)=500*(1+0.07)^2
D. F(x)=500*(1+0.12)^2 y F(x)=500*(1+0.7)^2
—¿Cómo pasamos de esto a esto? —la vigilante preguntaba atónita, la pregunta uno y la dos no se parecían en nada.
Badir al leer la pregunta estaba con la boca abierta —¿Qué diablos es esa cosa?
—No sé, pero tengo miedo... —la vigilante respondía en sus pensamientos asustadas.
—A ver. Calmémonos —decía Badir —Este es un ejercicio de crecimiento porcentual. Debes identificar los valores de valor inicial, tasa de crecimiento y número de periodos. Para luego hacer uso de la formula.
—¡¿Qué?! ¡Yo no sé hacer eso!
—¡¿Cómo que no sabes?!
—¡Falle el examen de matemáticas de los vigilantes 5 veces y solo pase cuando mi hermano fingió ser yo! —lloraba internamente.
—¡No! —Badir comenzó a llorar también.
En la sala de descanso, Elían estaba poniendo a su hermano mayor en la cama. Sabía que estaba fuera de peligro pues solo estaba durmiendo y no estaba emitiendo ruidos de dolor, a lo mucho y lo escucho decir "La B" hace poco, pero capaz y solo este soñando.
—Bien... Cálmate, debes continuar con el trabajo —se decía así mismo —Sigue Kokushibō —recordaba —Tranquilo hermano, yo continuare esto por ahora. Tú descansa.
—¿Qué diablos es esa cosa? —decía medio dormido.
—Sí. Está soñando que hace un examen... —sonreía —Bien. Vamos a presentar —se despedía mientras desaparecía.
—Hola~ —el menor de los hermanos canturreaba un poco —¿Cómo está-? —dejo lo que iba a decir al ver como estaban los invitados.
La madre de Dōma parecía una loca y su esposo estaba desmayado en su regazo. Dōma tenia una marca en su cachete, se notaba que había sido golpeado con una fuerza considerable. El resto, bueno, el resto estaba más o menos normal, si es que normal es sinónimo de incomodo.
—¡¿Qué diablos paso aquí?!
—O querido~ —la madre de Dōma llamaba —. Mi marido vio las consecuencias de sus actos y no soporto. Yo ahora estoy cuidando de él... Como siempre debió ser.
—De acuerdo... Señora, no haga daño a otros y podrá hacer lo que quiera con él.
—Gracias, me alegra tu comprensión. Si alguna vez te casas recuerda serle fiel a tu esposa. No vaya a ser que sea como yo —sonreía mientras ladeaba su cabeza un poco.
—Sí... —respondía un poco asustado —¿Y qué le pasó a Dōma?
—Lo golpee para que dejara de ser un insensible —Hakuji admite la culpa.
—¡¿Estás loco?! ¡Eres mayor que él! ¡Tienes más fuerza que él! ¡Tienes más habilidad para golpear que él! ¡Diablos, hasta mataste al dojo de al lado solo con tus puños! —le recordaba —¡¿Es que querías matarlo?! —preguntaba alterado.
—Cálmese, señor. Está vivo —Hakuji señalaba a Dōma —. Además, me contuve —admite —Aunque ese golpe tenia la suficiente fuerza como para dejar en el piso a alguien por un muy buen rato... —decía en sus pensamientos un poco sorprendido por la resistencia de Dōma —. Aunque ni lo sintió. El maldito es insensible físicamente también.
—¡¿Cómo me llamaste?! —preguntaba aterrado ¿Le acaban de decir señor? Él ni mayor de edad es todavía ¿Acaso le está diciendo viejo?
—¿Señor? —Hakuji decía no tan seguro.
—Sabes qué. No digas nada —suspiraba —¿Creen que pueden seguir? —preguntaba.
—Por mi no hay problema —Managi admite.
—Me da igual —el chico de expresión irritante admite, ni que algo haya cambiado, a lo mucho y la loca esa, pero para él todas las mujeres están locas.
Nakime solo asiente para indicar que puede seguir, aunque esa mujer le daba escalofríos.
—Yo estoy más que encantado de seguir —Dōma admite con una sonrisa fingida. El mero hecho de saber que pudo sentir algo en el último momento de su existencia le dio una pequeña pizca de esperanza.
Hakuji miraba a su maestro y luego a Koyuki. Ambos asienten —Sigamos, pero por favor. Que la loca no nos haga nada —solicitaba.
—Tranquilo. No les hare nada —la madre de Dōma sonreía un poco —. Siempre y cuando no se metan en la hermosa y perfecta relación que tengo con mi marido. —añadía.
—No haremos eso... —Keizo respondía —Es claro el amor que se tienen —decía un tanto nervioso.
—Lo sé. Me costo mucho conquistarlo en mi juventud —decía nostálgica —. Siempre lo veía de lejos. Me ocultaba y lo seguía. Y no dejaba que nadie más que yo lo pretendiera.
—¿Mataste a alguien? —preguntaba un poco asustada Koyuki.
—Claro que no —la mujer respondía un tanto molesta, si ella no mato a las mujeres que se acostaron con su marido ¿Por qué ella habría matado a las que lo pretendían?
—Menos mal...
—Solo las amenace con hacer de sus vidas dignas de ser llamadas las más miserables —respondía con una sonrisa.
Koyuki temblaba, no sabe si eso es mejor o peor de lo que propuso antes.
—A mi en lo personal me vale —Gyūtarō admite.
—¡Sigamos! —Ume decía infantilmente.
—Mi abuelo está un poco mal ¿Él puede descansar? —preguntaba Zenitsu.
—Zenitsu... Yo estoy... —Jigoro iba a decir protestar.
—De acuerdo —chasqueando sus dedos como su hermano, hizo que Jigoro desapareciera.
—¡¿Desapareció?! —Zenitsu decía asustado.
—Se fue a "descansar" —explicaba, para él, descansar era tomar té, él y Jigoro tomaran un poco de té y charlaran.
—Suena lógico —Kaigaku admite —. Espero y cuando vuelva no este de sensible —refunfuñaba un poco.
—¡Él está así porque te fuiste de nuestro lado!
—¿Y es que me preferías muerto, maldito bastardo?
—¡Si tengo que elegir entre recordarte como el hermano que apreció y que estés muerto, a que estés vivo como demonio y enemigo. Sí, te prefiero muerto!
—¡¿Cómo te atreves?! —decía indignado.
—Ya —el anfitrión aplaudía para parar la condición —¿Pueden seguir?
—Kaigaku también necesita descansar —Zenitsu señalaba.
—¿Qué? ¡No! ¡Es ese idiota quien necesita descansar! —Kaigaku replicaba.
Los dos desaparecieron.
—¿Alguien más necesita descansar? —preguntaba con una sonrisa inocente.
Al no escuchar ninguno respuesta, dio por sentado que todos los que quedan quieren seguir.
—Una pregunta... Sigo yo ¿Verdad? —preguntaba Michikatsu.
Yorīchi miraba a su hermano, puede que su expresión no lo diga, pero esto le interesa mucho.
—Sí —respondía con una sonrisa —¿No es emocionante? —preguntaba emocionado, técnicamente esos dos los trajo él, solo y sin ayuda.
—Solo eso quería saber —suspiraba, genial, ahora podrá ver como su sueño de superar a su hermano se hace añicos.
—No tienes porque preocuparte, yo estoy aquí contigo —Yorīchi intentaba animar a su hermano.
—Y ese es el problema —Michikatsu decía en su mente.
—Bueno, señoras, señores, niños y niñas —el anfitrión llamaba —¡Disfruten de la primera luna superior! —inclinándose, se despedía y desaparecía.
Un fondo negro aparecía. En el medio se encontraban palabras blancas que decían "KYBA KOKUSHIBO RAP". Las palabras van desapareciendo poco a poco. Con el tiempo nuevas palabras aparecen "MISAKE, IBUKI, RARY NITRO & CUJAS -AUDIOVISUAL-".
—Oh, un nuevo artista —Nakime se percata —¿Kyba-san? —intentaba decir, que curioso, de cierta forma podría significar colmillo —¿Qué es un rap? —se preguntaba acerca de la palabra que estaba al lado de Kokushibō.
—¿Ibuki? —Managi fruncía el ceño, ¿Cómo el monte Ibuki?
—¿Misake? —preguntaba el chico de expresión irritante, ¿Acaso se puso de nombre artístico "Error"?
—Creo que significa flor hermosa —Ume menciona.
—Eso era Misaki —Gyūtarō corregía.
—Me gusta el nombre de Kyba —Hakuji admite —. Es medio salvaje.
—Parece un nombre para una mascota —Koyuki dice un poco avergonzada.
—Una mascota con colmillos bien grandes —Keizo concuerda.
—Rary~ —la madre de Dōma alargaba un poco el nombre —Suena a raro ¿No lo crees, Dōma?
Dōma solo asentía, la verdad no tiene mucha importancia para él lo que significa ese nombre, que lo más seguro que ni tenga.
Se puede apreciar a Kokushibō derramando lagrimas. Pronto se ve que está frente a frente con la persona que alguna vez fue su hermano. La escena se enfoca en el rostro de un Yorīchi envejecido que derrama lagrimas al ver a su hermano en ese estado. La marca comenzó a emitir un color rojizo.
«Él tenía lo que yo quería tener»
«Nació con una marca que le permitía ver»
«A través de los humanos»
«Y eso le daba poder»
«Y yo también, y yo también»
«Quería ser como él»
Yorīchi abría los ojos un poco sorprendido, le dieron mucha información en tan poco tiempo. En primer lugar está entre triste y feliz, feliz porque sabe que si pudo verse con su hermano en el futuro, pero triste porque haya sido en esas condiciones. No entiende como pudo vivir tanto tiempo con la marca, pero está agradecido, pudo reencontrase con su hermano, y al parecer ambos en parte lloraron en ese reencuentro. Definitivamente odia a Muzan por haberlo separado de su hermano.
En cuanto a lo de la marca, él no tiene la culpa de haber nacido con ella. Cuando era pequeño fue tildado de maldito por tenerla. Y no se dio cuenta de las ventajas únicas que producía hasta que Uta, su esposa, le dijo que otras personas no puede ver a través de otros.
Aunque no comprende el origen del deseo de su hermano de querer ser como él, su hermano era perfecto tal como es, no tienen porque ser iguales, mientras estén juntos las diferencias no importan. Porque un hermano siempre aceptara al otro sin importar como sea.
Aun recuerda su relación con su hermano, a pesar de que nacieron como gemelos, él nació primero y se gano el derecho de suceder al clan, él por su parte, nació de segundas y con una marca que según su padre, lo hacía maldito.
Por nacer por esa marca fue apartado en un cuarto oscuro, pero estaba agradecido por eso. Apoyaba a su madre en su enfermedad para que estuviera más o menos bien. Pero lo que más apaciguaba ese sufrimiento, era su hermano.
No solo lo defendía de los intentos de golpes de su padre, también jugaba con él, cuidaba de él, le daba ánimos, intentaba que sonriera, su hermano era lo mejor que podría haberle pasado en ese momento. Un día le dio una flauta, y eso lo conmovió, por eso, días después como regalo a su hermano realizo su primera sonrisa.
Su hermano le comento su sueño de ser un espadachín, él quería ser el samurái más fuerte de todo Japón, entonces un sueño había aparecido en él. Él quería ser un espadachín también, quería ser el segundo mejor samurái de Japón, para poder estar junto a su hermano.
Obviamente el maestro de su hermano pregunto si quería intentar, acepto, y todo cambió. Resulto que tenia un talento nato para ser espadachín, él había logrado incapacitar y derrotar al maestro de su hermano con suma facilidad, y siendo su primera vez.
En ese momento los papeles cambiaron, su hermano pasaría a ser el apartado que esperara a que lo manden al templo y él sería el sucesor, un espadachín que dejaría un gran nombre en la historia de su familia. Pero él no quería eso, su hermano estaba sufriendo por eso. Aprovecho que su madre murió una noche para escapar de casa, no sin antes decirlo a su hermano todo lo que le amaba y que siempre conservaría su flauta. Luego de eso, se fue para no volver a ver a su hermano, nunca.
Con el tiempo llegó a un lugar alejado de su casa original, la que pasaría a ser su futuro hogar, conoció a una chica llamada Uta, era solitaria, y en un principio le pareció callada, pero estaba equivocado. Cuando decidió vivir con ella para convivir, descubrió que era muy habladora. Esa mujer pasaría a ser su esposa, pronto tendrían un hijo.
Pero... Un demonio le quito esa oportunidad. Un día que salió de casa y tardo más de lo esperado por ayudar a alguien, un demonio entró a su casa, mató a su esposa y a su futuro hijo, estuvo 10 días llorando junto a su cadáver por la perdida. Pronto un cazador de demonios se acerco a él y lo recluto, ese era Rengoku.
Al entrar a la organización se dio cuenta de que los espadachines, aunque poderosos, pecaban de ser muy "normales", no sabía como explicarlo, pero con el tiempo, creo una respiración, y comenzó a intentar enseñarla. Nadie pudo, pero si pudieron aprender una pequeña parte de esta y se crearon las derivaciones.
En una misión, se encontró a su hermano, estaba siendo atacado por un demonio, lo salvó, aunque sus compañeros lastimosamente murieron, pero luego reclutó a su hermano para estar juntos de nuevo.
Intento enseñarle la respiración solar a su hermano, pero tampoco pudo aprenderla, intentó convencerlo de que aprendiera una de las muchas derivaciones, le recomendó la de viento al ser destructiva, o la de la roca, pero rechazo todas.
Para su hermano toda derivación de su respiración creada por partes era solo una mera versión inferior, una mancha en la respiración original, talento Tsugikuni en sangres sucias, talento diluido e inferior. Con el tiempo y para su sorpresa, su hermano creo una respiración propia basada en la respiración solar.
¡La respiración lunar!
Y era maravillosa, era la respiración más cercana a la suya, a pesar de ser diferentes y opuestas en parte, era la que más se parecía, el puesto de la respiración más parecida a la suya, que antes era la de la llama, ahora la tenía la lunar de su hermano.
Él siguiente pasó fueron las marcas, su hermano obtuvo la marca que tanto quería, resulto siendo más grande que la suya y hasta tenían un diseño similar, pero escucharon una noticia que los hizo darse cuenta de las consecuencias de la marca.
La muerte...
Aquél que lleve la marca morirá tarde o temprano antes de los 25 años, o si tiene suerte, poco tiempo después.
Tiempo después, su hermano y él hablaron sobre eso.
—Debemos respirar y concentrarnos, la vida sigue, hermano... —el pilar del sol le dijo a su hermano.
—Hermano, ¿No te molesta que no tengamos salida? —el pilar de la luna preguntaba.
—¿Por qué no te alegras? —preguntaba el respirador original —Las próximas generaciones nos superaran poco a poco.
El pilar de la luna miraba con un fuerte desagrado a su hermano, aunque este, no lo notó.
Poco tiempo después, llegaron a este lugar, pero... Su hermano se volvió demonio, él falló al exterminar a los demonios y a su rey, y no pudo proteger a su hermano, tampoco pudo proteger a las futuras generaciones, su vida estuvo llena de fallos. Al final, su vida no valió nada.
Michikatsu tenia los ojos abiertos por la sorpresa, también estaba respirando de forma pesada.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! —decía de forma desesperada en su mente —¡¿Por qué a pesar de ser un demonio sigues haciendo que este bajo tu sombra?! ¡¿Por qué incluso siendo demonio me agobias, Yorīchi?! —estaba desesperado, y enojado. Comenzó a recordar todo lo que ha hecho para ser como él.
Todo comenzó con el nacimiento de gemelos, para su padre un sinónimo de mal augurio y mala suerte. Mientras que él era el primogénito y había nacido "normal", su hermano había nacido de segundas y con una marca de nacimiento anormal parecida al de una quemadura. Mientras a él lo pusieron a entrenar y prepararse para ser el sucesor, a su hermano lo dejaron de lado y metido en una habitación. A primera vista uno pensaría quien de los dos sería el bendecido y el otro el maldecido.
Pero, sentía pena. Pena por el niño que era su hermano menor, se veía tan débil y frágil, siempre se apoyaba en su madre, y eso le producía lastima. Obviamente por compasión intento ser un buen hermano mayor, salvándolo de los golpes de su padre, jugando con el a la cometa o a los juegos que pidiera, ayudándolo. Todo hasta que él se fuera al templo y se volviera un monje.
Él entrenaba para ser un espadachín, un samurái, su sueño era ser el samurái más poderoso de todo Japón, ya que el sucedería al clan, le dieron todo lo necesario, maestros y herramientas. Una vez su hermano se acerco con una sonrisa (La primera sonrisa que produjo fue para él) y en parte lo dejo desconcertado. Decía que quería ser el segundo espadachín más fuerte de Japón.
¿Su hermano un espadachín?
Tonterías, su hermano era débil, frágil, un niño que se pasaba todo el día jugando y estando con su madre, una persona así no puede ser un guerrero samurái. Pero...
Al final, su hermano fue mejor que él, a pesar de que él fue quien se mató entrenando, fue él el que se pasó estudiando, fue él el qué se esforzó desde que nació, eso no importo, su hermano, la primera vez, ya era más poderoso hasta de su maestro.
Y fue desechado, su padre iba a tomar la decisión de cambiar los papeles, ahora él era el apartado, y su hermano iba a ser el sucesor.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasa eso?
Un sentimiento se comenzaba a originar dentro de él, uno horrible, uno venenoso que quisiera no tener, la envidia.
Quería tener el poder de su hermano, por lo que le pregunto como hizo para tener tales habilidades. Sin embargo, lo que le explico, lo dejó helado, resulta que su hermano podía ver todo en cámara lenta, podía ver como respiraban las personas, la contracción de sus órganos, su posición, y la más importante, podía ver a través de los demás.
Ya que no entendió mucho, le pregunto como hizo para derrotar a su maestro, pero, solo le dijo que "Respiro", así es, cuando era un niño, su hermano usaba en su primera batalla de entrenamiento, las bases de la respiración.
Una noche su hermano vino a visitarlo para darle la noticia de que se iba, pero antes de hacerlo le dijo que siempre iba a conservar su flauta de madera.
¿Por qué se iba?
Sencillo, era para que la luna brille más que el sol en la oscuridad.
Era para salvarlo, lo hubiera conmovido, de no ser que la envidia se acrecentaba.
¿Por qué? ¿Por qué debía ser él quien tenga que desaparecer para darle la oportunidad a otro? ¿Tan poderoso era que lo creía incapaz de superarlo?
Luego se dieron cuenta de que su madre murió, y que su hermano, sabía de la enfermedad, al parecer la marca también le otorgo la habilidad de prever la enfermedad y cuando acabaría.
Tiempo después, se podría decir que fue feliz. Tuvo una familia, tuvo paz, tuvo descendencia, esposa, consiguió todo lo que quería, era reconocido como uno de los Samuráis más grandes. Pero en una misión junto a su escuadrón se dio cuenta de lo equivocado que estaba.
El mundo humano, el mundo humano no era ni lo más cercano a ser fuerte, en esa misión se encontró a un demonio, todos los integrantes de su escuadrón murieron, él intento resistir, pero ellos no tenían forma de defenderse, los demonios no mueren con armas normales, solo con armas basadas en Nichirin, iba a morir, morir humillado por un ser que le había demostrado que ser uno de los mejores samurái no era nada comparado con el mundo oculto que se le había mostrado.
Pero, alguien lo salvó, un ser que emitía un aire divino y cuyo corte con la espada fue tan hermoso que parecía descender del mismo sol, pronto la cabeza del demonio fue cortada de un corte y murió. Esa persona, la persona que lo salvó, era su hermano menor.
—Mis disculpas —el pilar del sol se disculpaba —. No pude salvarlos a todos.
Y fue en ese momento que ese sentimiento de envidia volvió a resurgir... ¡Como un veneno que corrompe su cuerpo!
Su hermano le habló de los cazadores de demonios, le habló del mundo oculto que se le había mostrado, y eso... Le encanto. Puede que en el mundo humano haya sido uno de los mejores samurái, pero contra los demonios no era nada. Él quería entrar, sin embargo, era difícil, él era el líder de un clan, un samurái muy reconocido. Por lo que debía decidir.
Su familia, sus logros, su vida como samurái o una vida como cazador de demonios junto a su hermano.
Uno pensaría que la mejor opción era la primera opción, después de todo, tenía todo para poder ser feliz, pero no lo era, no ahora que sabía de ese mundo de cazadores de demonios y demonios. Por lo que escogió la segunda opción.
Abandono todo lo que tenía para buscar más fuerza y poder. Al llegar se dio cuenta de que su hermano había creado algo llamado "Respiración solar" e intento aprenderla, pero no pudo. Con el orgullo roto, su hermano le pregunto si quería aprender una de las derivaciones de su respiración.
¿Una derivación? ¿Acaso insinuó que debe ceñirse a las versiones inferiores que inútiles crearon solo por qué no pudieron aprender la técnica de su hermano?
Él no era inútil, no lo era, él era especial, él era más fuerte, y todo se logra con entrenamiento. Al final, no pudo, pero si pudo crear su propia derivación, no aprenderá nada de nadie, él nació para crear, no para aprender.
Y es que era obvio, si él no puede obtener la fuerza del sol... ¡Obtendrá la lunar!
Su propia respiración, la contraparte de la respiración solar. La respiración lunar, una respiración caótica y feroz que no dejaba esquivar a nadie que entrara en ella.
Cada día que pasaba se estaba pareciendo más a su hermano, y eso lo alegraba, pero faltaba algo... Una cosa pequeña.
¡La marca!
La marca, era como una enfermedad, el portador original nacía con ella, y este se la pasaba a otros, pero, no le pasaba su activación o despertar, pasaba la posibilidad de despertarla. Por lo que se quedo pegado a su hermano lo más que pudo para "Infectarse"
Luego, fue en busca de despertarla, alta temperatura, latidos de corazón rápidos, respiración pesada, muchas de esas cosas matarían a alguien si está en ese estado mucho tiempo, pero a él no le importo, no, realizo un entrenamiento que elevo su temperatura y sus latidos de forma tan exponencial que despertó una marca.
Una maraca similar a la de su hermano, pero a la vez con diferente significado, él compara la marca de su hermano como las flamas que salen del sol. Y su marca la compara a lunas crecientes que emulan ser esas flamas. Puede parecer tonto, pero, puede que su deseo de querer ser como su hermano haya sido lo que haya hecho que su marca sea así.
Pero había algo curioso, la marca se despertaba, y luego debía activarse en cada batalla, pero su hermano siempre la tenía activada, él quería eso, por lo que acostumbro su cuerpo a tener alta temperatura y latidos rápidos de forma diaria, y así consiguió una marca permanente que nunca debía activarse.
¡Lo había logrado! ¡Era como su hermano!
Tenía todo lo que él tenía: Una habilidad excepcional con la espada, una respiración propia y única, Una marca de cazador, y era el segundo más fuerte de la cofradía.
Todo lo que su hermano había tenido desde su nacimiento, lo había logrado, y fue con puro trabajo duro.
Sin embargo, aun era inferior a su hermano, él era una hormiga comparado con su hermano, su hermano tenia tal poder que si quisiera, podría matarlo en menos de 1 segundo y él ni cuenta se daría.
Pero eso no era problema, aun tenía bastante tiempo para entrenar y alcanzarlo, ¿Verdad?
¡Pues no!
Escucharon una noticia que los hizo darse cuenta de las consecuencias de la marca.
La muerte...
Aquél que lleve la marca morirá tarde o temprano antes de los 25 años, o si tiene suerte, poco tiempo después.
Tiempo después, su hermano y él hablaron sobre eso.
—Debemos respirar y concentrarnos, la vida sigue, hermano... —el pilar del sol le dijo a su hermano.
—Hermano, ¿No te molesta que no tengamos salida? —el pilar de la luna preguntaba.
—¿Por qué no te alegras? —preguntaba el respirador original —Las próximas generaciones nos superaran poco a poco.
—¡No, eso me da asco! —El pilar de la luna miraba con un fuerte desagrado a su hermano
Nadie, nadie pudo aprender sus respiraciones, todos los pilares que conocen morirán también por la marca, nadie, nadie los recordara en un futuro, todo lo que consiguieron será olvidado, será reducido a cenizas solo por una maldición.
—Pero tú... —Michikatsu se giraba para ver a Yorīchi —Tú...
Su hermano se libro y supero la maldición, llegó a la vejez, él se volvió demonio para superar la muerte y esa maldición, pero su hermano no necesito de eso.
¡¿Por qué?! ¡¿Por qué debes ser especial?! ¡¿Por qué alguien como tú que nunca se ha esforzado puede ser especial?! ¡¿Por qué?!
—Hermano... —Yorīchi llamaba —Estoy llorando al ver en lo que te convertiste —admite con un poco de lagrimas en los ojos.
—¡¿Por qué mi hermano menor siente lastima por mi?! —miraba con despreció.
—Lo siento mucho, y hasta entiendo tu dolor —admite, él también fallo como su hermano, al final todo por lo que lucho fue para nada, Muzan escapo, los demonios siguieron existiendo, y a pesar de que no morirá por la marca, no importa, su legado solo será una acumulación de fallos.
—¡Eres solo una parte de mi pasado que debe morir ahí! —respiraba de forma pesada, una lucha entre ellos dos, él está vivo en el futuro, por lo que debe haber ganado ¡Él es superior!
El gemelo menor extendió sus brazos mientras que con su mano atraía a su hermano mayor que parecía enojado para abrazarlo.
—Dime, ¿Por qué siempre eres tú? —preguntaba comenzando a llorar.
—Porque somos hermanos —fue su única respuesta para después cerrar su abrazo.
—Te odio... —rindiéndose al abrazo, lloro en silencio.
—No siempre podemos ser iguales a nuestros hermanos —Gyūtarō menciona —. Lo mejor que podemos hacer es apoyarlos en lo que son buenos, y sin nos superan en algo. Estar orgullosos de ellos —sonreía mirando a su hermana, ella es hermosa y él es feo, pero no envidia su belleza, lo que su belleza hace en él es llenarlo de orgullo.
—¡Sí! —Ume concuerda con su hermano —¡Lo mejor que puedes hacer es apoyar a tus hermanos en lo que son buenos! —le devolvía la mirada sonriente a su hermano, su hermano es fuerte, y ella débil, pero no envidia su fuerza, que su hermano sea fuerte la llena de orgullo.
—No entiendo nada, soy hijo único —Managi admite —Aunque si todo esto es por una marca que parece quemadura... —decía pensativo —- Échate agua hirviendo y listo.
El chico de expresión irritante gruñía un poco, aunque lo niegue, él si tiene "Hermanos" si es que considera a todas sus personalidades extremo emocionales como familia, pero lo que no comparte es eso de "Querer ser como ellos" ¿Por qué querría ser como el idiota de relajado? ¿Por qué querría ser como el depresivo de tristeza? ¿Por qué querría ser como el imbécil de felicidad? Y en caso de que resentimiento cuente ¿Por qué querría ser un resentido de mierda?
—Es una tan digna de escuchar —Nakime se complacía, la historia de los hermanos Tsugikuni era como la historia de Amaterasu y Tsukuyomi, pero al mismo tiempo tenía tintes propios —. Definitivamente quiero hacer una melodía sobre ellos —sus mejillas estaban un poco rojas de la emoción de componer tal actuación.
—Supongo que a pesar de su envidia ama a su hermano en cierta forma —Hakuji admite al ver como esos dos lloraban abrazados.
—Aunque ese sentimiento lo más seguro es que lo termine consumiendo —Keizo negaba con tristeza, no hay peor destino para alguien que él ser infeliz por compararse con otro.
—Y eligió al peor objetivo para envidiar —Koyuki asiente un poco triste, la verdad es que Michikatsu ha logrado muchas cosas, pero él se compara con una persona con el poder de dejar en el piso al rey de los demonios, obviamente va a salir frustrado si se compara con él.
—Y saldrá mal, ¿No lo crees, madre? —Dōma fingía sonreír.
—Ese sentimiento de envidia lo corromperá a tal punto de que perderá todo lo que tiene y lo que consiguió quedara en nada —reía un poco.
—Pobre luna —Dōma fingía reír igual que su madre.
Y en verdad, tiene razón, una semilla de envidia fue plantada en ese hombre desde que era un niño, una semilla que fue creciendo hasta volverse un árbol enorme productora de envidia. Si bien es cierto que la envidia puede ayudar a la persona a desarrollarse, también puede hacer que hagas cosas o tomes elecciones equivocadas.
Ese hombre se dejo consumir por la envidia, abandono a su familia, a su esposa, a sus hijos, a los cazadores, a su hermano, y se unirá a los demonios solo para salvarse de la muerte. Una muerte causada por su envidia, pues él mismo dijo que quería la marca, y ahora que la tiene, no quiere sufrir las consecuencias.
—Pensar que un sentimiento tan común como lo es la envidia pueda causar tales actos —fingía sonreír, los sentimientos a pesar de que no los entienda son maravillosos de ver, sus consecuencias pueden ser desastrosas.
—¿Crees poder seguir? —Michikatsu preguntaba un tanto incomodo, todos lo vieron llorar y abrazarse con su hermano menor.
—Solo si tú puedes seguir... —respondía.
Michikatsu solo asiente y se libera de los brazos de su hermano. Estaba frustrado, enojado, pero a la vez estaba vulnerable, no quería que sus sentimientos fueran expuestos de esa forma. Si bien es cierto que ya no son desconocidos, él verlos y escucharlos en una canción le produce nervios.
—Por cierto... Gracias —el gemelo menor mencionaba.
—¿Por qué? —preguntaba.
Yorīchi señalaba un momento a la pantalla.
—Esa es... —Michikatsu se sorprendía un poco, en la pantalla estaba la imagen pausada de su hermano cuando era un niño, pero no cualquier imagen, era la reacción que tuvo cuando vio la flauta de madera que le regalo, y tal como la recordaba, era la sonrisa más sincera que ha visto.
—Gracias por haberme acompañado y haberme devuelto la fe —sacaba un momento su flauta
Michikatsu solo se cruza de brazos y desvía la mirada —Cómo sea...
«400 años atrás»
«Yo no paraba de entrenar»
«Soy el sucesor de mi familia»
«Y tú que no entrenabas me lograste superar»
«¿Qué es esto que siento, acaso es envidia?»
«Y ahora quién lidia con mis emociones»
«La derrota es mala, solo hay frustración»
«Me superó en todo lo que aspiraba»
«Incluso a mamá la trató mejor»
—Auch —Hakuji se rascaba un poco el cuello avergonzado, la verdad si ha llegado a comprender un poco el sentimiento de que no importa cuanto haya entrenado, siempre habrá alguien más fuerte que él, su maestro, pero no le tiene envidia.
—Ciertamente la frustración es mucha —Keizo asiente, seguramente sintió que es injusto como alguien como él que se la pasaba entrenando haya sido superado por alguien que nunca hizo algo parecido.
—¿Por qué habla de su madre tan de repente? —preguntaba Koyuki.
—A eso se le llama "Centrarse" —Keizo respondía —. Es bastante normal que algunas personas dejen de lado algunas cosas para dedicarse al 100% a sus entrenamientos.
—Y en este caso, ese hombre se centro tanto en entrenar, que seguramente no paso mucho tiempo con su madre —Hakuji concluyo —¿No es así?
—Sí —Michikatsu asentía, eso lo acepta, no puede negarlo.
Cuando era niño se la pasaba tanto entrenando, que dejo de lado por completo a su madre, casi no pasaba tiempo con ella, a lo mucho y la veía cuando pasaba junto a su hermano por el lugar donde entrenaba, pero nunca se relaciono mucho con ella. Tal vez sea por eso que no le dolió mucho su muerte.
—Y supongo que tú al no tener que entrenar, te la pasabas siempre junto a ella —Hakuji le preguntaba a Yorīchi.
—En verdad lo hacía por otra cosa... Pero sí —respondía.
Cuando era niño gracias a las habilidades proporcionadas por su marca, pudo ver que su madre se estaba enfermando, él trato de ayudarla y apoyarla lo más que pudo hasta el momento de su muerte.
—Pobre hombre —Managi admitía —. Creo que yo también me sentiría así si alguien más joven que yo me superara en crear arte —decía pensativo —. Nah, es imposible —se decía así mismo, nadie lo supera en ser un artista.
—Así son las cosas —Nakime dice con tristeza —. En este mundo, hay personas que son más jóvenes que tú, y son mejores que yo —recordaba como vio un día a una niña bastantes años más joven que ella tocar una Biwa de mejor forma que ella, desde ese día se dio cuenta de que simplemente existe gente que nace con más talento que otras, pero, no por ese una persona se debe de rendir.
¿Saben que es lo curioso? Qué la niña no quería tocar Biwa, a pesar de ser buena en eso, nunca quiso dedicarse a eso, por lo que también se le fue enseñada la valiosa lección de que a veces aunque seas muy bueno en algo, no tienes porque dedicarte a eso.
—Tch. —el chico de expresión irritante chasquea su lengua, si él estuviera en el lugar del espadachín, se habría enojado, y mucho —A mi sinceramente me habría importado una mierda —la voz relajada admite —A mi me hubiera dado mucho miedo las habilidades del oro —una voz llena de miedo admite —¡Yo me pondría feliz! ¡Tendría a alguien más fuerte que me defienda de los problemas que causo! —la voz alegre admitía —Me pondría a llorar —la voz llena de tristeza admite, lloraría porque todo lo que habría entrenado sería para nada.
—¿Te supero en todo lo que aspirabas? —preguntaba Gyūtarō —¿Y luego a que aspirabas tú?
—A ser el mejor samurái de Japón —se limitaba a responder.
—¿Y luego no eras samurái? —preguntaba Ume confundida.
—Era...
—¿Entonces?
—Deje mi sueño de lado, solo eso —respondía.
Ciertamente había logrado lo que quería de niño, suceder a su familia, convertirse en uno de los mejores samurái, pero... Dejo todo eso de lado, por su hermano, para acercarse un poco más al brillo del sol.
—¿Y tú tenias un sueño de pequeño? —Gyūtarō le preguntaba a Yorīchi.
—Quería ser el segundo mejor samurái para estar junto a mi hermano —respondía.
—Pero tú no eres un samurái... ¿O sí? —preguntaba Ume otra vez confundida.
—Deje esa idea poco después de descubrir mi talento. No me gusto la espada, no me gusto hacer daño. Solo soy cazador de demonios por cierto incidente. Si ese incidente no hubiera ocurrido, jamás habría tocado una espada de nuevo.
—Parece que los dioses cambiaron intercambiaron sus sueños —la madre de Dōma admite con una sonrisa —¿Qué crees, Dōma?
—Creo que te estás calmando —Dōma cambiaba de tema, no quería hablar de dioses, sobretodo porque tiene las de perder aquí, ese tipo nació con habilidades que superan a un maestro con la espada, con una marca que dota de habilidades que un humano normalmente ni tendría y que además de eso, es libre de la maldición que supuestamente mata a todo aquel que la haya portado, definitivamente tiene las de perder.
—Lamento lo que paso ese día —Yorīchi dice en voz baja.
—Sí, yo también —Michikatsu admite en su mente, si su hermano no hubiera osado aceptar la propuesta de su maestro, nunca sabrían que su hermano nació con más talento que él, nunca cambiarían los papeles, su hermano seguiría con ellos hasta qué se fuera al templo, y quien sabe, tal vez sus destinos se hayan vuelto a encontrar, pero de lo que sí está seguro, es que no tendría envidia.
—Aunque respecto a lo de nuestra madre...
—Sí, sé que me amaba tanto como a ti. No te preocupes, fue por mi culpa que no nos hayamos relacionado mucho.
Yorīchi sonreía un poco —Ella nos amaba, hermano.
«¿Y qué es lo que tengo que hacer para ser como él?»
«Lo dejé todo atrás»
«Mi humanidad también»
«Todo para poderlo alcanzar»
Yorīchi bajaba un poco la mirada, así que también fue por su culpa que su hermano haya cambiado de bando y se haya perdido de si mismo.
Michikatsu negaba un poco, si bien es cierto que culpaba a su hermano por haberle provocado y originado ese sentimiento tan horrible como lo es la envidia, no es su culpa que él haya cambiado de bando, la culpa es solo suya.
—No es tu culpa —el mayor de los gemelos hablaba —. Asumo las consecuencias de mis deseos.
Y era verdad, él va a a convertirse en demonio para evitar morir por la marca, marca que él mismo deseo y lucho para conseguir, marca que él quería desde pequeño, marca que él anhelaba, y bueno, sus anhelos ahora le jugaban en contra.
—A pesar de que digas eso... Puedo ver que aun le temes a la muerte —el menor se percataba.
Michikatsu iba a decir algo, pero las palabras no salían, era verdad, no quería morir, no quería morir por la marca, sabe que es culpa suya, pero, si muere, todo lo que habrá sacrificado fue para nada.
—No tienes porque temer, hermano...
—Lo dices porque vivirás hasta la vejez incluso portando esa maldita marca... —sus dientes rechinaban con ira.
—Sabes que eso no es verdad, incluso cuando pensaba que moriría dentro de poco, no le temía a la muerte.
El usuario de la respiración lunar gruñía un poco. Eso es cierto, su hermano nunca le tuvo miedo a su "temprana" muerte, siempre estuvo calmado y como si de irse a dormir se tratara, esperaba pacientemente la hora de hacerlo, no sin antes haber acabado con el rey de los demonios claro está, cosa que nunca hizo.
—Es triste ver como un honorable guerrero se perdió hasta tal punto —Keizo admite, perdió su humanidad por un sentimiento como la envidia.
Hakuji estaba en silencio. no va a decir nada, sobretodo porque él se volvió en demonio por dejarse llevar por un sentimiento de venganza.
—Uno no controla lo que siente, aunque tampoco deberíamos dejarnos llevar por eso —Koyuki admite, no está diciendo que los sentimientos son malos, ni que fuera Dōma, pero si se deberían de poder contenerse un poco.
—Dudo mucho que eso se pueda, niña —el chico de expresión irritante refunfuña asqueado por esa posibilidad ¿No dejarse llevar por las emociones?, decir eso es como decir que ellos no deberían existir.
—Me pregunto como me habré convertido en demonio... —Managi dice pensativo, debió ser una historia épica, de esas que son trágicas, de las que todos se acordarían y todos rememorarían cada vez que quieran representar lo que de verdad es literatura y arte.
—A mi también me gustaría saber —Nakime admite, la verdad, ella no tiene motivos para volverse a una demonio, tal vez fue forzada a serlo como Hakuji, pero no cree que haya sido eso pues, ella no tiene nada que pueda llamarle la atención al rey de los demonios.
—Es un poco tonto... —dijo Dōma, si él se vuelve demonio, sería "Inmortal" en longevidad, pero, su hermano no lo es, por más que haya vivido hasta viejo, en algún momento ha de morir, y si muere, ya no podrá superarlo, pues se habrá ido, y solo le quedara un inmenso vació y una inmensa frustración por no haberlo superado cuando él estaba vivo.
—Estará de resentido hasta el momento en el que muera~ —la madre del niño concordaba, ese hombre está tan cegado que no se da cuenta de que su sueño solo es posible si su hermano está con vida al momento de realizarlo, si no lo está, prácticamente su sueño no será el mismo y vivirá frustrado hasta el momento en el que muera.
—¿Qué recomendarías tú, madre? —preguntaba el niño de ojos arcoíris.
—Que ambos mueran al mismo tiempo —soltaba una pequeña risa —. Así terminan una hermosa historia de hermanos sin afectar a nadie.
—Extraño los comentarios sarcásticos de la escoria —Gyūtarō admite, extrañaba los comentarios crueles de Kaigaku en parte, sin él no tiene mucho que reprochar y criticar, sobretodo porque está historia aunque sea de hermanos, es más parecida a la del de pelo amarillo y la escoria.
—Me pregunta como estarán descansando —Ume admite, la verdad, no tiene mucho que comentar aquí, ha sentido envidia, sí, por todos los que tienen una vida mejor que ellos, pero nunca ha sentido envidia de su hermano.
—Esos imbéciles se salvaron de ver la historia de la que se copiaron —siseaba el mayor de los hermanos del distrito rojo.
—Y solo porque estaban cansado —Ume hace un puchero con sus cachetes.
«Por eso es que»
«Yo creé la Respiración Lunar»
«Al caer la noche»
«Salen los demonios a cazar»
«Dejé mi humanidad para seguir vivo»
«Recuerda mi nombre: Kokushibo»
«Haré lo que mi yo del pasado no pudo»
«Soy la Luna Superior número Uno»
—Ídolo —Managi aplaudía.
—Solo le aplaudes porque matara al que te mató, ¿Verdad? —preguntaba el chico de expresión irritante.
—¿Cómo sabes?
—Porque lo has dicho ya varías veces, desgraciado...
—Ah, sí cierto —decía algo avergonzado, ya se le había olvidado.
—Me encanta que tenga tantos ojos —Gyūtarō admite, parece un insecto con esas características, y le encantan ese tipo de animales.
—Sigo creyendo fervientemente que si solo tuviera dos ojos estaría más guapo —Ume admite.
—¿Qué dices?, pero si los ojos le dan el toque... —Nakime opinaba —. Además hace juego con su espada de ojos...
—Mujer, das miedo con lo de los ojos...
Nakime bajaba un poco la cabeza, tiene razón, siempre dicen que da miedo, tanto por su apariencia como por sus gustos, odia eso.
Hakuji formaba un puño con su mano derecha y lo veía fijamente. Si hubiera pasado más tiempo, si le hubieran dado más siglos, ¿Podría Akaza llegarse a comparar a ese demonio?
—Primero debes superarme a mi, Hakuji-dono~ —el niño de ojos arcoíris se burlaba.
—Con lo confiado que eres sería fácil vencerte —dejaba de formar su puño para luego cruzarse de brazos.
—Oh, pero yo me pondría serio si es por ti~
—No pues, que honor —rodaba los ojos.
Keio reía un poco —Es la primera vez que veo a una persona que fue golpeada por Hakuji aun llevándose bien con él
—La mayoría termina teniéndole miedo u odiándolo —Koyuki asiente, l a mayoría era del dojo de al lado.
—Supongo que el hecho de que no le haya dolido es clave —Keizo suponía con una sonrisa —Aunque de milagro no lo mató o le causo algo grave...
—Aunque sí le dejo una marca morada en el cachete —Koyuki observaba.
—Eso se cura con el tiempo....
«Todos los humanos con las marcas morirán»
«Todos los humanos con las marcas morirán»
«Todos morirán»
«A mis manos no podéis hacerle frente»
«Simples humanos»
«Si atacas en vano, el brazo te rebano»
«¿Por qué?»
«Porque tu tiempo se ha acabado»
«Esa marca lo ha dictado»
«Me encargaré de hacerlo realidad»
«Respiración Lunar»
—Nuestro descendiente tenia tanto potencial... —Michikatsu suspiraba, aunque le agradaba por fin saber cual era su técnica de sangre, y la verdad, generar lunas crecientes filosas para atacar es muy útil, él actualmente las ve como una ilusión, pero pasarlas ala realidad sería muy útil.
—Le rebanaste el brazo de corte —Yorīchi negaba —¿No te importa que sea tu descendiente, hermano?
—Claro que me importa —admite —. Por algo estoy seguro de que le ofreceré volverse demonio —sonreía un poco —. Aunque... Creo que no aceptara.
—Creo que hasta negara tener parentesco contigo —Yorīchi concordaba un poco.
—Y por eso morirá. Cortado por la mitad —Michikatsu amenazaba un poco.
—¿Le darás oportunidad al menos de demostrar algo?
—Lo dejare lucirse unos segundos, quizás un minuto —admite —. Luego sacare la espada y acabare con eso rápido —añadía, por más prodigio que sea, no puede llegar a su nivel con esa edad.
Managi silva un poco —A Managi le gusta. A Mangi le gusta mucho —aplaudía infantilmente.
—Qué resentido —el chico de expresión irritante admite, le recuerda a la antigua personalidad de resentimiento, que tipo más insoportable.
—La voz femenina le dio un toque que me dio escalofríos. Me gustó —Nakime opinaba, se preguntaba quien hizo la voz, aunque lo más seguro es que haya sido nombrada en los créditos de audiovisual, pues técnicamente la voz es audio, ¿No?
—Lo mismo, fue hermosa —Ume felicitaba por tremenda voz, no esperaba escuchar a una mujer en esta canción.
—Buena rebanada —Gyūtarō admite, a él también le habría gustado dejar manco al pilar que oso enfrentarse a él.
«Brilla mi espada hecha de carne de demonio»
«Que es más grande si hay más odio»
«Cuanto más lejos llegue, más cerca está vuestro final»
«Con mi forma final»
«Olvidé cómo pelear para ganar»
—¡A la mierda! —Managi estaba impresionado, esa cosa era casi tan guapa como Gyokko.
—Adefesio —el chico de expresión irritada admite —Uhhhh. Quiero tocarla —la voz relajada quería tocar esa cosa —Yo también, ¿Será que muerde? —preguntaba la voz alegre —Heee —la voz miedosa emitía un chillido, esa cosa da miedo. —Deprimente. Deprimente. Deprimente. Deprimente —la voz triste decía, solo puede sentir pena por ese hombre.
—Que asco —Ume quería vomitar.
Gyūtarō abre un poco su boca, esa cosa era genial, asquerosa, pero genial.
—Hmmmm. Prefiero la otra versión —Nakime admite, está versión es demasiado... Ehhh... No sabe como describirla, pero definitivamente prefiere la otra.
—¿Tan feo es? —preguntaba Koyuki que tenía los ojos tapados por las manos de Hakuji
—No quieres saber... —Hakuji respondía de forma automática, ¿Qué es eso? ¡Esa cosa es un verdadero y autentico demonio!
—Definitivamente la envidia lo corrompió a tal punto que ni él mismo se reconoce —Keizo negaba con tristeza.
Michikatsu abre los ojos horrorizado —¿Qu-que es eso? —preguntaba aterrado —¿E-e-ese soy yo? —preguntaba, aunque no quería saber la respuesta.
Yorīchi abría los ojos por la sorpresa ¿Ese era su hermano? ¿Qué le había pasado? ¿Acaso su envidia lo transformo en esa cosa? No... Ese no era su hermano, no podía reconocerlo, en la forma anterior al menos podía identificar ciertas características de su hermano, pero aquí ni humano parece, es más demoniaco que el mismo Muzan.
—Y-yo... ¿E-en qué me convertí? —se preguntaba así mismo horrorizado.
¿A eso llegó la envidia? ¿A volverlo un monstruo? ¿Para eso dejo a su familia y su sueño de ser un samurái? ¿Todo fue para él ser un monstruo horrible?
—Yo no quería nada de esto —se decía así mismo, él no quería ser ese monstruo horrible, él no quería que todo terminara así, él no quería, no quería.
"Sabes hermano, todos los que se dedican a un mismo objetivo llegan al mismo destino"
—Esas palabras...
Su hermano le había dicho eso antes. Pero a pesar de todo lo que se dedico a su objetivo nunca llegó ahí.
Solo ver la cara de su hermano le produce repulsión, escuchar su voz le hace fruncir el ceño de la ira que le producen sus frases filosóficas.
Pero a pesar de todo... Y seguramente después de haber vivido más de 4 siglos, aun te recordaría de forma nítida.
Seguramente no podría recordar el rostro de sus padres, ni el de su esposa o el de sus hijos, pero el de su hermano seguramente lo recuerde tan claro como el agua.
Su hermano era como el único y singular sol, todos los humanos le adoraban, le anhelaban y le extendían los brazos, sin embargo su única opción siempre fue retorcerse del dolor y sufrir por eso. Hasta convertirse en cenizas y desaparecer.
Sí, nada...
Al final no obtuvo nada.
Dejo su sueño...
Dejo a su familia...
Dejo a los cazadores...
Dejo a su hermano...
Se convirtió en demonio...
Le juro lealtad a un ser horrible que ni merece ser llamado rey...
Se alimento de personas...
Abandono su pasado como samurái.
Cortó a su descendiente sin dudarlo.
Y se convirtió en un monstruo...
Seguramente ese hombre y él cazaron a cada persona a la que posiblemente le heredaras tu respiración.
Pero entonces... ¿Por qué tu respiración aun existe 400 años en el futuro?
¿Por qué no puedo olvidarte?
¿Por qué no puedo ser como tú?
¿Por que tú y yo somos tan diferentes a pesar de ser gemelos?
A pesar de haber vivido y llegado tan lejos ¿Sirvió de algo al final?
¡¿Por qué rayos nací si quiera?!
—Me dijiste que todos los que se dedicaban a un objetivo llegaban al mismo destino. Pero yo nunca llegue allí. No pude ver el mundo que tú viste —pensaba bajando la cabeza.
—Hermano... Yo estoy para ti. No afrontes esto solo —Yorīchi volvía a abrazar a su hermano —. No deberías porque castigarte por algo que aun no ha sucedido...
—¿Por qué nací si quiera? —preguntaba llorando —. Al final, todo fue para ti, y nada para mi...
—No. Te equivocas, al final... Los dos fallamos en nuestros sueños —Yorīchi también comenzaba a llorar un poco.
Al final ninguno pudo lograr lo que quería, uno no pudo igualar al otro, y el otro no pudo derrotar al progenitor de los demonios para terminar la guerra. Al final los sacrificios de ambos tuvieron el mismo destino, nada. No lograron nada.
—Dije que acabaría mal —Dōma fingía sonreír, desde que le pregunto que pasa con las personas de envidia extrema le dijo que acabaría mal, y henos aquí. Aunque bueno, es casi poético que el destino del hombre que abandono todo, sea tener nada.
—Nuestro hijo es tan sabio como siempre~ —la madre del chico le susurraba a su esposo desmayado.
«No sé qué es lo que tengo que hacer»
«Para ser como él»
«Él tenía lo que yo quería tener»
«Nació con una marca que le permitía ver»
«A través de los humanos y eso le daba poder»
«Y yo también, y yo también»
«La quería tener»
«Por eso me hice demonio»
«Para no fallecer»
«¿Por qué te fuiste hermano sin que te pudiese vencer?»
«Todo lo que tenía lo di por ti»
«Mi humanidad la perdí por ti»
«Mi vida y mi tiempo también perdí»
«Incluso fue por ti que»
«Yo creé la Respiración Lunar»
A pesar de que Yorīchi seguía abrazando a su hermano, estaba escuchando con atención.
—Así que morí ese noche... —pensaba —Perdón por no salvarte e irme hermano... —eso le deprimía, murió en frente de su hermano, no sabe como, no sabe si fue porque se dejo matar o porque sencillamente su tiempo en el mundo acabó, pero, el mero hecho de no haber podido salvar a su hermano antes de eso, le deprime un poco, se recalcara ese fallo siempre.
—¿Por qué te fuiste, hermano?
—Nuestro tiempo en el mundo es limitado, hermano —respondía —. No es malo morir...
—Me dejaste vivir.
—No. Yo nunca haría eso —decía rápidamente —. Posiblemente mi tiempo acabo antes de poder dar el golpe final.
—Hasta tu muerte tendrá más honor que la mía entonces... Al final no serví para nada.
—No hay honor en morir sin haberte salvado, hermano —admite —Kokushibō, en ese futuro... En donde sea que estés, cuídate por favor...
—Ni tampoco en la de un hombre que lo dejo todo —respondía —Espero que rencarnes junto a tu esposa, Yorīchi... —era lo único a lo que podía aspirar como deseo, porque él, estará en el infierno un largo, largo tiempo.
Luego de esto, dejaron de abrazarse. Al menos se habían despedido, cosa que esas versiones suyas seguramente no hicieron.
—Trágico —Keizo se limitaba a decir.
—Al final lo dio todo por su hermano, pero no de la forma en la que lo tuvo que haber hecho —Koyuki admite.
—Por eso es que dejarse llevar y hundirse en la envidia es malo —Hakuji admite —Mierda, ya parezco Dōma.
—Yo también te amo, Hakuji-dono~
—Esos dos parecen depender emocionalmente del otro —Managi sacaba su lengua un poco asqueado.
—Capaz que lo sean —el chico de expresión irritante rueda los ojos, él nunca sería dependientemente emocional de otra de sus personalidades, todas le valen una mierda.
—La verdad, si nos estuvieran casados, no fueran hermanos y Kokushibō no tuviera tantos ojos, los emparejaría como lo hago con la diosa Amaterasu y el dios Tsukuyomi —Nakime pensaba para si mismo un poco sonrojada.
—Si no fueran hermanos y fueran pareja, sería bien tóxicos —Gyūtarō intenta imitar a Kaigaku.
—Hermano, a ti no te sale... —Ume se ríe un poco de su hermano.
Gyūtarō gruñía un poco, imitar a la escoria era bien difícil.
«Y al caer la noche»
«Salen los demonios a cazar»
«Dejé mi humanidad para seguir vivo»
«Recuerda mi nombre: Kokushibo»
«Haré lo que mi yo del pasado no pudo»
«Soy la Luna Superior número Uno»
—Y esa fue, la luna que por más que se intentó alzar, jamás pudo eclipsar al sol —Nakime tocaba una melodía con su Biwa.
—¡Que buena frase! —Managi admite —¿Me podrías hacer una a mi con Gyokko?
—¡Yo quiero una también! —Ume admite —¡Mi hermano también quiere!
—Sí... —Gyūtarō apoyaba secamente.
—Me gustaría una también —Hakuji admite un tanto avergonzado.
—Anda, te lo has ganado... —Keizo apoyaba.
—A pesar de que sea malo lo que voy a decir... Fuiste un demonio muy bueno, Hakuji-san —Koyuki felicitaba —Te mereces un buen titulo.
—¡Gracias!
—¡¿Yo también puedo tener uno?! —Dōma preguntaba de manera infantil.
—Hmp —el chico de expresión irritante miraba de reojo, a él también le gustaría uno.
—Chicos, chicos, yo solo dije eso porque me gusta la temática de la luna superior uno —Nakime se excusaba.
—¡Eso es favoritismo! —Managi se quejaba —¡¿Por qué lo prefieres a él y no al papucho de Gyokko?!
—¡Yo soy hermosa, mi temática es mejor! —Ume se quejaba —¡Mi hermano también es genial!
—Sí...
—¿Cómo no te va a gustar mi temática? —preguntaba Hakuji confundido —¡Soy un demonio que pelea a puño limpio!
—¡Yo soy una princesa de hielo! —Dōma decía infantilmente —Libre soy~ Libre soy~
Mientras todos estaban armando un revuelo, los hermanos Tsugikuni miraban la escena.
—No tienes porque eclipsarme, hermano —Yorīchi volteaba a mirar a su hermano —. La luna tiene un encanto y un brillo casi tan único como el del sol. Eres perfecto tal y como eres.
Michikatsu sonreía un poco ante esto —Idiota. Pero gracias... Por todo.
—Gracias a ti. Por ser mi hermano.
—Y ese es tu sueño en el universo escolar —el anfitrión le comentaba a Kaigaku —¿Más té? —preguntaba.
Kaigaku estaba un tanto confundido al anfitrión —¿Por qué querría yo ser un político? —preguntaba extendiendo su taza.
—Ni idea —servía más té —Y volviendo —miraba a Zenitsu —. Déjame decirte que tendrás cuatro bisnietos.
—¿Cu-cuatro? —preguntaba un poco sorprendido, no esperaba que tuviera tanta descendencia.
—Sí, ¿Quieres más té relajante? —preguntaba.
—Sí, por favor.
El menor de los anfitriones servía el té.
—Y usted, ex pilar rugiente ¿Quiere saber un dato de su amistad con el pilar de agua de su generación? —alzaba un poco el recipiente del té para indirectamente preguntar si quería más té.
—Sí, por favor —asentía.
—Su reencarnación y la reencarnación del señor Urokodaki serán muy amigos. Los unió el Shogi —servía el té.
—Oh. Increíble —decía el anciano.
Una campana sonaba.
—Y ahora les voy a contar un secreto de "The upper moons React" —el anfitrión mencionaba en un tono educado —. Inadama Kaigaku en el universo del Gakuen, parece admirar bastante al secretario Kokushibō. Esto se puede ver cuando fue a él a quien informo de la competencia de globos y lo invito a participar —explicaba —Hasta la próxima —se inclinaba y volvía a sentarse en el tatami.
—¿Qué Kaigaku qué? —Jigoro preguntaba con el ceño un tanto fruncido.
—¿Inadama? —preguntaba Kaigaku —¿Tengo apellido? Espera... ¡¿Otra vez ese imbecil?!
—¿Es en serio? —preguntaba Zenitsu ¿Hasta en el universo escolar Kaigaku estaba con ese tipo? ¿Y por qué una luna demoniaca sería un secretario?
Recuento de palabras: 9. 637
Publicado: 13/Julio/2022
Editado: ???
Hey, hey, hey, al trigésimo quinto capítulo de este Watching ha llegado y con él mis agradecimientos por tomarse la molestia de leerlo.
Para mi sorpresa si pude escribirlo en una sola parte, pero bueno, esta es el rap de Kokushibou de Kyba, un rap que rompió con las votaciones, literalmente creo que fue por la que más votaron XD.
Bien, me despido con estas imágenes de los hermanos Tsugikuni.
Y ahora mis 4 favoritas... ¡El arte con el que fueron hechas me encanta! Fueron hechas por @cpCtbePFK4L2gaX de Twitter.
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