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¡Nomofobia, adicción al celular! Parte 8 (¡Ana es castigada!)

¿Qué paso? —la amiga de Ana preguntaba.

No sé, a penas y me hablo —respondía sin saber muy bien lo que acababa de pasar, eso hasta que recibió un mensaje de Héctor.

"Te quiero muchísimo, pero me dio mucha pena, por eso me vine rápido al salón"

La amiga de Ana inflo un poco los cachetes y se volteó a ver al salón de Héctor.

Ese Héctor siempre ha sido muy tímido, eh...

Pero eso no le quita que sea un buen novio —Ana lo defendía —Ay... Lo amo tanto, lo amo —decía con un tono de "enamorada"

El chico que intervenía volvía a aparecer, pero no entendía muy bien la escena por lo que parece.

—¿Lo- Qué? Pe-Perdón ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué es esta vida? —se preguntaba al ver la escena —¿Cómo es eso de que lo amas, wey? —preguntaba de nuevo —Ay lo amo mucho —decía con una voz grave, forzada, pero grave —. Me envió una vez un emoji besando ¡Agh! —la palma de su mano se posiciono en su pecho.

¿Cómo puede estar segura de que es el amor de su vida si tan solo se han relacionado unos cuantos días y de paso solo tienen unas pocas horas de relación? —Dōma pregunta, él no sabe de amor, su conocimiento sobre eso es equiparable al de un infante, pero hasta él duda de que lo ame en verdad.

—La niña tiene... ¿Voluntad? —la madre de Dōma admite, es bastante persistente con su relación.

Hmmmm ¿Y por qué no se lo coge para saber si lo ama de verdad? —el padre de Dōma pensó, es algo sencillo de hacer, su luego de tener relaciones aun quiere seguir la relación lo ama de verdad y si no lo hace porque se cansó, pues lo dejan al darse cuenta de que lo que sentía más que amor era atracción física y pasional, después de todo, todas las aventuras que tuvo fueron de una sola noche y con pacto de no consecuencia si algo pasa -luego de esa noche nadie habla de lo ocurrido- y es por eso que sigue casado, él ama a su esposa o bueno, a la que no es asesina, si no la amara hace rato la hubiera dejado, cosa que no ha hecho.

—Parece que su sociedad es la opuesta a la de nosotros —Michikatsu admite, hombres tímidos y sumisos con deseos ocultos y mujeres fuertes y defensoras, eso es algo raro, pero nuevamente se recuerda no juzgar el futuro por esta novela.

—Es curiosa la diferencia cultural entre nuestras sociedades —Yorīchi admite, no solo parece ser el pasar de los tiempos los que los diferencia, pareciera que la procedencia también, ahora él sus dudas acerca de que ese país quede en Asía se han disipado, lo más seguro es que no.

—¿No sé supone que para que nazca el amor deben de pasar primero tiempo juntos? —Koyuki pregunta por lo bajo, ella a primera vista no se enamoro de Hakuji, sobretodo porque tenía pintas de criminal, fue con el tiempo que pasaron juntos con él cuidando de ella que desarrollo sentimientos por él.

—Me pregunto lo mismo —Hakuji dijo en un susurro, él en un principio solo cuidaba a Koyuki por su maestro, pero luego de que ella lo tratara tan amablemente, le hiciera sentir cariño de nuevo, que le diera un lugar en su vida, el que sea una chica enfermiza como su padre ahora no es la razón de que la cuide, ahora también la cuida por todo el cariño que le tomo con el tiempo.

Supongo que en el futuro las relaciones avanzan más rápido —Keizo pensaba una respuesta.

—El amor es un sentimiento bastante fuerte... —el chico de expresión deprimente admite —Pero es uno que no estamos dispuestos a sentir —murmura, si ellos se enamoraran, si se apegaran a alguien, ese alguien corría peligro, y por como son ellos, si muere, no les quedara de otra que mentir y ser inocentes, como siempre han sido.

—¿Qué es un emoji? —Managi preguntaba con curiosidad.

—¿Qué tiene de malo que le diga que lo ama? —Ume pregunta —Es su pareja ¿No?

—Lo dice porque llevan relativamente poco relacionándose —Gyūtarō respondía.

—Pero se deja implícito que se conocían de antes y que ya tenían sentimientos mutuos.

—Si, pero como tal la relación solo lleva unas pocas horas —intento explicar, aunque él tampoco sabía de estas cosas.

No veo cuál es el problema, he visto a Zenitsu querer casarse con personas que no conoce y hasta jurarles amor eterno al segundo de conocerlas —Kaigaku la verdad no ve rareza en estos comportamientos.

—¿Qué tiene de malo que le diga que lo ama? —Zenitsu no comprende.

—Nada muy importante para ti... —Jigoro suspira, solo esperaba que Zenitsu se tomara su tiempo para conocer a Nezuko y no se le haya propuesto nada más la conoció, sobretodo porque es una demonio sin mucha consciencia del entorno.

La novela se reanuda en una escena completamente diferente, en esta escena, por lo que se puede ver, la madre de Ana le reclama por su celular, que es "Diferente" al anterior, cosa rara, se dio cuenta hasta ahorita y no antes.

¿De dónde sacaste este otro celular? —la madre de Ana le cuestionaba.

S-Se lo cambie a una amiga —Ana mentía.

—¡Eso es mentira! —Gyūtarō señalaba con enojo —¡Sucias mentiras de la niña retrasada!

—Ay... —Ume rechino un poco sus dientes.

—Mocosa mentirosa e irresponsable —Jigoro ejercía presión en el suelo al sujetar más fuerte su bastón.

—Bueno, así son los niños —Zenitsu murmura, muchos niños son mentirosos y eluden la responsabilidad de aceptar un castigo por sus errores, como ejemplo puede mostrar al universo escolar y a como prefirió sacrificar a los hermanos Shabana por su propia conveniencia, y la de sus compañeros, pero ese es un plus.

Kaigaku estaba callado, no podía reprocharle nada a Ana, es un mecanismo de protección el mentir, los niños son débiles, son criaturas ingenuas que son rápidas para mentir y la crueldad les parece algo relativamente bueno, los niños son egoístas, y lo sabe él, que fue uno de esos niños.

Tus lecciones y palabras permanecen hasta hoy, Gyomei —Kaigaku fruncía el ceño y se reprochaba así mismo por recordar tal descripción tan verdadera sobre lo egoístas que son los niños.

—Parece que la niña además de ladrona se inicio en el camino de la mentira —Managi soltó una pequeña risa. 

El chico de expresión deprimente observa la pantalla con más atención de lo usual, sus ojos brillaban un poco. Una sonrisa melancólica apareció en su rostro, una que podría confundirse con una sonrisa triste que se originaba solo para camuflar una enorme tristeza. Él representaba la tristeza, el sufrimiento del chico que originalmente controlaba este cuerpo, ellos se originaron gracias a la mentira, ver a Ana mentir lo hizo sonreír un poco. 

Esa mentira está mal dicha, necesitas trabajar mejor en convencerte a ti misma que es real —decía en su mente —, pero con el tiempo podrías ser como nosotros —se imaginaba a las otras emociones —. No te preocupes, si obtienes más de una emoción como nosotros, nunca estarás sola, niña —la sonrisa melancólica poco a poco desaparecía.

—¡Una mentira deshonrosa! —Hakuji negaba decepcionado, y eso que él le había mentido varías veces a su padre por lo que también ha cometido tal falta.

—Mentirle a un padre... Comportamiento decepcionante —Keizo dijo con decepción —, si fuera por los motivos correctos lo entendería, pero literalmente está ocultando que robo algo por razones egoístas. 

—Es triste como quiere ocultar su acto delictivo de esta manera... —Koyuki dijo con cierta tristeza, ella iría con su padre con los ojos llorosos para pedirle perdón y preguntarle alguna forma de compensar lo que hizo.

La niña dijo una falacia muy inestable —Dōma pensaba, si bien es cierto de que es una excusa valida la que dijo, el argumento esta lleno de aperturas, por ejemplo ¿Por qué la amiga le cambiaría el celular? ¿Por qué justo cuando lo acaba de comprar? ¿Por qué no le había notificado a su madre? Muchas preguntas validas pueden desmontar tal defensa y a menos que Ana tenga sustentaciones para esas preguntas, tarde o temprano se descubrirá la verdad.

—¡La mentira es una falta! —el padre de Dōma decía con seriedad.

—Cariño... Tú me mentiste acerca de que me eras fiel... —la esposa del hombre negó con decepción.

—Bueno, no te mentí como tal, solo modifique parcialmente la verdad.

—No te preocupes, yo hice algo peor —suspiraba con tristeza.

—¿En serio? ¿Qué cosa? —el hombre preguntó interesado.

—Confié en ti —fingía llorar. 

—... —el hombre miro hacía el piso con tristeza, ahora se siente mal, se siente como escoria, pero él no era una escoria ¿Verdad?

—La madre se está dando cuenta de las posibles fechorías de su hija —Michikatsu se percataba.

—¿En un establecimiento de comida? —Yorīchi preguntaba dudoso.

—Sí... Creo que lo mejor sería que no hagan un escandalo que atraiga espectadores no deseados a la escena —Michikatsu admite.

—Creo que no seguirán tal recomendación y discutirán ahí mismo...

—Eso sería un acto que "Entorpezca" la función del establecimiento de comidas y por ende serían echados.  

—Dudo que eso le importe a la madre de Ana...

Michikatsu frunce el ceño para recordar de mejor manera la expresión de la mujer, era verdad, esa mujer parecía una fiera capaz de hacer un escandalo y de castigar a su hija en frente de todos los presentes sin importar la imagen que eso dejaría ver de ella.

¿Qué diablos pasa con ese país? —se preguntaba para sí mismo.

¿Y por qué andas haciendo eso? —la madre de Ana le reclamaba —. Todavía no te he terminado de pagar el otro celular como para que lo estés cambiando.

Se pudo ver que mientras Ana y su madre hablaban, el novio de la madre y la abuela de Ana también se encontraban presentes, su rol en la conversación por ahora es solo escuchar mientras comían.

Lo cambie porque... Este es mejor que el que tú me compraste... Y como a mi amiga le van a dar otro, se quedó con el mío ¿Ok? —intento justificar sus actos alterando la realidad a su favor.

—Sí... Van a discutir en el establecimiento de comida... —Michikatsu confirmaba.

—Te dije... —Yorīchi dijo con calma, él es malo para ver las expresiones de los demás, pero hasta él pudo ver como esa mujer era capaz de hacer un "escandalo" en ese lugar.

—¿Qué diablos pasa con ese país? —Michikatsu refunfuñaba con disgusto.

—Supongo que también están normalizados los escándalos en los establecimientos —Yorīchi da una pequeña opinión.

—Hmp —Michikatsu la verdad, cree que esas cosas no deberían normalizarse, si van a pelear que sea en el campo de batalla con espadas y no en un establecimiento de comida a gritos. 

La niña es ágil a la hora de sustentar sus mentiras —Dōma felicitaba un poco —. Es una lastima que no sea lo suficientemente inteligente para ver que se encuentra en un estado donde lo mejor que puede hacer es ser prudente y estar callada para evitar decir información errónea que la pueda perjudicar —pensó, aunque ya lo había hecho, el mero hecho de que dijera que intercambió celulares con una amiga porque a ella le van a dar uno mejor le delata ¿La amiga para que querría el celular de Ana si va a tener uno mejor? Eso no se lo cree nadie. 

—Espera... ¿La madre aun no había terminado de pagar el celular? —la madre de Dōma frunce el ceño —Maldita mocosa malagradecida —pensó con enojo, si ella fuera su madre mínimo una cachetada se llevaba esa niña.

—Esto... ¿No sería mejor si primero terminan de comer y luego discuten eso a solas? —el padre de Dōma dice un poco incomodo por la mirada de su esposa.

Cállate... —la madre de Dōma miraba a su marido con enojo.

—Sí mi altísima... —murmuraba asustado.

—Eso no tiene sentido... ¿Por qué una amiga le intercambiaría su celular si se supone que ella obtendría uno mejor? —Hakuji no entendía, o sea, le da un celular mejor a Ana a cambio de uno peor, pero no le importa porque le darán uno mejor a ella, pero entonces tendría dos y uno de ellos sería peor al que tenía antes, en el sumo caso de que quiera tener dos ¿No sería mejor tener los mejores?

—Además de que las amigas de Ana que hemos visto hasta ahora parecen no tener la capacidad monetaria para costearse un celular "mejor" que el de Ana —Keizo recordaba que Missa dijo que el modelo de celular de Ana era uno muy bueno para su tiempo.

Y eso que de las amigas de Ana, solo Lola ha hablado o ha dicho algo —Koyuki pensó, no sabe si eso es porque las otras niñas no saben actuar también como las otras y actúan en papeles mudos o porqué el guion no requiere que hablen.

—Es una justificación decente —el chico de expresión deprimente admite mirando a Ana con una corta sonrisa, una casi imperceptible —, pero le falta mejorar...

—Van a hacer un escandalo en un establecimiento de comida, muy mal —Managi negaba con decepción, un cocinero era un artista, y sus espectadores eran sus comensales, y no puede concentrarse en hacer su arte si hay gritería. 

—La niña miente bastante rápido —Jigoro se percata, es como si ya hubiera tenido una justificación preparada por si una situación como esta se presentaba.

—Aunque no puede ocultar que esta mintiendo del todo —Zenitsu admite, si él estuviera ahí, seguro escucharía el corazón de Ana latir a mucha velocidad por la preocupación de ser descubierta. 

—Su mentira será descubierta tarde o temprano y cuando eso suceda no será para nada bonito —Kaigaku se frotaba la sien, si fuera él estaría en el piso rogando por su perdón.

—Aunque deberían esperar a tener esta conversación en un lugar más apropiado —Jigoro admite, una conversación a solas, no es necesario hacer un escandalo en el restaurante. 

—¿La madre de Ana es capaz de pegarle en frente de todos? —Ume preguntaba asustada.

—No... —Gyūtarō respondía para calmar a su hermanita —Sí... —pensó. 

El novio de la madre intervenía antes de que la madre si quiera pudiera articular palabra alguna en respuesta.

Mi amor ¿Y si después discuten este tema a solas? —proponía el hombre.

El chico que intervenía aparecía para hacer un comentario rápido de la escena.

—Sí o igual no me importa —soltaba una pequeña risa que sonó como un "Jejeje"

—El novio de la madre de Ana parece un hombre respetable y sabio... Háganle caso —Michikatsu dijo de forma rápida.

—La verdad ha demostrado ser algo callado —Yorīchi opina.

—La verdad concuerdo con él, deben de discutir ese tema a solas y no en ese lugar —Jigoro concordaba con Michikatsu.

—El novio de la madre parece tímido y sumiso —Kaigaku opinaba, Héctor y él son los dos únicos hombres que han tenido protagonismo y son hombres callados y algo tímidos ¿Dónde quedo la hombría?

—Como dijo el pilar de la luna... Es una sociedad opuesta a la nuestra —Zenitsu dijo citando a Michikatsu, aunque le parecía curioso tales diferencias, tal vez en ese país si se vea como algo no malo que un niño pueda llorar y asustarse. 

—Concuerdo con el novio de la madre, mancharía mucho su apariencia social si hacen un escandalo en ese lugar —Keizo concuerda con el hombre.

—Sí, sería demasiado vergonzoso con los dueños del lugar y con los otros que están comiendo —Koyuki concuerda. 

—Ujum —Hakuji asiente, aunque sí fuera él no le importaría medirse a golpes en ese lugar.

—¿Le pregunto y no  le ordeno? —Managi preguntó sorprendido —Su puta madre, tiene modales —reía por lo bajo, ese hombre podría tener la potestad de callar a la niña al ser un mayor de edad y ella no.

—Deberían tomar en cuenta la recomendación del hombre —el chico de expresión deprimente opina —, así podrán discutir de una manera más privada —explicaba, aunque también le daba tiempo a Ana de inventarse algo mejor. 

—La verdad el novio de la madre de Ana no está nada mal —Ume admite un poco avergonzada.

—No —Gyūtarō se limitó a responder.

—Solo decía...

—Yo también...

—Oh, un hombre con buenos modales —la madre de Dōma se percata —, parece que no todos son salvajes.

—Ten cuidado, seguro le reza a su dios para que la de suerte con las mujeres con las que sale —el padre de Dōma susurra.

Curioso es que la madre de Ana se fijo en un hombre que sí parece respetarla y valorarla aun cuando ya tiene una hija —Dōma se percata —¿Por qué no puedes hacer lo mismo, madre? ¿Tan difícil es terminar tu relación con mi padre y buscarte así sea un reemplazo más decente? ¿O es que te gusta sufrir y eres masoquista? Porque sí es así te culpare de que yo pueda convertirme en uno al heredarlo de ti.   

La novela se reanuda en la misma escena de antes, donde el hombre intenta evitar que empiece una discusión entre su pareja y su hija, en un restaurante donde todos pueden verlas y opinar mal respecto a este comportamiento.

Ahora disfrutemos de la tarde ¿No? —el hombre intentaba convencer de la sana convivencia e intentar evitar una escena por parte de las dos.

¡Tú no te metas! —Ana respondía con enojo, ya se había dicho desde antes que ella no tenía buena opinión del novio de su madre.

El novio de la madre expresa en su rostro sorpresa por una respuesta tan violenta hacia su persona a pesar de que técnicamente estaba intentando evitar que el conflicto pase a mayores.

¡Oye! —la madre de Ana suelta un grito.

El chico que intervenía se echa para atrás con sorpresa, saca un aliento mientras se arregla un poco el cabello y extiende sus brazos para decir —Bueno, a esta niña le hacen falta unos buenos putaz —el video se corta antes de que terminara la palabra.

—Oigan... Quiero pegarle un puñetazo a esa niña —Hakuji admite apretando sus nudillos.

—Lo mismo digo, artista marcial, lo mismo digo —Gyūtarō aprieta sus puños con fuerza.

—Sonara agresivo, pero yo también quiero golpearla —Managi también quería unirse, aunque no estaba tan molesto como los dos anteriores.

—Tantos idiomas y estos decidieron hablar con la verdad —Kaigaku observaba su mano, la cual había formado un puño, definitivamente esa niña debe de recibir un golpe en toda su cara.

—Hakuji-san... No seas agresivo —Koyuki murmura un poco asustada.

—Ciertamente el comportamiento de Ana es insoportable e intolerable, pero estarías golpeando a alguien que no puede "defenderse" del todo por sí misma, nosotros no atacamos débiles, Hakuji —Keizo le recordaba.

—Solo decía...

—Hermano... —Ume abrazaba los brazos de su hermano para calmarlo —Deja a la niña...

—Tch. En serio que se parta al menos un hueso —refunfuña enojado. 

—¿Y tú porque quieres golpearla? —el chico de expresión deprimente pregunta.

—¿Y por qué no? Si los otros pueden ¿Por qué yo no?

—Porque no tienes razones para hacerlo...

—Kaigaku, es una niña ¿Cómo que le vas a pegar? —Zenitsu preguntaba.

—Se lo merece —se limito a responder —, y si no me crees, pregúntale a él —señalo a Jigoro.

—¿Abuelito?

—Palo —respondía moviendo un poco su bastón.

—Ah... Pobre Ana... —Zenitsu murmura. 

—En parte los entiendo, yo le pegaría una cachetada en la boca para que respete —la madre de Dōma admite.

—Yo no sabría que castigo ponerle... —el padre Dōma admite, mentira, sí sabía, el castigo que le pondría es que le presentara a la madre de sus amigas.

—¿Y por qué no la tiran desde una gran altura? —Dōma dijo con diversión, así si sobrevive significa que aprendió la lección y si no sobrevive, pues bueno, se podría decir que recibió su castigo, total el que decide es la suerte y la resistencia del individuo. 

—El punto es que aprenda a comportarse, no que se muera —la madre del niño dijo con obviedad, si quisiera podría apuñalarla como castigo y listo, pero no, debe dejarla viva, no hizo nada suficientemente grave. 

Y sería mucho desperdicio —el padre del niño pensaba, todas las posibles conexiones y posibilidades de relacionarse con las madres de las amigas de Ana desaparecerían. 

—La verdad creo que con darle un pequeño regaño o llamado de atención está bien —Yorīchi admite, no le parece muy correcto lastimar a otros.

—Yo le cortaría la cabeza —Michikatsu admite.

—Hermano... No.

—¿Eh? ¿Y por qué no?

—Porque es humana, es una persona.

—Compartir especie no nos hace cercanos así que... Yo le cortaría la cabeza.

Yorīchi suspiraba rendido, definitivamente su hermano era muy cambiante, a veces es muy agresivo y para nada paciente y otras veces es una persona callada que es igual de paciente que su persona. 

Ahora se muestra una escena donde la madre de Ana habla con su hija acerca de lo que discutieron en el restaurante, la abuela estaba presente. La voz del chico que intervenía se sobreponía al video.

—Entonces la mamá amenaza a la niña con ir a la escuela a preguntarle a la niña que le había cambiado el celular y Ana confiesa que agarro el celular de otra persona que no era el suyo.

La maestra me quito el celular en clase y se lo iba a entregar a la directora. Cuando entre a la oficina a buscarlo no estaba y por esto tome este celular que no sé de quién es —Ana intentaba hacerse la vistima al dar su "razón" para cometer hurto.

¡¿Entonces te lo robaste?! —la madre preguntaba con un grito.

No, mamá, no exageres —Ana le decía a su madre que deje de hacerse la dramática.

La abuela de Ana estaba presente y la situación le estaba preocupando tanto que se puso la palma de su mano en su frente para calmarse.

El chico que intervenía para decir lo que todos nosotros opinaríamos de la situación.

—Sí, sí te lo robaste

Y eso no es robar —Ana explico algo que no salió en el video porque está editado.

—Estoy realmente seguro de que sí es robar —Yorīchi dijo con seguridad.

—¿No en serio? ¿Qué creíste que era? —Michikatsu preguntaba —¿Tomar prestado algo sin permiso con un tiempo indefinido? —dijo de forma sarcástica. 

—Creo que eso es lo significa robar...

—Era sarcasmo. 

A ver, la definición de robar creo que no varía mucho de cultura en cultura, así que a menos que en ese país tomar algo que no es tuyo sin permiso no sea robar, pues sí niña, robaste —Dōma dijo en su mente. 

—Oh, parece que sí tienen algo en contra de robar —la madre de Dōma observaba —, aunque... ¿Impuesta por el país o por la religión?

—Debería de ser por los dos, si la religión aceptara el robo debería ser eliminada, y si el país apoyara eso, deberían ser asesinados —el padre de Dōma opina —.Después de todo, el robo es algo que va en contra de dos principios dados por el iluminado .

Y dale con eso... —Dōma suspiraba en su mente, entiende que los gobiernos de los países tengan una regla en contra de robar porque así protegen las propiedades ajenas de otros, pero que el budismo diga que robar es malo solo porque la acumulación material de cosas es mala y uno debería velar más por los otros que por sí mismo para ser generosos son principios que no deberían desobedecerse. 

En serio, si pudiera sentir odio odiaría a esas creencias con todo su ser ¿A cuantos creyentes no ha tenido que convencer para que dejen de rogar por perdón por robar comida? Literalmente le interesa un comino que hayas robado por estar en la pobreza y pasando por hambre, sí robaste por eso, pues ya, está bien, sobreviviste, pero ¿Por qué vienes a buscar consuelo en un niño que ni debería saber que es robar?   

Ahora que lo pienso, la esposa de ese hombre se acostó con mi padre justo después de que lo convencí de que dejara de culparse —Dōma recordaba parcialmente —Pobre de mi madre, su esposo prefirió acostarse con una pobretona en lugar de ella —fingía sentir pena.

Aunque ahora que lo piensa si pudiera odiar, más odiar al budismo, odiaría a sus practicantes, son muy estrictos con sus disciplinas, a pesar de que literalmente lo que hay en el budismo son preceptos y no normas o reglas como tal, se supone que son bases para éticas personales, no un libro de reglas.  

Definitivamente son unos simios imbéciles —Dōma insultaba en su mente. 

—Esa niña definitivamente tiene una mentalidad retorcida —Hakuji admite, él también robo en el pasado, pero admite que lo hizo, y lo hizo por su padre, esta niña literalmente piensa que no robo y encima las razones por las que lo hizo fueron muy egoístas. 

—De verdad parece que ella cree que no robo nada —Keizo concuerda, es una mentalidad bastante rara, si ella piensa que no robo, entonces que piensa que hizo ¿Tomar prestado el celular?

—Es algo bastante raro, sí... —Koyuki admite, no entiende porque Ana piensa así ¿En donde escucho que tomar algo que no es suyo sin permiso no es robar?

—Lo siento niñita, hasta aquí llegaste... Es una lastima —el chico de expresión deprimente bajo la mirada —, no eres lo suficiente para ser como nosotros —concluyo.

—Como dice el Missa —Managi tosió un poco —"Bueno, a esta niña le hacen falta unos buenos putazos" —dijo con diversión.

—Y yo estaría encantado de dárselos... —Gyūtarō murmuro con enfado.

—¿La mamá le va a pegar ahora que están solas? —Ume preguntó un poco austada.

—Tranquila, seguro que las madres de México son... Comprensivas —Gyūtarō intentó calmar —Ojala y utilice cualquier cosa que se encuentre como arma... —pensó.

Vaya, esa niña me está superando en ser retorcido —Kaigaku admite, él siempre ha pensado que lo que está bien y está mal depende de si lo beneficia o no, pero está niña en lugar de hacer eso cambia los significados de las cosas a algo que lo beneficie —, me siento reemplazado —frunció el ceño con enojo

—¿De verdad se cree que no robo? —Zenitsu no comprende ¿De verdad piensa que no robo o está intentando defenderse?

—Doble palo —Jigoro ejerce un poco más de presión al sostener su bastón, esa niña debería de recibir golpecitos.

—Sí, sí lo es —el chico que intervenía aparecía de nuevo.

Aquí y en china eso se llama robar ¡Te estoy hablando! —la madre de Ana decía alterada.

—No, en chica es —el chico procede a hablar en chino, debajo aparecen algunos sinogramas chinos con un [Eso no es tuyo we] —¿Cuánto tiempo tiene con el celular? ¿Cuatro días? ¿Tres? Vaya...

—De acuerdo... Ahora mis dudas han vuelto —Yorīchi admite, ahora vuelve a dudar acerca de sí México queda en Asia, pues si mencionan a China significa que están relativamente cerca ¿No?

—Ay por favor, no... —Michikatsu suspira, no quiere que su país conviva con esos tipos, no es que le caigan mal o que les parezcan malas personas, de hecho se ve que es un lugar bastante bonito y con costumbres aunque raras y diferentes a las suyas, son bueno, decentes, si le dicen que si quiere visitar el país, pues sí, pero si le dicen que debe convivir con ellos por estar en el mismo continente, pues no.

—No es tan malo ¿O sí? —Yorīchi pregunta.

—¿De verdad me preguntas eso? —Michikatsu pregunta.

—Sí...

—Entonces no te responderé —respondió.  

—¿Me están diciendo que ese país puede quedar cerca de nosotros? —la madre de Dōma preguntaba.

—¡Es hora de invadirlo! —el esposo de la mujer exclamaba con fuerza —¡Hay que ir y demostrarles cual es la verdadera religión!

—¿Y si se oponen a abrir los ojos, querido? —la mujer preguntó con diversión, su esposo parecía todo un conquistador.

—¡Los obligaremos a hacerlo!

De conflictos bélicos por territorios y guerra por recursos  llega... ¡Japón vs México una batalla por amigos imaginarios! —Dōma pensaba con cierta diversión, aunque eso sí, no sabe quien ganaría aquí, no sabe que tan fuerte militarmente es México. Pero lo que sí sabe es que podrá reírse de que seguramente haya más bajas que las que él hizo como demonio en esa pelea, y lo mejor será que ellos mismos son los idiotas que se pelean por ver que amigo imaginario es mejor. 

La verdad dudo mucho que ese país quede en México —Jigoro pensaba, según el vigilante ese país ya existe en su tiempo y la verdad nunca escucho de un país asiático que se llame así, además de que los rasgos de sus rostros no son para nada los de un asiático. 

La novela cambia de escena y ahora muestra una conversación entre Ana, su madre y su maestra, por lo que parecen están fuera del salón de clases, debido a que están "solas" debería de ser fuera del horario de clases.

Yo no necesito ayuda de nada ni de nadie —Ana decía ante la recomendación de la maestra de buscar ayuda profesional —. Porque no estoy enferma y no estoy haciendo nada malo. Ay se ven... —a la fuerza le arrebato el celular a la maestra y se fue.

¡Ana! —la maestra gritaba el nombre de su estudiante.

¡Ana! —la madre también gritaba el nombre de su hija.

Señora —la maestra miraba a la madre de la niña.

¡Ana, por favor! —la madre gritaba mientras su hija se iba ignorando los gritos de las dos mayores —Maestra por fav- —la madre iba a disculparse.

Busque ayuda, busque ayuda —la maestra decía con preocupación.

Esta niña me va sacar de... —la madre decía mientras la maestra le decía que pidiera ayuda.

La escena se cortaba para volver con el chico del video, el que interviene cada cierto rato con algún comentario referente a lo visto.

—Dejamos en claro que el problema no es el celular ¿Verdad? —preguntaba —. Dejamos en claro que la niña es una culera.

Absolutamente nadie negó está afirmación, era verdad, más que el celular, la niña denominada como Ana demostró que al menos mentalmente no era sana y su comportamiento era bastante insoportable, hasta el punto donde una redención por parte de esta sea bastante lejana. Aunque Yorīchi la verdad si tiene un poco de esperanza en ella, no cree que este tan perdida la niña.

¿Buscar ayuda? —el chico de expresión deprimente al escuchar esa línea se incomodo ¿Acaso en el futuro hay ayuda? —Nah, nadie puede con nosotros —la voz relajada le resto importancia —¡Nadie puede controlarnos! —la voz alegre reía —Ni borrarnos —la voz irritante dijo con enojo —¡Ehhh! —la voz miedosa se asusta.

El video volvía a muestra la novela, solo que esta vez la escena trata de Ana y su madre entrando en la casa, la madre le reclamaba su comportamiento mientras la hija, pues demostraba valerle madre los constantes regaños de su madre.

Vas a estar castigada sin salir a ninguna parte durante un mes —la madre daba un castigo.

Eso ni duele —Ana respondía de forma seca.

El chico de las intervenciones salía para comenzar a reír fuertemente ante lo dicho por Ana.

La risa fue tal que lo hecho para atrás —No es para que te duela, imbécil —seguía riendo —De- —la risa no lo dejo continuar —De verdad, no puedo con esta estupidez —reía —. Señora, métala a la cárcel desde ya, antes de que cometa algún delito.

Entonces, vas a estar castigada sin celular un mes —mostraba el celular en su mano.

No me puedes dejar sin celular. Necesito hacer mis tareas —se recostaba en el sillón con una expresión de aburrimiento, aunque pareciera también que se está desmayando.

Fíjate que si pued- —iba a decir, pero el video es cortado.

El chico de las intervenciones volvía a aparecer para denotar una escena que le llamó la atención.

—Se está desmayando —decía con una risa —"No me puedes dejar sin..." —soltaba un sonido de desmayo mientras repetía la escena de la niña recostándose.

—Pero ya cometió un delito... —Koyuki dijo extrañada.

—Y no fue marcada ni castigada por la ley... —Hakuji ahora sentía que es injusto, él robo por una buena razón y aun así fue castigado por eso con latigazos y con tatuajes de criminal, pero esa niña robo algo por mero egoísmo y ¿Y ya? No recibió nada malo por parte de los que rigen la ciudad o la escuela, solo fue regañada por su madre —Que injustica es la vida...

—¿Cárcel? ¿No sería calabozo? —Keizo no entendía ¿La cárcel es un tipo de calabozo?

—Una ida al calabozo, y unas cuantas clases de budismo dadas por mi y como nueva —el padre de Dōma alza su pulgar.

—Queda mejor de como era antes —la madre de Dōma concordaba.

Eso si es que mi padre no abusa sexualmente de ella y acabe medio traumada —Dōma pensaba —. Aunque sigo diciendo que la solución es que la tiren desde un lugar alto, así el dolor la hará recapacitar. Ya si eso no funciona o la mata no es mi problema.

—¿El castigo "severo" de ese país es no dejarlos salir? —Michikatsu preguntaba sin creerlo ¿Eso qué? ¿De que sirve?

—Supongo que para que no salga a jugar o divertirse afuera —Yorīchi supone.

—¿Qué estupidez es esa? ¿Si sabe la madre que aun puede jugar en la casa? ¿Sabe que puede permanecer más tiempo con el celular al no abandonar esta última?

—Bueno, ella se lo quito...

—Solo porque la niña fue lo suficientemente idiota para abrir la boca, de no ser así lo seguiría teniendo.

—Sí... Creo que ese castigo no es muy conveniente en este caso.

—¿No salir de casa como castigo? —Managi preguntó con un tono divertido —Pues te salió mal porque yo casi ni salgo —dice lo que habría respondido él.

—Ese castigo solo afectaría a los que salen con frecuencia de sus hogares, no es muy conveniente para otros contextos —el chico de expresión deprimente opina.

—Es un castigo algo raro... Me pregunto su funcionara —Jigoro admite para luego mirar a sus alumnos —¿Quieren probar?

—Hmp. Yo ni salgo de los territorios de nuestra casa —Kaigaku bufa, él solo sale de la casa a entrenar o a comer melocotones.

—Hmmmm —Zenitsu jugaba con sus dedos un poco ¿Salir? Si lograba salir al final siempre regresaba de alguna forma.

—Que castigo más mierdoso —Gyūtarō refunfuñaba.

—Parece que las madres de ese país son más de hablar e imponer castigos que de pegarles a sus hijos —Ume se alegra un poco, ya creía que Ana sufriría como su hermano, siendo golpeada por su madre.

En la habitación cuyo vacío infinito se expandía sin limites al horizonte, Elián se encontraba combatiendo contra su nuevo oponente, el clon que representa la relajación. 

—¡Deja de hacer eso! —Elián lanzó varios golpes con sus puños envueltos en llamas. El impacto de los golpes fue interceptado completamente por fajas con un diseño de peces y jarrones floreados —¡Qué dejes de hacer eso! —volvía a lanzar repetidos golpes. Las fajas se movieron rápidamente para defender a Karaku de los golpes. Elián al ver que no podía seguir así retrocedía de un salto —¡Eres un cobarde! —gritó —¡Te ocultas detrás de ropa! —intento provocar.

El combate sin lugar a dudas era molesto, ha durado más que el anterior y todo lo que han hecho es lo mismo, él lanzaba golpes y él se defendía con las falas de Daki, eso era de cobardes. Del enojo golpeo el suelo quebrantándolo, tomo escombros relativamente grandes del piso destrozado y los lanzó —¡A ver si esto es de tu talla, maldito! —grito. Las fajas se reunieron para detener los escombros —¡Apertura! —dijo mientras se posicionaba detrás de Karaku —¡Y gane! —envolvió su puño con duras rocas.

—¿Ganaste? —Karaku preguntó de forma calmada mientras detenía el puño rocoso con su mano —¿Cómo me vas a ganar con pescados? —sonreía de forma burlona. Elián abrió los ojos al ver como todas las rocas con las que había cubierto su puño ahora no eran nada más que peces. Karaku dio un corto suspiro al que acompaño con un corte realizado por su tijera —Mil cortes —pensó al ver como la tijera paso a través de Elián —Y adiós —las fajas mandaron a volar a Elián. 

Elián se recuperó en el aire rápidamente y aterrizo de forma que minimizo los daños, sin embargo, escupió sangre —¿Qué? —de repente sintió como si alguien hubiera realizado mil cortes, aunque no letales, si dolorosos a su persona —Es imposible... —miro su cuerpo, definitivamente no tiene ningún corte, y la tijera esa solo paso a través de él, no lo corto. 

Comenzó a analizar a su oponente, era un clon emocional de su hermano, físicamente se parece a su hermano, pero en una edad algo más joven, tenía los ojos verdes y tenía una expresión algo calmada en su rostro. Tenía las fajas de Daki que lo defendían y hacían que las aperturas que tenga sean casi mínimas, en su mano izquierda no había nada, o eso pensaba, en verdad esa mano sirve para defenderse, todo lo que toque esa mano se convertirá en pececitos, en su mano derecha por otro lado portaba una tijera con un estilo espectral que era relativamente grande.

Este maldito puede defenderse y puede hacerme daño —escupió la poca sangre que se quedo en su boca —. Bueno, esto lo hace más divertido —formo una sonrisa y se lanzó a por otra ronda. Mientras corría hacia el clon su sonrisa se volvió más grande —A dividirse —dijo con emoción —¡Shishin-no-ken! —Elián se dividió en 4 copias que iban corriendo hacía Karaku.

Karaku negó con una sonrisa —A veces pienso que de verdad tienes el síndrome de Pontius —observaba como las copias de Elián se acercaban, estaban muy pegados —Que idiotas... —pensó. Espero a que estuvieran lo suficientemente cerca de él como para abrir sus tijeras y a una gran velocidad las cerro y abrió unas 6 veces —¡Corta, corta! —dijo con diversión mientras las cuatro copias desaparecían.

—¡Estoy aquí arriba! —Elián grita desde arriba con sus puños ardiendo en llamas azules. Karaku lanzó sus fajas directamente a atacar. Elián cayó con estilo y esquivo de alguna formas las fajas —¡Y ahora sí gane! —dijo con un grito. Karaku simplemente saltó hacía un lado para esquivar el ataque —O tal vez no... —Elián murmuro enojado —Ya vera- —antes de que pudiera terminar sintió como si alguien lo cortara por la mitad.

—Salto y corte —Karaku dijo al terminar de "cortar" por la mitad a Elián.

Obviamente las heridas no son físicas, son mágicas, su habilidad no le sirve de nada con armas de este tipo, mucho menos si es un loco que se lanza hacía el peligro con tal de obtener adrenalina para su cuerpo. 

—¿Qué me pasa? —Elián escupió sangre de nuevo, de verdad se siente herido, pero no tiene sentido, se supone que en este momento tiene una resistencia física enorme, tan grande ni una espada con el filo suficiente para cortar bestias legendarias podría cortarle. 

—Estás perdiendo, eso te pasa —Karaku respondió mientras lanzó una aguja que paso a través de Elián. Elián abrió los ojos, ahora siente como si algo lo hubiera perforado. Karaku observaba con una sonrisa a Elián —Pronto podre relajarme... —dijo mientras lanzaba otra aguja. Elián solo soltó un sonido ahogado 

—N-no... No puedes ganarme —decía adolorido. Karaku solo ignoro los comentarios de Elián y lanzó otra aguja para que pasara "A través" del que sería el hermano menor de su cuerpo original. El cuerpo de Elián comenzó a temblar, por lo que Karaku creyó que había ganado.

—Al final no fue tan difi- —fue mandado a volar por una patada llameante. Las fajas se enterraron en el suelo mientras Karaku estaba en el aire haciendo que este se recuperara. Mirando con cierta desgana a Elián escupió un poco de sangre —Deberías de haber perdido, me ahorrarías problemas, salvaje —insultaba. 

—¡No desistiré! —grito —¡Eres fuerte, lo reconozco! —señalo con su dedo a Karaku con emoción —¡Pero no tanto como yo! —ahora se señalaba así mismo. Suspiro debido a la alta temperatura —¡Elevare mi temperatura para superar tu defensa! —gritaba mientras su cuerpo se envolvía en llamas —Aunque hayas cortado mi cuerpo de alguna manera no voy a retroceder, pues es cuando parezca nuestro final mi corazón ardiente hará una explosión.

—A —Karaku le resto importancia al "discursito" de protagonista genérico que hizo Elián.    

—Sabes, lo que no me agrada lo rompo y lo rompo, lo destruyo —Elián dijo —¡Y te destruiré a ti! —se lanzó rápidamente hacía el clon de su hermano.

No tengo de que preocuparme, las agujas reducen su velocidad de movimiento y lo ralentizan, cuantas más haya recibido mayor será el efecto —pensó con una sonrisa en su rostro —. Usar una técnica de boxeo en tales condiciones es una pesi- —sintió de repente el impacto de dos pies en su cara.

—¡Patada voladora! —gritó con entusiasmo —Que raro, se supone que debí haber sido más rápido... —pensó.

Karaku aunque mantenía una expresión relajada, en el fondo estaba un tanto molesto, solo un poco, a pesar de haber usado 3 agujas y de cierta forma haber ralentizado su velocidad de movimiento, es tan rápido que ni sus fajas pudieron defenderlo a tiempo. Las fajas se enterraron en el suelo para que se recuperara en el aire con facilidad.

Me golpeo con un golpe directo —pensó al caer al suelo con suavidad —, posiblemente uso la técnica de Raiden, no... Solo imito el golpe, no fue el mismo, si lo fuera ya me ha- —antes de que se diera cuenta Elián estaba enfrente de él y le lanzó una técnica de gancho —Agh —fue mandado a volar otra vez. Elián dio un gran salto para terminar con esto de una buena vez.

—¡Puntapié! —dijo al caer en picada con su pie preparado para lanzar una patada. Sin embargo, choco contra lo que parecía ser una especie de niebla —¿Niebla? ¿Acaso esta niebla es solida o que mierda? —golpeo repetidas veces la niebla, pero todos sus golpes eran impactados por esta como si de una pared indestructible fuera. 

Karaku se recupero con dificultad, debía pensar en algo rápido, no lo iba a derrotar, pero sí podía debilitarlo un poco más antes de que lo derrotara, sí, él no es más que una ficha en la partida, un sacrificio necesario para la victoria, es solo una herramienta.

—¡No importa su determinación! ¡La mía será más grande! —maniobraba su tijera fantasmal para realizar un ataque antes de perder. Con su mano izquierda invoco un jarrón con diseño de flores del que salió un pescado con apariencia monstruosa —Perdona... —se disculpaba de antemano —Agujas listas —mientras enhebraba la aguja, miro al pez con cierta lastima. Suspiro un poco —Nos iremos los dos, amiguito... —el pez desaparecía al sentir como la aguja paso a través de él.  

La niebla se disipo solo para dejar ver la sombra de Karaku con las tijeras abiertas. Elián lo miro con un poco de admiración, no escapo o corrió de la pelea como lo haría su hermano, tal vez sean clones, pero tienen sus diferencias también.

—¡Vaya, tienes voluntad! —Elián felicitaba —Y eso que yo creía que la "relajación" solo era una emoción juguetona que no se tomaba en serio su trabajo.

—Depende de la persona —respondía —, para que yo me relaje primero debo acabar con los problemas, una vez me libre de ellos, podre dormir... —jadeaba con cansancio. 

—¡Entonces permíteme acabar con esto! —un puño llameante fue lanzado con fuerza. Karaku solo sonrió un poco mientras veía como el golpe se dirigía a él —Aguja enhebrada —activo la última habilidad que tenia.

Aguja enhebrada, debes matar a un aliado para que funcione, dependiendo del aliado, se infringirá daño interno al oponente Hicimos bien nuestro trabajo, amigo —pensó antes de ser lanzado por los aires.

Él era el hijo primogénito de una mujer que aspiraba a muchas cosas en el futuro, su destino fue decidido al nacer, y él lo sabe, pero no quería aceptarlo. Cuando era pequeño era un niño alegre, revoltoso, hiperactivo y de un comportamiento para nada "ejemplar" Era un niño egoísta y engreído.  

Con la muerte de uno de sus abuelos, su madre decidió que era momento de iniciar su adiestramiento, fue establecido, él no tuvo elección y desde ahora toda libertad es una ilusión. Él nunca tuvo interés en estudiar para mantener su posición... Hasta que conoció a uno de los amigos de su madre que lo inspiro. Fascinado por su inteligencia, sus ojos postrados al ver como resplandecía. Desde entonces se volvió un chico al que nadie supera, pero con una flojera inmensa.

Nadie podía contra él por lo que representaba a todos, problemas por todos lados a él iban, y él no podía abandonar todo, siempre estando estresado y en desespero, ocupado en la escuela, en el trabajo de su madre, cuidando de su hermano, en competencias, estudiando tanto en la escuela como en casa, pero... Todo lo que quería era dormir, solo quería dormir, no quería hacer nada más ¿Era malo querer relajarse y dormir? ¿Era tan malo?

Sí... Esta es mi felicidad —al caer al piso comenzó a cerrar sus ojos para comenzar a dormir. Una puerta se abrió debajo de Karaku y cayó. Una puerta se abrió el piso en otra parte de la habitación, específicamente al lado de los otros clones. 

—Karaku ha sido derrotado —Aizetsu notificaba —Bueno, hizo suficiente —admite mientras en su mente eliminaba la ficha que representaba a Karaku.

—Este bueno para nada está dormido —Urogui observaba.

—Déjalo, se lo gano —dijo sin mirar a Urogui —Urogui... —llamaba.

—¿Sí?

—Ha llegado la hora de que salgas —dijo con cierta tristeza.

Urogui al escuchar esto sonrió con satisfacción.

—¿Crees poder pelear por mi, Urogui? —preguntaba.

—¡Moriría mil veces por ti! —dijo con seguridad.

—¿No puedes solo quedarte vivo? —Aizetsu pregunto con decepción.

—Agh... —Urogui se hirió con la frialdad de Aizetsu.

Una pequeña campana sonó, indicando que debía dar una curiosidad.

—Es la campana de las curiosidades —Aizetsu dijo con tristeza —¿Eso significa que siguen viendo esa novela de guion deprimentemente malo, pero que da risa de lo malo que es? —preguntaba por lo bajo —Ya qué... —suspiro —Una curiosidad algo deprimente... Aoi, la chica de la mansión de las mariposas usaba la respiración de agua, y ella participo en la misma selección final que Muichirō.

—¡Bien, es hora de pelear! —Urogui gritaba.

Recuento de palabras: 7. 717

Publicado: 25/Agosto/2022

Editado: ???

Hey, hey, hey, el Quincuagésimo cuarto capítulo de este Watching ha llegado y con él mis agradecimientos por tomarse la molestia de leerlo.

Este capitulo la octava parte del análisis de la rosa de Guadalupe, la cual he decidido titular "Ana es castigada" Porque de eso trata esta parte, Ana es atrapada por su madre y es castigada.

Bien, la siguiente parte será desde la parte en la que roba su celular hasta la parte donde Missa dice "Miedo a los gnomos" justo después de que la policía le diga a la madre de Ana que el vecino no quiso poner cargos.

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